2007/05/31

PINCELADAS IMPRESIONISTAS POST-ELECTORALES

Las elecciones, la noche electoral y la noche post-electoral te pillaron fuera de la región. Mientras dabas cuenta de una buena ración de pulpo, pudiste ver por la televisión del bar, cómo quedaba el panorama electoral. Tu región no es Madrid, ni Navarra, ni Mallorca y tuviste que adivinar algo por rótulos sueltos que iban saliendo de vez en cuando.

En las elecciones autonómicas, las cosas quedaban muy parecidas. En Oviedo el Partido Popular revalidó su gran triunfo y el PSOE su esperada derrota y, sorpresa, entre Izquierda Unida y la nueva agrupación Ciudadanos por la Izquierda (formada por los dos concejales anteriores de IU) ganaron los nuevos, aunque solo sacaron un concejal. Los sondeos previos daban uno o dos concejales a IU, pero en pequeños números es fácil equivocarse por lo escaso de la muestra. Solamente salió Rivi, la antigua mosca cojonera de Izquierda Unida. Se lo merece por luchador, pero las aguas volverán a su cauce cuando desaparezca de la escena política e IU volverá a recuperar su espacio aunque pierda algún punto.

Sobre lo de Navarra, como sobre el País Vasco, tienes grandes dudas, y, si te tocara decidir, no sabes si elegir una alianza de izquierdas o un pacto constitucionalista. Dejas la reflexión para otro momento.

De la capital del Reino, te alegras del batacazo de Sebastián, por el patinazo de la foto de la chica. En cuanto al palo del PSOE en Madrid en general, a lo mejor la cosa es más sencilla: simplemente la mayoría social es de derechas o de los que aspiran a yuppies, voto sociológico de la derecha, y no hay que profundizar más. Lo sientes por Matilde, que iba en la lista de Simancas. No te casa la dulzura de Matilde con la cara dura, quieres decir, angulosa, de Simancas.

De vuelta a Asturias, te fijas en algunos datos sueltos.

Te fijas en Lena, en donde ganó IU. El actual alcalde, del PSOE, obtuvo unos 2.300 votos, mientras que la lista autonómica obtuvo 2.800. Dice tu madre que no hizo nada por el pueblo. A lo mejor los lenenses piensan también que no hizo nada por el concejo, que se le fue el tiempo en la Federación de Municipios, de la que es Presidente de la sección de Asturias. Quizá el balance no sea del todo negativo porque al fin y al cabo conoció allí a la mujer de su vida (de momento). Salvando este pequeño detalle, lo de la FEMP puede ser bueno o malo. Malo por lo que desatiende, bueno por si consigue atraer fondos para el concejo. Preferirías que hubiera ganado el PSOE porque de número cuatro iba Gema, una amiga de tu hermana, que quedó parapléjica de resultas de un accidente de coche cuando ambas estudiaban COU.

Vas ahora a Llanera, en donde el alcalde y el PP revalidaron una holgada victoria. El ser el alcalde diputado en el Congreso y salir en todas las fotos con Gabino, el alcalde de Oviedo, como si fuera un apéndice suyo, le da una propaganda gratuita, independientemente de que no lo haya hecho mal del todo. De esta victoria, de lo único que te alegras es de que el número dos es el padre de una amiga de tu hija. De número uno del URAS-PAS iba uno que trabajaba en tu misma empresa, del que nunca supiste sus inquietudes asturianistas, pero a lo mejor las tenía. Tampoco supiste de la ideología socialista (porque examinarán de ideología ¿no?) de otro compañero tuyo del seminario que iba de relleno en las listas del PSOE. No salió.

Te alegras por la victoria del PSOE de Belmonte porque el alcalde es el vecino del piso de arriba, aunque haya faltado a su palabra de no volver a presentarse. Hace unos meses prometió abandonarlo todo para poder ver crecer a los nietos, ya que no pudo ver crecer a los hijos. Cuando eres vecino de portal te fijas en esos detalles y no en el arreglo de los caminos del concejo.

Vas, por último, a Morcín, en donde el candidato del PP, que conoces, perdió frente al PSOE pero obtuvo un diez por ciento más de papeletas que su mismo partido para las elecciones autonómicas. Puede estar contento.

De las declaraciones de los políticas te quedas con las palabras de la alcaldesa socialista de Gijón, que lamenta con pena el poco apoyo electoral que recibió IU, pese al gran trabajo desarrollado.

Más que unas pinceladas, fueron unos brochazos.

2007/05/26

JORNADA DE REFLEXIÓN (Pedro de Silva)

No hay manera


Lo moralmente correcto en una jornada de reflexión es que la gente, y ante todo quienes opinan en los periódicos, se pusiera a hablar de otras cosas. Por desgracia, no es así: callan la musiquilla plasta de los partidos y las soflamas en los medios, pero el runrún electoral no cesa, y le acaba pillando a uno aunque sólo quiera hablar del tiempo. Me para en la calle un conocido y pregunta cómo veo las cosas. Le digo, para escapar, que la lluvia en primavera es buena, pero está cayendo demasiada agua. Se me queda mirando como diciendo: ya te capto el mensaje. Luego, creyendo seguirme la corriente, pregunta si habrá daños catastróficos. Miro arriba, escruto las nubes que pasan corriendo y le digo: el domingo a lo mejor despeja. Se queda mirándome otra vez un instante, me da dos palmadas en la espalda y dice: siempre das con la frase justa. Luego se marcha rumiando mis enigmas.

2007/05/25

AL MÍTIN DE GABINO DE LORENZO

Hiciste bien en no ir a la conferencia previsiblemente punzante pero pesimista de Sosa Wagner, que iba a disertar sobre “El Estado fragmentado”, y acudir al mítin de Gabino de Lorenzo, alcalde y candidato del PP a la alcaldía de Oviedo.

Gabino ye un “gallu”. Antes de escribir esto consultaste el Diccionario de la Academia de la Lengua, no fuera a ser con y griega. Es con elle. Aprovechas para ver cómo define exactamente al gallu. Encuentras que gallu de la quintana, que ye como se suel decir, es la persona que llama l’atención, que destaca. También: persona que s’empondera a sí mesma faciendo de menos a los demás. Otra: Persona que se fai la valiente faciendo de menos al otru. La última: Persona artera, arremangada.

Gabino te parece una mezcla de todo eso. Te quedas con la primera y la última acepción.

Dijo la presentadora que Gabino iba a mostrar su sentido del humor, y así fue porque entró cojeando al escenario, con un brazo en cabestrillo, con collarín y con la cabeza vendada. Pensábamos que iba a parodiar los rumores sobre su salud, que lo dan por acabado, pero en esta representación teatral eran secuelas de haberle atropellado el tranvía que el Partido Socialista incluyó en el programa electoral. Con esta entrada ya se ganó al público.

Justificó ser el único orador de la tarde para desquitarse de que cuando viene Rajoy, entre las músicas, los aplausos y la fanfarria, le comen su tiempo.

Cada poco pedía que le pusieran la música del PP e iniciaba unos pasos de baile sobre el escenario. Contó anécdotas del día que se afilió al Partido Popular, de cómo se pasó a la política municipal porque, según él, ya había llegado al techo técnico en su empresa, UNINSA, después ENSIDESA, ya que a partir de ahí los puestos directivos eran para afines al partido de entonces en el gobierno, que no citó por su nombre. Contó cómo compraba en aquella época el ABC, que era el que atizaba al gobierno, y recortaba las frases que zurraban a Felipe para meterlas él a calzador en sus intervenciones, hasta que alguien le asesoró que dejara eso para otros y que se dedicara a la oposición municipal.

Siguió con su primer mítin, en una tienda mixta de Faro o de Limanes, en donde cuando llegó, se encontró únicamente con un tratante de ganado que estaba allí de paso, esperando para descargar un camión. Y aprovecharon para tomar un whisky.

Contó con gracia cómo cuando inauguraron la Losa, el presidente de Renfe, que era más simpático y con más estilo que… (déjalo ahí, que te lanzas), decía Gabino que el presidente de Renfe, Corsini, al ver el tirón popular, le dijo que solo le faltaba hacer un milagro, y acto seguido un paisano se levantó de la silla de ruedas para darle un abrazo.

Por allí estaba el Deán Pandavenes, que fue profesor tuyo de Lengua, con su torpe aliño indumentario, que diría Machado; con él Severino Zaragoza, de la patronal de los comerciantes de la capital; Cosmen Adelaida cuya sociedad Jovellanos Siglo XXI, que construye el Palacio de Calatrava, fue elogiada por el alcalde. Al hilo del Palacio contó cómo el Partido Socialista votó siempre en contra de la obra en cuantas votaciones hubo en el Ayuntamiento, pero cómo en el acto de entrega de unas oficinas de ese Palacio a la Administración Regional socialista se habían citado allí para las fotos más socialistas que populares.

En fin, que lo pasaste tan bien que merecía que le hubieras aplaudido algún chascarrillo.

Por suerte no vas a estar en Oviedo el día de las elecciones, lo que te evita un problema de conciencia.

2007/05/24

GABINO DE LORENZO O SOSA WAGNER

Fiel a este nombre que te has dado, tienes una duda: si ir al mítin de Gabino de Lorenzo, que será a las siete y media o a la conferencia de Sosa Wagner sobre la fragmentación del Estado, anunciada para las ocho, en edificios tan cercanos que son como los siameses, cosidos por la espalda, Auditorio Príncipe Felipe uno y Club de Prensa de La Nueva España otro.

Sientes debilidad por Sosa Wagner, que fue Secretario General Técnico con Felipe González e intentó racionalizar y armonizar el cotarro autonómico y, en cierta manera lo consiguió cuando vio la luz la LOAPA, Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico, de la que prácticamente fue el redactor. Hizo lo que supo y lo que pudo. Vendría detrás el Tribunal Constitucional y tumbaría la mayor parte de los artículos. Sosa intentó un menú poniendo de su bolsillo algunos ingredientes, pero eso no estaba previsto en las bases del concurso y fue descalificado.

Sientes otra debilidad por Sosa Wagner. Crees ver en él una cierta frustración por no haber sido Catedrático de Derecho Administrativo en la Facultad de Derecho de la Universidad de Oviedo. Fue profesor de la Facultad; Catedrático lo fue de Derecho Administrativo pero de Económicas, y para un catedrático de Derecho no es lo mismo. Para serlo de una Facultad de Derecho, tuvo que marchar a León. Ahora con la organización por Departamentos y no por Facultades puede tener un consuelo, pero no es ensueño de juventud.

Pese a ese género de exilio, pregona su nostalgia publicando en la prensa asturiana y pronunciando frecuentemente conferencias en la región.

Gabino se basta y se sobra. En el mítin se anuncia la suya como intervención única. Te gustaría ver a otros subalternos, incluso a algún muletilla. Con Gabino tienes el entretenimiento garantizado. Con Sosa tendrás un poco de todo: contradiciendo a su apellido, habrá sal, erudición y pesimismo.

Como cuando vas a votar, que muchas veces te decantas a la vista de la urna, cuando cruces el Parque San Francisco decidirás si prefieres la pajarita de Sosa o la boina de Gabino.

DROGA

Mira que a veces es absurdo chatear. Pues nada, chateando con un pariente tuyo que salió del (y por el) mismo sitio que tú, te dice que si oíste algún rumor de algo. Rumores y cotilleos los oyes todos los días, salvo en épocas de agobio, en cuyo caso no hay tiempo para historias.

Haces como que no le das importancia, porque sabes que sin que tires ni del hilo ni de la lengua, tendrás confeccionada la pieza antes de cerrar el Messenger.

Tiende uno a tener compasión de la gente conocida directamente o por referencias, a quienes pillan en un renuncio o en algo más que un renuncio. Se hace uno comprensivo con el cercano y duro con el ajeno, cuando la ley es la misma para todos. Pides toda la presunción de inocencia para el amigo y justicia (a veces quieres decir dureza, a veces quieres decir venganza) para el lejano. Te arrepientes de alguna firma que echaste, a cincuenta metros de donde trabajas ahora, solicitando un indulto. Haces memoria y quizá fueron dos las veces que firmaste en distinta época pero en el mismo lugar.

Ya es casualidad que, esta misma tarde, mientras veías la final entre el Liverpool y el Milán, tuvieras delante de ti una sudadera que sería un anticipo del rumor de la noche. En esta materia hace falta también una especie de espíritu de Ermua que reconquiste la calle.

2007/05/23

EVIDENCIAS




FERNANDO ALONSO, TU MADRE Y EL BANCO DE SANTANDER

Cuando hablas por la noche con tu madre se extraña de haber visto un anuncio o una noticia de Fernando Alonso haciendo publicidad del Banco de Santander. Tú también te extrañas. La extrañeza, sin embargo, es de distinto origen. La extrañeza de tu madre nace de la ingenuidad o de la ignorancia y la tuya del exceso de información.

Tu madre se extraña de que anuncie el Banco de Santander y no la Caja de Ahorros de Asturias. Tu madre no dice Cajastur. Para tu madre ya pueden gastarse todo lo que quieran en publicidad que para ella el sitio donde tiene su (poco) dinero es la Caja de Ahorros de Asturias. Tu madre piensa que como la tía de Fernando Alonso trabaja en la Caja, él tiene que tener el dinero en la Caja, y que tiene que hacer publicidad para la Caja. Tu madre no sabe que sí tiene contratada una campaña de publicidad, pero como ella no es objetivo de la campaña, no le llegan los folletos, ni ponen los anuncios en la tele en las franjas horarias que ella ve. Tu madre desconoce la tela de intermediarios, patrocinadores, sociedades interpuestas, derechos de imagen y toda la marabunta. Tu madre proviene de un mundo en extinción en donde los tíos eran algo.

Tu extrañeza, sin embargo, proviene de exceso de información, además equivocada. En cuanto oyes que Fernando Alonso anuncia el Banco de Santander te vienen a la mente las palabras “contrato de exclusiva”. Recuerdas haber estudiado en Derecho Mercantil algo al respecto, pero cuando vas a las fuentes, ves que se refiere a los contratos de concesión, no a los de publicidad, de manera que o no lo estudiaste bien o, como dice la canción, “ya todo aquello pasó, todo quedó en el olvido”, en una frase, y, además, equivocada. Quédate con la copla de que Fernando Alonso y el Banco de Santander no se rigen por ningún contrato de los llamados típicos sino por los atípicos o innominados que se firman para cada ocasión.

Y no vas a hablar de la ética de anunciar a dos competidores a la vez, porque a Fernando le vienen bien los patrocinadores y entre ellos que se peguen.

Al final, para meter la pata, mejor por ignorancia…o ingenuidad.

LA DICHOSA CIUDADANÍA (de Pedro de Silva)

Alguna gente se queja de que en una campaña electoral no se habla de las cosas que de veras importan al ciudadano, pero no idealicemos, las cosas que de veras importan al ciudadano no le interesan a casi nadie. La razón de esta aparente paradoja es que ciudadanos, lo que se dice ciudadanos, gente metida de lleno en el interés general, no hay tantos. Cuando se exhibe un plan de ordenación el visitante suele ir como un tiro a mirar qué pasa con su parcelita, y en un debate sobre el mapa escolar sólo se ve a profesores, o a padres de niños que pueden verse afectados por el traslado. La gente rara que siente el interés general suele acabar en el asociacionismo o la política. Hay también un puñado de personas comprometidas con el bien común y fuera de todo protagonismo, pero son tan pocas que se las ve siempre en los debates, como si fueran ya de casa.

EL BLOG DE ISIDRO MARTÍNEZ OBLANCA

Acaba de ganar un punto Isidro Martínez Oblanca, ex senador del Partido Popular. Estamos en plena campaña electoral y sus cuatro últimos artículos no contienen ninguna alusión a asuntos políticos. Se refieren a Tintín, a una carrera popular en Gijón, a un reportaje de National Geografic y a la momia de Atacama.

http://barbatacora.blogspot.com/

2007/05/22

AL MITIN DE ZAPATERO




Quien te iba a decir cuando te levantaste que ibas a tener un día mitinero. Hubo una premonición que no supiste interpretar. Mientras te afeitas a veces tienes la tele puesta y si oyes alguna noticia, sales al hall brocha en mano. Buscas a propio intento una televisión local o regional por si dice algo más detallado del tiempo, porque dudas si llevar más ropa de abrigo que una chaqueta. Al final pondrás la gabardina porque llueve y la temperatura es de once grados.

En el canal que habías elegido no hablaron del tiempo, que es lo que buscabas, porque estaban con los espacios electorales gratuitos. Precisamente por eso tuviste la oportunidad de ver a un conocido que se presenta de número 1 por el PP para un ayuntamiento próximo a Oviedo. Por ser él, te quedas a ver lo que dice y cómo lo dice. No recuerdas bien el mensaje pero sacas la conclusión de que en ese ayuntamiento, gobernado actualmente por el Partido Socialista, están las cosas muy mal, y deben estar pésimamente porque el aspirante está muy enfadado. Solo sonríe al final para pedir el voto. No le tendrás en cuenta el cabreo.

Durante el día te olvidaste de las elecciones.

Serían las seis y media de la tarde cuando oyes desde la fotocopiadora que un compañero se marcha, que va a ver a Zapatero. Sales a la sala administrativa general y preguntas ¿pero hoy está Zapatero en Oviedo? Está.

Para confirmarlo entras en internet. Efectivamente, está anunciado para las siete y media. Quieres verlo a él pero también te gustaría observar como se desenvuelve Paloma Sáinz, la candidata socialista, que sería la primera en intervenir. Dudas si ir, estás a punto de no ir, tenías intención de echar hoy unas horas porque tienes trabajo pendiente, pero vas cerrando los programas y recogiendo la mesa y a las siete de la tarde estás saliendo.

De camino llamas a tu hija por si quiere ir y te dice que no, que está liada con el máster. Claro, seguramente el programa de un máster de economía es distinto del programa electoral del Partido Socialista. Con tu mujer no lo intentas. Tendría que haber un anuncio de guerra civil, y no exageras, porque la guerra de Irak y sus mentiras fue lo que la movió a votar por última vez.

Camino del mítin, ves a un ex- concejal socialista de Oviedo expulsado o suspendido, hablando por el móvil. En otro tiempo te lo imaginas en el servicio de orden. Lo ves, no solo en el servicio de orden, sino de mamporrero, por el parecido que tiene con Cascos.

Llegas a las siete y media al Palacio de los Deportes. Los asientos están todos ocupados, pero a ras de suelo se ve alguna calva, quizá porque coincide detrás del cajón de las televisiones.

Ves gente conocida, casualmente dos ex-alcaldes socialistas, uno de Lena, tu concejo, y el otro de Llanera, el concejo de tu mujer; ambos alejados ya de la política; también anda por allí, los tres por libre, Tolivar Alas, el candidato socialista anterior a Paloma, el penúltimo engullido por Gabino.

Aunque el mítin estaba anunciado para las siete y media, son las ocho y todavía no salió nadie, solo la música afro o brasileira atruena desde hace un rato todo el palacio para dar ambiente.

En la esperable nube de banderas blancas del Partido Socialista, ves una única bandera republicana y una única bandera de España, ésta con tres globos blancos como si fueran crespones.

En las gradas superiores, justamente en una esquina divisas a otro de los represaliados del PSOE ovetense, jubilado de tu empresa, muy conocido por sus cartas al director y por su defensa del transporte público. Desde esa posición divisa y es divisado y no sabes a ciencia cierta por cuál de esos dos motivos eligió ese lugar tan esquinado. Otro día meditarás en voz alta sobre la difícil tarea de hacer compatible disciplina y democracia en un partido.

Comienza el mítin. Paloma lee. Te parece que está nerviosa y que se trabuca. No te extraña porque será el primer acto de masas de su vida, y posiblemente el último. Anotas en el móvil que promete nueve mil empleos para Oviedo. Hombre, contando los de la creciente Administración del Principado (que también se los apuntará el Principado), los del nuevo Hospital (que aunque muchos serán traslados geográficos, se contarán como nuevos), los que correspondan a jubilaciones que se van reponiendo, etc. En fin, que no te lo crees, que te suena a los ochocientos mil de Felipe. Deseas que vaya terminando su discurso, que en mucho pasajes resultó entre inaudible e ininteligible. Piensas si habrá algún defecto en la megafonía.

Cuando sube a la tribuna Javier Fernández, el Secretario Regional del Partido Socialista, descartas cualquier fallo de los altavoces. Javier Fernández tiene otra soltura. Por de pronto en el estrado no hay apunte alguno y tiene un verbo creíble. Recuerda la traición de Mortera, antiguo concejal socialista, ejemplo de tránsfuga, que se pasó al PP y que va para concejal de Urbanismo. Aplaudes por primera vez. Hace un juego de palabras a cuento de unas balas que compró la Policía Municipal, o más bien que pagó, porque de las balas nunca más se supo. Habla de si las balas son por lo del cerco a Oviedo y apunta que ya está bien de resucitar el lenguaje guerracivilista. Deja ahí el asunto porque se da cuenta de que no fue el alcalde de Oviedo el que resucitó la memoria histórica.

Cuando le llega el turno a Areces, ojea solo de vez en cuando algún papel, que será solo un guión, para que no se le olvide nada, que él está acostumbrado a machacar, repetir, machacar, repetir. Además de la consabida lista de actuaciones, que algunas serán verdad, y proyectos, que, como proyectos, también serán verdad, insiste, como si quisiera que fuera un eslogan, en que Asturias y PSOE son una marca. Pues nada, lo dice varias veces y a lo mejor consigue un eslogan electoral, si no para estas elecciones, para otras.

Sube ZP y llamas por el móvil a tu hija para que sienta el ambiente y los dos primeros minutos de su discurso. Destaca a Rajoy como hombre pesimista. Aplaudes. Indica sus cuatro argumentos de gobierno: ideas, palabra, verdad y respeto. Y si quieres entender aquí algo de la guerra de Irak y de las historias de Aznar, Zaplana y Acebes, lo entiendes, pero ni una alusión más ni a la guerra ni al 11-M.

Un signo de modernidad para destacar lo pedigüeño e insistente que es Tini Areces: que lo aburre con telefonazos y correos electrónicos con peticiones para Asturias.

Anuncia una primera promesa electoral: colaborar en la carretera Ponferrada-La Espina. Aplausos. Mas adelante aludirá a “la autovía que os anuncié antes” (las comillas pueden no ser literales, y si no son literales ¿para qué las pones?) de manera que no sabes si prometió carretera o autovía. Hablando del Huerna, después de meter la puya de que fue el PP el que aumentó la duración de la concesión, dardo esperable, promete una subvención progresiva para otro tipo de transportes. No concretó más. Y la gente aplaudió.

Arranca nuevos aplausos su apoyo a la escuela pública. Miras si entre los aplaudidores está el antiguo alcalde de Lena. No, no aplaude porque él trabaja en la escuela concertada. El antiguo alcalde de Llanera tampoco lo aplaude todo, ni Tolivar, solo los pasajes más, digamos, sociales. Como ya no son alcaldes ni aspiran a serlo están dispensados de ser monolíticos.

Y con el estruendo de rigor termina el mitin.

Vuelves para casa. Pasas por delante del portal del poeta y crítico García Martín, al que sorprendes en una actividad prosaica pero imprescindible: sacando la basura, una única bolsa blanca, sin reciclar, porque él lo único que recicla son las palabras.

Camino de casa, estás cerca de dos minutos parado en el semáforo que precisamente García Martín destaca habitualmente como el semáforo de General Elorza, que por lo que tarda en abrirse para los peatones, le permite incluso idear algún artículo. Como, efectivamente, dura tanto, ves al otro lado al candidato local de IU a las elecciones municipales. Está hablando con otro militante que conoces de vista y que te parece que es funcionario de Justicia. Allí se despiden. El de Justicia cruza, el candidato da la vuelta. Hablaron debajo de un rótulo de Dermofarmacia. Te parece que IU necesita algo más que maquillaje. Junto a ellos, pegados de mala manera, contra unas vallas, los carteles electorales de Rivi y Miranda, que hicieron la auténtica oposición en el Ayuntamiento de Oviedo, durante los últimos años, antes que los acabaran echando de la coalición.

La política no es solo eso pero también es eso.

2007/05/19

ABOGADO SIN CLIENTES



Eres, un suponer, un abogado joven con exceso de conocimientos y tiempo libre y déficit de clientes e ingresos. Por deformación de formación tiendes a hacer un análisis jurídico de cualquier noticia y de cualquier hecho de la vida. Eso te ocurre leyendo la portada de La Nueva España del día 17 de mayo.

Lees, por ejemplo, que los trabajadores de San Claudio exigen al Principado que fuerce la negociación. Automáticamente, y por analogía, piensas en la obligación de negociar de buena fe los convenios colectivos, que no implica la necesidad de llegar a acuerdos. Por eso, te parece jurídicamente inexigible que se pueda obligar al Principado a obligar a otros a negociar. Exigir negociar a terceros es un brindis al sol.

Lees que condenaron a 30 años de cárcel al etarra Jon Bienzobas por el asesinato de Tomás y Valiente. Te lamentas de no haber seguido más la vida en vida, valga la redundancia, de este catedrático de Historia del Derecho y discreto Presidente del Tribunal Constitucional. Por desgracia, en reportajes posteriores, oíste muchas veces su voz profunda dentro de un porte serio. En un reciente viaje a Salamanca pudiste comprobar que en el patio de la Universidad grabaron una hermosa frase suya sobre la tolerancia. Pese a que es el autor de un manual de reconocido prestigio y difusión, no fue el elegido por el profesor de la asignatura cuando te tocó estudiarla. Tu catedrático era un devoto de Alianza Popular. Quince años más tarde de haberte licenciado tuviste el ánimo de leer su libro, cuando el renombre, para ti, le vino por haber sido asesinado. Se saca otra sustancia a los libros de texto cuando se leen sin obligación de examinarse, gratis et amore.

Por fin llegas a una noticia que te ilumina la mente y es que un obrero langreano salva la vida tras permanecer una hora sepultado por la fachada de un inmueble en Oviedo. Ya sabías del hecho porque es un conocido de tu familia y te habían dicho por teléfono que Gil había tenido un accidente de trabajo y que estaba muy grave.

Cuando ves la noticia, te fijas en la foto de la portada y ahí ves materia. Como está tan de actualidad la Pantoja revives el vídeo de la agonía de Paquirri, en la que su viuda consiguió que se considerara un atentado a su imagen, porque no hay que exhibir la cara de nadie sufriendo, eso incluso siendo un hombre público, mucho menos si es una persona privada.

Llamas a un cuñado de Gil con el que tienes amistad y le dices que si vio la noticia en el periódico. El cuñado dice que sí, y se explaya en detallar el estado del enfermo porque acaba de verlo en la UVI y justamente es uno de los familiares que hablaron con los médicos. Desvías, como puedes, el asunto a donde te interesa y le comentas que si se fijó en la foto de la portada. También te dice que sí, y que qué cara tenía el pobre y que imagen tan desvalida, entre escombros, descalzo como con un vendaje en el pié. Le dices al cuñado que el periódico se pasó poniendo esa foto, y más en la portada, y que era suficientemente ilustrativa la foto del casco roto y ensangrentado en el suelo. El cuñado, que no sabe de leyes, se queda pensativo cuando le dices que no hay derecho a que todo el mundo lo haya visto así. A continuación añades que últimamente se están sacando indemnizaciones millonarias porque los jueces entienden que publicar fotografías así vulnera el derecho al honor y a la propia imagen. Aunque eres de natural flemático, cargas las tintas e insistes en lo que se pasó el periódico. El cuñado te dice que lo importante es que Gil se recupere y quede bien y con las mismas os despedís deseando que mejore el herido.

Por la noche el cuñado te llama a casa y te dice que estuvo hablando con la mujer sobre lo que le habías dicho y te preguntó que si realmente se podía sacar algo. Notaste un punto de vergüenza en su voz cuando te dijo que si te animabas a llevar el caso, el mismo punto de vergüenza que estabas sintiendo tú.

Ya estabas arrepentido de que la falta de casos, y de ingresos, te hubiera llevado a escarbar en la foto, pero no podías volverte atrás. De hecho, das un paso adelante y al día siguiente por la mañana sales a un kiosco a reservar sendos ejemplares de otros periódicos asturianos en los que pudiendo incluir esa foto no la incluyeron. Los aportarás como prueba en la demanda que ya tienes in mente.

2007/05/18

LOS COMPAÑEROS SENCILLOS



Hace más de treinta años que dejaste el Seminario de Oviedo. Durante los meses siguientes te autodefinías como ex-seminarista, pero pasa un lustro, o pasa un decenio, o pasan dos decenios y un buen día tú y tus antiguos compañeros ya no os llamáis los ex–seminaristas, porque le quitáis el ex y seréis ya para siempre los seminaristas. Cuanto más tiempo pasa el orgullo acabó por arrinconar a otros sentimientos y otras sensaciones menos confesables, por ejemplo algo de vergüenza.

Hoy estás en los últimos preparativos del segundo encuentro de seminaristas de tu curso. Casi todos los cursos organizan su encuentro anual, pero del tuyo no se había encargado nadie hasta que la idea fue madurando durante una temporada en la que coincidiste tomando sidra con otro compañero también seminarista, cura por más detalles, y por una vez pasaste de las palabras a los hechos, tú que generalmente te quedas en mera intención.

Internet, los móviles, la tarifa plana y la tolerancia patronal que coges por la mano facilitaron mucho las cosas.

El primer encuentro, celebrado en el año 2006 fue un éxito total porque acudieron sesenta compañeros. El encuentro de este año se va a celebrar el sábado y los últimos datos indican que acudirán entre cuarenta y cinco y cincuenta personas. Lo consideras un éxito porque los de otros cursos te dicen que a estos encuentros suelen ir unos treinta.

El año pasado te llamaron la atención varios compañeros que no eran de los más brillantes, a quienes no admiraste de joven, pero es que también tú cambiaste de valores.

Te sorprendió muy gratamente el minero jubilado, que ya entonces era un mocetón y ahora ye un cachu paisanu, que nada más que te vio, su primera preocupación era pagar, preocupación que manifestó a los diez minutos y otra vez a la media hora. La honradez de la gente sencilla.

Te causó una impresión enorme otro minero también jubilado, que no era entonces santo de tu devoción, más bien lo tenías enfilado por lo bien que jugaba al futbolín, por los trallazos que daba a la bola y por los mates del ping-pong. Aquella fuerza descomunal para un cuerpo tan diminuto te parecía una trampa a la que tú no podías llegar. Si acaso, tú tenías alguna habilidad para el ajedrez u otros juegos de vagos, pero ninguna fuerza y ninguna habilidad física, porque, además, estabas tan fofo que lo físico y la fuerza no eran lo tuyo. Y admirabas/despreciabas aquello que te quedaba tan lejano.

Cuando entamaste el primer encuentro y fuiste recopilando información, el compañero que lo localizó te dijo que este otro mantuvo durante su vida laboral el espíritu inquieto de entonces y te lo dijo con esas mismas palabras. Y que había sido un líder de CCOO en la minería, además del sector radical, y entonces ya entendiste perfectamente qué significaba el espíritu inquieto. No querrías ser tú el que negociara con él por la parte patronal.

Este minero te dejó impresionado el año pasado porque, aunque solo estuvo dos años, te dijo que lo que había aprendido en la vida lo había aprendido en el Seminario y que aquello había formado su personalidad. La primera vez que te pusiste en contacto con él, dijo que sí de mano sin más condiciones. Cuando, pasadas dos semanas volviste a contactar con su casa y cogió el teléfono la mujer, te dijo que estuvo tan ilusionado al principio y tan desilusionado según pasaba el tiempo y no se repetía una segunda llamada que pensó que era una broma. Como querías atas los cabos y asegurar las asistencias, alguna vez que le llamaste parecía como si le molestara porque para él, la palabra era la palabra y lo que dijo la primera vez valía para siempre. Cuando hablasteis el día del primer encuentro, te dijo que esa noche casi no había dormido. Admiras a esta gente tan visceral, tan lejana a tu forma de ser y de sentir.

Tienes un recuerdo para casi todos los compañeros y, como Saramago, no los citas por el nombre, pero recuerdas el que miraba a la frente, como si fueras un cíclope de un único ojo; el de cara blanca y modales suaves que vive en el extranjero; el de tu concejo, que en paz descanse, que tanto en las fotos de diez años como en las de dieciocho ya estaba con la misma postura de brazos cruzados; el dandy que te birlaba con cariño el champú de la habitación y cada semana subía y bajaba las patillas, y así sigue hoy; el que expulsaron por algún asunto de faldas, que viviste con envidia; el portero, titular o reserva, no te acuerdas, que siguió después con éxito en la provincia su carrera deportiva; el fenómeno que jugaba con los cromos y las bolinas de papel plata encima de las camas; el poeta muerto; el que con trece años veías con envidia que ya tenía vello en las piernas y una hermana muy guapa, de la que ya no recuerdas la cara; el buen futbolista y mejor persona que puedes encontrar en unos grandes almacenes; el escritor de verdad que novela historias, algunas ambientadas en el Seminario, de las que nunca habías sospechado; el que te envió una carta diciendo que no podía venir a la reunión porque tenía una esquizofrenia paranoide, que te dejó tan impresionado y no es para menos; el compañero de tu empresa al que una vez le dio una lipotimia en unos ejercicios espirituales; la banda de mayorones, que como nos sacaban tres años, les teníamos un poco de miedo, y sin embargo nunca abusaban; los que te hablaban en clave y todavía hoy, cuando los llamas, tienes que adivinarles el cincuenta por ciento del pensamiento; los que eran unos trastos pero hoy son unos cracks de la hostelería; los que hacían inventos del TBO en las habitaciones y tenían hasta condiciones físicas para volar; los que jugaban con gran estilo futbolero con los brazos pegados al cuerpo y con la palma de la mano paralela al suelo; el number one; el nomber two; el pobre Antidio; unos que tuvieron una pelea en el patio, de cuando no existía la fiscalía de menores; los que ligaban, con gran envidia tuya, en el parque San Francisco; los que se vestían de negro y escuchaban a SLADE; líderes de la UGT en la clandestinidad, activistas humanitarios hoy; los campaneros; los forofos del Sporting, los forofos del Oviedo.

Del casi todos tienes un recuerdo cariñoso, aunque entonces no fuera así.

GALLARDÓN, SEBASTIÁN, EL DEBATE Y EL TOMATE

No habías oído nada del debate entre Ruiz Gallardón, alcalde de Madrid y candidato a renovar la alcaldía por el PP, y Miguel Sebastián, del Partido Socialista. Ni siquiera sabías que iban a debatir. Aunque Madrid tenga más de tres millones de habitantes y sea la capital del Estado, te habría interesado más acudir al debate celebrado en Pola de Lena entre los candidatos a la alcaldía de ese pequeño concejo, pero es el concejo en el que naciste, el concejo al que vas todas las semanas, el concejo que cada vez lamentas más no conocer y no patear lo suficiente, pero la vida no tiene vuelta atrás. Mientras viva tu madre, tendrás oportunidad de seguir vinculado. Después, Dios dirá.

No se te arregló ir, pero a lo mejor el debate de Pola de Lena era también interesante, no en vano su alcalde es el presidente de la FEMP asturiana, político con proyección, arecista, retorcedor de palabras. Casualmente su padre era Sigi, el taxista de cuyo coche te bajaste en La Frecha tres segundos antes de que te atropellara una furgoneta cuando, siendo un monaguillo de ocho o nueve años, el cura de Fierros se olvidó de algún utensilio imprescindible para la misa y te mandó en el taxi a su casa, en La Frecha, para que le trajeras lo que fuera menester. Saliste corriendo por detrás, sin mirar, y te pilló una furgoneta. Tu madre se acuerda siempre de la familia que te recogió. De resultas de aquello estuviste tres días en la cama, porque entonces se pensaba que si la cosa no era grave, un accidente se podía curar con reposo. De aquella también, tu padre quedó unos días mudo, después mejoró y pasó a a tartamudo. No es broma, le ocurría cuando tenía alguna emoción fuerte y le sucedió tres o cuatro veces en la vida, la primera cuando le robaron su primera bicicleta, la segunda cuando, estando reparando los bajos de un vagón, el tren emprendió la marcha y anduvo así unos kilómetros.

No ibas a hablar de taxis, ni de vagones, ni de tartamudos pero como las cerezas, una enreda a otra, y caes en la cuenta de lo acertado del título del programa de Julia Otero.

Estás, como todos los días que puedes, durmiendo la siesta. Son las cuatro y media y es la hora de volver por la tarde a trabajar. A esa hora está puesta la 5. Es una vergüenza, pero es la cadena que funciona en tu casa a esas horas, y eso que todos pasasteis varios años en la Universidad. Bien es verdad que podías a dormir al salón, pero prefieres apigazar en un sofá de la salita, que está más triscado.

De fondo, el Tomate. Según despiertas, ves a Miguel Sebastián mostrando una revista a Gallardón con la foto de una Abogada. Lees en la tele, es curioso leer en la tele, que Gallardón rechaza el asunto por ser una intromisión en la vida privada. Le dices a tu mujer que algo debe tener Gallardón con esa chica porque si no, no saldría en ese programa. No habíais oído nada.

Vas as trabajar. Desde la oficina intentas entrar en el vídeo de El País que reproduce la secuencia pero no hay manera porque todo el mundo debe estar intentando hacer lo mismo y supones que se habrá colapsado la página.

Lo intentas por la noche y entras EL PAÍS y, para empatar, en EL MUNDO. Prácticamente plagias de EL MUNDO un título para este articulillo.

Gallardón te cae bien. Da la impresión de hombre serio. En el inicio de su carrera política parecía que no tenía carisma, por contraposición a su padre, que era un exaltado. Miguel Sebastián te parece un pichafría, un intelectual, un tecnócrata, como a lo mejor era Gallardón.

Sacar este asunto en el tomate le hizo un flaco favor a Miguel Sebastián, que metió la pata, pónganse como se ponga la prensa sectaria que apoya cualquier cosa del Partido Socialista, que ataca cualquier cosa del Partido Popular, y eso que a Gallardón le doran la píldora.

Aunque solo sea por este patinazo, Sebastián merece perder las elecciones y todas las flechas que le lancen, como al santo de su nombre, las tendrá bien merecidas.

2007/05/16

APELLIDOS Y NACIONALISMO

Retuerces las palabras y hasta las ideas, y haces un poco de comedia en este blog a cuenta del apellido portugués de una periodista local porque no se documentó lo suficiente, y tu propia hija te recrimina amablemente y te viene a decir, con otras palabras, que, pobre de ti, que te reíste de una chica que a lo mejor tiene la misma edad que ella, que quizá está en su primera experiencia laboral, que será mileurista o no llegará, y que gozará, es un decir, de unas condiciones laborales no muy alejadas de las que ves en casa a la hora de comer, y te obligas a escribir este artículo sin puntos y apartes, ni siquiera sin puntos y seguidos, sin un respiro, es decir, sin respirar, para que veas lo que es andar con la lengua fuera, que no todos tienen la vida tan resuelta como tú, que muchos jóvenes habrán perdido la esperanza de un trabajo digno y pensarán ya como el cura de Víctor Manuel si no estarán ya fracasados porque no saben a donde van, como a lo mejor no sabe la pobre periodista de tus ironías, para la que pudo ser una hipoteca ese su primer trabajo, que tomó como gran suerte y ve ahora que se limita a cubrir las inauguraciones de los alcaldes en campaña electoral, y vuelves al dardo que te lanzó tu hija a cuenta de tu propio apellido y del suyo propio, por el momento única herencia que le dejas, apellido no asturiano, apellido leonés, o quizá palentino, árabe, moro si te remontas más allá, que para unos significa camino, para otros libertad, pero a donde no te lleva ese camino es al nacionalismo, no te lleva, pero podía llevarte, y piensas si podías ser nacionalista, y qué pasaría si lo fueras y te crucificasen diciendo que tu padre era cazurro y qué mira por dónde nos salió éste, como ridiculizaron a Carod Rovira y como ridiculizan a los nacionalistas vascos de apellido o padres no euskaldunes, así que mejor no te dediques a la política, que tienes un cuerpo lleno de talones de Aquiles por donde pillarte, por ejemplo, por la lengua, que tienes ya fuera, castigado a no respirar hasta aquí mismo.
Descansa ya.

2007/05/15

BABLE NES ESQUELES

Lees un reportaje que lleva precisamente ese título y que se refiere a una manifestación que hace unos días tuvo lugar en Oviedo convocada por la Xunta pola Defensa de la Llingua.
Precisamente en una de las pancartas podía leerse “Bable nes esqueles”, lema de éxito por lo visto en los años setenta, aunque tú no te acuerdas.
Nada más leerlo, te preguntaste a bote pronto ¿por qué no bable nes esqueles? ¿quién te lo quita?. Leíste más atentamente el artículo para ver si quería decir lo que tu pensabas o más bien quería dar a entender, como supones, que este gobierno (asturiano, se entiende, o sea, el gobiernín) iba a enterrar el bable, iba a elaborar la esquela del bable.
Crees que eso quería decir, pero, acto seguido, vuelves a la primera idea que se te ocurrió. ¿Alguna norma te impide poner en bable la esquela de tu padre? Claro, te pueden disuadir los otros parientes, que a lo mejor algo tienen que decir.
Meditas sobre los criterios que, según estudiaste en el bachiller, servían para distinguir un idioma de un dialecto. Te acuerdas de muy pocas cosas de entonces pero sí recuerdas que uno de los criterios definidores del idioma era la consideración social que mereciera el habla. Si se utilizaba con orgullo es idioma; si, de alguna manera, el hablante se avergonzaba, era dialecto. Claro, esto es una tautología, en el que lo definido entra en la definición. Según esto es idioma lo que quiero que sea idioma, lo que el pueblo quiere que sea idioma, en definitiva lo que el político quiere que sea idioma. Llegamos a la definición política del idioma por encima de la definición técnica.
No quieres desviarte del hilo central de este comentario, que hay que ir terminando. Las esquelas son algo serio porque ante la muerte caben pocas risas. ¿Utilizarías el bable para una esquela? De momento, no. Hoy por hoy, una esquela en bable produce, como mínimo, una sonrisa. Te encontraste ya con alguna, pero no ves en ella un aviso o una convocatoria para acudir a ningún sitio, sino simplemente una proclama.
Hay que tener en cuenta, además, una regla elemental: si se utiliza el bable hay que hacerlo correctamente. Si murió Antón, tenderás a dictar al de la funeraria: “Antón morrú”, pero deberías saber que “morrú” se emplea para la muerte de los animales, al menos en el bable que aprendiste de pequeño. Para la muerte de las personas, se emplea “murió” como en castellano. La muerte juega aquí una faena al bable, que no le deja utilizar con propiedad la palabra más alejada del castellano para el mismo significado. Y aquí, por si alguien no se fía de ti, acudes a EL BABLE DE LENA, de Jesús Neira, pág. 63. Verbo Morir.
“Murir se aplica a las personas; morrer se emplea para los animales o para las cosas (morrú la cocina, se apagó); si se refiere a una persona tiene carácter despectivo, irrespetuoso”.
Puestos a buscar una salida, la Consejería de Pompas Fúnebres podría subvencionar el coste de les esqueles en bable. A lo mejor, por unas pesetas, metemos el bable nes esqueles ya que no acaba de entrar nes escueles.

2007/05/14

LUCINIO, IN MEMORIAM

Lees en La Nueva España del 5 de mayo “Llanera. El Ayuntamiento dedica una calle de Villabona al maestro Lucinio Álvarez”.
No puede haber otro Lucinio en Villabona. Necesariamente tiene que referirse al Lucinio que tú conociste, que era maestro de muchas cosas, pero no lo que se entiende por maestro, maestro de escuela. Te viene a la mente la frase bíblica de que solo uno puede ser llamado maestro, pero perdiste práctica en el manejo de los Evangelios y no recuerdas exactamente la cita, el capítulo, el versículo, ni cómo buscarlos.

Reflexionas una vez más sobre el poco rigor de algunos periodistas, y de cómo, si publican eso de lo que conoces bien, qué no publicarán de ámbitos que te resultan ajenos.

Te fijas, porque siempre lo haces, en el o la firmante de la noticia. De mano te sorprende que se llame Vanessa Contumélias con acento en la é. Habías oído la palabra CONTUMELIA pero no como apellido.

Buceas en internet, no mucho, y a las primeras de cambio encuentras que es un apellido portugués, que para más INRI, se deriva de ultraje, afronta, injuria; sí, es un ultraje a la verdad. Te sorprende que esté una Vanessa Contumélias, de apellido portugués, a cargo de una sección local. A lo mejor es española o está arraigada, porque no quieres tener ninguna opinión negativa de los portugueses, es más, piensas que no tienes ningún prejuicio contra ellos, pero no es cierto porque acabas de confesar uno. Un pre-juicio se tiene antes del juicio y solo por un apellido acabas de pre-juzgar. Pasas página porque si no, te quedas atascado en esta contumelia.

En fin, si tuvieras oportunidad de hablar con Vanessa le preguntarías cómo llegó a publicar tal cosa, añadiendo además, que educó a varias generaciones de llanerenses. Supondría que si fue maestro durante cuatro décadas, educaría a generaciones. Frases de relleno para que el artículo llegue al mínimo de palabras y pueda facturar el servicio, porque, con la precariedad laboral, no te la imaginas de plantilla sino una humilde free lance.

En el mismo periódico, ahora ya del día 7, pero sin admitir rectificación alguna, sin asumir ningún error, la misma reportera firma otra noticia como es debido, con la placa ya colocada, y se refiere al “impulsor de las artes escénicas en el concejo y, sobre todo, en Villabona”, del que se cumplen ahora veinticinco años de su muerte, de “este ferroviario apasionado por la cultura”.
”Nacido en León, Lucinio Álvarez vivió en Madrid, en Reus (Cataluña) y en Bilbao para terminar afincándose definitivamente en Villabona en los años setenta tras una breve estancia en los años cincuenta. Aquí, este hombre inquieto, integrador y participativo decidió crear un grupo de teatro que bautizó con el nombre de la diosa del teatro, Talía. Junto con otros vecinos, Lucinio apoyó y ayudó a preparar muchas obras y actuaciones.
Después de unos años sin actuar, la compañía regresó con caras nuevas y se dedicó al ensayo de obras principalmente cómicas. Hombre que perseguía la igualdad de la mujer, Lucinio Álvarez tenía la preocupación de no dejar a nadie fuera de las representaciones, lo que le hacía buscar papeles para todos, que preparaba con su máquina de escribir, la única que había en todo el pueblo.”

Esa información ya es otra cosa. Conociste y admiraste a Lucinio, que, además, dirigía el modesto coro de la parroquia.

Lo recuerdas como una gran persona que echaba más horas que nadie en la estación de Lugo de Llanera porque prefería hacer las cosas antes que mandarlas. Esto ya no sabes si es bueno o malo. Esa manía la heredaste tú cuando tuviste la desgracia de mandar gente.

Lo recuerdas también como un gran aficionado a las quinielas. Ya podía estar liadísimo con el parte del personal, o con los papeles de fin de mes, que rellenaba, por supuesto, a máquina y con calcante, que si entrabas en su oficina de jefe de estación y le preguntabas: “Lucinio, ¿qué le ponemos al Sporting-Barcelona?” (porque entonces el Sporting estaba en Primera), entonces Lucinio, al que te imaginas sentado, en su mesa, haciendo el parte, incluso con la gabardina blanca puesta, al oír hablar de la quiniela, se levantaba, sonreía o incluso reía, inclinaba un poco la cabeza, alzaba los hombros, frotaba las manos con gran rapidez, y te decía con esa voz un poco engolada, teatral, “Hombre, yo creo que le podemos poner un…”.

Tienes otro recuerdo más triste de Lucinio, y es de cuando ya estaba enfermo: coincidiste en un tren con Alonsín, un compañero suyo, que también murió ya, y que habló de la mala espina que le dieron los síntomas que le contó Lucinio, al que acababa de visitar. Le dijo que empezó sintiendo un cosquilleo en los pies. Desde entonces temes los cosquilleos en los pies.

Conoces a dos hijos de Lucinio, excelentes personas, que no se sabe que hayan tenido nunca ningún problema con nadie. Paradojas de la vida, al mayor, José Rafael, como estuvo destinado en Bilbao, cuando retornó a Asturias, su tierra, lo llamaban el terrorista.

El otro, el menor, Carlos, sigue participando en una charanga en Villabona y tiene ido por tu oficina por si había manera de colaborar con las fiestas de su pueblo.

De tal buen palo, tales astillas.

2007/05/13

ME MUERO POR BESARTE

Te enteras de que murió la abuela de una mujer joven, no jovencita, pero sí más joven que tú, a la que aprecias y que no está de mal ver. No vas a poder ir al funeral ni te vas a poder acercar a dar el pésame porque la muerta y los vivos están a más de cien kilómetros y te viene muy mal.

Marcas su número de móvil y te pones en situación. Carraspeas ligeramente para que no te salga un gallo en mitad de la conversación. El teléfono da llamada. Por el auricular suena una canción: “Me muero por besarte , dormirme en tu boca, me muero por decirte que el mundo se equivoca …Me muero por besarte, dormirme en tu boca, me muero por decirte que el mundo se equivoca …, que se equivoca…”

Quedas un poco descolocado. Cuando termina el estribillo te cogen el teléfono. Das el pésame con el mismo aplomo que si de música de fondo hubieras oído el Réquiem de Bach, pero te exigió un esfuerzo superior de interpretación para finalizar diciendo lo de siempre: mejor así, total para sufrir ella y vosotros, no somos nada, estamos aquí para eso...

Cuando terminas la breve conversación, piensas en la letra de la canción y decides que lejos de pensar que la vida es un paréntesis dentro de la muerte, la muerte tiene que ser un paréntesis dentro de la vida.

2007/05/12

EL BLOG PATROCINADO

¿Para quién escribes? No lo tienes nada claro. Escribes para ti mismo y para cuatro amigos y no estás seguro de si el orden anterior es el correcto o es al revés. Guardas un gran recuerdo de otra época anterior en la que escribiste un diario, hará de eso más de treinta años. No puedes asegurar ahora durante cuánto tiempo escribiste entonces, quizá un año, quizá dos, no mucho más. De todos modos, aquellos cuadernos acabaron en el fuego, aunque no sabes si alguno quedará escondido en algún armario o en alguna mesita de noche.
Entonces, sin duda, escribías para ti mismo y aquella experiencia te sirvió para aclarar ideas, incluso para definir opciones de vida futura. Tomaste alguna decisión trascendental mientras escribías, mientras la escribías, y quizá porque la escribías. Hablamos de enero de 1975. Cuando terminabas de escribir podías decirte: esto es exactamente lo que piensas y lo que sientes. Y Buridán tiene hasta esa duda: no sabes si en aquellas palabras había más pensamiento o más sentimiento.
Tampoco recuerdas si escribías directamente en cuadernos de rayas de pasta azul clara o lo hacías en un borrador. Crees recordar que lo hacías directamente. Tenías que pensar mejor las frases porque no tenían vuelta atrás y no ibas a llenar el cuaderno de tachaduras. No eras un escritor y ningún crítico literario iba a examinar los devaneos de tu estilo analizando el proceso de elaboración, por qué pasaste de una activa a una pasiva, por qué cambiaste un “no obstante” por un “sin embargo”. Más bien si alguien husmeaba en aquellos cuadernos podía pensar que eras un chapuzas o que no te aclarabas, y seguramente tendría razón.
Sin embargo, ahora, al escribir a ordenador no te preocupa equivocarte, retroceder, volver a empezar. Imprimes el borrador, lo corriges a mano, lo retocas, lo vuelves a imprimir, hasta que lo grabas y lo cuelgas.
En resumen, no puedes responder a la pregunta inicial: no sabes para quién escribes.
Intentemos otra pregunta ¿Por qué escribes? Tampoco lo sabes, pero un buen día te dicen que una empresa o incluso varias y hasta alguna Administración Pública pueden patrocinar y difundir tu blog. Ni siquiera preguntas por la parte positiva y ya te estás imaginando la negativa. Si aceptas, aumentarán lectores e ingresos, que no echas -los últimos- en falta en absoluto, y disminuirá tu libertad de expresión, ahora solo limitado por la ley y por algún género de autocensura, y ya te parecen límites bastantes.
En el siempre inestable equilibrio entre seguridad y libertad, en esta batalla te inclinas por la libertad. En otras, Dios dirá, porque, como no eres un juez americano, no estás vinculado por los precedentes.

2007/05/11

CINISMO DEL PP, EXACTAMENTE DE ALICIA CASTRO MASAVEU, DIPUTADA POR ASTURIAS

Hombre, o por mejor decir, mujer, Alicia, vida, ¿cómo te dio por preguntar eso?

¿Saben tus votantes qué preguntas haces en el Congreso? ¿Estarán satisfechos de tu trabajo parlamentario, dejando aparte tu mirada de hiena?

Alicia, sabes que tengo algunas aficiones raras, como ya te dije alguna vez, aunque tú callas y no me contestas. Me gusta ver qué preguntas al Gobierno de la Nación, que cuestiones te interesan, que serán las mismas que a tus votantes, supongo, y eso que en España no existe el voto imperativo, que si quieres te pones el mundo por montera una vez que te elijan y tienes por lo menos tres años para realizarte y pasar del pueblo.

Alicia, me llamó la atención una pregunta que formulaste al Gobierno. Más que llamarme la atención, me indignó. Como lanzas muchas a lo mejor no te acuerdas de todas. Quizá eches solamente una firma. Por si se te olvidó, te la recuerdo. Lo vi en el Diario de Sesiones del Congreso del día 3 de Mayo. Reconozco que la pregunta es complicada, por eso necesitaste la ayuda de tu compañero también parlamentario Leopoldo Bertrand. Su preparación os habrá llevado vuestro tiempo, pero entre los dos conseguisteis una pregunta redonda. Se lo ponéis difícil al Gobierno porque no sé cómo se va a arreglar para contestar, sin faltar a la cortesía parlamentaria, que sois unos cínicos, que tenéis un morro que os lo pisáis.

Por si lo habéis olvidado, os releo vuestra elaborada pregunta:

“Con relación al acuerdo de la Mesa de la Cámara de 27 de marzo de 2007, se reformula la pregunta con respuesta escrita presentada por los Diputados que suscriben con fecha 21 de marzo de 2007 (expediente 184/115850): Pruebas gráficas, en video o fotografía, en poder de la Policía Nacional o de la Delegación del Gobierno del Principado de Asturias, que avalen los daños en un cajetín de una cámara el día 10 de marzo de 2005 con motivo de una manifestación del sector naval en Gijón”.

Lejos de ser una calentura vuestra primera pregunta, que de hipocresía también andaba sobrada, seguís por el mismo camino porque tuvisteis necesidad de reformularla. Pensé que la primera pregunta sería un brote pasajero de demagogia, pero no. Os recuerdo también aquella primera cuestión:

“Pruebas gráficas, en video o fotografía, en poder de la Policía Nacional o de la Delegación del Gobierno del Principado de Asturias, con las que se acreditaría a los sindicalistas del astillero gijonés Naval Gijón, S.A., que causaron daños en un cajetín de una cámara el 10/03/2005 en Gijón.”

No sé por qué cambiasteis la pregunta, es una cuestión de matiz y la intención se deducía claramente ya de la primera, pero andáis tan desbocados, tan acelerados para batir el record de preguntas absurdas, y las formuláis tan cogidas por alfileres, que dais en bandeja al Gobierno una respuesta evasiva. Claro, ¿qué es eso de pruebas gráficas con las que se acreditaría a los sindicalistas? ¿Ni siquiera hay alguien que redacte con coherencia, aunque solo sea para buscar las cosquillas al Gobierno? Como en la canción: “estáis perdiendo el tiempo, pensando, pensando...”

Qué buena oportunidad tuvisteis para dejarlo estar, ¿o es que estáis de acuerdo con los manifestantes de la naval? ¿desde cuando estás con el vandalismo? ¿desde cuando estáis con Cándido y Morala?

Me recordáis otra actuación asquerosa en el Parlamento Asturiano, de la que la prensa no se hizo reflejo. En una ocasión, hace unos años, se encadenaron en la estación de Gijón varias mujeres y retrasaron media hora la salida de un tren a Barcelona. Fueron juzgadas y condenadas y el PP asturiano presentó una moción en su favor. Así salió en la prensa. Ahí tenemos al PP, solidario con los más desfavorecidos. Héteme aquí que a los pocos días de publicarse tan desinteresado gesto solidario, el propio PP retiró la moción en el Parlamento. De esa manera de cara a la opinión pública estuvieron con las mujeres encadenadas, pero oficialmente no hubo nada porque la moción quedó anulada.

Volviendo, Alicia, a esto de la naval, ¿a qué preguntas a la Policía si tienen las cintas de vídeo? ¿Por qué no acudiste al juicio oral celebrado en Asturias en su día, cuyas sesiones son públicas? Ahí tuviste oportunidad de comprobar cómo el juez condenó en base a ese vídeo que tú reclamas a la Policía o a la Delegación del Gobierno.

Vergüenza os había de dar, demagogos.

2007/05/07

BEGIN THE BEGUINE

Siempre puede ocurrir un imprevisto pero las canciones estaban bastante dominadas. A veces el exceso de confianza hace que pierdas concentración o que el ambiente te pueda.

Dicen los futbolistas que en los campos pequeños, o al menos en aquellos en los que no hay pista de atletismo, donde el espectador echa prácticamente su aliento en el cogote del jugador, éste siente la presión y el campo se convierte en una caldera. Puede distinguir quién le aplaude y quien le insulta.

Algo parecido pasa en los coros cuando el público está tan cerca del escenario que puede ver la expresión de su cara. Claro que en un concierto, muy mal se tiene que dar para que te insulten.

Comienza la actuación. La gente aplaude. La gente siempre aplaude. Más aplausos no siempre significan más éxito. La mayor parte de las veces jugáis en casa, o jugando fuera, os acompañan tal cantidad de seguidores que es como si fuerais el equipo local. Por eso conviene fijarse en otros indicadores.

Estás atento al director y a la partitura, pero también miras para alguna cámara que anda por ahí haciendo fotos o vídeos, porque si Julio Iglesias se cuida muy mucho para que no lo saquen por la parte mala, no vas tú a ser menos aunque no tengas parte buena.

Va saliendo todo bastante bien. Como en la segunda fila ves a Mino, un jefe de estación que tuviste cuando eras joven, y que siempre acude a todos los conciertos de La Calzada, te fijas en él y de paso en todos los de su fila. Ves allí a una señora de tu edad o algo mayor que tú, de pelo muy negro y liso, ojos también negros, delgada, con unas facciones que podrían ser las de una andaluza racial. La observas porque miras más para las guapas que para las feas.

Avanza el concierto. Dicen los teóricos de clases y ponencias, que cuando el conferenciante se dirige a un grupo, le conviene fijarse en alguien concreto del público para que le sirva de referencia, alguien que asienta a lo que va diciendo. Si miras mucho a una persona, o baja la mirada o acabará asintiendo con la cabeza. Si baja la mirada, el ponente buscará otra referencia. Si asiente, ya encontró el clavo al que agarrarse.

Claro, eso vale para dar una clase o una conferencia. Si cantas en un coro y miras para alguien del público no vas a esperar que asienta porque tú lo miras a él, o a ella, pero no pretenderás que él o ella te miren a ti porque ni tienes la voz de Plácido Domingo ni el porte de George Clooney.

Si eso ocurre en los primeros compases del BEGIN THE BEGUINE y ves que a la morena se le humedecen los ojos, mientras repartes las miradas en el director, la partitura y ella, te estás imaginando su vida. A su lado se sienta un caballero de pelo cano de muy buen porte. No sabes si querría volver a empezar con él o querría volver a empezar con otro, porque volver a empezar puede significar las dos cosas, bien repetir la experiencia, rebobinar, o bien borrar el pasado y volver a empezar de nuevo. Antes de terminar la canción ves que coge un pañuelo y se seca una lágrima. En ese momento ya no sabes si estás en la primera letra del BEGIN o en la segunda porque estás perdido en ensoñaciones y, como eres de lágrima fácil, también se te humedecen los ojos. Evitas males mayores mirando para el director, que es para donde hay que mirar. Menos mal que llegan el compás final y los agradecidos aplausos.

Cuando finaliza la canción recuerdas que al salir del Auditorio de Oviedo, en donde también tu coro la cantó recientemente, alguien te dijo que se había emocionado porque hacía tiempo que no la escuchaba.

Volviendo a la morena del segundo banco, más bien te parece que se acuerda de otro, pero son impresiones. Cuando finalice el concierto, la verás en la calle, alejándose de la iglesia, a la par que su compañero de audición. Ves que no van del brazo ni de la mano y entonces te imaginas que la morena de las lágrimas querría volver a empezar.

Termina el concierto y cuando las filas de delante se van retirando del altar-escenario te das cuenta de que en el primer banco lateral estaba la Alcaldesa de Gijón, a la que no habías visto hasta ese momento, y eso que habías leído en la prensa que iba a asistir porque las elecciones municipales son a finales de este mes.

Mientras embocas el camino de la sacristía-camerino piensas que el concierto consiguió su objetivo porque si la música, como el arte, pretenden agitar sentimientos, alguien se emocionó, aunque fuera una sola persona.

Y de eso se trataba. Como en el caso Sodoma y Gomorra, a las que Yahvé habría librado de la quema si hubiera habido un solo hombre bueno.

2007/05/06

PRECAMPAÑA ELECTORAL (DEL PSOE) EN EL FONTÁN

Es sábado. En tu casa casi todo está en su sitio aunque no gracias a ti.

Pues bien, como ayer cantaste en La Calzada te pusieron el reloj de bonito, los gemelos y demás aditamentos encima de la zapatera, y el reloj de diario quedó guardado fuera de tu vista. El viernes por la noche, después de cantar (habrá que decir algo a no tardar) volvió a su cajita el reloj de las grandes ocasiones, pero el de diario anda él solo pero no tiene patas y no lo puso nadie en el lugar donde pernocta, de manera que cuando te diste cuenta de que no tenias peso en la muñeca ya estabas fuera del portal. Te habías comprometido a estar en casa a las dos y media pero, pensaste, a una mala te arreglabas con la hora del móvil.

No te hizo falta. En el lugar en el que acostumbras a pasar un rato los sábados por la mañana, tomando lo de siempre, se oyen perfectamente las campanadas de las torres cercanas del Oviedo antiguo.

Acababan de sonar los tres toques de las dos menos cuarto y divisas a lo lejos, entre columna y columna, a Paloma Sáinz, candidata del Partido Socialista a la alcaldía de Oviedo. Hacía unos sábados habías visto por la zona a los de Izquierda Unida, quieres decir a los de la izquierda desunida, que son los que arramplaron con el nombre.

Está claro que a las izquierdas les atrae El Fontán, pero nunca habías visto a la candidata por la zona, sí a su marido, que es relativamente habitual de los sábados, dicen que el segundo mejor sueldo del Principado, después del del Director de la Sinfónica, al decir de los bien informados. Te hace ilusión que esté mejor pagada la dirección de una actividad musical que la de un abstracto instituto de desarrollo y promoción o vete a saber el nombre exacto. Los dos mueven algo, uno las manos y el otro los hilos. En fin, puede que esté justificado el sueldo musical, que a buen seguro dará más momentos de placer a los ciudadanos.
Pierdes de vista a la candidata Paloma, que no está de blanco, como recuerda la palabra candidato, sino de verde. Está de verde y te parece que está verde. Se metió en un buen lío electoral. De hecho se perdió entre los tenderetes pero sabes que volverá al pasillo general porque así está previsto en el cuaderno de campaña que le habrá preparado su jefa Angelina. Lleva al lado varios adláteres, adláteres porque van a su lado, así que acabas de escribir una redundancia. Va repartiendo folletos y sonrisas con fecha de caducidad. Piensas que los folletos serán esos que la Junta Electoral mandó retirar o no colocar: nacen muertos. Su sonrisa política también tiene fecha de caducidad. No te resistes al chiste fácil y lo sueltas: ya sería mala suerte que fuera a un concierto y se cantara “Se equivocó la paloma”.

En fin, tu voto no va a decidir nada el día de las elecciones porque ese día tienes previsto estar en La Coruña (no te sale A Coruña) y no vas a poner en marcha la parafernalia del voto por correo. De manera que, por ti, la muy noble, invicta y heroica ciudad puede seguir durmiendo la siesta.

¡Qué suerte está teniendo la derecha en Oviedo durante los últimos veinte años!

2007/05/02

EL GUARDIA CIVIL COMUNICÓLOGO

Está claro que la Guardia Civil se moderniza, al menos la de Asturias.
Si alguna duda tenías llegas a esa conclusión en cuanto lees las entrevistas que el Nuevo Jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en Oviedo concede a la prensa regional. Dices bien en plural, las entrevistas, porque en papel leíste la de LNE, pero por internet lees también las de “La Voz de Asturias” y la de “El Comercio”.
Pardillo, creíste que La Nueva España había entrevistado al Jefe de la Comandancia, que es Teniente Coronel, paradojas de las palabras. Y resulta que no, que fue el Guardia el que buscó la entrevista, porque hasta el encuadre de las fotos coincide, con el tricornio en primer plano.
Ya puestos, tienes la paciencia de comparar las tres entrevistas. No llegas a la conclusión clara de si concedió una entrevista o tres porque algunas cuestiones coinciden en los tres medios (la valoración del carnet por puntos o comentarios sobre el 11-M), pero en otras los asuntos se plantearon solamente en uno o en dos medios y no ves tintes políticos en destacar u ocultar uno u otro rango de noticias.
Sí lees que este hombre es un comunicólogo. Eso explica algunos contenidos, por ejemplo, que se haya apresurado a un encuentro con los medios de comunicación antes que con los responsables de la Policía Local, o que tampoco haya hablado con su antecesor en el cargo con la débil disculpa de que “habrá” cogido unos días de vacaciones.
Dice ser especialista en tráfico, y lo será; diplomado en criminología, y lo será; que estudió idiomas, y los estudiaría; lo que sin duda domina es la comunicación, y eso sin título que lo avale.
Se le desea que tenga algo bueno que comunicar, pero por las primeras manifestaciones temes que por la boca muera el pez.

SOFÍA Y LOS ABUELOS

Y NACIÓ SOFÍA

Ya es mala suerte que haya muerto Rostropovich, tan admirado por la Reina, por las mismas fechas en las que su príncipe iba a ser padre por segunda vez, pero Sofía estaba obligada a acudir a su funeral.
Ser reina te elimina algunas impaciencias, por ejemplo, que tu hijo, el príncipe, te comunique mientras estás a bordo el nombre decidido para tu nieta, privilegio del que no gozan el resto de los mortales con la disculpa o con el argumento de la seguridad aérea o simplemente porque allí arriba no hay cobertura.
Pero ahí estuvo la abuela haciendo de abuela, directa para la clínica.
¿Y dónde estaba el abuelo? Ah, se sienten. En un viaje privado por el extranjero. Sí, claro que tiene derecho a realizar un viaje privado por el extranjero, incluso a no decir donde, pero es que al Rey le gusta mucho el extranjero. Ya cuando se suicidó Erika, la hermana de Letizia, pilló al Rey en un cacería, y tuvo un primer momento de indecisión, o de decisión, de no suspender su programa para acudir a las honras fúnebres de lo que no dejaba de ser una plebeya.
¿Y dónde estaba el abuelo en esta ocasión?
Sería una desgracia enterarse por el TOMATE.

DESPISTE (Primero de Mayo)

Ayer fue lunes y hoy es martes. Es una obviedad porque después de un lunes viene un martes, pero ayer fue un lunes especial. Cogiste un día de permiso para ir con tu madre al médico por la mañana, después de comer fuisteis tu madre y tú a ver Malio a La Romía, un pariente que ya pasó de los ochenta, del que tendrás motivo para recordar alguna frase (“tenía un rosario en la barriga”); por la tarde fuiste a una reunión de coro porque acabáis de venir de Portugal y ya estáis pensando en un viaje a Egipto para diciembre.

Fue un lunes parecido a un martes, porque después del no-ensayo, el equipo habitual fue a tomar algo a LIRA, en donde, en contraste con los ensayos, nunca te dicen que os retrasasteis en una entrada o que os adelantasteis ni que estáis medio tonos bajos, porque en LIRA estais siempre entonados, y bien sabe Dios que ahí ni nos retrasamos en la llegada ni nos adelantamos en la salida.

Al marchar te dijeron que si ya habías preparado la pancarta para el Uno de Mayo, pero se te fue el santo al cielo, dormiste a pata suelta y cuando te levantaste por la mañana pensaste, convencido, que era Martes de Campo. De hecho, miraste por la ventana y como querías que fuera el Día del Bollu, como en un espejismo te pareció ver a algún joven con la mochila preparada esperando a amigos y compañeros para juntarse. Incluso, desde la ventana miraste para el Naranco para divisar si veías coches monte arriba, como suele ocurrir. No los verías aunque los hubiera pero miraste igual, porque tienes esa costumbre: mirar para el Naranco el Martes de Campo y el día de San Mateo.

Después de unas operaciones de mera intendencia, el cambio de la ropa de invierno por la de verano y esas cosas, pensaste que qué raro que tu hija no fuese a comer el bollu con sus amigos, pero como esta liada con el Máster, ni preguntaste para que no le diera rabia.

A las primeras de cambio, y como si fuera sábado, te situaste en el Fontán, debajo de la galería, protegido del sol, y entretenido en observar a la gente que pasaba y preguntaba en los tenderetes.

Como veías pocos jóvenes por allí pensaste que estaban ya en algún prado o en algún monte de los alrededores de Oviedo. Desde tu puesto de observación, sentado bajo la galería, entre las columnas de piedra, a la sombra, junto a la puerta de casa Ramón, después del pinchu de picadillo y a la mitad de la botella de sidra, observas al gitano que vende los zapatos todo a diez. Ves señores y señoras muy bien portados que negarán haberlos comprado ahí. Aunque llevas la cámara, no te atreves a sacar un primer plano de la mano derecha del gitano, con la uña tan larga del meñique derecho, empuñando un cayado, que no sabes para qué utilizan los gitanos la uña y el cayado, deben ser signos de identidad. Puesto a la moderna quedaría así: “Los gitanos tienen la cultura del cayado, vestir de negro y dejar larga la uña del meñique”.

Vas leyendo el periódico empezando por la parte de atrás, llegas así hasta la página 44, en donde te enteras de que no es Martes de campo porque lees la noticia de la manifestación que UGT y CCOO convocan en Avilés. En esa página de ECONOMÍA vienen otras dos noticias y justamente es la que menos centímetros cuadrados ocupa. Te afecta (idealmente) más la principal: “Fomento quiere adaptar todas las vías de Renfe al ancho europeo, el mismo que tiene el AVE”. Dices idealmente porque no crees que te llegue a afectar estando tú en activo. Te sorprende y no te sorprende que con la cantidad de dinero que el ADIF y Fomento gastan en publicidad para comunicar que las vías ya no son de Renfe sino de ADIF, eso no llegue ni a los mismos periodistas, que son los que están al mando de la publicidad y la comunicación. Luego se organizarán encuestas y dirán que la penetración de la marca es del 85 por ciento o la cantidad que hayan encargado que salga.

Vas inmediatamente a la portada para ver si hay algo del Primero de mayo. Nada: Que Lucía está muy mona y come divinamente, que los hosteleros asturianos están contentos de la Semana Santa, que la Guardia Civil detalla unos fallos en Asturias para evitar el 11-M, que los empleados de la limpieza van a ir a la huelga, que el Nuevo Jefe de la Guardia Civil dio una entrevista, pero nada del Primero de Mayo.
Concluyes que el periódico está acertado y piensas como la canción ¿A quién le importa?. De hecho haces memoria y te parece que tú tampoco fuiste nunca a una manifestación del Primero de Mayo, de manera que al fin y al cabo no te extraña que lo hayas confundido con el Martes de Campo. Al final se cumplió el objetivo: comer algo de chorizo, aunque estuviera sin hacer.