2013/12/22

PINTANDO LA NAVIDAD (Cuento de Navidad)

Luis se lo advirtió: no sabría hasta última hora si podría acudir a la cena de la Nochebuena. Todo dependía de cómo evolucionara esa diarrea que había incubado el fin de semana. Llevaba unos días con fiebre, se quejaba de unos más que molestos retortijones de barriga y sentía ganas de devolver cada dos por tres. Además estaba prácticamente afónico. Si se encontraba un poco mejor acudiría, pero no les prometía una presencia continuada en la mesa, es más, tenía miedo de que la flojera le obligara a pasar más tiempo sentado en la taza del excusado que en la reservada para él en el comedor. Eso fue lo que dijo.

- Ven como sea, Luis, ya verás cómo por la noche te encuentras mejor. Si no estás para conducir, te voy a buscar, eso no es problema.
- Lo intentaré, me apetece.
- En la casa hay dos baños, uno queda reservado para ti.
- Siendo así, cuenta conmigo, Marti.

Luis echó mano de unas láminas del papel texturado y semiáspero, un tipo de material que no siempre utilizaba pero lo encontró el más adecuado para la ocasión. Seleccionó algunos pinceles y también unos pequeños trozos de esponja y algún trapo, que de todo eso utilizaba para trabajar los pigmentos. Lo metió en una bolsa de publicidad de una farmacia. Así pasaría más fácilmente los inevitables controles visuales de sus amigos, buenos amigos, pero un poco cotillas.

Este año se encargaba Marti, Martiniano, de organizar en su casa la cena de Nochebuena. Por rígido turno rotatorio, se concertaban para cenar esa noche desde hacía veinticinco años, cuando, alejados de su tierra, fueron a coincidir en Paris a comienzos de los ochenta. De aquel remedio nació un compromiso: a partir de entonces se juntarían en las fiestas navideñas.

Había dos elementos que se repetían año tras año: uno, llevar un plato o una bebida, y dos, contar en el trascurso de la comida alguna historia que les hubiera ocurrido en alguna Navidad. La crónica tenía que ser original, pero se toleraba un toque de fábula, que algunos recuerdos escapan al control de la memoria.

Las ancas de rana fueron la elección del anfitrión, Martiniano, leonés, como delata su nombre. Para esta ocasión las preparó marinadas en cerveza y no debió escatimar el tomillo, a juzgar por el olor que desprendían.

Así comenzó Martiniano su historia:

- Había nevado mucho y los trenes no tenían paso. Solía ocurrir varias veces a lo largo del invierno y estábamos atentos. Mi padre y mi madre tenían siempre preparados unos cestos por si había manera de coger un poco de carbón de aquellos vagones destinados a la calefacción de los madrileños. Cuando todavía estaba a medias el primer cesto, oímos unos ruidos y nos tiramos al suelo. Entre las ruedas vimos dos hombres. Tumbado y muerto de miedo, solamente distinguí unas botas que primero se acercaron y luego se acabaron alejando. Contuve la respiración hasta que los perdí de vista. No eran guardias. Eran otros dos vecinos del pueblo que buscaban un vagón con estribo para poder encaramarse arriba, pero el miedo que pasé… A menudo me acuerdo de aquellas botas y aquellos pasos.
- Disculpad, me llega un apretón y tengo que ir al servicio.
- Vete, vete, sigo y luego lo cuento otra vez.

Luis volvió al tiempo de que Xurxo trajera la fuente de un bacalao blanquísimo con coliflor y el correspondiente pimentón dulce tan ricamente espolvoreado con esa maña que tan bien dominan los gallegos.

Tomó la palabra Xurxo:

- Fue un domingo no sé si antes o después de Año Nuevo. Llevaba unos meses en los altos hornos cuando por un despiste que siempre mantuvimos en secreto se produjo en nuestro turno un escape de arrabio que cubrió el cielo de rojo y al instante de negro. Cuando finalicé la jornada y cogí el autobús de la empresa, al darme la vuelta, como Lot, y divisar la imagen de la fábrica tapada por los tejados del polígono próximo, todavía estoy viendo el humo entre rojo y negro sobresalir por la techumbre de las naves…
- Disculpadme otra vez. Pensé que se me cortaría, pero no hay manera.

Llegó ahora el turno de Xuan, que puso el vino de Cangas de Narcea.

- Habría traído de buena gana un chosco, pero es verdad que era demasiado para una vez. Bueno, voy a contar mi parte: tendría cuatro o cinco años cuando ayudaba a Don Emilio, el párroco del pueblo, a colocar el nacimiento. Por andar azotado, tropecé, caí y empecé a sangrar por una rodilla. Un guaje mayor que me vio, en vez de tranquilizarme me dijo que por allí me iba a salir el alma piquinina. Fue lo peor que pude oir, porque pensé que me iba a morir y que no llegaría a ver los juguetes de los Reyes Magos. Desde entonces siempre que veo sangre o un trapo rojo me acuerdo del alma piquinina. Pues después de terminar con el nacimiento…
- Perdonad nuevamente, vaya velada que os estoy dando…

Francisco, rebautizado Xicu desde hace unos años, puso su historia y unas borrachinos hechos con migas de pan de Busdongo y huevos de Puente de los Fierros.

- Siempre que nos reunimos en estas fechas, no puedo olvidar la cantidad de banderas tan bien plantadas ondeando al viento en los mástiles de tantos edificios de Paris, con sus colores rojo, azul y blanco. Estábamos tan contentos allí, éramos tan libres, pero echábamos tanto de menos nuestra tierra. ¿Otra vez tienes que cambiar de asiento, Luis?
- Otro paréntesis, son unos retortijones…

Ahora le tocaba el turno al propio Luis, que comenzó recordando que tenía diecisiete años cuando dando un paseo por un parque con Teresa, se detuvo y apoyó su espalda contra un roble. Mientras un improvisado coro cantaba unos villancicos en la plaza del ayuntamiento próxima, Teresa se dejó abrazar ceñida por la cintura. Aquel momento fue tan dulce y divino que cada vez que veo el triángulo de Dios recuerdo aquel abrazo. Dios debía de andar por allí. Para celebrar el recuerdo, esa imagen que le persigue cada vez que ve una pareja tan tiernamente abrazada, Luis sacó del frigorífico una botella de auténtico cava francés.

- Como estoy tan afónico, ahí dejo mi historia. Ahora os voy a contar la verdad. La diarrea ya se me cortó hace unos días, pero en el WC fui plasmando unos trazos de cada historia que empezabais a contar y aquí está el resultado. Es mi regalo de Navidad para vosotros, con las botas, la sangre, la bandera, el humo de la fábrica, el dulce amor juvenil y, para el que lo quiera ver, el triángulo de Dios.



(Dibujo de José Luis Riestra Alonso que felicitó la Navidad con este cuadro de su cosecha y me dio la idea para un cuento a la inversa: en vez de basar un dibujo en un texto, se basa el texto en un dibujo. Gracias).

ROBOS CONVALIDANTES

Lees la noticia de que un pederasta fue detenido gracias a un robo cometido en su domicilio dándose la circunstancia de que entre los objetos robados se encontraron varias cintas que contenían imágenes de agresiones sexuales sobre menores.

http://www.lne.es/sucesos/2013/12/19/detienen-pederasta-jaen-gracias-ladron/1517078.html

Según la jurisprudencia si la policía sospecha de tráfico de drogas y pide autorización judicial para pinchar un teléfono y de resultas de las escuchas descubren la comisión de un asesinato, tienen que pedir una nueva autorización y lo escuchado no sirve para nada. Se armarán de paciencia y esperarán que los angelitos reanuden la conversación anterior. Siempre te pareció exagerado pero así nos las gastamos cuando nos ponemos tan puristas.

Es curioso que si un particular entra por las bravas, como en el caso del pederasta robado, y a su vez roba pruebas, estas se admitan como válidas. De aceptarse la teoría garantista, quizá deba pedir autorización judicial para un nuevo asalto. A lo mejor entra la policía dando una patada en la puerta y se rechazan las pruebas que sí valen si las consigue el buen ladrón.

Aquí queda de momento tu perplejidad. De todas formas, está por ver en qué queda el asunto. Seguramente no te enterarás del final, como tantas veces ocurre. Lástima.

2013/12/19

CALENDADA

Algunos días oyes una melodía o una palabra y durante unos días no hay manera de quitarla de la cabeza.

Con la calendada palabra calendada estás tropezando desde hace unos días. Tal que así. Hace dos años, quizá un día de lluvia, una viajera más joven que tú sufrió una caída en los mojados azulejos de la estación de La Calzada, ocasionando al parecer notables lesiones y las consecuentes secuelas a juzgar por la demanda recibida en tu compañía.

No sabes si la voluminosa y farragosa reclamación judicial tiene como objetivo conseguir una sentencia favorable a los intereses del cliente o (como mínimo) epatar a este con la dicción o lectura de arcaicas formulas cuasisacralizadas por el uso forense.

Lees en la demanda: “Como consecuencia de la caída, Doña Dolores (…) fue llevada en una ambulancia desde la calendada estación de la Calzada…”. Y casi no eres capaz de pasar de la calendada estación, igual que si mismamente un tren hubiera quedado detenido en ella por una infrecuente avería.

Otrosí sigues leyendo: “Dicha cuestión fue resuelta por el calendado Juzgado de Primera Instancia número 5 de Oviedo a medio del auto número…”. Por cierto, a medio de: otra patochada.

Por no citar que al demandar genéricamente a Renfe-ADIF (sic) hará perder tiempo y algo de dinero a su mandante, por seguir con términos honoríficos.

Desde que leíste la demanda no te quitas de encima la meritada y calendada calenda. Lo más curioso es que calendar no es sinónimo de citar, sino más bien de datar: “poner en las escrituras, cartas u otros instrumentos (ya le vale también al diccionario) la fecha o data del día, mes y año”.

Si fueras juez gramatical, desestimabas directamente la demanda por retórica repipi.

2013/12/18

NO TARDES, TOM

Ruegas al atento lector analizar la letra de la canción que da título a esta entrada.

Para que no resulte demasiada pesada la lectura puede hacerse coincidir con el siguiente vídeo.

http://www.buscatube.com/y3I72nv7sK3gt/NO-TARDES-TOM/

Lejos está cuando yo los conocí,
dejaron ya todos nuestra plantación
para marchar al país de eterna paz.
Oíd el eco de su voz: ¡No tardes, Tom!
¿Por qué llorar si me siento tan feliz?
¿Por qué sufrir si jamás podrán volver?
Ya olvidé cuando se fueron de aquí
Oíd el eco de su voz: ¡No tardes, Tom!
¿En dónde estáis compañeros que amé?
¿Hijitos que dulcemente adormecí?
Gozan de Dios, junto a ellos pronto iré
Oíd el eco de su voz: ¡No tardes, Tom!
Espero, espero, agotado de sudor,
y siento el eco de su voz: ¡No tardes, Tom!»


Ahora procede un minuto de recogimiento y silencio meditando si la canción puede encajar en una ceremonia religiosa, más concretamente si casaría bien en un funeral.

(Minuto para meditar)

Viene esto a cuento de una reciente polémica en los ámbitos religioso y coral asturiano al vetar el párroco oficiante del funeral la interpretación durante el mismo de este conocido espiritual negro y no merece la pena extenderse sobre dónde encuadrar los espirituales negros porque los propios términos los definen.

Ejemplo de encuadramiento:

Esta mañana, mientras dabas cuenta de la botella de sidra y el pincho de picadillo, leías con detalle las declaraciones de diferentes autoridades religiosas más bien cerrando filas con el párroco de San Isidoro. A esa altura del periódico estabas tentado de darles la razón porque tu memoria es frágil. Justamente esta fue la primera canción que te tocó ensayar cuando te incorporaste al coro, una canción muy sencilla y que hace tiempo que cayó del repertorio, lo que sirvió para que olvidaras buena parte de la letra. Ocurre con frecuencia que con el paso del tiempo se recuerdan solamente el principio de las canciones.

Como no hay mejor cosa que documentarse, por suerte en la sección de cartas al director, y al hilo de la polémica, se incluye la letra completa de la canción. Al leerla, es obligado cambiar de opinión.

Por la tarde, en la barra de otro bar, pones la oreja a una conversación próxima que tiene lugar a tu lado. Justamente uno de los miembros del coro afectado está narrando a un contertulio
lo ocurrido. No te aguantes y preguntas en concreto cómo fue:
- Pues muy fácil, antes de la misa el cura preguntó qué se iba a cantar, y al ver No Tardes Tom, dijo que esa no era una canción apropiada, que la conocía bien de haberla cantado en su juventud. En esa parte cantamos únicamente Signore delle cime.

El coro afectado es el coro de Colegio de Aparejadores Bloque al canto. El nombre es simpático y apropiado. No es un coro más. Es un coro de destacada presencia mediática aprovechando la frecuente publicidad que les hace el escritor y columnista Pepe Monteserín, miembros del mismo. Goza también del favor de la prensa, que incluye sus actuaciones en recopilaciones musicales que se reparten a precios reducidos como oferta.

Tú, si fueras el cura, a estas horas estarías arrepentido, pero a lo mejor acertó en la prohibición porque arrepentidos los quiere Dios.

2013/12/13

HAY DÍAS

Hay días en los que coinciden cosas.

- Coincide que te llama Maxi (Masimín) para tomar un café porque cogió un día de permiso para dormir la noche anterior en un piso de Proyecto Hombre. Otro día ayuda en el comedor de las Hermanas de los Desmparados en Gijón o con alguna colaboración en una remota región del África Central.

- Coincide que te llama alarmado Chuso porque no avisaste al grupo del fallecimiento del padre de Javier el de Villoria va a hacer una semana. Tanto mirar esquelas y algunas importantes se te pasan. ¿En qué estarías pensando ese día?

- Coincide que te encuentras a Gustavo, que ahora está en los servicios administrativos de la Universidad y comentáis el estado financiero de la institución y de todas las instituciones, además de acordaros de Hilario, de Mario Conde (otro Mario Conde) y de otros insignes compañeros.

- Coincide que te carteas con Xulio, filólogo andariego, a cuenta del decoyer de tu madre.

- Coincides, sidra mediante, con Ramiro (ex profesor de Física y Química), también conceyón de Renueva, y recordáis a Don Félix Prendes del Busto (tenía Don), dignísimo profesor de Matemáticas y Lenguaje Matemático (A unión B, A intersección B). En la misma participa Bernardo, una institución del Banco de Alimentos que desconocían hasta este momento la coincidencia del guión siguiente.

- Todos pasaron por el Seminario de Oviedo como profesores o como alumnos.

Lo dicho, hay días en los que coinciden cosas.

2013/12/12

DECOYER

Tu madre no hace declaraciones literales a este blog pero observando su recuperación, la implantación de la prótesis en la rodilla izquierda va bastante bien. Tiene, no obstante, bastante cuidado. Dice que le dicen que es muy segura, y es cierto. Una semana antes de la operación anduvo a castañas y, sin perder el buen ritmo, miraba muy mucho donde ponía el pié por si acaso y porque nadie mejor conocía su estado y sus condicionantes.

Ella entiende la operación, y tú con ella, no como un remedio sino como una inversión de futuro.

Trabaja bastante el postoperatorio y, pendiente de una rehabilitación pautada, intenta evitarla haciendo caminatas por su cuenta por el pasillo de casa de tu hermana. Tiene cuidado “por si me decoy (¿decoi?) la rodilla”. Como das muestra de no comprender, porque a veces lo entiendes todo seguido “simedecoy”, preguntas.

- Ah, madre, nunca oyiste lo de decoyer, decíalo güela, yo oílo to la vida.

Vas al diccionario de la Llingua. Decoyer: infestase, amaliñase una mascadura, un granu. No existe nada parecido en el diccionario castellano, sí decocción (emparentado seguramente con cocer demasiado y por ende, menguar, deteriorarse): amputación de un miembro o de cierta parte del cuerpo.

Viendo al Barcelona con el Celtic de Glasgow te encuentras en la barra con el antiguo mandamás de la Academia de la Llingua y (la ocasión la pintan calva) le preguntas por esa palabra. No le suena pero toma nota en una servilleta. Le sorprende más el significado (infestar, dígase en asturiano) que la tercera persona del singular del presente de indicativo (que es lo que extraña a ti) porque a veces se pierden o se pierden algunas vocales o algunas consonantes.

¿La frase “fue la de coyer (¿decoyer?)” está relacionada?.

2013/12/08

REFUNDANDO LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA


Para conmemorar el día de la Constitución, el periódico líder regional incorpora en su portada un libro de comentarios a la Constitución Española, libro flanqueado por los catedráticos y profesores de Derecho Constitucional de la Facultad de Derecho de Oviedo.

No es una edición anónima, es una publicación de la Fundación Wolters Kluwer, que bien quisieron destacar. Acudes a internet para descubrir quién está detrás de la fundación: está La Ley, la editorial que crees que superó a la clásica Aranzadi de toda la vida.

En esa publicitación exagerada quieres ver el cambio que se exige de la Constitución: que camine hacia lo que se dio en llamar sociedad civil. Si quitas la hojarasca de la palabrería es algo así como privatizar la Constitución.

La Constitución Española destaca por una muy sólida y completa enumeración de los derechos fundamentales. Ojo a la palabra fundamentales. El fundamental artículo 2 establece que La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española. Es debatido si la Constitución fundamenta o se fundamenta, pero dejemos esta espinosa cuestión. También la Constitución reconoce más adelante en artículos más lights el derecho a las fundaciones. Una de esas fundaciones es la Wolters Kluwer, una fundación que, según su web, nace con la vocación de articular la acción social del grupo Wolters Kluwer en España y desarrollar su fuerte compromiso con la sociedad y a favor del interés general, tratando de dar respuesta a los grandes retos sociales de futuro.
No te suena, sin embargo, que hayan repartido el libro gratuitamente.

Fundar, fundamentar, fundación.

No alcanzas a ver el sano desinterés de una fundación así (aunque reconoces que el informe 2012 sobre la justicia colgado en su web es interesante) y temes que los cambios constitucionales que se propugnan caminen en la senda de la oscuridad. Para empeorarla, valía más dejarla como está.

2013/12/07

TRILOGÍA

Leías el martes algo que te pareció un publi-reportaje sobre el nuevo párroco de San Juan el Real. Díos te libre de ningún pecado de pensamiento, palabra, obra u omisión mientras siga dando cancha, como el anterior, a tu coro aunque estés en excedencia.

Hace un año llegaba un nuevo párroco, Francisco Javier Suárez, que descendía de las alturas del Cristo de las Cadenas a la más terrena y golosa, dicen, parroquia de San Juan. Como es tradición en cualquier institución conservadora, fue recibido desde con reticencias hasta con airadas cartas-protesta al director. En este reportaje del triunfador Francisco Javier (tiene andares así), parece que quedaba en el olvido su antecesor, Álvaro Iglesias de porte imponente, trasladado a Gijón, que se daba a entender que hubiera vivido de las rentas (espirituales) del anterior, Fernando Rubio.

http://www.lne.es/oviedo/2013/12/03/nuevos-aires-san-juan-real/1509281.html

Debieron ponerse en marcha las mediáticamente muy bien engrasadas huestes gijonesas de don Álvaro porque este viernes veía la luz otro publi-reportaje, en este caso sobre el nuevo párroco de la iglesiona de Gijón, o parroquia del Sagrado Corazón. Todo son parabienes para don Álvaro.

http://www.lne.es/gijon/2013/12/06/iglesiona-imprime-caracter/1510829.html

Acertó, pues el Obispo (y seguro que en la parte que le afecte, su auxiliar Juan Antonio, con quien coincidiste en prudente y comedida cena hace unos días, pero todavía no habían cocinado estos reportajes y no hubo preguntas) en los movimientos del Cristo a San Juan y de San Juan a la Iglesiona. Para que todo sea armonía celestial falta el reportaje encomiástico sobre el renovado párroco del Cristo de las Cadenas, Julián Francisco Herrojo Rodríguez.

Estaremos atentos a que se complete la trilogía.

2013/12/06

PELIGRO EN (DESDE) LA OFICINA

Mientras das cuenta de una botella de sidra y un pincho de picadillo, reparas en un mínimo recuadro en la prensa del día.

Con razón tu compañero de la oficina contigua está mosqueado y revolviendo Roma con Santiago porque en el último certificado de cotizaciones de la Tesorería de la Seguridad Social figura como actividad “Trabajos exclusivos de oficina”. ¿Quiere eso decir que ya no hace falta realizar trabajo de campo, comprobaciones en vías o estaciones, inspeccionar andenes, talleres o vestíbulos ni en jornada partida ni a horas intempestivas? ¿Es una artimaña empresarial para ahorrarse unas pesetas en la prima de accidentes de trabajo?

Lo cierto es que en las oficinas se genera mucho riesgo, aunque normalmente hacia el exterior. Ahí se pergeñan malicias y hasta delitos de cuello blanco, esos delitos sin sangre pero que sangran el erario público y de paso algún erario privado.

Los hay precavidos y especialistas en cubrir/se las espaldas por lo que pueda ocurrir. El peticionario no es un cualquiera. De ahí la advertencia al público en general de que en las oficinas se pueden generar consecuencias insalubres, nocivas y peligrosas.

2013/12/02

FRASES HECHAS QUE CARGA EL DIABLO


Este viernes tuviste una cena con antiguos colegiales, que no eran los de tu curso, pero si te invitan sería una descortesía rechazar la oferta, máxime si entre los comensales asiste el obispo auxiliar o el cofundador del partido casquista foro, mérito que desconocías (dicho sea sin malicia y con ignorancia) como también ignorabas que Foro estuviera subiendo en las encuestas o que las desafecciones de gente que conoces sean mínimas y por intereses no siempre claros. ¡Quién tuvieran tanta fe en algo como los dirigentes de los partidos en sus partidos! ¡Quien lo viera todo tan claro, que Rosa Díaz es PSOE, que la doctrina Parot no era obligatorio acatarla!

Yendo a esto, lees en La Nueva España que salió de la cárcel Miguel Ricart, el único condenado de los horribles crímenes de Alcacer/Alcàsser. Recoge noticias de Agencias y en una búsqueda por palabras, en algún otro medio encuentras similar redacción.

http://www.lne.es/sucesos/2013/12/01/ricart-cabeza-turco-hicieron-chicas/1508210.html


Según el anónimo redactor de la agencia, Ricart sale de la cárcel “libre ya de polvo y paja”. Hombre, eso puede decirse de los condenados por terrorismo, pero no de Ricart.