PASQUINES Y QUEMA DE FOTOS

Un buen día un ciudadano pega en un poste de teléfonos un pasquín diciendo que el rey es un capullo y un hijo de la Gran Bretaña. Como le costó su buen tiempo redactarlo, para rentabilizar su ejercicio, decide remitirlo a un periódico como carta al director. Muy probablemente el ciudadano y el director del periódico tendrán que hacer una visita al Juzgado. Si ese periódico no hubiera admitido el artículo del ciudadano, por el pasquín del poste no pasaría nada.
Lo del pasquín no fue tan grave y al año siguiente ese mismo ciudadano se anima a quemar unas fotos del Rey frente al poste donde colocara el pasquín el año anterior. Por allí andaba un cámara de televisión y un amigo fotógrafo y publican la noticia en las emisoras locales para los que trabajan. Con la justicia solo se las verá el incendiario, no los medios que transmitieron las imágenes.
Te preguntas ¿Por qué son diferentes desde el punto de vista penal difundir un texto y una imagen cuando estamos en el mundo de la imagen?