2022/01/31

DE FACEBOOK (Días 28 y 29)

LECTURA DE LA PRENSA. ESQUELA
El profesor intencionadamente omitido ayer era de música. A juzgar por sus declaraciones seguro que imparte su materia con gran dignidad.
Publica LNE que Alimerka abre una nueva tienda en Oviedo, concretamente en la calle Instituto Alfonso II. En Oviedo el instituto por antonomasia es el Instituto Alfonso II. Es un instituto tan ovetense que incluso mereció que una calle llevara su nombre, pero resulta que no es la calle del Instituto, que está en Santa Susana cruce con Calvo Sotelo (o García Lorca o…), sino una calle situada en el barrio de Prado de la Vega, muy próximo a La Corredoria, si no es ya La Corredoria. Supone uno que llamar así a esa calle será una fuente continua de malentendidos perfectamente evitables, porque ¿qué prisa hay por llamar así a una calle que no es la del instituto que le da nombre?
Aprovechando la apertura, la cadena incluye unas ofertas de lanzamiento de actividad. A uno le gusta Alimerka. Tiene uno cerca de casa, los empleados son amables, en cuando la cola o las colas amenazan con crecer se acercan rápidamente cajeros de refuerzo (cajeras en realidad), la tienda es luminosa y uno la valora con espíritu positivo, salvo que al observar la publicidad con motivo de la apertura de ese nuevo centro le dé por pensar que ese filete de ternera asturiana que anuncian a lo mejor es de la única macrogranja asturiana; que el solomillo de cerdo provendrá de unos gorrinos que a saber en qué condiciones pasaron su vida y su muerte; que el fresón o la naranja o las aceitunas que, pisadas, se convierten en el aceite, se habrá recogido por trabajadores marroquíes que duermen en tendejones al sereno; que la merluza igual tiene el anisakis; que el mejillón para no ser asturiano lo dejo pasar; que el croissant




es una bollería industrial deleznable; que la chapata tampoco me la llevo porque antes te la servía un empleado y ahora la recoges en plan autoservicio; que los Danones y la Coca Cola son marcas de multinacionales sin escrúpulos; que comprando el papel higiénico colaboramos con las plantaciones de eucalipto; nos negamos también a comprar la leche de la Central Lechera Asturiana porque no nos cae bien Bertino Velasco; el Fairy tampoco porque contamina las aguas; descartamos los corazones de merluza de Pescanova porque los barcos congeladores emiten una cantidad desmesurada de CO2. Le perdonamos la vida, y por los pelos, al chorizo del Ezequiel, por los buenos lazos que mantenemos con esos cazurros que son casi asturianos. Quiere uno decir que o cierra los ojos o se muere de hambre. Una vez más apela uno a su lema: lo mejor es enemigo de lo bueno.
La familia del historiador reguerano José Manuel González cede al Museo Arqueológico más de tres mil piezas de su colección particular. José Manuel González, conocido por Piedriquina porque andaba escarbando por las piedras, documentó, entre otros cientos, un castro en el Picu Castichu, en Cabezón, destruido para construir una minicentral que da, de momento un puesto de trabajo y pico. En el año 2002, el diputado Francisco García Valledor formuló dos preguntas al ejecutivo para responder por escrito: “¿Por qué la Consejería de Cultura no impidió la realización de la obra de una minicentral en el Naveo, concejo de L.lena, que ha destrozado el castro Castil.lu, catalogado por el profesor don José Manuel González?¿Qué actuaciones ha desarrollado la Consejería de Cultura ante el arrasamiento del castro El Castil.lu, en el pueblo de Naveo, en el concejo de L.lena? Palacio de la Junta, 30 de abril de 2002. Francisco Javier García Valledor”. La pregunta estaba encuadrada entre las de respuesta escrita. Unos días después se convirtió en pregunta oral. Uno jamás encontró la respuesta, ni entonces, que estuvo atento, ni ahora en una búsqueda por palabras en la web de la Junta.
Por seguir con Lena, la fábrica de humo y sinergias tiene depositadas grandes esperanzas en que los trenes de alta velocidad no solo paren en Pola de Lena, sino que la estación pase a llamarse La Pola L.lena-Término (o Términu, nun sé). Si el operador por entonces es el operador público, a lo mejor se aventura con algún experimento intermodal, pero como el operador sea privado, no se conformará con darse unos abrazos y firmar un protocolo de intenciones, sino que habrá que compensarle por las expectativas no satisfechas. Los operadores privados no se andan con chiquitas.
El Académico Álvarez de Miranda dicta una conferencia con motivo del centenario del nacimiento del lingüista Emilio Alarcos. Muchos se atreven a anticipar la opinión que Alarcos tendría de la oficialidad del asturiano o de otros asuntos. Como conversación de café, pase, pero es una temeridad atreverse a esa prospectiva. ¿Alguien se atreve a aventurar qué opinaría Gustavo Bueno de cualquier materia?
La oposición reprueba unánimemente al Consejero de Industria por la política industrial, en particular por las pésimas perspectivas de Alcoa/Alu Ibérica, con el despido masivo de sus trabajadores. La oposición le pasó esa arena por las narices y el consejero mostró sus raciones de cal: la llegada de Amazon a Siero o las gestiones realizadas para la salvación de Duro Felguera. Es pronto para saber si la gestión del consejero merecía una medida política tan dura. A uno -y al consejero supone uno que también- no le vale ni que cuando pasen diez años se reconozca que su gestión no fue tan reprobable y que, pelillos a la mar, son cosas de la política, ni tampoco le vale que los políticos de la oposición, en los pasillos, chalaneen con el Consejero cogiéndole cariñosamente por el brazo: “Bueno, hombre, estamos obligados a decir eso, ya sabemos que poco puedes hacer, que es cosa de Madrid o de Minnesota”. No y no. Uno no admitiría esos abrazos de oso.
Por tercer día el colectivo lavianés La Pegarata consigue que La Nueva España recoja la petición de reconocimiento de SU camino de Santiago. ¡Quién pudiera contar con una puerta abierta así en las redacciones de los periódicos!
El Comercio publica una columna de Pío García titulada “Esquelas”. Uno la suscribe íntegramente. Una de las esquelas de estos días, y noticia, porque era persona notable, es la del fallecimiento de Dª Maruja Díaz González de Lena. Uno no conoció a Maruja, pero sí a su hermano Vicente, también fallecido. Y aquí va la anécdota prometida ayer.
Vicente vivía en El Entrego y tenía derecho a sacar la tarjeta dorada, pero el hombre tenía mala suerte y encontraba siempre cerrada la ventanilla donde debía realizar la gestión. Después de varios días de intentos vanos, el hombre descuelga el teléfono para quejarse. Después de que un compañero, pacientemente, escuchara el chorreo, le pasaron a uno la llamada por imposible.
- Llevo cuatro días seguidos y allí nunca hay nadie. Dicen que está, pero nunca coincide y ni siquiera hay un horario.
- Es posible que en ese momento esté haciendo la entrega del metálico en el banco.
- ¿Pero todos los días?
- Sí, depende un poco de la recaudación o de otros cometidos. No le niego que a lo mejor algún día tome un café aprovechando que no hay trenes.
- No, si un café puede tomar, faltaría más, yo también salía a tomar café, pero brevemente.
- ¿Dónde trabajó Vd.?
- Fui Abogado de Sindicatos.
- Hombre, yo también soy abogado.
- Bueno, entonces nos podemos tutear.
- Pero estuve a punto de ser cura.
- ¡Coño, yo también estuve en el Seminario, en el Donlebún y en el de Valdediós!
- Entonces conocerías a… y a…. No te preocupes, mañana resolvemos esto de la tarjeta. Por cierto, ¿el apellido tuyo González de Lena será originario de Pajares o de Lena, por lo menos? Te lo digo porque soy aficionado a la genealogía y tengo varios González de Lena fichados.
- Los González de Lena nos reunimos una vez al año, y tenemos un libro publicado con la historia de la familia y el árbol genealógico.
- ¡Vaya interesante!
- Precisamente mañana tengo que ir a Oviedo y te dejo el libro.
- Estupendo. Y resolvemos directamente lo de la tarjeta…

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LECTURA DE LA PRENSA. JAQUE MATE
Juan José Millás tiene la virtud de conseguir un tránsito dulce entre la imaginación y la realidad. Cuando cuenta que estuvo tumbado en el diván de su psicoanalista, lo describe de una forma tan creíble, que uno cree que habla de sí mismo. Igual cuando detalla cualquier pensamiento o experiencia mientras dice tomarse un gin tonic de media tarde. Así, cuando en la columna de hoy habla de qué hacía y dónde estaba cuando le comunicaron la muerte de su padre, uno da por (bastante) bueno que habla de veras de su caso. Uno recuerda perfectamente dónde estaba cuando murió el suyo y cómo se lo dijeron. Millás plasma perfectamente esa sensación.
De la muerte de un fotógrafo que debió ser notable en su día se hacen eco varios periódicos. Uno se queda con la escueta noticia publicada en LNE, que no dista de la que otros medios ofrecen con algún adorno accesorio más. A uno le cuesta creer que los hechos hayan ocurrido exactamente así, en plena calle, en una calle concurrida o concurrible, es decir, concurrida de día, aunque por la noche el tránsito sea limitado.
La muerte del rey es el objetivo del ajedrez y esto le da motivo a uno para divagar alrededor de este juego aprovechando una noticia leída estos días en la prensa, que hacía referencia a la vida de Alekhine, uno de los grandes del tablero. Hace unos días publicó uno aquí una foto de un minitablero de ajedrez olvidado en la pista finlandesa de Oviedo. Al día siguiente ya no estaba. ¿Qué haría ese tablero allí? Ni idea, pero le sirvió a uno para meditar sobre la democracia deportiva. Todo aficionado al fútbol -y será igual en otros deportes de equipo- tiene sus preferencias por uno u otro jugador. Cada aficionado es un entrenador en potencia. Un club que se rigiera por principios asamblearios debería permitir que los viernes o los sábados se realizara una votación virtual entre sus socios cotizantes para decidir la alineación. Decidir la táctica estaría también dentro de lo posible, dentro de lo votable. Aplicarla sería más difícil. Una vez comenzado el partido, poco más se podría someter a votación, si acaso quién sería el encargado de lanzar un penalti. No sería difícil con un App y el programa adecuado. Por el contrario, el ajedrez es el único deporte que se le ocurre a uno que puede someterse estrictamente a votación. Salen blancas. Votación. Por mayoría sale P4R. Juegan negras. Votación. Por mayoría P4AD. Blancas. Votación. P3D. Y así sucesivamente hasta el jaque mate final. Estaría entretenido, como lo estarían las declaraciones de los portavoces al final del partido. “En la jugada 25 se votó el enroque cuando lo más acertado sería seguir con la variante siciliana. Perdimos por hacer caso a los demagogos de la democracia directa”. Llegados aquí, uno se acuerda de Goya: El sueño de la razón produce monstruos.
Ni los monstruos goyescos ni los del Carnaval podrán salir de la plaza de la Losa de Oviedo, pero sí lo harán de otras zonas para cumplir la sentencia judicial que prohíbe meter ruido en la noble zona de la Losa. El Ayuntamiento hace muy bien en seguir con la programación festiva aunque con otro itinerario, obligación impepinable para atenerse al dictamen del juzgado. Los vecinos y los comerciantes de la zona sufrirán o disfrutarán el silencio. Si otros barrios de la ciudad y otras organizaciones cívicas impugnan el nuevo recorrido o sus excesos ruidosos, se acabará con el actual formato del carnaval. Uno se decanta por la actividad festivalera, pero también reconoce que los organizadores, en el pecado llevan la penitencia cuando aplican más decibelios de los estrictamente necesarios para el disfrute festivo. Esa misma sensación la tiene uno cuando entra (entraba) en un pub con la música al alto la lleva. Nunca entendió uno, ni de joven ni ahora, que la música tuviera que difundirse a ese volumen. Ni siquiera en las fiestas de prau, que atronican a los alrededores con la disculpa de atraer a la gente a la fiesta. La gente sabe de sobre dónde está la fiesta.
Estos días se quejan los transportistas y sus patronales de la escasez de mano de obra por la dureza del trabajo y -sobre todo- por la imposibilidad de conciliar la vida laboral y familiar. Hace unos días se publicaba un reportaje, con foto incluida, de una cabina, que le recordó a uno sus experiencias de autoestopista. Uno, de militar, hizo muchas veces autostop, desde León, desde Valladolid, desde Zaragoza. En alguna ocasión, en viaje nocturno el camionero le invitó a descansar en la litera que llevaba el camión entre el respaldo y la caja, y uno lo admitió de buen grado. No obstante, el viaje más largo de una tacada fue en un 600 desde Zaragoza a Pola de Lena. ¿Qué habrá sido de aquel generoso conductor? No todas las experiencias fueron buenas. Los viajes desde Valladolid no solían darse nada bien.
Seguimos con la vida militar. Otra noticia que le retrotrae a uno a otros tiempos es la celebración del 25 aniversario del Centro Asturiano de Tres Cantos. Le llama a uno la atención la presencia, inusitada hoy, de un militar en la foto. En otros tiempos no faltarían un cura o un obispo. ¿Qué hacía ahí ese militar? Ni idea.

2022/01/30

DE FACEBOOK (Días 26 y 27)

 LECTURA DE LA PRENSA. TEST DE ANTÍGENOS

Levanta uno la autoveda que se impuso hace unas semanas en el sentido de no platicar todos los días del covid, que ya es difícil porque interfiere absolutamente en la vida y en la agenda de las personas, pero promete uno no dedicarle demasiado espacio, porque hay más cosas en la vida. No será un monotema. Una información, localizada en la Voz de Lena sorprende a uno negativamente y es que ninguna de las cinco farmacias ubicadas en el concejo cuentan con la posibilidad de realizar test de antígenos con validez oficial, con lo que los interesados tienen que desplazarse, como mínimo, a Mieres. Las farmacias se desenvuelven en el mercado y actúan de acuerdo con sus intereses económicos, pero no operan en un mercado libre sino supeditado al sector sanitaria en el que se mueven. Seguramente desde los poderes públicos no se les habrá podido imponer una especie de farmacia de guardia para test de antígenos porque no lo contemplará la normativa, pero alguna agilidad sería esperable del sector público para conseguir que alguna ofreciera esa posibilidad. Si la ficha la debieran mover la administracion autonómica o la municipal, uno no lo sabe. La información de La Voz está fechada el día 17 y se remite a la página oficial del Colegio de Farmacéuticos de Asturias, que relaciona todas las oficinas de farmacia de Asturias que ofrecen los tests. A día de hoy, sigue sin aparecer ninguna farmacia de Lena, tampoco de Llanera, ni de Aller. Llama la atención. En los concejos menores se ofrecen en Cabrales, Cangas de Narcea, Carreño, Castropol, Castrillón, el Franco, Gozón, Muros del Nalón, Piloña, Salas, Somiedo, Soto del Barco y Tineo. La España vaciada avanza.
Hace uno como que no recuerda si ya escribió esto y sobre esto: los pactos políticos para la oficialidad del asturiano. Foro, cuyo voto decisivo parecía favorable, se descuelga con unas peticiones fiscales que hacen imposible para la izquierda ortodoxa aceptar el peaje. Foro está en las últimas, pero uno cree sinceramente que no quiere la oficialidad. Por su parte la izquierda peca de falta de visión a largo plazo, pero al PSOE tampoco le interesa la oficialidad tanto como proclama, aceptada por los pelos en su último congreso. Si, puestos en la balanza, al PSOE le importara tanto, renunciarían a su programa fiscal en pro del asturiano. Siendo maquiavélicos, la renuncia fiscal tendría una duración de uno o dos años, hasta las próximas elecciones. De acuerdo que tendrían que tragar con una disminución de la intervención pública en la economía, pero durante uno o dos ejercicios. A cambio, conseguirían la oficialidad para siempre, porque una decisión así no tiene una vuelta atrás a medio plazo. O nunca. Sin embargo, las leyes presupuestarias se cambian en el siguiente ejercicio si hay mayorías, que las habrá.
Los Letrados de Justicia, nombre puesto al día de los clásicos secretarios judiciales, van a la huelga en petición de mayores retribuciones. La prensa se hace eco de sus peticiones. No estaría de más que la prensa completara esa información con unos apuntes sobre la media de sus retribuciones. Con esto no se pronuncia uno contra sus pretensiones, pero por ejemplo, una visita a este enlace, puede hacer una idea del estado de la cuestión. https://patriciaisrael.es/.../RETRIBUCIONES-2021-CUERPOS... ¿Después de visto, qué? Después de visto, nada. Habrá a quien le parece mucho o a quien le parece poco o a quien le parece la cuenta. Estando tan cercana la fiesta de San Francisco de Sales, patrono de los periodistas -y otros colectivos-un buen homenaje al lector sería una información que informara del conjunto de los problemas, no que se limitara a copiar y pegar los comunicados que remiten los gabinetes de prensa de las administraciones, de las empresas o de las organizaciones sindicales.
Isabel Allende presenta libro, y como presenta libro concede entrevistas. En el grupo Correo el titular es este: “Las mujeres solas somos muy vulnerables pero juntas resultamos invencibles”. La malicia que a uno se le ocurre es que menos mal que les cuesta juntarse y llegar a acuerdos.
Ayer colgó uno aquí una foto de Nadal. Hoy va una de Medvevev, de una plasticidad que no le va a la zaga a la del español.
¿Se considera deporte la partida que alguien jugó al ajedrez sobre el muro de la pista finlandesa, partida que quedó a medias? ¿Es un tablero abandonado?
Ahora otra de abandonos. Ya tiene uno dicho que no confía gran cosa en el ciudadano como gran reciclador de basura. En su caminata diaria, encontró unos equipos informáticos cuidadosamente tirados junto a unos contenedores metálicos de almacenamiento subterráneo y selectivo de residuos. No le da uno la razón a este ciudadano incívico, pero el sistema de recogida de esos elementos tampoco lo facilita. En algunos municipios hay un punto limpio, pero a veces uno es muy cómodo y por no desplazarse hasta allí para tirar un artículo de poco volumen (pongamos una maquinilla de afeitar o un molinillo) lo deja disimuladamente en la fracción-resto. No es el caso de uno, palabrita del Niño Jesús, porque esas cosas le pillan de paso tirarlas en el punto limpio de Mieres cuando va camino de Lena, mejor que desplazarse ex profeso hasta Colloto. Uno cree que igual que llamando a un número de teléfono se pueden dejar los muebles un día a la semana, no costaría gran cosa un día de recogida selectiva de electrodomésticos y aparataje electrónico por los portales.
Putinófilos es el título de la columna de David Jiménez Torres en El Mundo. Apunta por qué unos aplauden a Rusia y otros a Ucrania, seguramente sin mayor conocimiento de causa, porque es materia imposible de explicar en cuatro líneas. Igual ocurre con las filias o las fobias futboleras cuando el madridista apoya al Elche si juega contra el Barça, o el colchonero aplaude los goles del Levante contra el Real Madrid.
Joaquín Luna, que ejerce de divorciado muchas veces en su página en La Vanguardia, reivindica, al hilo de Urdangarín y Cristina, el derecho de los divorciados a criticar a los casados, ya que los casados critican a los que se divorcian, sus cuernos y demás.

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LECTURA DE LA PRENSA. CXXXXXXXX CON PAPEL DE FUMAR
Uno, ingenuamente, no vio mayor problema en que el estand de Fitur del Ayuntamiento de Oviedo girara alrededor de la sidra y anunciara a la ciudad como su capital, pero a la vista de cómo se molestaron otros ayuntamientos, a lo mejor tienen algo de razón pero ‘tampoco ye pa ponese así’. Canteli intenta justificarlo con una frase que igual sirve para meterse en otro charco a poco que en otros ayuntamientos afectados escudriñen sus declaraciones, estas concretamente: “Oviedo puede y debe ser la puerta de Asturias para que los visitantes conozcan y disfruten de todo el patrimonio y la gastronomía asturiana”. Pues resulta que precisamente los ayuntamientos englobados bajo el paraguas de la Montaña Central se anuncian como “puerta de Asturias”. Uno está en medio de esa tela de araña y no se dio ni cuenta. A veces la falta de perspectiva impide una visión objetiva.
Puestos a la promoción turística, se anuncia para octubre un tren turístico entre Collanzo y Trubia guiado por una máquina de vapor. Dice LNE que es un proyecto que rondaba desde hace tiempo en las cabezas de los regidores de la Montaña Central. Esperamos que revisen con lupa la carta de Canteli. De momento, tiene mérito que se hayan sentado alrededor de una mesa unas cuantas instituciones: el Principado -con su presidente a la cabeza-, los alcaldes de Mieres, Aller, Morcín, Ribera de Arriba y Oviedo, y varios directivos de Renfe del más alto nivel. Entre estos estaba Mariano Santiso, que no era el ferroviario de mayor rango, pero cogerá el asunto con el tesón necesario para conseguir para su tierra un recuerdo para la posteridad antes de pasar a la reserva. La dedicación de esta línea de débil tráfico a la explotación ferroviaria cuenta con la oposición de organizaciones ecologistas, que pretender convertirla en vía verde. Uno cree que vías verdes y rutas de senderismo hay bastantes. La experiencia merece la pena, pero el plan está sostenido con alfileres. Habrá que ver la inversión necesaria para llevarla a cabo, y que no salga ningún ayuntamiento prohibiendo el humo negro en su territorio por aquello del cambio climático. Igual hay que invertir en una máquina de hidrógeno que simule expulsar humo negro a los cielos pero que en realidad eche colorante.
Pasmado queda uno de algún reto que tiene planteada la Universidad porque creía que era algo reservado a los adolescentes: el de combatir las distracciones en clase con el portátil y el móvil.
Se satisface LNE de contar que dos luarqueses ocupen importantes cargos en el Banco de España. Uno de ellos es Cristina Menéndez de Luarca, subdirectora del departamento de Conducta de las Entidades. Menos mal que el periódico aclara de qué conductas se trata: supervisa el comportamiento de las sociedades financieras con sus clientes y aspectos como trasparencia, educación financiera y otros. Uno no se hace a la idea de qué puede hacer Cristina un día cualquiera, pero algo hará. Le viene a la cabeza un puesto que había en el organigrama de la vieja Renfe: Técnico de Soluciones Concretas. Nunca consiguió averiguar a qué se dedicaba ni conoció a su titular para poder preguntarle. En aquella época uno trabajaba por las estaciones y le quedaban muy lejos los organigramas.
Como dice la canción de José Feliciano, ya todo aquello pasó (pero no todo quedó en el olvido), y ahora está más pendiente de las informaciones de las pensiones, por ejemplo, la que indica que los pensionistas cobrarán 5.359 millones este año, más que el Presupuesto regional. Estos días se pagó una actualización. Como uno está en algún grupo de WhatsApp de sus pares de edad y profesión, se comenta cuánto le subieron a unos u otros. A uno le llama la atención que solo salen a la palestra los disconformes, los que se sienten estafados por tantísimos años de denodada labor profesional para ahora verse recompensados con unos euros miserables. Uno no sabe si el que calla otorga o el que calla es más pudoroso y se avergüenza de leer ese tipo de mensajes. Le apetece decir: ¿Dónde ibas a ir que más valieras?
Hace unos días, LNE incluyó la impresión a vuelapluma de seis docentes sobre diversos aspectos educativos. La mayor parte de quejaba de la abrumadora carga burocrática. Algo debe de haber cuando todos se quejan. Por si fueran pocas, hoy apunta otra un editorial de El País, que se refiere al suicidio de los jóvenes. Dice así: “Además del inmenso dolor que provoca en las familias, golpea también a los centros educativos. A las muchas tareas que tienen encomendados deben añadir ahora la responsabilidad de aplicar protocolos de prevención”. Como éramos pocos, parió la güela. Uno también tuvo que cumplimentar numerosos formularios y estadillos. Cada vez que se recibía uno nuevo, la primera palabra que uno asociaba a la novedad era la de chorrada. Los creadores de impresos han de ser responsables de no original tonterías inútiles, pero muchas veces la implantación de un estadillo novedoso, si va acompañado de qué se pretende con él, será cumplimentado y visto de mejor grado. También está el truco de dejar de mandar un informe periódico a ver que pasa. Si nadie lo reclama es que era inútil.
Entre los profesores a quienes se recabó la opinión, uno de ellos incidió en la necesidad de elevar el nivel profesional de los claustros, pero lo sorprendente es la especialidad de este maestro, que se omite a propio intento. Se revelará mañana.
El rey está en Puerto Rico defendiendo nuestra memoria histórica, pero no la de hace cien años, sino la de hace cinco siglos. Puerto Rico, el Borinquén de los aborígenes, asociado para siempre a la canción interpretada por Quilapayún “El buen borincano”, que uno escuchó cientos de veces (exagerando). https://www.youtube.com/watch?v=UrbjOUNlJEg
Uno se fija en una foto en la que Yolanda Díaz coge el brazo del Presidente y lo ve como un gesto de acercamiento entrañable, pero más vale que coja Yolanda a Sánchez que Sánchez a Yolanda (y no está uno pensando en la acepción argentina) porque sería un gesto machista. Yolanda será un poco psicóloga, habrá examinado a Sánchez y sabrá que le podía tocar sin que este se moleste. Esto le da pie a uno para contar una anécdota sobre técnicas de atención al cliente. Decía un formador que los vendedores de coches, como vendían un producto de alto valor añadido, tenían que ser muy expertos en técnicas de venta porque en un acierto o en un desacierto se ventilaban cientos de duros. Algunas técnicas son trasplantables a otros negocios. Contaba aquel que un vendedor lo primero que tenía que hacer cuando un potencial cliente se acercaba a un concesionario era observarlo y dejar que se moviera por el estand, fijarse si acariciaba la chapa, si se atrevía a abrir la puerta o si se limitaba a preguntar por detalles técnicos. Al acariciador no le molestaría que el vendedor le cogiera por el brazo y le dijera: “Venga aquí, fíjese en…”. Si el cliente guardaba una prudencia distancia con el vehículo, que no se atreviera el vendedor a tocarle un pelo. Uno pudo comprobar que ese consejo teórico se ajustaba a la realidad. En una ocasión tuvo conocimiento de una queja de un viajero al que el interventor tocó ligeramente el brazo para que despertara y le mostrara el billete. El viajero presentó una queja: nadie le debía tocar ni para despertarle.
Mañana otra anécdota para no hacer esto demasiado largo. Y la solución a la especialidad del maestro.





2022/01/29

DE FACEBOOK (Días 24 y 25)

LECTURA DE LA PRENSA. CLAVES
José Luis Balbín carga contra ‘Las claves’, el nuevo informativo semanal del periodista Javier Ruiz al entender que se aprovecharon del prestigio de su mítico programa ‘La clave’, que uno siguió durante años. Dice El Mundo que TVE se acercó a Balbín para que cediera el nombre de ‘La clave’ para el nuevo programa de Ruiz, pero que lo rechazó de plano para mantener la pureza inmaculada del recuerdo. Ruiz es un periodista omnipresente, tan pronto aparece o aparecía en la radio como en la televisión. Es un mago del grafismo, prepara mucho los programas y su entonación resulta convincente, si no fuera porque acaba siendo cansina de tan trabajada. Uno leyó hace algún tiempo el “Libro de estilo de la lengua española según la norma panhispánica”, que dedica un párrafo al acento en los medios orales de comunicación. El libro lo clava en el caso de Javier Ruiz porque Javier Ruiz habla exactamente así, pero también otros como Matías Prats o, Rosana García Palacio, de TVE1 Asturias, a la que uno prefiere al resto de compañeros presentadores del estudio, demasiado planos.
Ya que de periodistas hablamos, LNE recupera una historia de hace 36 años, cuando varios escolinos adolescentes de Bimenes realizaron unos reportajes sobre distintos aspectos de la comarca como trabajo escolar. LNE entrevista a nueve de ellos, aporta una foto, una pequeña reseña de su vida y la profesión. Adivinanza: ¿a juzgar por su aspecto exterior, sabríamos a qué se dedica cada uno de los nueve? Los relaciona uno con un poco de humor: Un/a piloto/a de avión, cuatro/a Ingenieros/as, un/a Peluquero/a, un/a Periodisto😊/a, un/a Administrativo/a, un/a Fisioterapeuto😊/a.
Por hablar del lenguaje inclusivo, le hizo gracia la coda con la que termina un columnista su crítica a la desmesurada digitalización, no solo en la banca, sino en las Administraciones públicas y en las relaciones comerciales en general: “nos abruman con una lenguaje inclusivo ridículo, pero toleran un lenguaje administrativo excluyente que deja al ciudadano indefenso”.
Las imparables modernidades abarcan a todos los ámbitos comerciales. Mismamente hoy salió uno a comprar el pan ¡a una franquicia lenense! ubicada en Oviedo muy cerca de casa y el pago no lo hizo al dependiente sino a la máquina. Uno nunca había operado con ella y se mostró un poco inseguro. El empleado (por su ropa de calle podría ser accionista) aclaró: “si la máquina no protesta, está bien”. En otro supermercado de la zona, que uno frecuenta más, automatizaron la panadería en plan sírvase Vd. mismo. Como todo, al principio se encuentra uno dubitativo, pero luego se acostumbra. Ahora bien, es posible que haya ciudadanos que no se acostumbren a este autoservicio y prefieran acudir a una panadería donde les sirvan bajo demanda, les cobren y les den algo de conversación. Hasta que estos se acaben también por automatizar. En lo tocante a la fruta, hay variedad de dispensaciones: en unos establecimientos se sirve el cliente escogiéndola y palpándola, en otros es el dependiente o el dueño el que la coge. Hay de todo en la viña del Señor. A veces te meten una pieza mayuca, en otras uno mismo ve que las dañadas las retiran. En las del autoservicio, el propio cliente va haciendo la selección natural y alguien de la casa acabará por retirar los sobrantes que nadie lleva. Es cuestión de números y rentabilidad.
De la adición a los móviles trata un reportaje en El País con el metafórico rótulo “Dale otra calada al móvil”. Destaca cómo según algunos, las tecnológicas diseñan este producto para que enganche con técnicas que recuerdan a los métodos de la industria del tabaco. El caso es que uno cree que no está tan enganchado, cuando lo cierto es que no deja el móvil ‘ni para mear’ y no es tanta exageración. Sin embargo, uno cree que si lo lleva a todas partes es porque es realmente imprescindible: uno lo tiene para estar informado, para entretenerse, para estar conectado con la familia, con los seres queridos. Lo cierto es que uno siente sensación de desamparo si sufre una vería o un olvido, pero uno conoce un caso de un antiguo compañero, hombre habilísimo con los ordenadores (incluso con los teléfonos móviles, aunque prescindió de las funciones avanzadas ya que lo utiliza solo para llamadas) que sigue sin WhatsApp. Hay gente pa tó, en frase atribuida al torero Guerrita, cuando le presentaron a Ortega y Gasset y le dijeron que su profesión era la de filósofo.
Para antiguo Don Agustín, tu apreciado profesor de latín, pero a veces se mete en charcos y sale escaldado. Véase si no, el cruel artículo que le dedica un hijo de Malinowsky como réplica o apostilla a un artículo de don Agustín.
Don Agustín reinterpretó a su manera sus vivencias y recuerdos con Malinowsky, Oscar Alzaga reinterpreta los suyos, y uno hace lo propio. Alzaga fue un fugaz Catedrático de Derecho Constitucional en Oviedo. De hecho, era el titular de la asignatura. Pasó muy poco por clase porque se dedicaba sobre todo a la actividad política. Evoca en entrevista a LNE que a sus alumnos les contaba los cotilleos de aquel momento crucial para España. Uno no lo recuerda, pero sí que Alzaga acababa de escribir un Manual de Derecho Constitucional, de lectura ‘muy aconsejable’ para aprobar la asignatura. Uno tiene el recuerdo de que era un libro malísimo.
España no debe embarcarse en aventuras bélicas. Bien. ¿Algún estado debe embarcarse en aventuras bélicas? ¿Alguna de las guerras en las que alguna vez intervino España estuvo justificada? La lista de guerras que uno puede constatar en Wikipedia es abrumadora, la mayor parte absolutamente desconocidas. https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Guerras_de_Espa%C3%B1a
La verdad es que al haber sido España un imperio, muchas de ellas se desarrollaron en el exterior o para mantener las conquistas ante el avance de los autóctonos. Demos por bueno que todas esas guerras sobraban porque éramos los invasores. ¿La llamada guerra de la Independencia sobraba también? ¿Hay guerras justas?
Dice la actriz Cate Blanchett: “Vivimos en un mundo en el que impera el populismo”. ¿Y cómo es el vestido que luce?

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LECTURA DE LA PRENSA. ALMA ESPAÑOLA Y ALMA AMERICANA
Cuando uno se inició en el mundo de la Calidad le llamaron la atención una serie de conceptos novedosos que no había estudiado en ningún sitio. Uno espatuxaba contra ellos, pero eran una moda que se imponía avasalladoramente y resultaba inútil cuestionarlos. Uno de esos conceptos era el de la ‘revisión del contrato'. ¿Y qué es eso de la revisión del contrato en contra de lo que parece a primera vista? Es posible que sea una pésima traducción del inglés, pero en realidad es re-mirar el contrato o, al menos, los elementos básicos, como son las cantidades y el precio. El ejemplo más básico se produce cuando uno se sitúa a la cola de McDonalds y pide: dos hamburguesas dobles con queso, unas patatas, unos fingers de pollo, dos helados, dos cervezas, y el dependiente repite: dos dobles con queso, unas patatas, unos fingers, dos helados, dos cervezas. En una taquilla de Renfe, cuando las había, sería cuando el viajero decía: un billete a Villabona ida y vuelta, y el taquillero repite “Villabona ida y vuelta”, dieciocho pesetas, pero lo de 'Villabona ida y vuelta' no lo decía, con el precio iba que chutaba. Otro ejemplo actual sería cuando cobran en Mercadona y dan la vuelta: “Me da Vd. cincuenta euros. Le devuelvo siete con cincuenta y ocho”, aunque uno cree que en este caso es porque las conversaciones de caja son grabadas para constancia. Todo esto viene a cuento de una entrevista que hacen en La Vanguardia a Erin Meyer, consultora o algo así, que enseña a negociar a miembros de diferentes culturas. Dice: “En Estados Unidos hablan para que les entiendan; en España, teorizan”, y en el detalle de la entrevista cuando le pregunta por la diferencia entre españoles y estadounidenses señala: “Los americanos van al grano y, en cambio, a los españoles les gusta teorizar y disertar antes de ir al grano; después los estadounidenses repiten lo esencial para asegurarse de que lo has entendido y te lo repreguntan. Pregunta: ¿Y los estadounidenses repiten lo obvio? Respuesta: Están focalizados en que entiendas lo que quieren decir y no tanto en lucirse. Eso les hace parecer a veces ingenuos, simples o pesados. El éxito para el estadounidense es que lo entiendas, para el español, el triunfo es que lo valores y hasta que lo admires. FIN. Tantos años dedicados al mundo de la Calidad sin caer en la cuenta de que eso de la re-visión era una consecuencia de la psicología americana. ¿De que lado se apunta uno, del español o del americano? La respuesta está, no en el viento, sino en este enlace https://www.youtube.com/watch?v=faiDjK0uH9M
En La Vanguardia lee uno una noticia destacable: bicis y patinetes causan el 40% de los atropellos en Barcelona. Son muchísimos, pero habría que ver cuál es el volumen de tráfico que representan en relación con el conjunto de los medios de transporte. Y también habría que considerar la gravedad. El número de bicis o patinetes o motos o coches o autobuses no es relevante al referirse a las estadísticas de transporte. El concepto adecuado, aunque suene ridículo, sería el de bicicleta/kilómetro o patinete/kilómetro, es decir, la suma de kilómetros recorridos en un día, pongamos, por todos los patinetes de Barcelona: eso daría el patinete/kilómetro. Habría que ver si las bicis y los patinetes representan el 40% de todos los recorridos tomando en consideración el conjunto de los medios que circulan por el asfalto (y por las aceras) para saber si hay más atropellos, o menos, de los que corresponden al uso de bicis y patinetes.
Lee uno en El Mundo que los manifestantes del mundo rural alzaron la voz contra los comelechugas (“no vamos a permitir que unos comelechugas impongan sus criterios al pueblo que trabaja y que suda”). Uno, lamentablemente, es un comelechugas, muchas veces para cenar, otras para comer. Uno cena algunos días una tristeza, es decir, dos piezas de fruta, y un yogur y una gelatina mezclados en un bol, una auténtica tristeza. Otros días, para variar, se compone una ensalada de lechuga, cebolla, huevo cocido (si ponen las pitas de casa), manzana en su época, y algo de color para darle alegría, que puede ser un tomate o un pimiento del piquillo. Este revoltijo es casi una fiesta y lo riega con una cerveza sin alcohol. De buena gana uno dejaría de ser un comelechugas y daría cuenta de unos huevos fritos con picadillo, un poco que queso detrás para terminar el vino y el pan, que se habrían dispensado en cantidad que permitiera esa sobra complementaria. De postre estaría bien un tocinillo de cielo, y como el estómago quedaría la mar de bien, se prepararía un gin-tónic. Vanas ilusiones de un comelechugas.
En El Comercio los del mundo rural se quejan de que “la gente va al lineal y mira el precio”. Y apostilla uno que la gente del campo también, de ahí que dejen de ir pescaderos, carniceros o panaderos repartiendo por los pueblos, porque la gente del campo sale a comprar a los supermercados de las villas, compran generalmente más barato y los repartidores dejan de acudir a las aldeas.
La situación del campo le da a uno una inmensa pena, pero si le hacen una cata a ciegas, en muchos productos distinguiría muy difícilmente un producto animal o vegetal extensivo de uno intensivo, si este está medianamente bien tratado y cocinado con habilidad. Hay mucha gente que dice distinguirlo todo perfectamente, pero uno duda de su sinceridad. Uno tiene el defecto culinario de que le gusta prácticamente todo, por lo que sería un pésimo jurado.
Ramiro Fernández, el psicoesteta, dedica unas líneas en El Comercio a los pelos de Boris Johnson. Alguien aseguró que había visto a Boris despeinarse deliberadamente antes de pronunciar un discurso público. Hoy, como no se conoce el nombre de muchos vecinos, se refiere uno a ellos como el del perro cojo, el padre del baloncestista, los del primero que ella trabaja en la tintorería. Uno tuvo un vecino que, mientras no averiguó cómo se llamaba, era “el cuidadosamente despeinado”, un antecesor de Boris Johnson. Tiene uno unos vecinos de portal a quienes cuesta saludar. Comentando la situación con otros vecinos, resulta que para identificarlos se refieren a ellos como “los huelemal”, no porque huelan mal sino por la cara de asco que ponen al encontrarse con otros animales racionales de su especie. Por aquello de la privacidad, o incluso de la seguridad, ya no se indica el nombre de los vecinos en los buzones, así que nos seguiremos refiriendo a ellos como podamos: el marido de la que se desmayó, los padres de los gallegos, el médico de Laviana, la hija del chófer de TUA, o ‘vecino encontró pendiente’ y esto último es absolutamente verídico.
Lee uno en El Comercio que de acuerdo con las normas urbanísticas de Gijón los proyectos para edificar en altura tocan techo con catorce plantas. A uno le parece una altura asumible siempre que no desentone con el entorno ni invada el casco consolidado de la ciudad, es decir, que se levanten entre zonas ajardinadas. ¿Qué es preferible, en los mismos metros cuadrados, un edificio de catorce plantas o dos de siete? Si el edificio de catorce no da sombra a ningún otro, uno prefiere por economía de escala uno de catorce. Por estética, mejor dos de siete, pero con uno de catorce se libera espacio verde y se ahorran costes en conjunto: por ejemplo es fácil que se arreglen con dos ascensores en total, que de la otra forma tendrían cuatro, que es uno de los mayores costes de las comunidades.
Al recordar que Paco Gento tuvo otros dos hermanos futbolistas, Alfredo Relaño cuenta en El País un detalle curioso y es que en el caso de las sagas antiguas de futbolistas se les conocía por un ordinal romano: Gento I o Gento a secas, Gento II, Gento III, Rojo I, Rojo II, Gonzalvo, Gonzalvo II y III, Campanal y Campanal II, Quincoces y Quincoces II. Los Glaría llegaron hasta un Glaría IV, igual con los Collar. Los últimos históricos serían hermanos Ablanedo, I y II. Después se perdió la costumbre y si había dos hermanos futbolistas se les conocía de otra forma: los coruñeses Fran y José Ramón, los vascos Julio y Patxi Salinas; Manolo y Fernando Hierro; Santi y Jose Mari Bakero; Julen y Félix Guerrero y hasta los actuales Nico e Iñaki Williams. Curioso cambio de costumbres, quizá buscando el alejamiento de las jerarquías y una aproximación a la horizontalidad.
Nadal, una foto que refleja su poderío físico y su versatilidad: un pie firme en tierra, el otro tobillo peligrosamente contorsionado, músculos en tensión, plasticidad y la ejecución de un golpe maestro a ras de suelo que le dio la victoria en la muerte súbita.
Se queda uno con la foto de las futbolistas del Barcelona manteando a Torrecilla, jugadora del Atlético de Madrid, apartada dos años de la competición por una grave enfermedad, de la que felizmente se recuperó. La imagen es insólita, pero uno duda si esa imagen se debe a la especial sensibilidad femenina o a que no es un deporte tan ‘encoñado’ (permítaseme la paradoja) y desalmadamente competitivo como el masculino.
¿Al final en qué quedó lo de Teddy Bautista, Ramoncín, Caco Senante y otros en el caso de la SGAE? El País recuerda los casos, ¿barriendo para casa porque son de la ceja, de los suyos? Uno no lo descarta. En cualquier caso, todos quedaron limpios de causas penales, pero lo que flota en el ambiente es la idea de condena. Es imposible luchar contra la pena de telediario.
En LNE escribe Joaquín Rábago -El Roto-, un artículo en contra de la postura de Pedro Sánchez en la crisis de Rusia y Ucrania que paradójicamente explica las posibles razones que empujaron al gobierno español a adoptar esa decisión.
Quedaron unas cosucas en el tintero, pero ya salió esto demasiado largo por hoy. A lo mejor se retoman mañana.




2022/01/26

DE FACEBOOK (Días 22 y 23)

LECTURA DE LA PRENSA. BARES Y TAPAS
Había alguna cosuca más que comentar de la prensa del día -lo de Rusia y Ucrania por ejemplo- pero por aquello de la homogeneidad temática, solamente hablará uno de dos asuntos menores, incluso mínimos.
Publica LNE que cierra la Sidrería Esteban, junto a la estación del ferrocarril. Uno paró durante muchos años prácticamente a diario en el Esteban, generalmente al mediodía, pero también muchas veces al caer la tarde. Esteban es un hombre de carácter y alejado de las medias tintas, y mejor no hablar de política en su presencia. Con él trabajó muchos años Tino, un extraordinario camarero, gran escanciador de sidra, que conocía al cliente y sus costumbres, sabía que según las ocasiones de una botella salían cinco culinos o seis o siete. Si el mismo Esteban u otro camarero, en un momento de despiste, escanciaba otro culete, cuando Tino iba con el siguiente decía: 'Ya dejaron la botella desequilibrada', porque para él nunca acertaba el colega de barra con la medida justa, así fuera el mismo dueño. En cuanto algún cliente se levantaba de una mesa, estaba Tino allí para volverla impecable, quitar las migas de las sillas y dejar estas absolutamente cuadradas y equidistantes con la mesa. Las relaciones eran difíciles pero se entendían con la mirada y lo mejor es que el cliente no se enteraba. La carta del Esteban era destacada y las raciones generosas. Los calamares, tersos, abundantes y en su punto. El rabo de toro, en época de jornadas, el mejor de la comarca. El lechazo, de diez, como el bonito en temporada. Los pinchos de cortesía del mediodía, de tortilla de chorizo, los más cotizados de la zona, para saltarse la dieta. Alguna vez vio uno a un tiquismiquis secarlos con una servilleta de papel. De vez en cuando alternaba con pinchos generosos de lacón. En el Esteban se podía comer un menú del día extraordinario. Era de los más caros de la zona, porque andaba por los quince euros, pero cuando tocaba pote, era como un pote de carta; lo mismo la fabada. Los pinchos de barra, no ya los de cortesía, de tortilla de jamón o de chorizo, eran más caros que los de los alrededores pero también de un tamaño superior, de manera que en algún momento de apuro laboral, tiene uno comido con una botella de sidra y dos pinchos de esos. Por la tarde, cuando uno trabajaba y se jugaba un partido de la Champions, ajustaba la hora de salida del trabajo para que coincidiera con la segunda parte del partido y verla allí. O con el partido entero. Cuenta Esteban que estuvo seis meses de encargado en El Trasiego en el ínterin que tuvo cerrado el bar viejo hasta que le adecuaban el nuevo. Allí le tocó ver y sufrir cómo una pareja se daba el pico toda la tarde con una botella de sidra, pero como la servían con el Manolín, norma de aquella casa, no había manera de apurar a la parejina. Esteban es un hombre de orden y en sus casa nunca toleró acaloramientos. Además del Covid, seguramente sufrió la crisis de la pasada década, cuando las empresas recortaron los gastos de restauración y hubo que ajustar las dietas de desplazamiento a los menús del día olvidando las comidas a la carta para tiempos mejores, que todavía no volvieron.
Hoy comió uno por última vez en el Esteban: calamares, cabritu, milhojas, sidra Vigón. Iba a invitar a la hermana, y la invitó, pero uno no siempre anda con dinero suficiente. Menos mal que ella completó la cuenta...
Se queda uno también con otro buen y penúltimo recuerdo: a mediados de noviembre comió ahí con unos buenos amigos ferroviarios de FEVE. Uno es un aficionado mínimo a la lotería, por lo que no había encargado lotería de FEVE pero un compañero comensal pensó que sí, produciéndose este diálogo en la barra, antes de pasar a la mesa:
- Albalá, te traigo la lotería.
- Ahí están.
Albalá calló la boca, sacó veinte euros, pagó y recibió el décimo.
Mientras uno estaba en otra conversación, observa que chucu-chucu, otra compañera del convite enseña el móvil al lotero, que se echa las manos a la cabeza.
- Meca, la lotería no era para ti.
- No te preocupes que M.J. y yo lo jugamos a medias.
Interviene M.J. para indicar que no, que compra uno del mismo número si queda en la administracion de lotería. Quedaba. Tocó la pedrea sin buscarlo. No se puede soltar un número que se tiene en la mano. Lástima que ya no se pueda reinvertir en una comida en el Esteban, que tan buena suerte dio.
Hace unos días tuvo uno la curiosidad de ordenar los bares frecuentados en los últimos siete años en base a la aplicación 'Cronología' de Google. Son estos El Valle, La Noceda, La Pumarada, La Mundina, Muñiz, Pigüeña, Marcelino, Leonés, Esteban, Reúndu. No es el orden de los últimos tiempos porque uno va cambiando de lugares, aunque menos de costumbres. En todos esos sitios se siente uno a gusto y donde uno se siente a gusto no le importa ir solo.
Otra noticia gastronómica, en este caso, sobre la croqueta. Se fijó uno en la noticia, no por el establecimiento anunciado, que no conoce, sino por el titular, con el que uno está de acuerdo: la croqueta perfecta es la que se come de un bocado, lo que pasa es que, por cortesía, cuando se comen croquetas para compartir, uno se corta y la va comiendo por mitades, con lo que no disfruta del sabor ni de la primera ni de la segunda parte. Ocurre también con esas lonchas de chorizo tan finas que para que sepan a algo hay que comer de dos en dos, con el riesgo de que señalen a uno como glotón y maleducado.

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LECTURA DE LA PRENSA. POSTURAS Y POSTUREO
Está muy de moda hablar del postureo, pero uno no cree que sea eso lo que hace el concejal ovetense José Luis Costillas delante de un auditorio mayoritariamente de periodistas -se supone- en FITUR. Una de dos, o da muestras de una envidiable soltura ante el respetable o adopta ese tipo de poses acrobáticas y heterodoxas imprescindibles cuando uno está pidiendo a gritos llegar pronto al WC para evitar aguas y males mayores.
El caso es que salió, y de eso se trata, salir por lo que sea y generar marca. Lo propio consiguió el alcalde Canteli o quizá Teresa Mallada, la portavoz del PP en el Parlamento asturiano, al lograr que Pablo Casado pasaran delante del estand de Oviedo y salieran en La Vanguardia en cotizada página informativa que ahorra costes publicitarios.
La jocosa columna de Joaquín Luna en La Vanguardia (“Con tanta cola, ¿cómo va uno a pedir guía al farmacéutico sobre los 14 tipos de condones?”) le da pie a uno para contar alguna anécdota. No hace nada un (algo más que) conocido le preguntó por la cuestión de la tarjeta dorada y unas tarjetas de viaje que se utilizan en los ferrocarriles asturianos. Aunque uno puede no estar a la última, explicó la casuística, que ni es fácil ni se enseña en un santiamén. Contaba este conocido su peregrinación de ventanilla en ventanilla, de máquina en máquina. Hay cuestiones que, por su complejidad, no se explican bien en una cola, porque se ponen nerviosos tanto el empleado como el potencial usuario. Uno, como si siguiera dentro, intenta justificar la automatización de la venta…
Otro uno, pero en realidad el mismo uno, intenta también comprender la automatización de las operaciones bancarias, la concentración de oficinas, la operativa virtual. Uno lo intenta comprender porque lo tiene y tuvo en casa, pero son asuntos de difícil gestión y digestión. Pedro de Silva se hace eco del clamor de estos días de la gente mayor y de la España vaciada y todavía más vaciable. El posible contrapunto lo encuentra uno en La Vanguardia, que proclama que relevantes estudios aseguran que la persona de setenta años hoy está mucho más puesta y dispuesta y sana mental y físicamente que la de setenta años ayer. Igual está también más preparada para las redes, internet y la vida virtual, pero no esta defendiendo uno lo indefendible porque ve lo que hay.
Europa prepara sanciones económicas contra Rusia en caso de que invada Ucrania. Uno cree que las empresas exportadoras españolas estarán temblando. Una de las que exporta -o exportaba- es Sidra el Gaitero, que precisamente sale hoy en el suplemento Babelia de El País, como muestra de publicidades con rima. ¿Qué dirán en El Gaitero de las posibles sanciones?
De La Vanguardia rescata uno dos viñetas asépticas sin ninguna mordacidad, que anticipan el tipo de chistes del futuro, ya que no queda colectivo que se pueda tocar, siquiera tangencialmente, sin que se molesten los posibles afectados: nada de gangosos, nada de catalanes, nada de gallegos, nada de andaluces, nada de moros, nada de mujeres, nada de ricos, nada de pobres, nada de curas, nada de monjas, nada de mariquitas, nada de cojos, nada de ecologistas, nada de gordos, nada de tartamudos, nada de butaneros, nada de ferroviarios, nada de militares, nada de guardiaciviles.