Los crímenes y los sucesos tienen un morbo contra el que es difícil luchar. Por desgracia cuando no hay dos de actualidad, surge un tercero que hace olvidar pronto a los anteriores. Los tres que ahora te ocupan (ibas a escribir “y te preocupan”, pero no es verdad, el de Fago ya está alejado en el tiempo y no te preocupa) son el reiterado de Fago, de actualidad por la serie de TV; el de una chica asturiana de 22 años quemada viva según parece y que apareció en un vertedero de Langreo; y una tercera en algún lugar de España, de la que te da repelús escribir las fechorías que le hicieron.
Leíste algo sobre lo de Fago en aquel momento, cuando se cometió. Tenías tus dudas sobre si el alcalde era un autoritario o un justiciero y en este caso la conjunción “o” no significa que autoritario excluya a justiciero. Leíste estos días muy por encima que andaba por los juzgados si se emitía o no en antena. Ya dices que no viste ningún capítulo, pero te parece que lo mejor sería haberlo prohibido. Con qué argumentos, no lo sabes, pero es muy fácil que quienes vayan a ser elegidos como jurados tengan una predisposición por lo visto en televisión o que esa predisposición no la tengan los jurados pero si la audiencia, que castigará con sus críticas el veredicto del jurado si no se ajusta a sus sensaciones.
Cuando en las primeras lecciones de Derecho Procesal oías que “lo que no existe en el proceso no existe en el mundo” te sonaba a chirigota. Más tarde te darías cuenta de que era verdad. Cuando tenga lugar el juicio, será el momento de presentar las pruebas y los testimonios necesarios y lo que existirá y tendrá consecuencias será lo que se pueda probar. Lo otro no existirá. Lo que ahora se emita solamente servirá para intoxicar y mediatizar. No viste la serie y no sabes qué tesis apoya, pero te parecería una burla que se acabara descubriendo que detrás haya oscuros intereses para apoyar alguna tesis e influir en la opinión pública y en el jurado.
Por lo mismo, te niegas a leer más sobre la hojarasca de las informaciones sobre la chica quemada viva en Langreo. Si esa tarde el teléfono lo marcó él o lo marcó ella; si tenía o no saldo; si él lavó o no el coche; si ella dijo y a quién que se sentía amenazada; si él compró o no la lata de gasolina, se sabrá en el juicio porque ahora todas las filtraciones son interesadas y peligrosas para la verdad.
Lo que lamentas es haber leído algo sobre el asunto, y que te hayas ido formando algún injusto prejuicio sobre él o sobre ella.
Del tercer caso truculento, ni palabra, mejor seguir repasando a Azorín.
Al servicio de quien me quiera: Porque sí y porque sé
Hace 19 horas
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