2014/10/31

COINCIDENCIAS

Muchas veces al leer un libro, un artículo de periódico o una revista, encuentras un párrafo y te dices: justamente eso mismo es lo que estaba pensando yo estos días. Y lo subrayas o lo recortas o lo grabas en algún dispositivo electrónico. Indudablemente en el conjunto de un periódico, o dos, o de quince o veinte páginas de un libro que puedes leer en un día de apuro, es fácil encontrar alguna idea, algún párrafo coincidente. Tampoco es demasiado mérito.  

Como estos días estás con la educación y la ética de las emociones, parece que todo te lleva hasta ahí, incluso unas declaraciones del filósofo Javier Gomá, que lees en el ABC mientras tomas la sidra del mediodía. Una vez más, declaraciones al hilo de la corrupción, materia justificadamente recurrente estos días.


La ley y las instituciones son muy importantes, establecen las reglas del juego, generan hábitos e impiden, materialmente algunas corrupciones, pero lo decisivo es la educación sentimental del corazón. Que la gente quiera lo buen aunque no tenga premio y repugne lo malo aunque no reciba castigo.

2014/10/29

AVISO PARA CORRUPTOS: EMOCIONARSE CON EL BIEN

Comenzaste a leer, simplemente porque estaba en la sección de novedades de la biblioteca, un libro de Victoria Camps, filósofa-ética: “El gobierno de las emociones”.

Esperas al final de sus páginas encontrar respuesta a algunos interrogantes: ¿los corruptos se reconocen como corruptos? ¿creen estar haciendo mal?  Si así fuera ¿por qué actúan de esa forma a sabiendas?


“La razón por sí misma no produce conductas buenas. Puede hacerlo, pero es difícil. Es preciso que el juicio recto actúe sobre la parte sensitiva y la moldee para que se acostumbre a desear lo bueno y no lo malo. El que padece akrasia o incontinencia moral carece de principios, o, de tenerlos, son puramente teóricos, no ha conseguido que los principios se asienten en sus sentimientos y se llevan a querer sistemáticamente lo conveniente y lo justo. No basta conocer el bien, éste debe preocuparnos, interesarnos, emocionarnos, para que la voluntad lo quiera sin titubeos. Constituir la ética sobre la base del conocimiento ha sido un error ende la mayoría de las teorías de la moral.”

2014/10/27

SUPERFICIAL

El día de la entrega de los Premios Príncipe de Asturias cogiste un día para dedicarte a asuntos domésticos y,  mientras tu madre daba el último toque a la insustituible tortilla (ese día con pimientos),  conectaste con la televisión autonómica, que emitía breves entrevistas en directo desde el Hotel Reconquista.

Al llegar el turno de Javier Fernández, el presidente autonómico, le preguntaron de qué habló con el rey el día anterior cuando coincidieron en el palco para el tradicional concierto del Auditorio. Javier Fernández dijo que había sido una entrevista superficial, y aunque intentó rectificar no se le ocurrió de momento ninguna alternativa, de manera que así habrá sido.
 
Acto seguido entrevistaron a Álvarez-Cascos. Le preguntaron qué personaje de entre los premiados destacaba. Sin dudarlo aseguró que Frank Gehry porque había puesto en su lugar a La Nueva España por formularle una pregunta impertinente.



Impertinente, y de hábiles reflejos, fue la reacción de Cascos. La fijación que tiene contra La Nueva España, y viceversa, le lleva a destacar lo colateral, lo superficial, coincidiendo de esta forma con las apreciaciones del presidente.

2014/10/25

RUIDO, FURIA, FAULKNER, SARDINILLAS Y QUESO DE CABRA.

No le parecería mal a Faulkner esta extraña combinación de su ruido con unas sardinillas, su furia con un queso de cabra, envuelto en pasta hojaldrada mientras departes con tu señora tomando una botella de sidra en la calle Gascona.

¿A cuento de qué esta extraña mezcolanza?

Un hostelero vecino que os trata a cuerpo de rey, os obsequió con una empanadilla a ti y a su señora para mejorar la digestión de la sidra. De qué es, te preguntó ella, de vegetal, dijiste tú, y no profundizasteis más, os gustó, preguntó T., sí pero de qué era, de sardinillas y queso de cabra, dijo T., no nos dimos cuenta, partió otra y probó él pero sólo una pizca del relleno, aquí está la sardinilla, y os la puso en el plato, ahora la probasteis con mimo y quedó claro lo de la sardinilla, quizá hiciera falta una tercera cata para llegar al queso de cabra.

Antes del paseo matutino al Fontán terminaste las últimas páginas de El ruido y la furia”,de Faulkner. Según ibas pasando las páginas aumentaba el doble interés, por una parte entender la trama, por otra averiguar en qué quedaban el amor incestuoso y el sadismo anunciados en la contraportada. No hubo éxito. Llegaste al final sin saber quienes eran los negros y los blancos y a veces hasta dudaste del sexo de algunos, no digamos de edades, tiempos y lugares.

No serás quien critique a un autor o su obra por no entenderlos. Hoy no se concibe el salón de ninguna casa con pintura fotográfica, ni necesariamente las novelas tienen que describir lineal y cronológicamente los acontecimientos, en el cine se intercambian realidades y sueños con naturalidad.


Para dar con el sabor de la empanadilla necesitaste una segunda prueba y una introducción técnica; quizá El ruido y la furia  requieran un segundo intento. Veremos qué dice la Wikipedia.

***
No andabas del todo descaminado.

http://es.wikipedia.org/wiki/El_ruido_y_la_furia
A lo mejor te animas a una relectura. 


2014/10/24

CON LOS PREMIOS PRÍNCIPE APARCANDO LOS PRINCIPIOS.

Si el alcalde de Ribadeo, del BNG, no rechazó el encuentro con el famoso joven Nicolás porque podía caer algo favorable para el pueblo, no serás tú quien deseche los efectos beneficiosos de los Premios Príncipe de Asturias, que animan la vida ovetense estos días. Al menos psicológicamente.

De camino hacia El Fontán se oye el murmullo desde la zona del estanque del Campo San Francisco, muy concurrido con gente menuda posando junto a una gran Mafalda, aprovechando que Quino está estos días en Oviedo para recibir uno de los premios.

Antes, encontraste recortes de Mafalda en la fotocopiadora, de padres afanados en apoyar a sus hijos en las labores escolares encargadas para la ocasión.

Cerca de la Escandalera se oye música de gaita en algún sitio. Xente de Uviéu tambor y gaita, bueno, más vale reír que llorar. Cuando tomas asiento junto a la botella de sidra, en la mesa de al lado un grupo de gente está ilusionada en conocer a la periodista congoleña premiada con el Premio de la Concordia.

Gracias a los premios, los que vivimos en Asturias tenemos la oportunidad casi de palpar a los premiados, de asistir a sus conferencias, de leer sus publicaciones, de conocer su vida.

De paso, contra reloj, a trancas y barrancas, se parchean algunos baches, se renuevan o fijan baldosas, se da una capa de barniz. Pero se repara. Algo sacarán de provecho los barnizadores.

¿Que esto que escribes y sientes hoy, porque te embaucaron la música y el colorido, está en contradicción con algo que escribiste no ha mucho? Seguramente. ¿Dónde quedan tus principios republicanos aprovechando las migajas de la monarquía? También.


"No tengas en cuenta, Señor, mis pecados, cuando me llames a tu presencia".


Eres débil y dubitativo, por eso bautizaste así este cuaderno de bitácora. 


2014/10/23

DESARMANDO EL DESARME

Las tradiciones empiezan algún día, y algún día comienzan a cambiar y no por eso pierden el nombre de tradiciones. ¿Cuándo comenzó el desarme? Da lo mismo, pero sirve de disculpa para que alrededor de cada 19 de octubre se hable en Oviedo del desarme, de su origen, de las tropas francesas, de los milicianos armados y desarmados con cada cambio de gobierno decimonónico y, sobre todo, se disfrute del sabroso menú compuesto por… Bueno, eso depende.

¿Quién sabe si a partir de ahora se impone como plato de bienvenida el marisco de batea, los tacos de lomo al ajillo para los escrupulosos de los callos originarios (se supone), y una copa de brut?

Hace años que la fecha del 19 de octubre quedó estrecha (por estricta). Es hora de actualizar también el menú.


Te declaras amante de las tradiciones pero ¿qué tradición no cambia?
(Este fue más clásico)

2014/10/20

VOTA USO

Alarmados todos por el excesivo número de sindicalistas que viven a costa de las empresas y del erario público, no sabíamos que existe un sindicato, la histórica Unión Sindical Obrera, USO, que se solidariza con el principio de la austeridad y propugna la reducción de delegados sindicales, al menos en HUNOSA: que pasen de 68 a 23.


Andábamos detrás de un sindicato responsable y lo teníamos aquí pero se le oye tan poco que desconocíamos esta importante línea estratégica.  Ahora ya no hay duda. El principio es que no debería haber representación sindical, pero si hubiera que aceptarlo como mal menor, nada de elegir entre la casta de izquierdas, que se sabe la leche que dan y qué hacen con el dinero de la formación, de los Montepíos de las Minerías, de los carbones de importación; que además utilizan las horas sindicales para liberarse del trabajo, vaguear, llevar a los niños al colegio e intrigar desde puestos orgánicos de sindicatos de clase (con poca clase) y correas de transmisión.

Entrando en la noticia resulta que con el sistema electoral actual, con votaciones por pozos o centros de trabajo, USO no tenía representación en la actualidad y la tuvo muy exigua en mandatos electorales anteriores, pero calcula que si se aplica el distrito único, obtendría representantes.


¡Ah, era eso! Pero no seas mal pensado. Si, con esta nueva fórmula, logra los apetecidos delegados, se verá cómo se ejerce una defensa sensata de los intereses de los trabajadores. Habrá que estar atento.

2014/10/18

RITONA

Revolviendo unos legajos encuentras una partida de nacimiento del primer cuarto de siglo. En la nota marginal, que en esta ocasión hace de resumen, lees que el recién nacido es hijo natural de Ritona.

Preguntas a quienes pueden recordar a la aludida si era conocida de esa forma y no les suena pero ya no queda mucha gente que pueda recordar el detalle, sí que tenia “mala nota”, madre soltera en aquellos tiempos. Casi seguro que la tenía para el cura porque no son habituales ese tipo de observaciones.

No es fácil encontrar una observación así en los fríos datos del Registro Civil, más asépticos, y cuyas páginas podían ser visitadas por numerosos funcionarios, por contraposición a las hojas parroquiales, más en penumbra y que si fuera preciso extender un certificado, pasarían por alto el expresivo sobrenombre sin ser tachados por ello de falsedad documental.

En esa fecha la recién parida tenía treinta y cinco años. Por la edad no parece acreedora todavía a apelativo tan grandón. El cura puede merecer una crítica por una falta de delicadeza, que quedaría en las tinieblas si no hubiera gente de costumbres raras-raras. Sin embargo, como notario de la actualidad, le das un sobresaliente por lo puntilloso. En el marginal, Ritona, en el literal, la Rita.


Pobre Rita.

2014/10/17

SUMARIO

A todos sorprendió la cantidad de billetes que esta mañana se vendieron para Olloniego. ¿Qué pasaba en Olloniego, estación donde ni siquiera todos los trenes tienen parada? El día anterior un conocido librero de gran predicamento había relatado su experiencia de la última etapa como peregrino entre Pola de Lena y Oviedo dejando para la historia una descripción fabulosa de Olloniego, que movió los espíritus y removió los culos de los respectivos asientos. Olloniego bien merecía un viaje. Todos los ingresos son bienvenidos.

La descripción merece un análisis para enmarcar bien la noticia ¿cómo se llama ese recuadro de texto que emerge a veces de las tupidas letras para oxigenar la lectura y la vista? Para unos es un sumario, para otros un destacado, para unos terceros un intertítulo dependiendo de escuelas y tratadistas y según por qué aguas del Atlántico estén inspirados.


Por si animas a alguien a una visita, anticipas qué se ve desde ese paso subterráneo que vale la pena recorrer con calma porque tiene mucho que observar. Está claro que la entrada al paso necesita un urgente cepillado. El pueblo en sí, para el intertitulador, sumarista o destacadero, sobresale menos.  








2014/10/16

LOS PUESTOS DE TRABAJO

Salían estos días en la prensa dos noticias en las que observaste un punto común.

Por una parte, a cuenta y cuento del macrogeriátrico de Felechosa, proyecto estrella del Montepío de la Minería, con una ocupación del 30%, leías: “El equipamiento busca residentes para mantener sus 60 puestos de trabajo”.

Por otra, la directora de la Fundación Príncipe de Asturias hace hincapié en el empleo que crea la Fundación: “directo alrededor de 250 personas, indirecto mucho más. Hay que pensar en la hostelería, los taxis, las tiendas de ropa, la publicidad que se genera para los medios, la promoción de Asturias, la actividad cultural gratuita y de calidad...”

Te tiene confundida la prioridad publicitaria del argumento-puesto de trabajo pero quizá estén en lo cierto en que es fundamental que haya trabajos de cualquier cosa y con cualquier pretexto. Cuando nos acabábamos de integrar en Europa y se aligeraron los trámites fronterizos, hubo quien se agitó porque implicaba la desaparición de puestos de trabajo, pero supones que en conjunto será mejor la desaparición de fronteras.

¿Hay que mantener el geriátrico porque aporta un valor, un bienestar a la población potencial o realmente usuaria, o por mantener unos puestos de trabajo? ¿Hay que mantener unos premios porque merece la pena galardonar a personas meritorias o por mantener lo que, obiter dicta, detalla la directora de la Fundación?


Te queda la duda de si el argumento-puesto de trabajo es un objetivo o una trampa. Hay quien piensa que es mejor eliminar directamente los puestos improductivos (que no aportan valor, se diría hoy) para ahorrar de paso toda el costoso artificio que gira a su alrededor. Claro que a lo mejor con el vendaval volaba el tuyo, pero el tuyo ni se toca. 

2014/10/13

EXAMEN DE HONRADEZ AL HILO DE LAS TARJETAS OPACAS




Sorprendentemente este artículo del columnista Vicente Montes no está encriptado, pero por si se acabara ocultando tras contraseña, lo adaptas a tu aire:

Encuentras unos miles de euros por la calle. Como eres hombre honrado, te falta tiempo para preguntar por la oficina de objetos perdidos y entregas el suculento sobre.

Pasado el plazo legal, no aparece el propietario y te haces dueño y señor de lo encontrado. Agradecido, dedicas una buena parte a altruismo y beneficencia. ¿Orgulloso de ti mismo, no?


¿Incluiste la cantidad en la declaración de la renta en el capítulo de incrementos patrimoniales?

FUERA DE LUGAR

Hasta el Partido Popular desaprobó algunas frases de Javier Rodríguez, Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, por ejemplo cuando dejó caer que la enferma del Ébola había mentido.

Te gusta la frase de reproche y tomas nota para tu prosa administrativa: la frase del Consejero estaba fuera de lugar. Bien podrás decir, a partir de ahora, cuando los viajeros se quejen de algún empleado y del trato recibido, que quizá alguna frase haya estado fuera de lugar.

Seguramente hay una frase cada lugar del teatro de la vida. El Consejero no puede decir lo mismo y no dirá lo mismo a la salida del hospital que en el fragor de un crispado debate parlamentario, que en la rueda de prensa posterior, que en una cafetería departiendo con unos conocidos, que al llegar a casa al cenar con su mujer y sus hijos. Tampoco dirá lo mismo ante un tribunal porque ahí se acabaron los melindres y en estrados el único principio es ‘sálvese quien pueda’.

Está bien acuñada el dicho de lo políticamente correcto, que normalmente nos deja tan insatisfechos porque sabemos que hay más cosas que no se quieren o no se pueden decir sin que se deriven consecuencias.

Con la misma intención se recuerdan otras frases desafortunadas: recientemente las de Mónica Oriol, presidenta del Círculo de Empresarios, al inclinarse por la contratación de mujeres no embarazables. Dijo lo que muchos piensan o hacen. También estuvo fuera de lugar porque estaba junto a un atril y un micrófono.

Hace tiempo, a raíz de algún caso de pederastia con participación de curas, comentaste el caso con uno de ellos. Te dijo que para evitar maledicencias tomaba sus precauciones, por ejemplo jamás se subía al campanario con ningún menor. No recuerdas dónde pudo desenvolverse aquella conversación: pudo ser en una sacristía al hilo de alguna investigación genealógica o pudo ser tomando un café o en la calle. Si aquella frase del campanario hubiera aparecido en la prensa o se hubiera pronunciado en una conferencia habría estado fuera de lugar; lo mismo si se supiera de alguna circular del arciprestazgo o de la curia aconsejando evitar compañías alrededor de las campanas. Te pareció una precaución exagerada, pero cada uno sabrá qué cautelas tomar en función de la experiencia.

A lo que ibas: que una frase esté fuera de lugar no significa que no sea cierto el fondo del asunto.


¿Existe también la frase inapropiada en el tiempo, es decir la frase extemporánea? También. Cuando todo haya pasado, ojalá que con final feliz, posiblemente en un congreso médico o en un tribunal si se ventilan responsabilidades, se hable con claridad y sin caretas porque hay lugares de la verdad y momentos de la verdad. 

2014/10/10

EL PERRO

No hay que pisar las plantas, no hay que talar los bosques, no hay que maltratar a los animales, a ninguno, tampoco matarlos, no hay que agraviar a los hombres, ni causarles lesión ni acabar con su vida.

Todo eso hay que hacer con los seres vivos, incluso con los seres muertos como las rocas o la arena del desierto si se encuadran en zonas de especial protección.

Si uno pudiera pasar angelicalmente por la vida sin tener que dañar a ningún ser vivo ni al material inerte sería maravilloso, pero a veces hay que escoger y para eso los hombres tenemos una escala de valores. No todos los bienes tienen el mismo valor ni en todas las regiones del mundo. En el mundo occidental la vida de un hombre vale más que la de una planta y más que la de un animal. Puestos a comparar, una vida incluso valdría más que la de dos animales, y hasta tres. En la India no, en la India valen más las vacas. Allá ellos con su escala de valores.

Es surrealista lo que se acaba de vivir en España en defensa de Excalibur, el perro que estuvo en contacto con la enferma de Ébola.


Tenemos remedio: una sociedad que se moviliza en defensa de un animal no está perdida, aunque sus babas (las del animal) pudieran ser fuente mortal de contagio.

2014/10/09

POCO A POCO VAN CAYENDO (Fernández Villa)

A las 12:04 recibes un guasap con el texto ‘Poco a poco van cayendo’ con el enlace http://elpais.com/m/politica/2014/10/07/actualidad/1412706820_153566.html. Estás atareado, esos códigos no te aclaran nada y no sabes qué o quien está cayendo. Como te parece un mensaje rutinario sigues tu rutina.

Al poco alguien te aborda

-         “¿Oíste lo de Villa? que declaró unos cuantos millones en la amnistía fiscal”.

Mostraste en enlace el móvil y dijiste:

-         Entonces era esto que me acaban de pasar. Él, que parecía estar por encima del bien y del mal.

Pero tú estabas pensando en José Luis Villa de la Torre, un histórico directivo de Renfe, que publicó recientemente un libro, Renfe en el diván, http://www.joseluisvilla.es/  en el que (casi) no deja títere con cabeza de la cúpula de quienes fueron sus compañeros y sin embargo feroces enemigos.

La sorpresa en mayúscula cuando te aclaran que no es Villa el de la Renfe sino Villa el del SOMA-UGT. Cuando inmediatamente entras en la web de La Nueva España,  aparecen sobre fondo rojo la foto y las palabras de Javier Fernández, el presidente asturiano y secretario general del PSOE asturiano.

El corrillo formado tuvo que disolverse ante la necesidad de atender a un langreano (como Villa) que incautamente se sentó hace unos días sobre un chicle gamberramente colocado en el asiento de un tren. Te solidarizaste con él después de indicarle que no hace mucho tú hiciste lo mismo al colocar tus posaderas en una silla de tijera en El Fontán (para este primer contacto omitiste lo de la sidra y el picadillo) y que con una punta sobresaliente dejaste la carrera en el pantalón. Sabiamente tu señora te echó una merecida filípica:

-         A ver si miras dónde pones el culo.

No sabías entonces qué bien te iba a venir aquella bronca para comparar y sortear la mancha del chicle en pantalón ajeno.

Salvado este primer embate, el ‘manchado’ y tú pasáis a comentar la peripecia de Villa:

-         Trabayé con él en Duro Felguera, na, dos años. Luego metió al hermanu en el Museo de la Minería. Sí, ho, ya se sabía que taba forráu.

Si tan forráu está podía abonar el pantalón del chicle.

**

Terminada la anécdota, pasaste una tarde anonadado, triste, confundido, preguntando a unos y a otros si alguien sospechaba algo.

La aparición pública del presidente asturiano, demoledora, aunque abre una puerta de tenue comprensión como si hubiera otros colaboradores que embaucaran al que malamente se dejaba engañar. Lo mismo que dicen los padres de las malas compañías de los hijos: los malvados son los otros.

Sorprendente que la noticia saltara directamente a la edición impresa de El País sin que prensa asturiana se haya enterado de nada. Contundentes tienen que ser las pruebas para expulsar sin paliativos a Villa del PSOE y de la UGT. Un desliz en esta materia obligaría a dimitir al presidente asturiano.

Lo siguiente es pensar en la amnistía fiscal y sus efectos. Luego vendrían las comparaciones con Pujol, las dudas de por qué declaró  Villa, las cábalas sobre la procedencia del dinero. Por muchas dietas de asistencia a Consejos de Administración o sueldos como parlamentario, no te cuadran las cifras. También las dudas que habrá tenido el cuerpo investigador que haya llevado el caso ¿se fijan en una persona por algún indicio o por un chivatazo? ¿peinan datos y salió Villa de casualidad? Cuando vieron quien era y lo anunciaron a sus superiores jerárquicos ¿cuántas llamadas se cruzarían? ¿seguimos, no seguimos? ¿qué hacemos?

En el portal, al bajar la basura, te encuentras con el vecino de Tuilla, el pueblo del sindicalista. No se le veía por los bares ni mostraba signo alguno de ostentación. Otro asustado.

Hoy es un día triste. Se caen todos los esquemas. Ya no hay buenos y malos. Riopedre. Pujol. Bárcenas. Los sindicatos andaluces. Las tarjetas opacas. La Casta/la caspa. Ahora José Ángel Fernández Villa.


Poco a poco van cayendo. Lo malo no es que caigan las personas. Lo malo es que están cayendo los esquemas.

2014/10/08

LAS ACTIVIDADES RECREATIVAS

Hace unos días leas la noticia de la denuncia de una madre contra la Casa de Cultura de Mieres por no admitir la matricula de su hija, que padece una enfermedad rara, en un curso de teatro.

Lo primero que pensaste es ¿pero cómo la van a admitir? ¿qué papel puede representar? Al día siguiente se publicó que Andrés Presumido, un notable director teatral, abría las puertas de su compañía, Mierescena, a Rosana.

Te lleva todo ello a reflexionar una vez más sobre el contradictorio significado que para cada uno tienen las actividades recreativas, deportivas o culturales.

Cuando uno se apunta a una actividad en principio se entiende que es porque, además de gustarle (a veces tampoco) se cree con cierta predisposición para la actividad: en el caso de un coro puede ser una voz no desastrosa o un oído al menos mediocre (conoces ejemplos de lo contrario); en un deporte una destreza, una puntería y algo de resistencia física; en un taller de pintura, un poco de pulso y algo de vista. Esa es la óptica del alumno. Sin embargo, la visión del director o coordinador puede ser otra: además de la participación en sí, el jefe del grupo normalmente impulsa hacia la competición, la presentación en certámenes, la obtención de premios. En este punto cabe que surjan discrepancias entre lo que uno y otro pretenden (unos integrarse, pasar el rato, curarse; otros el galardón).

Sin pensar en Demóstenes, el orador tartamudo, conoces el caso de algún antiguo compañero que, pese a que la polio le dejó una pierna notablemente más corta que la otra, además de otras limitaciones, ejercía de portero de fútbol con pasmoso acierto. También te viene a la mente el paradójico caso del deporte paralímpico que, siendo un ejemplo de integración, no escatima la lucha por las medallas. No sabes muy bien qué criterio de selección se sigue en este caso.

Indudablemente Andrés Presumido se mostró hábil o generoso o justo, o todo a la vez. Su posición en la cúspide de su organización y su conocimiento de las tablas, le permiten buscar el papel más adecuado para Rosana o incluso crear o adaptar uno existente a sus características. Es importante que los líderes abran sendas no imaginadas a quienes no vemos más allá de nuestras narices.


Como actividad recreativa nada mejor que el teatro que permite re-crear situaciones, recrearse los actores, recrearse el público y re-creer y re-crecer todos.  Chapó.

(Cuelgas aquí, traída por los pelos, una foto tuya de actor; sentada la inolvidable Camino, que en paz descanse) 

2014/10/06

RUIDO Y SONIDO LITERARIOS

Será verdad que William Faulkner renovó la novela moderna Será verdad No serás tú quien lo vaya a discutir De hecho recibió el premio Nobel de Literatura en 1950 y sería por algo pero que trabajo que te está costando coger el hilo de El ruido y la furia que otros tradujeron como El sonido y la furia Vaya con los traductores y no te extraña porque lees que el título original es The Sound and the Fury pero ya oíste hablar de esas traducciones automáticas como alfombra por carpeta y quien te dice que el sonido y el ruido no se parecen en algo pero a lo que ibas Mientras intentas desentrañar la trama y los personajes sin mayor éxito meditas sobre el placer de leer y si esto que tanto te cuesta tiene algo de placentero o si el placer llega al final y primero hay que tragar el dolor No sabes Lo que sí tienes decidido es seguir hasta el final y ya veremos en qué termina una novela que se sitúa primero el siete de abril de 1928 más tarde el dos de junio de 1910 después el seis de abril de 1928 para terminar el ocho de abril de 1928 y todavía tiene un apéndice que vete a saber qué miga guarda o si es extirpable como la apendicitis Menudo mareo de situaciones atrás y adelante y de personajes que no sabes cuando hablan cuando sueñan y cuando están borrachos o drogados Menos mal que en la solapa aclara que Benjy es un deficiente mental Quentin está poseído por un amor incestuoso al que no llegaste no al amor incestuoso sino a ese punto de la novela y que Jason es un monstruo de maldad y sadismo pero esto tú todavía no te percataste de ello Porque por ahí andan también Versh y Caddy y T.P. y Maury y Padre y Madre y la abuela y Disley Con Disley al menos te aclaras Te parece que es una chacha quizá negra Quien te habrá mandado meterte en esta aventura solo porque García Márquez la haya destacado en sus memorias Es el último consejo que tienes pensado seguir Carajo con las nuevas técnicas literarias 

2014/10/04

ÍÑIGO, ESTEBAN Y FÉLIX

Ante la generalizada desvergonzonería en Bankia o Cajamadrid, los tres hombres justos que no utilizaron las tarjetas merecen una reseña biográfica que, sin embargo, no eres capaz de encontrar ante la inundación que la red sufre por tanto nombre y tanto dato.

Hubo un cuarto hombre, pero estuvo poco tiempo ya que dimitió o cesó precisamente como consecuencia de otro escándalo.

Solo puedes citar sus nombres: Félix Manuel Sánchez Acal, sindicalista, e Íñigo María Alza Barrera y Esteban Tejera Montalvo, empresarios o directivos de empresa.

No sabes si estos tres hombres buenos o normales serán suficientes para que alguien conceda el perdón o tenga tanta paciencia con esta sociedad aprovechada.

***
  
Génesis, capítulo 18, versículos 18 a 33.

Se acercó Abraham y dijo:

- ¿Destruirás también al justo con el impío? Quizá haya cincuenta justos dentro de la ciudad: ¿destruirás también y no perdonarás al lugar por amor a los cincuenta justos que estén dentro de él? Lejos de ti el hacer tal, que hagas morir al justo con el impío, y que sea el justo tratado como el impío; nunca tal hagas. El Juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo? 

Entonces respondió Jehová:

- Si hallare en Sodoma cincuenta justos dentro de la ciudad, perdonaré a todo este lugar por amor a ellos.


Y Abraham replicó y dijo:

- He aquí ahora que he comenzado a hablar a mi Señor, aunque soy polvo y ceniza. Quizá faltarán de cincuenta justos cinco; ¿destruirás por aquellos cinco toda la ciudad?

Y dijo:

- No la destruiré, si hallare allí cuarenta y cinco. 

Y volvió a hablarle, y dijo:

- Quizá se hallarán allí cuarenta.

Y respondió:

- No lo haré por amor a los cuarenta.

- No se enoje ahora mi Señor, si hablare: quizá se hallarán allí treinta.

Y respondió:

- No lo haré si hallare allí treinta. 

Y dijo:

- He aquí ahora que he emprendido el hablar a mi Señor: quizá se hallarán allí veinte.

-  No la destruiré, respondió, por amor a los veinte. 

Y volvió a decir:

- No se enoje ahora mi Señor, si hablare solamente una vez: quizá se hallarán allí diez.

- No la destruiré, respondió, por amor a los diez. 


Y Jehová se fue, luego que acabó de hablar a Abraham; y Abraham volvió a su lugar. 

2014/10/03

RELATO DE UN NÁUFRAGO, de García Márquez. Con dos paréntesis.

(Paréntesis inicial: mientras te afeitas pones siempre la tele como ruido de fondo y oyes la última desgracia de una patera. Caes en la cuenta de que en los días que te duró la lectura del Relato de un náufrago nunca te imaginaste un náufrago negro).

***

Dormía en una estantería el sueño de los justos un tomo de la Narrativa Completa de García Márquez. Allí estaba el Relato de un náufrago, al que nunca habías prestado atención, por contraposición al resto de obras u obritas que forman la familia: La hojarasca, El coronel no tiene quien le escriba, La mala hora o Cien años de Soledad.

Quizá no se lo hubieras prestado nunca si no fuera por la importancia que le da el propio García Márquez, según recalca en el libro de memorias leído en el verano. En ese su relato biográfico-novelesco va detallando sus hitos, siempre logrados por los pelos: una investigación a punto de abandonar, una edición a punto de cerrar, un hombre a punto de morir.

Relato de un náufrago describe la peripecia de un marino de guerra (Luis Alejandro Velasco, del que no tienes constancia de que provenga de Parana) que cae con su barco a pique y es el único que se salva después de penar unos cuantos días en una balsa a merced del mar, del sol y de los tiburones. Los militares recibieron los correspondientes honores, aunque más tarde se supo (García Márquez se muestra orgulloso de la investigación) que uno de los motivos del naufragio fue el exceso de enseres y la pésima estiba de prohibidas mercancías que llevaban de regreso para sus hogares: frigoríficos, lavadoras y otras fruslerías.

En el Relato de un náufrago no se intuyen esos adjetivos precisos y sorprendentes que tan único hicieron al premio Nobel, pero la historia te atrapa. Sabías por su libro que el relato iba a terminar bien, pero estabas intrigado por el cómo. Con el protagonista vas viviendo sus mismos sensaciones que tan pronto están por dejarse morir de una vez como por aferrarse a un rayo de esperanza simplemente por el revoloteo de una gaviota.

“Lo que hizo más larga mi primera noche en el mar fue que en ella no ocurrió absolutamente nada. Es imposible describir una noche en una balsa cuando nada sucede y se tiene terror a los animales, y se tiene un reloj fosforescente que es imposible dejar de mirar un solo minuto”.

“Miré al lado de la balsa donde anotaba los días y conté ocho rayas. Pero recordé que no había anotado la de aquel día. La marqué con las llaves, convencido de que sería la última, y sentía desesperación y rabia ante la certidumbre de que me resultaba más difícil morir que seguir viviendo. Esa mañana había decidido entre la vida y la muerte. Había escogido la muerte, y sin embargo seguía vivo, con el pedazo de remo en la mano, dispuesto a seguir luchando por la vida. A seguir luchando por lo único que ya no me importaba nada”.

“Me sentía mal porque no había podido morir. Estaba sin fuerzas, pero completamente vivo”.

“Me extendí, moribundo, sobre la tierra dura y tibia, y estuve allí sin pensar en nada, sin dar gracias a nadie, sin alegrarme siquiera de haber alcanzado a fuerza de voluntad, de esperanza y de implacable deseo de vivir, un pedazo de playa silenciosa y desconocida”.

***

Moraleja colateral y paréntesis final: cuando el náufrago llegó a esa tierra dura y tibia, firme pero desconocida, creyó que todos se abalanzarían sobre él para que contara los detalles de su aventura, pero en aquel rincón del mundo no tenían referencia de naufragio alguno.

“Nadie tenía noticias del accidente. Traté de explicarles, de echarles el cuento completo para que supieran cómo me había salvado. Yo tenía entendido que a cualquier lugar del mundo a donde llegara se tendrían noticias de la catástrofe”.

Cuando llegaste a trabajar a la estación de Tudela Veguín, hace tantos años, pasabas algún minuto apoyado sobre la puerta en esos instantes próximos a la llegada del tren para pitar en cuanto hubieran subido y bajado los viajeros. Más de una vez estuviste tentado de emular al jefe de estación que te precedió y del que un vecino de Santa Eulalia de Manzaneda te contó una simpática anécdota.

El hombre estaba obsesionado por unos vagones que tenía ya preparados y el Puesto de Mando no le acababa de mandar una máquina. Apoyado como estaba en la pared, con el banderín rojo bajo el sobaco, quizá esperando también para pitar un tren, al primer viajero que pasó por delante le clavó los dedos índice y corazón en la solapa:

-         ¡Los jotas!

El pasmado viajero preguntaría, se supone:

-         ¿Qué me dice usted?
-         ¡Los jotas! ¡los cerrados, que no me mandan máquina para esos cerrados que ve ahí! (J es la serie de vagones cerrados).


Muchas veces te acuerdas de esa anécdota, en especial cuando llegas a trabajar, y en la caminata hasta la estación viniste dando vueltas a una idea y lo primero que se te ocurre, sin siquiera tomar asiento, es dirigirte a quien crees tú que tiene que conocer o resolver eso que tanto te inquieta. Entonces, te dices: detente, Pulgar, disimula tu preocupación, ya tendrás ocasión a lo largo del día.

TIRAR DE LAS PIERNAS O NO TIRAR

Te relajabas viendo el partido del Madrid charlando con un colega de barra sobre la aburrida cuestión de si el penalty había que tirarlo fuerte y a media altura o raso y colocado cuando llega un parroquiano y comenzáis a platicar sobre viejas andanzas del concejo de Lena e historias ferroviarias veraces o inventadas, pero verosímiles.

Te cuenta que antes de dominar las valencias, los cloruros y los cloritos atacó traviesas y carriles y, con considerable disgustó, realizó funciones de capataz hasta el día en que,  enfrascado en su función de equilibrado de vía, temió ver en tierra el tren que con gran estruendo se aproximaba a su tajo. Todavía hoy se agacha para recordar el desnivel de los carriles y como parecía que bailaban como esclusas con la máquina casi encima.

Después de aquel susto renunció a la función pero todavía tuvo ocasión de ver otro día acercarse el expreso que segundos después descarrilaría en Villallana. Le viene a la mente la cifra de diecinueve muertos. Lo consultas en la hemeroteca y la cifra es creíble así que a lo mejor son ciertas el resto de historias. Ya le parecía que aquello venía a mucha velocidad y no tardó en ver la montonera de coches en el terraplén. Corrió inmediatamente a prestar ayuda y vio a una mujer atrapada debajo de los vehículos únicamente con las piernas al aire y el asustado marido a su lado.

A nuestro contertulio se le plantea la duda: ¿cómo voy a cogerle las piernas estando al lado su marido?, a lo que el marido respondió:

-         Tire de las piernas o de donde sea, de donde sea.

Nuestro héroe tiró de las piernas vivas, que tenían poco más que magulladuras y un susto de esperar.

Después del rescate, como nuestro personaje tenía bicicleta se pasó la mañana dando avisos y llevando telegramas.

Será verídico o estará adornado, pero ¿no es mucho más interesante que discutir si hubo tropezón o zancadilla?



2014/10/01

DUDAS Y PERPLEJIDADES

“Me produce una cierta perplejidad…”.

Estás pensando incluir esta frase en un correo electrónico profesional y antes de la última lectura lo eliminas porque te entra una duda. ¿Qué es la perplejidad? ¿Qué es una cierta perplejidad? ¿Qué es una total perplejidad? ¿El que siente una cierta perplejidad está un poco perplejo? ¿Queda bien decir ‘un poco perplejo’? ¿No queda más estiloso ‘un tanto perplejo’ o  perplejo a secas? Si estas perplejo, te quedas mudo y adoptas la mueca de la perplejidad, que es apretar y arrugar un poco la boca, fruncirla dibujando una mueca en forma de acercando el labio superior a la nariz.

Acudes al diccionario de la Academia. Perplejidad: Irresolución, confusión, duda de lo que se debe hacer en una cosa. Vas ahora al María Moliner. Perplejo: Confuso o vacilante; sin saber qué pensar, cómo salir de una situación embarazosa o cuál elegir entre varias cosas o decisiones posibles.

Sin embargo, no es eso exactamente lo que quieres transmitir cuando dices o escribes que algo te produce una cierta perplejidad (si decides no abandonar del todo el campo de la cortesía), no digamos si quedas perplejo, que es poco menos que absolutamente perplejo.

Cuando piensas en la perplejidad no expresas solamente dudas, porque si así fuera podrías subtitular este blog como ‘Inventario de perplejidades’. Tienes muchas veces dudas, pero perplejidades sólo en contadas ocasiones. Cuando quedas perplejo, o un tanto o un poco perplejo, no quieres decir solamente que tienes una duda porque a lo mejor no la tienes, pero sí quieres dejar clara la extrañeza o incluso el desacuerdo, pero con lenguaje más de esgrima.

¿Qué puede entender el receptor de la misiva que incluye perplejidades varias?


- ¡Ah! ¿que tienes dudas? Pues no te quedes con ellas y vete soltándolas.