2008/03/31

EL ANÁLISIS CUALITATIVO

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Sobre el desgraciado caso de la niña asesinada por el pederasta ya está escrito casi todo. Quieres, no obstante, comentar un detalle (de momento) marginal.

Mucho se sorprendió todo el mundo de cómo es posible que en la época de la informática puedan ocurrir estas cosas, y, cómo, por ejemplo, denuncias el robo de una tarjeta de crédito en Zamora y te bloquean las compras en Sevilla o en París.

Lees las declaraciones del Ministro Alonso: "En el registro central de penados y rebeldes, que ya existe, hay anotaciones muy formales, basadas simplemente en datos. Creo que este registro hay que completarlo con un análisis cualitativo en el caso de delitos de carácter sexual".

Tú sin embargo, no te extrañas de nada, entre otras cosas porque la legislación de protección de datos personales no favorece nada la lucha contra ninguna clase de delincuencia.

El registro informatizado de datos, en donde los campos binarios a rellenar, poco pueden cambiar de un sí o un no, se lleva mal con análisis cualitativos. Se llevan también muy mal con la cancelación de antecedentes.

Por ejemplo, hoy te cuentan que no sé quien está buscando un traslado a determinada provincia por el artículo treinta y tres y que las gestiones están muy avanzadas, y que no va a haber manera de pararlo pese a que es el que una vez…pero lo de “esa vez” no figura en los papeles. “Pero si ya la madre estuvo en la cárcel una temporada porque quemó la casa de un vecino cuando estaban los niños solos”. Y te dicen: pues de tal palo tal astilla.

Claro, en las fichas del personal no hay ninguna casilla en la que haya que marcar con un sí o un no ¿alguno de sus familiares de primer grado es pirómano? Tampoco en el campo OBSERVACIONES que tienen todos los impresos de papel y no pocos de los electrónicos va nadie a poner “Su madre quemó una casa … el año …”, ni sería cuestión de escribirlas en un post-it. Como máximo, irían a un fichero personal archivado con contraseña, que es lo que haces con curiosidades de la vida, no siempre positivas, que está bien recordar de vez en cuando.

En definitiva, el análisis cualitativo que pide el ministro.

Ves chungo llevar a buen puerto ese análisis cualitativo.

DETRÁS MÍO, por Pepe Monteserín (LNE)

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Barrios enteros en Andalucía y Castilla la Nueva dicen «detrás mío» sin que sus gobiernos los declaren zona catastrófica, alarmados, en cambio, por una plaga de topillos o una sequía; corresponsales de los telediarios, para indicar que la noticia está a sus espaldas, comentan que «detrás suyo» el pantano antes seco ahora rebosa, sin percatarse de que a quien da la espalda es al idioma español. «Detrás mío» y «delante nuestro» han llegado a las plazas de Oviedo, han trepado por los magnolios, se han sumido por los imbornales y corremos el riesgo de que se hagan fuertes en una manzana y los recalifiquen. Advertid a esos pobres desgraciados de que no junten el adverbio con el posesivo, que digan «detrás de mí», «delante de nosotros», que al adverbio lo acompañen la preposición y el pronombre tónico. O en asturiano: «detrás de mi», «delantre nós».

http://www.lne.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2008032900_31_621403__Oviedo-Detras

EL MILAGRO DE ELCHE, por P. de Silva (sobre el gol de Villa a Italia)

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El arte siempre es milagro, y no el resultado de un cálculo o del trabajo bien hecho. En el arte hay un salto cualitativo. No se sabe si el golpe final, aquel que convierte en arte una buena manufactura, y que es siempre algo disonante -palabra, nota, pincelada-, viene del genio del artista o le llega de fuera. En el caso del gol de David Villa la secuencia puede haber sido ésta: la pelota le va llegando, opta por el mayor riesgo, que es siempre la volea (suele acabar mal), convoca así a la suerte, y entonces recibe una descarga, que redobla la fuerza y guía la rotación de su pierna, mientras el cuerpo se vuelve incandescente. El impacto al balón es en el punto justo, y a partir de ahí todo debería ser mero cumplimiento. Sin embargo, en el último tramo de la parábola el genio actuante añade una rara voluta, y el balón se tuerce, rehuyendo las manos del portero. Es la firma del arte.
http://www.lne.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2008032900_42_621551__Asturias-milagro-Elche

ZOCOS A LA MODERNA, por Carmen Ruiz-Tilve (en LNE)

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Se abrió el Calatrava, y fue algo así como el parto de los montes, ustedes ya me entienden. Tres plantas angostas que, en general, ofrecen lo mismo que actualmente se encuentra no sólo en Oviedo, sino en cualquier ciudad de España. Globalización para adocenarnos por fuera y, a este paso, también por dentro. Galerías que, como catacumbas, ordenan el flujo humano de los mirones, derecha e izquierda, con un cierto aire, a vista de mirón, de las galerías de las cárceles modelo, como si el afán consumista bajo techo nos secuestrara. A la puerta, bajo la espectacular visera de vidrio, porque espectáculo no falta, se vuelve a la vida, con vendedores de lotería que ofrecen la suerte del dinero para comprar más, un espacio raquítico para niños que emula lo que fue el parque Clarín, ya frondoso, que allí tuvo su solar, bien distinto de los arbolitos agonizantes, ya que el arquitecto dibuja con desparpajo y rotulador verde. Al lado, la iglesia que, ahora altaricona, pone en evidencia que está fuera de programa, y a ver lo que tarda en aparecer Cristo dispuesto a echar a los mercaderes. Es curioso el papel subsidiario de los niños, aprendices eficaces de consumidores, a los que se deja lo mínimo, que ya se sabe que los metros cuadrados son oro. Dentro, pequeñísimos retales de espacio para ellos; fuera, lo que se ve. Eso sí, muchas tiendas de ropita y peluches.

2008/03/29

EL CHAPÚ O CHAPUZ

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Uno de tus colegas habituales del café tiene un problema con alguno de los equipos electrónicos o informáticos de su oficina. Cuando salís a tomar el café, os cruzáis con el técnico encargado de la reparación de ese aparato. Te apartas discretamente de la conversación pero oyes que el técnico le dice a tu amigo “no te preocupes que te hago un chapuz” (o un chapú, no oíste bien del todo).
Cuando terminó la miniconversación y reemprendéis el camino hacia el café, le preguntas si se dio cuenta de lo que dijo.

- No ¿qué?
- Que haría un chapuz o un chapú.
- ¡Ah! ¿dijo eso?
- ¿Arias (que así se llama el técnico) es de León, no?

Es de León.

Mientras tomáis el café, le cuentas que chapuz o chapú era una de esas palabras que utilizaba tu padre en su particular lenguaje, y que tú pensabas que eran un porrazo al diccionario. Resulta que tu padre también era de León.

A la vuelta del café y antes de afeitar alguna estadística, te parece más provechoso entrar en google y escribir “chapuz chapú” y lo primero que te encuentras es una entrada de un blog, interesante por cierto.

No es lo mismo chapú que chapuza
Un mozalbete me cuenta que se gana la vida "haciendo chapuces" con un primo suyo. "Ah, le digo, pero estas chapuzas..." No me deja terminar. "No, no, chapuces." Al principio me quedo desconcertado. Enseguida comprendo. Lo que él hace no son chapuzas, sino chapuces, que es distinto.Picado por la curiosidad, consulto el diccionario. Chapuz viene del francés antiguo chapuis. Del mismo origen es chapuza. Por estas tierras, la gente dice "hacer un chapú" ("obra o labor de poca importancia"), y su plural es chapuces. En ese caso, la chapuza, o las chapuzas, son obras mal ejecutas, defectuosas.El jovenzuelo tenía razón (aunque sus razones aún no las recoja la Academia): no es lo mismo un chapú que una chapuza, unos chapuces que unas chapuzas.

Miras quien es el autor y resulta que no habla a humo de pajas, es un señor catedrático de apellido Baltanás. Aunque nació en Sevilla, Baltanás es un pueblo de Palencia y resulta que tu padre algo estudió en Venta de Baños y quieres relacionar chapú, apellido, pueblo y lenguaje.

Más tarde, no te aguantas, marcas el teléfono de Arias y le preguntas que de dónde es exactamente: de Trobajo del Camino. Acabáramos. En Trobajo vive la hermana mayor de tu padre. Y te aclara que un chapú o un chapuz no es una chapuza, sino una obra pequeña pero bien hecha, bien rematada.

Mientras tu padre hacía chapuces tú los metías en el saco de las chapuzas.

Hasta que Arias te sacó de duda. La pena es que tu padre murió hace ocho años y esa deuda ya no la puedes pagar.

2008/03/27

EL DEFENSOR DEL LECTOR

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Te llama el domingo por la mañana un amigo.
- Hombre, Luis, pensé que no estarías en casa.
- Me pillas de misericordia porque iba a salir.
- Ah, bueno, entonces no te interrumpo.
- No, no, iba solo a comprar el periódico.
- Ah, entonces no habrás leído lo que te iba a contar.
- Dime, dime.
- Una cosa, ¿sigues llevando lo de atención al cliente?
- Ahí sigo.
- Entonces te voy a leer lo que dice hoy el Defensor del lector de EL PAÍS, aunque lo leerías tú mismo dentro de nada. Alguna vez me preguntan para qué sirve un Defensor del Lector y, a veces, no sé qué responder. Sobre todo cuando le embarga a uno la melancolía de las quejas que se repiten ante los errores que se reiteran. Debo decir que bastantes temas quedan entre las paredes de la Redacción, ya que esta columna no es una picota para nadie. Pero cuando se reitera un error tan de bulto como al que hace escasas semanas hacía referencia en otra columna, uno, que intenta evitar esas dos lacras del periodismo como son la del cinismo y la rutina, vuelve a la carga. Seguro que hay otros temas más graves, pero si no podemos con los menores, ya me dirán con los grandes.
- Eres un capullo. Tienes buena gana de tocar las narices un domingo por la mañana.
Y colgaste.

2008/03/26

LOS NIÑOS

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Recibes la típica cadena por correo electrónico que se titular precisamente LOS NIÑOS. Incluye al principio unas imágenes idílicas de bebés y de niños, y pregunta si crees que todos los niños son así. Inmediatamente piensas que luego vendrán imágenes de niños crueles, porque a veces los niños también lo son, pero no, son imágenes de pobreza, de guerras y de crueldad en las que los niños son sujetos pacientes.

Inmediatamente enlazas con lo que leíste esta mañana, según tomabas, una casualidad, una sidra mientras ojeabas EL PAÍS que andaba por allí. Te detuviste en una entrevista a un psicólogo y sobre todo en uno de sus titulares: A los niños de los orfanatos les faltan los estímulos de los besos y las miradas.

Dejando aparte toda esa palabrería de interactuar y tal y tal, que sobraba en el artículo, quedaste pensando un rato. ¡Qué verdad debe ser! No pasarán hambre, estarán limpios, tendrán el mínimo material, pero te acordaste de unos cuantos niños de orfanato, y de paso, en la generosidad de esos padres adoptivos que se hacen cargo de ellos dándoles no sólo el alimento, sino los besos y las miradas. En especial, te acuerdas de Camino, una de las personas a las que más admiras de este mundo y a la que deseas la suerte que se merece.

2008/03/25

FAGO, LA CHICA QUEMADA Y OTROS CRÍMENES

Los crímenes y los sucesos tienen un morbo contra el que es difícil luchar. Por desgracia cuando no hay dos de actualidad, surge un tercero que hace olvidar pronto a los anteriores. Los tres que ahora te ocupan (ibas a escribir “y te preocupan”, pero no es verdad, el de Fago ya está alejado en el tiempo y no te preocupa) son el reiterado de Fago, de actualidad por la serie de TV; el de una chica asturiana de 22 años quemada viva según parece y que apareció en un vertedero de Langreo; y una tercera en algún lugar de España, de la que te da repelús escribir las fechorías que le hicieron.

Leíste algo sobre lo de Fago en aquel momento, cuando se cometió. Tenías tus dudas sobre si el alcalde era un autoritario o un justiciero y en este caso la conjunción “o” no significa que autoritario excluya a justiciero. Leíste estos días muy por encima que andaba por los juzgados si se emitía o no en antena. Ya dices que no viste ningún capítulo, pero te parece que lo mejor sería haberlo prohibido. Con qué argumentos, no lo sabes, pero es muy fácil que quienes vayan a ser elegidos como jurados tengan una predisposición por lo visto en televisión o que esa predisposición no la tengan los jurados pero si la audiencia, que castigará con sus críticas el veredicto del jurado si no se ajusta a sus sensaciones.

Cuando en las primeras lecciones de Derecho Procesal oías que “lo que no existe en el proceso no existe en el mundo” te sonaba a chirigota. Más tarde te darías cuenta de que era verdad. Cuando tenga lugar el juicio, será el momento de presentar las pruebas y los testimonios necesarios y lo que existirá y tendrá consecuencias será lo que se pueda probar. Lo otro no existirá. Lo que ahora se emita solamente servirá para intoxicar y mediatizar. No viste la serie y no sabes qué tesis apoya, pero te parecería una burla que se acabara descubriendo que detrás haya oscuros intereses para apoyar alguna tesis e influir en la opinión pública y en el jurado.

Por lo mismo, te niegas a leer más sobre la hojarasca de las informaciones sobre la chica quemada viva en Langreo. Si esa tarde el teléfono lo marcó él o lo marcó ella; si tenía o no saldo; si él lavó o no el coche; si ella dijo y a quién que se sentía amenazada; si él compró o no la lata de gasolina, se sabrá en el juicio porque ahora todas las filtraciones son interesadas y peligrosas para la verdad.

Lo que lamentas es haber leído algo sobre el asunto, y que te hayas ido formando algún injusto prejuicio sobre él o sobre ella.

Del tercer caso truculento, ni palabra, mejor seguir repasando a Azorín.

LA ADMIRACIÓN (CON Y SIN AMOR)

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Lees, con retraso como casi siempre, el MAGAZINE de hace unas semanas de LA NUEVA ESPAÑA. Encuentras un artículo del filósofo Juan Antonio Marina, que pertenece a la serie EDUCACIÓN SENTIMENTAL y que esta semana dedica a la admiración. Concretamente su título es EL GENEROSO PLACER DE LA ADMIRACIÓN. Con el título da en la diana y casi no hace falta decir nada más, pero entresacas unos párrafos:


Hoy voy a referirme a un sentimiento por el que siento una gran simpatía: la admiración. Se trata de una emoción noble. Los miserables no admiran nunca. Ni los cínicos, ni los escépticos, ni los envidiosos, ni los resentidos. La actual cultura de la sospecha y el integrismo de la igualdad ciegan las fuentes de la admiración. De ahí la importancia de reivindicarla (…).

Volvamos a la admiración, que es la emoción producida por la aparición de algo extraordinario que sorprende y agrada por sus cualidades, su belleza o perfección. Uno puede admirarse ante algo o sentir admiración hacia alguien. Podría hacerse un test de calidad humana con sólo preguntar: “¿Y usted a quién admira?”. No se puede vivir sin admirar, pero no se puede vivir admirando a quien no es admirable (…)

Su definición más adecuada es: “Sentimiento de alegría que brota a la vista de alguna excelencia moral ajena y suscita en su espectador el deseo de emularla”. Ahora comprendemos por qué es un sentimiento mal visto en el mundo contemporáneo (…).

Un igualitarismo torpe sostiene que “nadie es más que nadie”, que lo importante es que cada cual “trate de ser él mismo”. Usar el mismo rasero es imprescindible en lo que afecta a los derechos, pero puede resultar mezquino y falso cuando se aplica a todos los órdenes de la vida. No es vedad que el comportamiento de las personas sea equivalente (…).

Los europeos hemos cultivado cuidadosamente el descrédito del héroe y hemos dado al escepticismo, al cinismo, al pesimismo y a la desconfianza un prestigio intelectual que no merecen y que en el campo moral es demoledor. “Piensa mal y acertarás” es, además de un refrán miserable, una profecía que acabará realizándose por el hecho de enunciarla. La ceguera para captar la grandeza empequeñece a las personas y a las sociedades (…).

Sin embargo, la admiración puede equivocarse. La historia nos ha enseñado a ser cautelosos, proporcionándonos la sabiduría del gato escaldado. El siglo XX fue el siglo de admiraciones asesinas. El fervor de las masas por Hitler, Mussolini, Stalin o Mao convierte en temibles las admiraciones desmesuradas.


¿En qué quedamos? ¿Debemos admirar o no? Estas preguntas plantean un aspecto esencial para la educación de los sentimientos. Los sentimientos tienen un componente cognitivo que les hace ser inteligentes o estúpidos, acertados o errados. Cualquier sentimiento, por muy elevado que sea, puede convertirse en peligroso si no está dirigido por la inteligencia. (…) Por eso es tan necesaria la educación de las emociones, que no consiste en erradicarlas, sino en penetrarlas de inteligencia. En el caso que nos ocupa, eso quiere decir educar para admirar apasionadamente lo admirable e intentar imitarlo.

Copiado, releído y subrayado lo anterior, lees en LA NUEVA ESPAÑA del domingo una breve glosa que el director del periódico dedica al periodista recién fallecido José Comas, asturiano, corresponsal últimamente en Alemania de EL PAÍS y anteriormente de este y otros periódicos en otros puntos. Lees que “para querer a una persona es preciso admirar algo en ella” y “Yo admiro a Pepe desde hace más de 40 años, que es cuando lo conocí y empecé a descubrir su inteligencia privilegiada (…) pero nunca lo admiré tanto como en estos últimos años, cuando asistí a su lucha no sólo por vencer la enfermedad, sino por seguir escribiendo. Y nunca le quise tanto”.

Y a continuación lo que te apetecería sería escribir sobre la admiración y el amor y sobre si admiras a los que amas o amas a los que admiras o si amas sin admirar y admiras sin amar. Correrías el riesgo de olvidos imperdonables, aunque la lista de admirados, a bote pronto, tampoco es excesiva.

Te resulta, por lo tanto, mucho más fácil mostrar tu admiración
1/ por los valientes
2/ por los clarividentes.

Y aquí no tienes más remedio que reproducir íntegro un artículo de este domingo de Xuan Xosé Sánchez Vicente, presidente del Partido Asturianista. Como eres rehén de los esquemas mentales sencillos (simplistas, más bien) tiendes a pensar que los asturianistas son nacionalistas y que los nacionalistas son separatistas y que…En fin, te falta la clarividencia de distinguir que quizá no sea así y seguramente la valentía de admitir que pudiste estar equivocado, inmovilismo mental que justificas a lo fácil por tu afición a los refranes, en este caso, por ejemplo, el de “mejor no meneallo”.


Euskadi: mirar de frente al mal y verlo sin engaño (XUAN XOSÉ SÁNCHEZ VICENTE).

(Para aligerar el artículo, destacas en negrilla lo que más te impactó)

El viernes 7 de marzo, el día del asesinato de Isaías Carrasco, hacia las diez y media de la noche un reportero de Onda Cero se acercaba a una de las personas que abandonaban la capilla ardiente y, en su intento de interrogatorio, provocó uno de los testimonios más elocuentes y más dramáticos de lo que es hoy la realidad de Euskadi. En efecto, durante algo más de cinco minutos el interrogado se movió entre la Scila de su renuncia a hablar por miedo a lo que le pudiese pasar a él y su familia y la Caribdis de sus obligaciones para con el muerto, conmilitón suyo. Al final, y poco a poco, como si le fuesen arrancando las entrañas con cada uno de los datos identificatorios que ante el micrófono iba emitiendo, confesó su filiación socialista, su estado de casado y con hijos, su condición de edil de Zarauz y, ya muy al final, su nombre. Dicho éste, reclamó comprensión por su «prudencia» y nos dijo, para que lo entendiésemos bien, que uno de los prebostes del bando de los terroristas, Joseba Permach, se le acercaba de vez en cuando para reírse de él por su miedo y por tener que andar con escolta. Las palabras finales del ya no anónimo concejal socialista tuvieron un carácter patético que aumentó nuestra conmiseración hacia él: mostró su ánimo a la familia de Carrasco, se jactó de que, pese a todo, no tenían miedo a ETA y sus compinches, presumió de que resistirían y nunca los vencerían.

Este panorama de una sociedad amedrentada aun en los más valientes (como este edil de Zarauz), acosada en el día a día y con los criminales y sus cómplices ocupando calles, plazas e instituciones donde campan impunes y a sus anchas, con jactancia de su poder y desprecio absoluto hacia las víctimas, no es una novedad para quien quiera verla. Se ha ejemplarizado en el caso de Pilar Elías, en Azkoitia, que ha de convivir con los asesinos de su marido en actitud retadora diaria. Lo han visto quienes han tenido la ocasión de contemplar algunos reportajes televisivos en que se entrevistaba a sujetos del entorno batasuno: lo que caracteriza a la mayoría de las personas de ese mundo es una absoluta falta de empatía para con el dolor de los demás, el entendimiento de la muerte ajena como un acto de justicia, la insensibilidad más absoluta hacia el padecimiento; todo ello, además -muertes, dolor, padecimiento-, contemplado como un aséptico sumando de una cuenta que acabará produciendo réditos cuanto más se amplíe y explicado mediante un discurso que justifica el exterminio como una mera cuestión política (es decir, externa a los individuos y, por tanto, independiente de ellos) y cualquier violencia como una mera devolución de las otras muchas que el pueblo vasco habría padecido. En una palabra, con quienes se trata no es con sujetos ordinarios, sino con profesionales del encanallamiento, la insensibilidad y el pragmatismo más egotista. Fiar en ellos como congéneres humanos es como poner la confianza en la Gran Ramera de Babilonia. Esto es, ellos no son como nosotros, ni en sentimientos ni en valores. No entenderlo así imposibilita cualquier solución al problema y cualquier «negociación».

Y, sin embargo, esa evidencia no se quiere ver por muchos o se ve sólo en los momentos en que los crímenes están recientes, y luego, a los pocos meses, se olvida. Las razones son varias. Una de ellas es general: la sociedad contemporánea se niega a considerar la existencia del mal absoluto, con la sola excepción del nazismo (pero no se quiere ver esa cualidad en su parejo, el comunismo). Por otro lado, funciona como agregado emocional de autocomplacencia un principio que se podría enunciar en esta máxima: «olvídate de la víctima, sobre todo si ya ha desaparecido, ten tu solidaridad y tu voluntad de perdón para con el infractor», porque, en el fondo, suponemos, algo habrá provocado la inhumanidad del delincuente, de cuya condición él no será enteramente responsable. Si a ello le añadimos el miedo al riesgo -del que queremos alejarnos sin saber muy bien el costo implícito que para nosotros tenga o aun el que conlleva de forma patente para otros- y el «síndrome de Estocolmo» entre los afectados o amenazados por el crimen, entenderemos por qué existe tal prurito para querer llegar a acuerdos con el enemigo y por qué nos negamos a ver a éste en su verdadera inhumanidad y crueldad.

Pero no es tan difícil. Lo han visto así muchas gentes del Partido Socialista y de su ámbito que han huido del PSOE por su política para con el mundo de ETA, o que no han huido pero la critican espantados a diario, o que, horrorizados, callan y siguen en él por ese inexplicable patriotismo de partido que tan bien ejemplarizó en su día Fernando de los Ríos ante Azaña. Lo han visto, por ejemplo, Redondo, Pagazaurtundúa, Rosa Díez, Teo Uriarte, Gotzone Mora, Savater, los Múgica, Buesa y un largo etcétera. Ellos saben muy bien que el problema real de la lucha contra el monstruo no es que deje de haber muertos, sino que empiece a haber libertad, porque, sin libertad, no habrá paz; y que, por tanto, para que exista libertad en Euskadi, la Bestia no puede volver vencedora a sus casas, debe hacerlo derrotada, aunque después de establecida esa situación de derrota se pueda ser clemente con los derrotados. Porque si el fracaso del bando de los asesinos no se patentiza como un descalabro histórico, si vuelven a sus calles y pueblos con su organización y su prestigio sociales intactos, la imposición no cesará, aunque aparentemente las pistolas no estén presentes. Es más, es posible que una hipotética situación de acuerdo o pseudopaz sin derrota no sirviese más que para el asentamiento de una plataforma de poder desde la que establecer nuevos objetivos: sobre otras partes de España, sobre Francia, sobre la propia sociedad vasca, en todo caso.

Pero las dificultades para que la izquierda enfrente de un modo adecuado (es decir, de un modo no ilusorio o de falsa conciencia) el problema no se limitan a las que hemos señalado, existen otras que radican en lo más profundo de lo que es la emocionalidad constitutiva de ese bloque político-social. La no menor de ellas es su capacidad para fingir sobre el mundo, es decir, para crear sobre él un discurso que -no siendo más que eso, o, a lo sumo, una tentativa de aproximación, como toda teorización- se presenta como una descripción objetiva de evidencia apodíctica, y su disposición para, después de haber fingido tal discurso, creer a pies juntillas en él y actuar en consecuencia. ¿Recuerdan, por ejemplo, cómo se constituyó en fe el decir que las reacciones de determinados partidos nacionalistas se debían a la falta de diálogo de Aznar? ¿Han anotado ustedes una sola corrección de esa visión cuando la realidad ha demostrado que el comportamiento y los objetivos de esos partidos seguían siendo los mismos con Zapatero? ¿No recuerdan haber visto y oído miles de veces a sesudos analistas y políticos asegurarnos que ETA, después del atentado de Atocha, ya no podría volver a matar porque sabían de sobra que la sociedad no lo toleraría de ninguna manera? ¿Lo recuerdan? No hace falta ir muy lejos para tener testimonios de ello. Y lo peor es que, llevados de esa ficción argumental y del deseo de que la realidad fuese como sus sueños, muchos socialistas de Euskadi, en una actitud entre militante e infantil, llegaron a creerse los discursos y dejaron los escoltas, como el propio Isaías Carrasco o, en otro momento anterior, nuestro Juan Priede, de Vallemoru.

Hay otra cuestión aún más notable y que tiene una enorme gravedad moral y política: y es que una parte muy importante de los militantes de izquierdas se siente más cerca del mundo de Herri Batasuna que del Partido Popular (o de la derecha, simplemente). Entienden que, a fin de cuentas, esa gente es de izquierdas como ellos, se enmarca, en metáfora taxonómica, a su mismo género o especie; mientras que el PP y la derecha pertenecerían a otro mundo, no sólo distinto, sino, siempre, abominable. Es ésa una emocionalidad que cruzaba ya el ámbito de la izquierda en la Segunda República y que, en alguna medida, tras un cierto amortiguamiento en los años ochenta, ha ido creciendo en los últimos tiempos. Y ese veneno no es sólo teórico o discursivo. Pudieron ustedes verlo traslucirse en el rechazo de la hija y la familia del asesinado Isaías Carrasco a recibir el pésame de los dirigentes del PP.

Traducido a términos reales, simpatizan más, ven como más «natural», el llegar a acuerdos con los batasunos (de su misma especie, aunque temporalmente desviados o errados, pero convertibles) que con la derecha. Si a ello, además, se suma, como se sumó estos años atrás, la tentación de establecer una futura alianza con la nueva izquierda euskalduna, una vez pasada por el Jordán del llamado «proceso de paz», completarán ustedes el panorama.

Así, pues, la resolución del problema vasco reside no sólo en el encanallamiento mafioso de un bloque muy importante de su sociedad, sino en la falta de capacidad de una parte de la izquierda para aceptar la realidad de Euskadi tal como es, en su entero horror, y en la compleja urdimbre de emociones y valores que les hace preferible compartir territorio con lo que ellos entienden izquierda (pese a la ausencia de demócratas en una parte importante de ese territorio) a hacerlo con los demócratas, por los prejuicios irracionales que sobre la derecha tienen (y que ellos y sus medios de comunicación se encargan de alimentar y engrandecer hora tras hora).

Respecto al futuro, es seguro que va a volver a haber negociaciones con ETA, que, inevitablemente, volverán a ser en términos semejantes a los de la última vez. No hay más que acudir a las palabras de don José Luis Rodríguez Zapatero ante el comité federal del PSOE para comprobarlo.

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Y esto último no lo pones en negrilla, ¿por qué? Quizá por la inercia mental apuntada más arriba.

2008/03/23

LA VOLUNTAD, de Azorín. SOBRE EL FUTURO

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Acabas de leer LA VOLUNTAD, que es, según dicen los críticos, la novela más interesante de Azorín. Otros matizan que no es una novela, pero no ahondas más porque este no es un blog de literatura…ni de nada.

A lo mejor la obra de Azorín es un blog de primeros de siglo, una sarta de ocurrencias. Destacaste unas cuantas, que tienen pensado ir colgando en este tendal, si no aparece otra ropa limpia. Esta la sacas de la segunda parte, capítulo VII.

“Yo siento que me falta la fe; no la tengo tampoco ni en la gloria literaria ni en el progreso…, que creo son solemnes estupideces…¡El progreso! ¡Qué nos importan las generaciones futuras! Lo importante es nuestra vida, nuestra sensación momentánea y actual, nuestro yo, que es un relampagueo fugaz. Además, el progreso es inmoral, es una colosal inmoralidad, porque consiste en el bienestar de unas generaciones a costa del trabajo y del sacrificio de las anteriores.

No sé qué estúpida vanidad, qué monstruoso deseo de inmortalidad, nos lleva a continuar nuestra personalidad más allá de nosotros. Yo tengo por la obra más criminal esta de empeñarnos en que prosiga indefinidamente una humanidad que siempre ha de sentirse estremecida por el dolor: por el dolor del deseo incumplido, por el dolor, más angustioso todavía, del deseo satisfecho… Podrán llegar los hombres al más alto grado de bienestar, ser todos buenos, ser todos inteligentes…, pero no serán felices; porque el tiempo, que se lleva la juventud y la belleza, trae a nosotros la añoranza melancólica por las pasadas agradables sensaciones. Y el recuerdo será siempre fuente de tristeza. Yo de mí sé decir que nada hay que tanto me contriste como volver a ver un lugar –una casa, un paisaje-que frecuenté en mi adolescencia; ni nada que ponga tanta amargura en mi espíritu como observar cómo ha ido envejeciendo…, cómo ha perdido el brillo de los ojos, y la flexibilidad de sus miembros, y la gallardía de sus movimientos… la mujer que yo amé secreta y fugazmente siendo muchacho. ¡Todo pasa brutalmente, inexorablemente! Y yo veo junto a esta mujer deforme, lenta, inexpresiva…, un gesto, una mirada, un movimiento de la muchacha de antaño…, su modo peculiar de sonreír entornando los ojos titileantes (…) Y pienso en una inmensa danza de la Muerte, frenética, ciega, que juega con nosotros y nos lleva a la Nada… los hombres mueren, las cosas mueren. Y las cosas me recuerdan los hombres, las sensaciones múltiples de esos hombres, los deseos, los caprichos, las angustias, las voluptuosidades de todo un mundo que ya no es”.


Piensas si en esta forma de pensar tendrá algo que ver el hecho de tener o no tener descendencia. A veces coincides o tienes coincidido con Azorín, que tampoco es cosa de otro mundo porque sus meditaciones son bastante comunes. Acotas que nació en 1873 y que esta obra la escribió hacia 1901. Se casó unos años más tarde. Cuando la escribió no tenía hijos, y tampoco los tuvo más tarde. No sabes si no los tuvieron porque no pudieron o porque no quisieron. Si fuera por esto último, lo explicas como una decisión racional, al menos desde el punto de vista de su racionalidad. Si fuera por lo primero, su pensamiento respondería a una motivación independiente.

Si traes este párrafo a este blog es porque en alguna ocasión pensaste que no merecía la pena traer hijos al mundo, teniendo en cuenta que habían de morir. No estaba muy lejana en el tiempo la época en la que te dio por leer a Unamuno, con su pesimismo, su sentimiento trágico de la vida. A lo mejor eso tenía en común con Azorín, de su misma generación del 98. Esta idea que tú soltabas a voleo, parece que impresionó largamente a alguno de los tuyos. Tú ya la habías olvidado pero a veces te la recuerdan…

NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA

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Tenías unas ganas locas de ver a tus amigos de León e ibas a aprovechar el viaje para revolver algo en las raíces del árbol genealógico de esa plantación que tienes en la entrañable provincia vecina por tantas cosas querida. Ya habíais decidido que os veríais el sábado por la noche y que antes mataríais unos judíos donde los hubiera. Para que nadie se asuste aclaras que matar judíos, en León, es tomar vasos de limonada por Semana Santa, y tantos vasos tomas, tantos judíos matas, que antes mataron ellos a Jesucristo y tú te tomas la venganza veinte siglos después.
No sabes por qué tienes tanta querencia por los dichosos judíos, que tienes mitificados desde tu juventud, y eso que es posible que solamente hayas vivido dos Semanas Santas en León, pero de ese color, de ese sabor y de la compañía no te vas a olvidar nunca.

Llevabas toda la Semana esperando el momento de marchar, estaba todo planificado, irías a comer a casa de tu madre, en el puerto de Pajares, y por la tarde ya en León, visitarías a una tía tuya, y acto seguido a por los judíos. Para mas inri, tu hija mató unos judíos entre semana.
Estabas un poco mosca porque los hombres del tiempo no callaban con que el sábado nevaría a trescientos metros, pero como otras veces se equivocaron…

Por concretar, el mismo sábado llamas a tu cuñado que te dice que acaba de atravesar el Puerto con un tren y que está nevando fuertemente desde Linares hasta La Robla. Al llegar a la desviación del Huerna, lees en los carteles “Nieve. Maquinas trabajando”. Puerto de Pajares arriba, camino de casa de tu madre, ves que el coche comienza a patinar y no es cosa de asumir riesgos para una excursión. Ni por el Pajares ni por el Huerna.

http://www.youtube.com/watch?v=pRmqO_-wDOE

Como corrías el riesgo de quedar bloqueado, ni siquiera te quedaste a comer con tu madre. Diste inmediatamente la vuelta para Oviedo. Te pusiste a dormir una siesta más que nada por aburrimiento, cuando llaman Pepe y Ángela, que de chiripa están en Asturias.

En vez de matar judíos os tomasteis unas sidras. De lo que no estabais seguros es si la prohibición de comer carne era solo para el viernes o llegaba hasta el sábado.

No hay mal que por bien no venga.

2008/03/21

LA ILUSTRACIÓN CONTEMPORÁNEA

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Coincidiendo con la época electoral, lees algún reportaje, con las correspondientes fotografías, que recuerda cómo éramos hace treinta años. Cuando viviste aquello en directo te parecía que estaba bien que fuera así. En aquellas farragosas clases de Formación del Espíritu Nacional, cuando leías que una tercera parte de los procuradores los nombraba el Jefe del Estado, te parecía normal ¿cómo podía ser de otra manera si el Caudillo era nuestro salvador? Entendías menos lo del municipio y nada lo del sindicato. Lógico, cuando tienes ocho o doce años, los sindicatos no te dicen nada, máxime si vives en una dictadura, en donde los sindicatos no tienen relevancia alguna.

En tu escuela también habría un crucifijo, un retrato de Franco, un mapa con la URSS y no faltaría algún cenicero en la mesa del maestro.

Posiblemente al pueblo le daría lo mismo que hubiera un crucifijo o un retrato de Franco clavados junto al encerado y a nadie molestaría el cenicero. Nadie se lo había preguntado y es de esas cosas que de tanto verlas las acabas asumiendo no solo como normales, sino incluso como buenas. Sin embargo, surgieron un buen puñado de políticos que comenzaron a pensar que el crucifijo y el retrato de Franco no pintaban nada en las escuelas. En otros lares alguien empezó a pensar que había que darle una vuelta a la Unión Soviética. Hace cuatro días, otro visionario pensó que estaría bien eliminar el tabaco de muchos lugres públicos. Seguramente esos y otros muchos aspectos se habrán impulsado a espaldas del pueblo, al que lo que le preocupa a corto plazo es la marcha de la economía y poco más. Sin embargo, ¿cuántos apoyarían ahora que un retrato de Franco o un crucifijo estuviera en la escuela o cuantos que ahí se pudiera seguir fumando?

Al final algo de razón hay que dar a la vanguardia de la ilustración: todo para el pueblo pero sin el pueblo. Se dice muchas veces que fue el pueblo el que trajo la democracia a España y algo de verdad habrá, pero nunca se agradecerá los suficiente la labor de una serie de políticos que acometieron una labor que pocos les habían pedido.

2008/03/18

LA ACTRIZ


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Si hace diez días te preguntan si sabes quién es Carmen Machi responderías que no. Por copiar la muletilla de tu padre, que no quería perder comba en ninguna conversación, dirías que “parece que me suena”, pero en realidad no te suena da nada. Si te enseñan su foto, la reconocerías pero ni por esas te saldría su nombre. Sabes que trabaja en una serie de la tele, pero que no te pregunten ni en qué cadena ni en qué programa. Si te apuntan si sería en Aida o en 7 vidas, entonces podrías balbucear, esta vez sí, que parece que te suena. Siendo una actriz en principio tan poco interesante para ti, sin embargo te da por leer una amplia entrevista suya en EL PAÍS SEMANAL y te convences de que no se puede rechazar de mano a nadie.

Encontraste varias ideas interesantes en sus respuestas, por ejemplo, ese elogio del trabajo de la limpieza, que personaliza en su madre, en su empleada de hogar ucraniana y en las trabajadoras de los hoteles, por lo que aprovechaste para enviar un recorte a una amiga tuya que se responsabiliza de que las habitaciones de sus hoteles estén en perfecto estado de revista.

Como hace unos días escribiste por ahí abajo algo sobre una ópera de la que te quedaste a ver y oír solamente una tercera parte, quizá porque te salió gratis (y a misa paga no hay quien vaya), reconoces otra de sus frases:


- Actriz: Si la gente se acostumbra a llevar a sus hijos al teatro, a pagar por ello, aprenden la capacidad de escuchar, de fantasear, de creerse lo que pasa en escena sabiendo que es mentira. Esa formación se nota mucho cuando creces.
-Entrevistador: Ha dicho pagar. Hay quien defiende que la cultura ha de ser gratis.
- Actriz: Pues yo opino que los espectáculos se pagan. Si te invitan a algo, te permites el lujo de no prestar atención porque como no te ha costado un duro, no lo valoras. Si te invitan a una caña, te la puedes dejar a medias; pero si te la pagas, la apuras. Es una cuestión de actitud y de respeto. Esto es lo mismo.

Te quedas pensando si no tiene algo de razón y te recuerda, ya lo habrás contado, unos consejos que un viejo abogado ya fallecido, os dio en un curso de práctica jurídica: “al principio no os atreveréis a cobrar las consultas, no os dé corte, porque si no cobráis, al cliente le parecerá que sois malos e irá a otro abogado. Cuando éste le cobre la minuta ya no preguntará a nadie más”.

Por último, le preguntan sobre la influencia de los papeles en su vida. “No tengo ni puñetera idea de quien soy. Te pasas tanta vida haciendo de otros que, aunque yo dejo a mis personajes fácilmente, uno se va haciendo por el camino. Esta profesión es fascinante porque vas recogiendo emociones robadas, situaciones que no has vivido, pero que te quedas dentro. Eres tantos que no sabes muy bien quién eres”.

Y aquí te viene a la mente aquella pequeña incursión en el teatro, cuando te tocó recitar un poema de Bertolt Brecht, del quetampoco habías oído hablar hasta entonces:

“El cielo está gris.

A lo largo del arroyo camina un pobre hombre

No gana casi nada.

No tiene techo.

No puede ser bueno.

Tiene frío como un perro.

No es misericordioso.





No tiene amigos.

Lleva zapatos rotos.

Está enfermo.

Es un criminal.

No gana casi nada.

Marcha a lo largo de un arroyo.

El cielo está gris.

Tardarías años en saber que Brecht fue un dramaturgo comprometido, y aprenderías más tarde que su pieza más famosa fue esta otra: Un día fueron a por los negros, pero yo no era negro y no hice nada; luego fueron a por los comunistas, pero yo no era comunista y no hice nada; luego fueron a por los homosexuales, pero yo no era homosexual y no hice nada; al final vinieron a por mi, pedí que me ayudaran, pero ya no quedaba nadie para ayudarme.

Además de esa época en tu vida en la que hiciste de actor representando un papelito, anteriormente habías decidido que, cuando cambiaras de ambiente y nadie te conociera, no estarías atado por ninguna atadura psicológica del pasado y, dado que estabas en un ambiente nuevo, podrías hacer tabla rasa. El juego de ese papel te resultó muy útil.

Y no quieres hacer este comentario más lago, pero todo surgió de una entrevista a una actriz cuyo nombre no te decía nada: Carmen Machi.

RESISTIR

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Lees con retraso en EL PAÍS SEMANAL de la penúltima semana un reportaje en el que se sondea a cien españoles para que aporten ideas para mejorar España. Te quedas precisamente con la primera, RESISTIR, que defiende el escritor catalán Enrique Vila-Matas:
“No es posible luchar en contra de las eficaces fuerzas del poder, y, vistas así las cosas, existe tal vez sólo una actitud: enrocarse y conversar con los amigos, leer y escribir, enseñar y estudiar en uno de los países más incultos de la tierra, y resistir; una resistencia que tiene una verdadera dimensión política. A la pregunta de si la inteligencia debe ser discreta y mantenerse en la sombra, yo respondería sin duda que la inteligencia no puede hacer otra cosa”.


Te parece que si esas breves líneas te las hubieran puesto en tu juventud para ser objeto de un comentario de textos, habrían podido ser materia de aquellas conversaciones que se prolongaban por los patios y pasillos colegiales, en aquella época en la que creías que se podía cambiar el mundo.


Heredero del pasado, a veces te ves todavía inmerso en aquellas entrañables discusiones bizantinas, de ahí que quedes dando vueltas sobre si esas palabras son una apología de la cobardía, o de si se está refiriendo a una resistencia a lo Gandhi, o más bien, si la revolución está más cerca de la pasión que de la inteligencia. No sabes si cuando habla de uno de los países más incultos de la tierra está pensando en su propio país. Estabas dando vueltas a esto del país inculto cuando te encuentras en la prensa local de hoy con el concepto de espectador-basura.

2008/03/15

LOHENGRIN




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Si hubieras leído el periódico habrías llamado a alguien para salir de la duda, pero hoy estuviste apurado y no tuviste ese hueco. El caso es que un amigo te dejó por la tarde en la oficina el par de entradas prometidas para una ópera-concierto, el Lohengrin de Wagner, que empezaría el viernes a las siete de la tarde en el Auditorio Príncipe Felipe.

Cuando ves las entradas llamas a tu mujer y le dices que oye, que las entradas ponen que el concierto es para las ocho. Ah, pues mucho mejor porque así tenemos tiempo para no andar tan apurados.
Llegáis al auditorio a las ocho menos dos minutos, después de una buena caminata Rosal arriba, y el concierto ya había comenzado. Miraste nuevamente las entradas y eso ponían: a las ocho, pero el concierto empezó a las siete. Tendréis que esperar al segundo acto. Os enteráis de que la obra tiene tres, así que podéis ver todavía las dos terceras partes, que tampoco está mal.

No protestaste porque como nada te habían costado…pero otros melómanos de pago, de buena gana habrían puesto el grito en el cielo, si no fuera porque entre la correcta gente musical están mejor vistos los pianos que las berridas.
Cuando terminó el primer acto pudisteis subir y sentaros en un par de localidades libres del anfiteatro. A tu lado están sentados dos entendidos, o lo parecían, dicho sea sin ánimo de coña, a los que conoces de salir en la prensa como miembros o simpatizantes del Tabularium Artis Asturiensis, del que siempre te intrigó la procedencia de las piezas.
Aclaras que la función no era una ópera teatralizada sino un concierto, el coro de la Fundación detrás, la Orquesta Sinfónica delante y varios solistas donde debían. La obra está en alemán. Ves que tus vecinos de al lado la siguen por el programa y pasan página cuando toca. Tú no vas a ser menos, pero entre que la intentas seguir, fijarte un poco para solistas y coro y averiguar si su gesto va en consonancia con el texto no disfrutas del concierto. Intentas averiguar si lo que canta la soprano es Der Rache Werk sei nun beschworen aus meines busens wilder Nacht, ahe Werk sei, para ver si su gesto cuadra con la traducción Que el fruto de la venganza surja del salvaje noche de mi corazón. Como estás lejos y las voces a veces son parecidas (un sacrilegio: un entendido no tendría dudas) te cuesta averiguar si ya pasaron de página porque a veces te pierdes y miras de reojo a los entendidos de al lado.

No pudiste dormir la siesta y te cuesta Dios y ayuda mantener los párpados arriba, pero haces un esfuerzo porque un ronquido en el teatro quedaría todavía peor que un móvil. Y después de este segundo acto queda un tercero. Decían a la entrada que la función terminaría sobre las diez y media.
Entre meterte en una historia que te pilla tan alejada de la realidad actual, la letra pequeña, aclararte con si el que canta es El Heraldo o el Rey, o si son Elsa u Ortrud, o si son los pajes o todo el coro y un poco por donde va el argumento, casi te empieza a levantar dolor de cabeza.
La faena es que hay que estar en silencio, no es cómo el fútbol que puedes discutir con el compañero de al lado si la entrada era para tarjeta. Y así no hay manera de aprender.
En definitiva, que ves una orquesta que toca muy bien, oyes un coro que canta muy bien, oyes a unos solistas que ya quisieras, pero todo te aburre un poco.
Cuando, a las nueve y veinte termina el segundo acto, tu mujer te pregunta ¿nos vamos? No lo dudasteis. Escaleras abajo compruebas que no formáis parte de la corriente del pensamiento único. ¡Entender el arte no siempre es fácil y cúanto más entretenido es tomar una caña, que es lo que hicisteis!
Cuando, más tarde, lees el programa, te enteras de que Wagner “especuló con la facilidad de monosílabos en alemán”, pero como no entiendes el teutón no te percataste. Te enteraste también de que había unos muy buenos caballeros y cristianos y otros malos despiadados e infieles. Tampoco lo pillaste en el segundo acto.
Pese a que acudiste a no sé cuantos conciertos, seguramente hay cuestiones de las que no te vas a enterar nunca. Eso sí, para no ser descortés, aplaudirás secundando a la mayoría.
Cuando la pajarita era obligatoria esto no pasaba.

2008/03/13

VOTAR A CABALLO PERDEDOR

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No se puede abusar del picadillo, así que la triste cena de esta noche estuvo formada por una naranja de primer plato y dos manzanas (de Naveo) de segundo. Intentabas hacer más llevadera la rumia poniendo el Telediario de la Uno como música de fondo, otorgándote el mismo tratamiento que se da a los bebés que no quieren la papilla y se les engatusa con un “mira qué pajarín” y cucharada que te crió.


En estas meditaciones estabas cuando te refrescan la memoria con el referéndum de hace veintidós años, cuando se votó seguir en la OTAN.

Lo recuerdas como el referéndum de la rabia, en el que tú y mucha gente os sentisteis traicionados, engañados por un Felipe González y un partido que no hacía nada había defendido lo contrario. Y el pueblo votó. Y tú votaste, como tantísimas veces, a caballo perdedor. ¿Qué votarías hoy? Entonces eras joven, y tan importante y tan sensato es el voto del joven de dieciocho años que vota por primera vez como el de ochenta. Todos responden a unas ideas y/o a unos intereses y la suma de todos forma la voluntad popular y así se forma la nota media. Así de sencillo.

Ves en el mismo telediario unas breves palabras del ex-presidente, que declara que ese fue uno de sus momentos más difíciles de suvida política porque estas cuestiones de tan alta estrategia no deben someterse a referéndum.
Es curioso esto de los plebiscitos. Una vez más te entran dudas sobre qué debe y qué no debe votar el pueblo. Resulta que las cuestiones más importantes, como pueden ser la supervivencia de la nación, la entrada o la salida de una guerra, o la política antiterrorista no se deben meter en la refriega electoral. En cualquier otro ámbito, en el ámbito sindical, en el empresarial, en el académico, en el recreativo o en el familiar, las cuestiones más importantes se adoptan por votación (salvadas las distancias) pero en el terreno político, esas cuestiones se dejan a los técnicos, en este caso a los técnicos de la política o de la milicia.

Las cuestiones inferiores, una vez aprobadas las leyes, vuelven a dejarse en manos de los técnicos-técnicos, ahí ya no aparecen los políticos, que quedaban en el escalón intermedio.

O sea que tenemos tres niveles de decisión: en el superior los técnicos-políticos, que pueden ser técnicos militares; en el escalón intermedio tenemos a los políticos, los de la refriega, la réplica, el ruido; en el inferior, los ejecutores, los técnicos-técnicos.

En fin, tendrá que ser así, aunque no lo acabas de entender del todo y eso que llevas más de veinte años dándole vueltas a la diferencia entre el campo de actuación de los técnicos y el de los políticos.

2008/03/11

AL HILO DEL RESULTADO ELECTORAL

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¿Que si no vas a escribir nada de las elecciones?

Si se te ocurre y no tienes otras cosas que hacer, sí, pero, claro, tiene que ocurrírsete ahora, no dentro de seis meses.
Espera, que algo sale, sí, parece que ya asoma, pero por si las ideas no fluyen solas coges la calculadora por aquello de que en el caso de que exista la inspiración, que te pille trabajando.
Todo el mundo (el mundo de por aquí) da la lengua sobre el bipartidismo y el sistema electoral y sobre la super-representación de los partidos nacionalistas. Supones que lo que la gente quiere es no tener que contar con los nacionalistas para obtener mayorías y poder gobernar. Y tú tampoco lo quieres, pero: A ¿los echamos a patadas? B ¿implantamos un sistema electoral totalmente proporcional, con lo que a lo mejor se conseguiría una representación a la italiana, representados todos los minoritarios y que haga esto ingobernable? Oyes decir que si el sistema electoral fuera proporcional, la gente no votaría tanto a los partidos mayoritarios, pero con la calculadora en la mano no ves que sea exactamente así.
Como en esto no caben los experimentos con gaseosa, el caso más parecido que encuentras a un sistema proporcional son las elecciones europeas, en las que España es una circunscripción única. Pues bien, vas a las últimas, de 2004 y ves que el PSOE recibió el 43 % de los votos, el PP el 41, GALEUSCA (coalición nacionalista moderada, si se permite la palabra) el 5,17, Izquierda Unida el 4,16. ¿Y qué porcentaje de votos recibieron en estas últimas elecciones esos partidos: el PSOE el 43, el PP el 40, la suma de CiU, PNV y BNG también el 5; IU un 3,8. Las diferencias, de puro matiz.
Las matemáticas electorales son sencillas: a cada uno por ciento de votos corresponden 3,5 diputados. De esta forma el 43,64 % del PSOE le daría 152 diputados; el 40,11 del PP le daría 140; el 3,05 de CiU le daría los mismos diez diputados. El 1,20 del PNV le daría cuatro. IU tendría trece diputados con su porcentaje de 3,8% de votos. Rosa Díaz tendría otros cuatro. ¿Sería más gobernable así?
Dicen que mucha gente a la izquierda del PSOE no vota al PSOE por el voto útil, y será algo de verdad, pero ¿por qué IU no recibe un aluvión de votos en las elecciones europeas, de circunscripción única, en donde recibió un 4,16 sólo unas décimas más?
Parece que la gente quiere circunscripción única en todo el país y, además, listas abiertas. Pues sí que iba a estar simpático el recuento electoral. Sobre las listas abiertas, a lo mejor vuelves otro día, pero anticipas que no estás a favor, y eso que no militas en ningún partido.
También tienes algo que decir del Senado, que tiene un sistema de representación bastante coherente, para que sirva de contrapeso al Congreso, pero no vas a mezclar ideas.
En definitiva, que no es solo el sistema electoral el que decanta el bipartidismo.
Querías anotar otro apunte y era sobre la insaciabilidad de los nacionalismos: a lo mejor resulta que en Cataluña ya tocaron techo. Quizá con el nuevo Estatuto y con el tripartito que tienen no quieren avanzar más en ese sentido. ¿Y si explica eso el retroceso electoral de ERC?

Ahora metido a tertuliano, lo que faltaba.

Tantas décimas y tantos matices y es posible que si te preguntan dentro de seis meses a quién votaste en las generales estés "amoriau" como el de la viñeta.

2008/03/09

EL VOTO. DUDAS DE ÚLTIMA HORA Y LAS PREBENDAS DEL PODER


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¿Cómo es posible que el atentado no te haya hecho cambiar el sentido del voto pero a lo mejor otros detalles sí inclinan la balanza a otro lado?
Lo tenías prácticamente decidido y eso que no leíste los programas electorales, y es que a la hora de elegir te fías del corazón, ¿o es la razón? ¿dónde termina el corazón y dónde empieza la razón?
Leíste hace unos días una entrevista al poeta asturleonés Antonio Gamoneda, que encabeza un pliego de firmas a favor de Zapatero y justificaba su voto con estas palabras: «He firmado por convicción. A los discursos electorales no hay que creerles mucho, pero la diferencia entre la izquierda y la derecha es que el sentido de la izquierda es hacer políticas en favor de los intereses sociales, y el de la derecha, aquí y en otros países, es hacer política en favor de intereses económicos». Te queda la duda de si ese es un voto con el corazón o con la razón. Al final después de multitud de análisis y sesudas lecturas te quedas con cuatro ideas básicas: la derecha crea riqueza y la izquierda la reparte. El electorado es sabio (o interesado y egoísta) y entre su sabiduría y su interés va consiguiendo que unas veces gane la derecha y se cree riqueza y a no tardar mucho venza la izquierda y se reparta.
Cuando te enteras por tu mujer de una conversación de peluquería, según la cual un hijo le dijo a su madre que había que votar al PSOE porque con cuatro suspensos se pasaba de curso, ¿eso es votar con el corazón o con la razón? ¿en su caso, con qué razón?
Lo dicho, que sea por el corazón o por la razón, la noche del viernes tenías casi decidido el voto pero entre reuniones de comunidad, ensayos musicales y otros alternes, fuiste dejando pendientes para mejor ocasión esos artículos de fondo de la prensa. Pues bien, el sábado por la mañana lees esos periódicos atrasados y encuentras un artículo de un comentarista político que te hace caer en la cuenta de que así como el PP combinó para los carteles electorales asturianos las fotos de Rajoy y de Gabino de Lorenzo, alcalde de Oviedo y número 1 al Congreso, el PSOE difundió únicamente la imagen de Zapatero, no la de Álvaro Cuesta, el número 1 del PSOE. No te habías dado cuenta, pero es verdad.
Después de leer esa prensa atrasada, como es todavía un poco pronto para ir hasta el Fontán, sigues con LA VOLUNTAD, de Azorín, y héteme aquí que al llegar a la página 253 lees lo siguiente: “Un político es un hombre que se mueve mecánicamente, que pronuncia inconscientemente discursos, que hace promesas sin saber que las hace, que estrecha manos de personas a quines no conoce, que sonríe, sonríe siempre con una estúpida sonrisa automática…Esta sonrisa Azorín la juzga emblema de la idiotez política. Y esa sonrisa es la que ha encontrado también en el periodismo y en la literatura. El periodismo ha sido el causante de esta contaminación de la literatura. Ya casi no hay literatura. El periodismo ha creado un tipo frívolamente enciclopédico, de estilo brillante, de suficiencia abrumadora. Es el tipo que detestaba Nietzsche: el tipo que no es nada, pero lo representa casi todo”. Los especialistas han desaparecido; hoy se escribe para el periódico, y el periódico exige que se hable de todo. Dentro de treinta años todos seremos periodistas, es decir, nadie sabrá nada de nada. Nos limitaremos a sospechar las cosas, lo cual tiene la ventaja de que ahorra tiempo y no entristece el espíritu con la melancolía de las lecturas largas”. Tuviste que volver a releerlo y después fuiste a la introducción para ver de cuándo es esa novela: de 1901.
Ya son las doce y media y es la hora de salir. Según subes por la calle Gascona, ves que cuatro pasos delante de ti va Álvaro Cuesta, que ya es raro ver a Álvaro por Oviedo, pero todo es posible en las campañas electorales. Te imaginas que entrará en la sede de la agrupación socialista, que está allí mismo en la casona de Campomanes, pero no, sigue de frente. Por esas paradojas de los repartos electorales, de la farola más próxima a la sede socialista no cuelga un cartel del PSOE sino uno de Rajoy, que ya es coña.
Al final llegas al Fontán y te tomas lo de siempre y ¡carajo! al poco tiempo, en la mesa contingua se sienta Álvaro Cuesta y al instante, ¡carajo! ves que el dueño del establecimiento trae tres pinchitos, detalle de la casa, para Álvaro y sus dos acompañantes, obsequio que jamás has visto en ese establecimiento con ningún cliente.
Sería de mala educación rechazarlo por parte del político por un igualitarismo a ultranza, pero le das vueltas y más vueltas a las prebendas del poder, unas veces buscadas, otras otorgadas.
Te preguntas si lo que no consiguió un atentado, que es cambiar el sentido de tu voto, lo va a lograr un pincho, un comentario periodístico o un pasaje de hace más de un siglo de Azorín.
Como en tantas ocasiones, seguramente cuando salgas de casa todavía no lo tendrás decidido. Cuando cruces la calle lo seguirás pensando. Cuando entres en la Consejería de Sanidad y veas el montón de papeletas, entonces no tendrás más remedio que coger una, Buridán.
Tienes algo más claro lo del Senado, menos mal.

ETA

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PEDRO DE SILVA

ETA cree tener un programa político, pero tiene un programa genético. Su programa genético es matar, como el del castor formar diques, el del cuco poner huevos en nido ajeno o el del escorpión clavar el aguijón. Un programa genético sólo se cura con la extinción biológica. ETA es la enfermedad mental de una parte del pueblo vasco, extendida a todos los que apoyan a ETA o la usan para sus fines. En un Euskadi independiente ETA seguiría matando, hasta imponer su dictadura, y, mediante ella, seguir aniquilando al disidente. ETA al final ha hecho campaña. Un solo mitin, un solo acto, un solo spot, una piedra en el estanque para romper con sus ondas la lógica de la democracia. El argumento criminal de ETA sólo puede merecer una respuesta: la normalidad democrática y la más cálida y fraterna solidaridad con la familia de Isaías. Si alguien busca un rédito no lo cobrará, lo pagará.
http://www.lne.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2008030800_42_615030__Asturias-Jornada-dignidad


LA HIJA DE ISAÍAS CARRASCO:
"Quiero agradecer de corazón el apoyo del pueblo de Arrasate; el cariño, apoyo y calor que está mostrando la gente anónima con mi madre y mis hermanos. Quiero agradecer el apoyo de los socialistas. Mi padre murió por defender la libertad, la democracia y las ideas socialistas. Era un hombre valiente que ha dado la cara y los que lo han matado son unos cobardes. Unos cobardes sin cojones. Pero sobre todo pido un cosa: y es que el asesinato de mi padre no sea manipulado por nadie. Eso no lo vamos a tolerar. Yo, mi madre, todos iremos a votar. Los que quieran solidarizarse con nuestro dolor, que acudan masivamente a votar el domingo. Para decir a los terroristas que no vamos a dar ni un solo paso atrás. Son unos hijos de puta".
http://www.elpais.com/articulo/espana/Quien/quiera/solidarizarse/dolor/vaya/votar/domingo/elpepuesp/20080308elpepunac_7/Tes

2008/03/08

EL ASESINATO DE ISAÍAS CARRASCO

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Estarías mirando el reloj para ver si daban de una vez las dos y podías tomar un poco de sidra, pero faltaba todavía un cuarto de hora. Cuando apagaste el ordenador, ya le habían pegado cinco tiros a Isaías Carrasco.

Fuiste tan tranquilo y estuviste departiendo con Emilio y con Nieves de lo divino y de lo humano, de nombres curiosos de las esquelas (otras esquelas), de futuros conciertos y del origen geográfico de vuestros castellanos apellidos, Luengo, de Melgar, Albalá de León. Fue marchar ellos y llegar Rafa, otro habitual, y, acto seguido, tu hermana. Salió la conversación de que su suegro y vuestro padre eran compañeros en el taller y tú no lo sabías. Al poco llega Germán el de HUNOSA e Isauro, de Fierros y la conversación derivó sobre fotos del pasado y genealogías varias.

Ya habría empezado el telediario y es seguro que estarían dando la noticia pero vosotros estabais comentando otra muerte, la de Francisco José en Argentina, al que incineran este sábado en su tierra. Al encuentro que tuviste con Francisco José le dedicaste hace unos meses, cuando lo conociste, uno de tus artículos más logrados, y perdón por la autocita.
Con tanto interlocutor y tanta conversación, llegaste a casa a la hora de la segunda copa si hubiera la costumbre del café. Mientras comías, con Radio 5 de fondo, oíste que algo había pasado, que habían matado a un antiguo concejal del País Vasco, de nombre Isaías Carrasco. No son nombres ni apellidos vascos. Oíste los primeros comentarios de condena mientras te preguntabas de qué partido sería el asesinado. No tardaron en decir que era del Partido Socialista, pero ¿qué más te daba? ¿qué consecuencias diferentes se derivarían si el asesinado fuera del PP? Las ideas se disparan aunque no quieras y no piensas que puedan asesinar a concejales de otros partidos.
Tu mujer salió a hacer unas compras y no comentaste nada. Dormiste la siesta y aprovechando que la casa estaba en silencio leíste unas páginas de Azorín. Cuando terminó el silencio pusiste el teletexto, más que nada por saber la edad del asesinado y cuándo había sido concejal. La información no iba mucho más allá. No te paraste ni siquiera a leer las previsibles opiniones.

Os llamaron unos amigos para salir a tomar unos vinos. No sueles hablar de política con ellos y nada se habló del asesinato. En el bar donde estuvisteis no se cabía. No parecía que aquella mañana hubieran matado a nadie. Volvisteis para casa. Mientras pelabas una manzana pusiste Radio Clásica. No querías oír ninguna emisora que mezclara informaciones con opiniones para formarte tú mismo la tuya propia.
Terminada la manzana, te conectaste a internet y entraste en Le Monde y en The New York Times porque te parece que pueden dar la información más aséptica. Quedaste helado con el comentario de un forista. Una vez más Le Monde llamaba a ETA “la organización separatista”. Como dice el espontáneo, imperdonable aunque sea un despacho de agencia. Menos mal que a la Erzaintza la llaman “policía española”.

Même si c'est une dépêche d'agence, on ne peut pas admettre que le Monde traite une bande terroriste d'"organisation séparatiste"; un tir dans la nuque de "méthode habituellement utilisé par les séparatistes" et parler de "quarante ans d'attentats pour l'indépendance du Pays basque" sans sentir qu'il adresse une insulte aux victimes de ces assassins et à tout le peuple espagnol.


No va mucho más allá The New York Times que se refiere a ETA como the basque militant group. Buscas en el Collins de bolsillo la traducción militant group y significa lo que parece: grupo militante.

Estás acostumbrado a ver que se sacan conclusiones de los atentados y tú te deslizas sin querer por ese camino. Por de pronto te parece, ya lo dijiste, que solamente podían ser objetivos de ETA los concejales de los dos partidos que estuvieron en el poder central y los que pueden oponer resistencia en el País Vasco al avance nacionalista. De paso meten el miedo en el cuerpo a cualquier humilde ciudadano que se quiera presentar para concejal en el futuro, preocupado simplemente en mejorar el alumbrado de las calles o la limpieza de los colegios. Piensas en este momento en Luis, el concejal del PP de Llanera, con el que coincides a veces viendo al Sporting cuando lo televisan a las doce; o en tu vecino de arriba, Roberto el alcalde de Belmonte, del PSOE; o en Gema, la concejala del PSOE de Pola de Lena; o en Carlos Blanco, tu compañero de promoción, concejal en un pueblo de León, también del PSOE, estos últimos en la oposición, que poco sacarán en limpio.

¿Y qué decía el programa del PSOE para las elecciones de 2004? Esto.

Todos contra el terrorismo; todos con sus víctimas.
Para los socialistas, el terrorismo sigue siendo el único conflicto no resuelto de los que afectan a la convivencia de los españoles. Su presencia –vil y cruel- se mantiene viva en los atentados, chantajes y amenazas que, con mayor o menor frecuencia y mayor o menor gravedad, se siguen produciendo. Su presencia también se hace viva en los miles de víctimas que, con su testimonio de dolor y compromiso, recuerdan a diario a la sociedad que el terror carece de principios, que no persigue más objetivo que su propia supervivencia y que la paz y la libertad no se consiguen cediendo a sus amenazas.
Nada ha dado ni dará mejores frutos para la erradicación definitiva del terrorismo que la combinación de la acción policial decidida y constante, la eficaz cooperación internacional, la movilización de los ciudadanos y la unidad de los demócratas.
Basándonos en estas convicciones, propusimos al Gobierno un Pacto de Estado por la Libertad y contra el Terrorismo en el que se incluía el compromiso de renunciar a la utilización del terrorismo como arma electoral.
Los socialistas creemos que hay que comprometer todos los recursos morales y materiales en la lucha contra el terrorismo y en la reparación de sus efectos. Por todo ello, Nos comprometemos al cumplimiento escrupuloso y estricto del Pacto de Estado Por la Libertad y Contra el Terrorismo suscrito entre el Partido Socialista Obrero Español, el Partido Popular y el Gobierno de la Nación y, en especial, a renunciar a la utilización política del terrorismo; nos comprometernos a mantenerlo vivo y en vigor hasta la derrota total de ETA o su disolución efectiva.
Nos comprometemos a la observancia estricta de la Constitución y por tanto rechazamos cualquier negociación que implique el pago de un precio político democrático por el fin de la violencia.
Cuando acabaste de leer esto hiciste una mueca, apretaste los labios, en ese gesto típico tuyo, y acto seguido respiraste hondo por la boca.
Promoveremos el diálogo entre el Gobierno de la Nación y el Gobierno del País Vasco con el objetivo de comprometer la acción conjunta de ambos en la lucha contra el terrorismo en todas sus manifestaciones y para la coordinación de todas las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
Compareceremos en el Parlamento para informar a los Grupos Parlamentarios del estado de la lucha contra el terrorismo, con el fin de buscar estrategias comunes en la que también se incluyan iniciativas concretas para asegurar el derecho a la vida y a la libertad de expresión, manifestación y pensamiento de cuantos se sienten abstracta o concretamente amenazados.
Mantendremos el apoyo moral y material a las víctimas de la violencia terrorista.

2008/03/07

DE ÁGUILAS Y BUITRES


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No conoces el caso de esta chica ni qué trasfondo habrá en realidad, pero te la imaginas ilusionada cuando la llaman a trabajar para una empresa que se llama PSICÓLOGOS EMPRESARIALES. Pensaría para sus adentros que una entidad con ese nombre tiene que tratar bien al personal. No tardó en darse cuenta de que no era oro todo lo que relucía. Al poco de entrar se habrá enterado de que esa empresa era una escisión de otra que mucho le suena, SHL, muy conocida en el ámbito de la consultoría y en la selección de personal.

Acabaría convencida de que las más de las veces los nombres son pura fachada y que no podía ser verdad la propaganda oficial: La asunción de la complejidad humana y la solidaridad con los marginados son valores que van a empezar a tomar verdadero peso en las sociedades desarrolladas; así lo conciben en Psicólogos Empresariales, que cuenta, como principales puntos de apoyo con la pasión y el compromiso con las personas.

Lo peor de todo era que no había cumplido los treinta años y le habían injertado la mentalidad calculadora de un prejubilado

2008/03/06

EL SEGUNDO DEBATE. LA IZQUIERDA QUE SE FLAGELA

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Por contraposición a lo que hiciste con el primero en el que escribiste el comentario que te pareció, sin escuchar opiniones de tertulianos, en este segundo leíste los titulares pero pasando de largo por la letra pequeña. Por una parte, según vieras el autor, ya sabías lo que iba a opinar. Para todos los socialistas o filosocialistas ganó Zapatero; para todos los populares o filopopulares el ganador claro fue Rajoy; ningún nacionalista ni de IU da un aprobado a ningún candidato; todos arriman el ascua a su sardina. Los argumentos son previsibles. Nadie admite que el contrario dé propuesta alguna, si acaso ocurrencias. Todos dirán que lo único que hizo el otro fue atacar al propio líder.

A primera vista, según la prensa ganó Zapatero pero tú no lo ves tan claro. Te pareció impactante la idea del libro blanco, que acabó publicándose con retraso, aunque no llegaste a comparar las afirmaciones del Presidente con la referencia exacta que se contiene en el libro blanco para ver si coincide o si mintió.

No te gustó que cortara tantas veces al otro candidato y que Olga Viza estuviera tan condescendiente. Incluso una vez que lo cortó notaste una mirada de dureza, de reproche, de Zapatero hacia la moderadora, como si le estuviera diciendo: ¿a mí te atreves a cortar, a mí?.

Con lo de la ñiña, no sabes si Rajoy estuvo valiente o necio. Te pareció y te sigue pareciendo una ñoñería y te extrañó que Zapatero dejara pasar por alto una oportunidad de entrar por ahí. Tampoco te gustó su alusión al número de muertos en atentados terroristas durante el período popular.

En La Nueva España, diversos comentaristas o simplemente personas conocidas dan su versión y puntúan a los candidatos con distintas notas: unos dan un uno a uno y un ocho a otro; otros lo hacen casi al revés, lo que no te esperas es que el Notario de Gijón Ángel Aznárez otorgue a Zapatero un 6,9. Eso ya es afinar. Ya te gustaría a ti tener tan nítidas las cosas en la vida, pero por eso este blog se llama como se llama.

Coincides plenamente con la opinión de Pepe Monteserín, columnista habitual de La Nueva España, con ligera tendencia a la izquierda, que dio un cinco a Rajoy y un cuatro a Zapatero. Pepe Monteserín pertenece a la izquierda que se flagela.

2008/03/05

MODERNO ASNO DE BURIDÁN


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Por si algún despistado lector habitual de este blog no tuvo la curiosidad de preguntar por qué este rótulo de Buridán, reproduces un entretenido resumen que encuentras en otro blog.
El " asno de Buridán" era un pobre pollino al que, tras tenerlo varios días sin comer, se lo puso justo entre dos montones de heno completamente iguales por su cantidad, forma, frescor, etc. El animal era incapaz de moverse porque no encontraba más razones para ir para uno que para otro. Su vacilación insensata acabó conduciéndolo hasta la muerte. Se supone que la moraleja de esta historia sería que la mera consideración lógica de las cosas no nos ayuda por sí misma a decidirnos en nuestra conducta práctica. Desde esta perspectiva, el burro muere de hambre por impecablemente racional

2008/03/03

DEMAGOGIA A LA INVERSA



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Este domingo estuviste aplicado y leíste puntualmente el MAGAZINE, la revista semanal que el grupo editorial al que pertenece LA NUEVA ESPAÑA reparte los domingos. No exageras si dices que entre magacines y países semanales tendrás pendientes de leer cerca de ochenta, repartidos entre el maletero del coche (a modo de reserva espiritual para tiempos muertos) y el trastero. La mayor parte de artículos y reportajes da lo mismo leerlos cuando se publican que dos años después, incluso este que vas a comentar ahora puede venir a cuento dentro de un año o de tres cuando vuelvan a convocarse elecciones de cualquier tipo.

Yendo ya al grano, Ángeles caso titula su artículo semanal VAYA ESPECTÁCULO y lo dedica, para ridiculizarlos, a los políticos y sus promesas y los compara con vendedores de feria. En el punto central de su artículo lees que “Entretanto, en medio de tanto mitin y entrevista y declaración, todavía no he oído que ninguno de ellos hable en profundidad –y a menudo ni siquiera en superficie- sobre cómo construir una sociedad más responsable y justa y también más libre y crítica, sobre nuestro fracaso escolar, sobre las carencias de nuestra Seguridad Social, sobre las complicaciones para poner en práctica la ley de Dependencia, sobre la necesidad de regular de una vez por todas los cuidados paliativos, sobre cómo solucionar el problema de las mujeres que necesitan abortar y no pueden hacerlo, sobre la conciliación del trabajo y la familia, sobre el desarrollo de la ciencia, sobre la carestía de la vivienda, sobre la reducción de emisiones de CO2, sobre…”.

No esperará Ángeles Caso ni nadie, que en una entrevista como máximo de doble página o en un mitin de hora y media se detalle cómo piensa el partido ganador abordar el fracaso escolar o la reducción de emisiones de CO2.

Si tuviera interés entraría en un humilde periódico de provincias y a golpe de ratón podría descargarse y leer los programas electorales de los partidos más representativos. Podrá, si tiene paciencia, leer, aunque sea por encima, las 317 páginas del programa del PSOE, las 105 del del PP, las 164 del de IU, las 40 del de CiU o las 43 del PNV. En esa web figura un resumen del programa del PP, pero entrando en la web del PP se puede descargar el programa completo de 338 páginas.

Por tocar solamente un punto de los mencionados, el del fracaso escolar, abriendo el programa del PP y buscando la palabra fracaso se puede leer que entre sus objetivos están los siguientes, y más que no incluyes por no aburrir:
• Reducir a la mitad, en cuatro años, la distancia que nos separa de la Unión
Europea en cuanto a fracaso escolar y alcanzar, en otros cuatro, una tasa de graduación en educación secundaria obligatoria del 90 por 100 del alumnado.
Al lograr este objetivo, se habrá incrementado el número de graduados en educación secundaria obligatoria en más de 80.000 alumnos por año.
• Reducir el abandono educativo temprano desde el 30 por 100 actual, hasta alcanzar en el plazo de ocho años el objetivo del 10 por 100 establecido por
• Mejorar los resultados escolares en lengua y matemáticas de modo que el 90 por 100 de los alumnos alcancen los conocimientos y competencias básicas.
• Promover la vertebración del sistema educativo para que los objetivos enunciados en los puntos anteriores se consigan en todo el territorio nacional, evitando una España con distintas velocidades en materia educativa.

Entrando en la web de IU se puede ver que dedica cinco páginas al desarrollo del programa electoral en materia de educación.

Rosa no va a poder ni siquiera apoyar pero en su programa se detalla qué haría para eliminar el fracaso escolar:

UPyD promoverá una reforma educativa en todos los niveles con la finalidad de reducir drásticamente el fracaso escolar y mejorar el nivel de conocimientos medios de los estudiantes españoles. Para ello, se comprometerán los recursos presupuestarios necesarios a fin de mejorar las instalaciones, favorecer la cualificación del profesorado y aumentar su nivel retributivo. En otra parte del programa se hace referencia a los planteamientos organizativos y a los fundamentos que defendemos para el sistema educativo, por lo que no es necesario insistir aquí en ellos. Una educación de calidad, atenta al mérito y a los conocimientos de los alumnos, que no excluya a nadie por sus recursos económicos, requiere que el Estado vuelva a hacerse cargo de todas las competencias en esta materia. Y necesita, además, el compromiso de toda la sociedad para aportar la financiación necesaria. Por ello, a lo largo de la legislatura deberá alcanzarse el nivel promedio de gasto educativo de la UE, lo que supone un incremento equivalente al 0,25 por 100 del PIB cada año.

En el mismo sentido el resto de partidos.

No copias la parte del PSOE porque el fichero tiene un sistema anticopia, pero dedica un buen número de páginas a la cuestión.

Y así lo demás, de manera que Angeles Caso y cualquiera pueden comprobar el programa electoral. Luego podrá decirse que no lo cumplirán aunque ganen, que también es verdad (porque se necesitará pactar y renunciar a parte del proyecto) o que habría que votar al socio de gobierno.

Ganas de enredar, demagogia a la inversa.

BLOGS Y LIBERTAD DE EXPRESIÓN

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http://garciamado.blogspot.com/

Lectura recomendada. Uno de sus últimos artículos (en el momento de escribir esto el penúltimo) se titula así.

2008/03/02

DESCONFIAR

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No te hace falta estar en campaña electoral para desconfiar de las ofertas. Si, además, antes de analizar cada hecho de la vida, te pones las gafas jurídicas, en las que las cosas no son ji o ja sino depende, tendrás que reconocer que te asaltan más las dudas que las certezas.

Cuando llegas a la página 52 de La Nueva España se te escapa en voz alta: “ya tardaban”.

Las gafas jurídicas te hacen dudar acerca de cuando estamos ante un derecho adquirido o ante una expectativa de derecho. En teoría no hacen falta demasiados tecnicismos para dar con la diferencia: el derecho adquirido está adquirido, se tiene ya. La expectativa es una esperanza. Lo que no está tan claro es cuándo estamos ante uno u otra en cada caso concreto.

No instalaste ningún acumulador en tu vivienda porque desconfiabas del funcionamiento de la tarifa nocturna. No compraste pisos pensando en las desgravaciones: si existían, las aplicabas en la declaración de la renta, pero no te decidías a comprar por la desgravación. Tampoco te decidiste a cambiar el coche de gasolina por uno de gasoil porque este combustible fuera más barato.

Ya tienes años para descubrir que las desgravaciones se fueron recortando; y para ver que la diferencia entre el litro de gasoil y el de la gasolina ya no es el que era. Ahora le toca el turno a la tarifa nocturna.

Moraleja: no te vendrá mal desconfiar de las grandes palabras y los largos plazos, vive el día a día, no te desanimes por los cambios porque ya lo dijo Heráclito, el filósofo griego: todo fluye, todo cambia, no te bañas dos veces en el mismo río; no te creas que tienes un montón de derechos adquiridos, a lo sumo tendrás meras expectativas de derechos.

2008/03/01

LA FAMILIA DE PASCUAL DUARTE, de Camilo José Cela

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Terminaste de leer hace unos días LA FAMILIA DE PASCUAL DUARTE, libro de fácil lectura, que recomiendas. Quieres dejar constancia de unos párrafos por si alguien se anima.

- ALGO QUE SE PARECE A UNA CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA.
- UNA DE TRENES
- DISCUSIONES ENTRE GENTE EDUCADA
- ATENCIÓN AL CLIENTE AÑOS CUARENTA


ALGO QUE SE PARECE A UNA CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA


Tres mujeres hubieron de rodearme cuando Pascualillo nos abandonó; tres mujeres a las que por algún vínculo estaba unido, aunque a veces me encontrase tan extraño a ellas como al primer desconocido que pasase, tan desligado de ellas como del resto del mundo, y de esas tres mujeres, ninguna, créame usted, ninguna, supo con su cariño o con sus modales hacerme más llevadera la pena de la muerte del hijo; al contrario, parecía como si se hubiesen puesto de acuerdo para amargarme la vida. Esas tres mujeres eran mi mujer, mi madre y mi hermana.

Temía a la puesta del sol como al fuego o como a la rabia; el encender el candil de la cocina, a eso de las siete de la tarde, era lo que más me dolía hacer en toda la jornada. Todas las sombras me recordaban al hijo muerto, todas las subidas y bajadas de la llama, todos posruidos de la noche, esos ruidos de la noche que casi no se oyen, pero que suenan en nuestros oídos como los golpes del hierro contra el yunque.
Allí estaban, enlutadas como cuervos, las tres mujeres, calladas como muertos, hurañas, serias como carabineros. Algunas veces yo les hablaba por tratar de romper el hielo.
- Duro está el tiempo.
- Sí…
Y volvíamos todos al silencio.
Yo insistía.
- Parece que el señor Gregorio ya no vende la mula. ¡Para algo la necesitará!.
- Sí.
- ¿Habéis estado en el río?
- No…
- ¿Y en el cementerio?
- Tampoco.
No había manera de sacarlas de ahí. La paciencia que con ellas usaba, ni la había usado jamás, ni jamás volviera a usarla con nadie. Hacía como si no me diese cuenta de lo raras que estaban, para no precipitar el escándalo que sin embargo había de venir, fatal como las enfermedades y los incendios, como los amaneceres y como la muerte, porque nadie era capaz de impedirlo.

Las más grandes tragedias de los hombres parecen llegar como sin pensarlas, con su paso de lobo cauteloso, a asestarnos su aguijonazo repentino y taimado como el de los alacranes.
(….)
"Se mata sin pensar, bien probado lo tengo; a veces sin querer. Se odia, se odia intensamente, ferozmente, y se abre la navaja, y con ella, descalzo, hasta la cama donde duerme el enemigo. Es de noche, pero por la ventana entra el claror de la luna; se ve bien. Sobre la cama está echado el muerto, el que va a ser el muerto. Uno lo mira, lo oye respirar; no se mueve, está quieto como si nada fuera a pasar. Como la alcoba es vieja, los muebles nos asustan con su crujir que puede despertarlo, que a lo mejor había de precipitar las puñaladas. El enemigo levanta un poco el embozo y se da la vuelta: sigue dormido. Su cuerpo abulta mucho; la ropa engaña. Uno se acerca cautelosamente; lo toca con la mano con cuidado. Está dormido, bien dormido; ni se había de enterar...

Pero no se puede matar así; es de asesinos. Y uno piensa volver sobre sus pasos, desandar lo ya andado... No: no es posible. Todo está muy pensado; en un instante, un corto instante y después...

Pero tampoco es posible volverse atrás. El día llegará y en el día no podríamos aguantar su mirada, esa mirada que en nosotros se clavará aún sin creerlo.

Habrá que huir; que huir lejos del pueblo, donde nadie nos conozca, donde podamos empezar a odiar con odios nuevos. El odio tarda años en incubar; uno ya no es un niño y cuando el odio crezca y nos ahogue los pulsos, nuestra vida se irá. El corazón no albergará más hiel y ya estos brazos, sin fuerza, caerán..."



UNA DE TRENES

Al tren lo fui a alcanzar en Don Benito, donde pedí un billete para Madrid, con ánimo no de quedarme en la corte sino de continuar a cualquier punto desde el que intentaría saltar a las Américas; el viaje me resultó agradable porque el vagón en que iba no estaba mal acondicionado y porque era para mí mucha novedad el ver pasar el campo como en una sábana de la que alguna mano invisible estuviera tirando, y cuando por bajarse todo el mundo averigüé que habíamos llegado a Madrid, tan lejos de la capital me imaginaba que el corazón me dio un vuelco en el pecho; ese vuelco en el pecho que el corazón siempre da cuando encontramos lo cierto, lo que ya no tiene remedio, demasiado cercano para tan alejado como nos lo habíamos imaginado.


Como bien percatado estaba de la mucha picaresca que en Madrid había, y como llegamos de noche, hora bien a propósito para que los truhanes y rateros hicieran presa en mí, pensé que la mayor prudencia había de ser esperar a la amanecida para buscarme alojamiento y aguantar mientras tanto dormitando en algún banco de los muchos que por la estación había. Así lo hice; me busqué uno del extremo, algo apartado del mayor bullicio, me instalé lo más cómodo que pude y, sin más protección que la del ángel de mi guarda, me quedé más dormido que una piedra aunque al echarme pensara en imitar el sueño de la perdiz, con un ojo en la vela mientras descansa el otro. Dormí profundamente, casi hasta el nuevo día, y cuando desperté tal frío me había cogido los huesos y tal humedad sentía en el cuerpo que pensé que lo mejor sería no parar ni un solo momento más; salí de la estación y me acerqué hasta un grupo de obreros que alrededor de una hoguera estaban reunidos, donde fui bien recibido y en donde pude echar el frío de los cueros al calor de la lumbre.


DISCUSIONES ENTRE GENTE EDUCADA

En el Retiro anduvimos dando vueltas por el paseo de al lado del estanque y en una de ellas el Estévez se lió a discutir a gritos con otro que por allí pasaba, y a tal velocidad y empleando unas palabras tan rebuscadas que yo me quedé a menos de la mitad de lo que dijeron; reñían porque, por lo visto, el otro había mirado para la Concepción, pero lo que más extrañado me tiene todavía es cómo, con la sarta de insultos que se escupieron, no hicieron ni siquiera ademán de llegar a las manos. Se mentaron a las madres, se llamaron a grito pelado chulos y cornudos, se ofrecieron comerse las asaduras, pero lo que es más curioso, ni se tocaron un pelo de la ropa. Yo estaba asustado viendo tan poco frecuentes costumbres pero, como es natural, no metí baza, aunque andaba prevenido por si había de salir en defensa del amigo.

Cuando se aburrieron de decirse inconveniencias se marcharon cada uno por donde había venido y allí no pasó nada. ¡Así da gusto! Si los hombres del campo tuviéramos las tragaderas de los de las poblaciones, los presidios estarían deshabitados como islas.


ATENCIÓN AL CLIENTE AÑOS CUARENTA

Fui a la agencia, pregunté en una ventanilla, de donde me mandaron a preguntar a otra, esperé en una cola que duró, por lo bajo, tres horas, y cuando me acerqué hasta el empleado y quise empezar a inquirir sobre cuál destino me sería más conveniente y cuánto dinero habría de costarme.

Él -sin soltar ni palabra- dio media vuelta para volver al punto con un papel en la mano.

-Itinerarios..., tarifas... Salidas de La Coruña lo s días 5 y 20.

Yo intenté persuadirle de que lo que quería era hablar con él de mi viaje, pero fue inútil. Me cortó con una sequedad que me dejó desorientado.

-No insista.

Me marché con mi itinerario y mi tarifa y guardando en la memoria los días de las salidas. ¡Qué remedio!