LECTURA DE LA PRENSA. NEUTRALIZAR, ABATIR, MATAR
Un guardia civil, de baja por problemas psicológicos, entró en su cuartel, forzó el armero, cogió el arma reglamentaria de un compañero y a punto estuvo de preparar una escabechina. Menos mal que se hizo frente a la situación y según las primeras noticias que uno leyó, el guardia fue abatido. Hubo que pasar a la letra pequeña para saber que lo habían matado. Eso leyó uno exactamente en El País: “La Guardia Civil mata en un tiroteo a un policía acusado de narcotráfico”. Claridad ante todo. También leyó la noticia en versión de El Mundo: “48 disparos en la refriega para neutralizar al policía fugado”. Neutralizar. ¡Manda carallo! ¿Cómo de peligroso era el sujeto neutralizado? Algún colectivo puede pensar que las fuerzas de seguridad se excedieron en los medios. Sin embargo, lee uno en El País que el agente fallecido contaba con antecedentes de violencia de género. ¿Este matiz permite justificar la neutralización? Evidente.
Otra de palabras y hechos. ¿Qué pensar del hecho de que se obligue a los trabajadores a fichar cuando antes no se obligaba? Un abuso, una falta de confianza, sin duda. Pero si uno se atiene a la noticia de El Correo, que asegura que los bares de Guipúzcoa serán los primeros que obligarán a los trabajadores a fichar, ¿qué? porque de lo que se trata en este caso es de evitar abusos con las jornadas laborales. Uno se abona al escepticismo, si no estaba abonado ya.
¿Qué de esta otra noticia? ¿Conviene que la mujer trabaje o no? De acuerdo con los parámetros occidentales, sí. El trabajo es la vía fundamental de liberación de la mujer. Ahora bien, si es la primera ministra italiana, la ultraderechista Meloni, la que defiende que las mujeres trabajen (se supone que las italianas y aunque sea para compensar la mano de obra emigrante), algo de maléfico habrá en esa idea de trabajar ¿por qué esas palabras la llevan al infierno?
Uno no es fumador y nunca lo fue, pero lee en La Vanguardia que fumar ya no es sexy y que influye negativamente para conseguir citas amorosas. Mucho está cambiando todo: fichar, abatir, trabajar, fumar.
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LECTURA DE LA PRENSA. PALABRAS GRUESAS Y PALABRAS MATIZADAS
Comencemos por las matizadas. Las que pronuncia Matilde Fernández, de visita por Asturias. Tan matizadas que da la impresión de que la entrevista se realizó por escrito. Uno siente un cariño y una admiración especial por ella por muchos motivos.
Las palabras gruesas son las de Diego Canga, candidato autonómico del PP, que declara: “En mi lita no hay vividores de la política como Barbón, Lastra y Llamedo”. No le caen a uno los tres igual, pero uno pediría a Canga que no se retracte nunca de lo dicho, que no lo intente arreglar manifestando que le sacaron las frases de contexto. Es más, si algunos de los tres citados muere antes que él, que no suavice sus palabras en la necrológica que le pidan.
