2016/03/26

¿MIENTRAS TANTO, QUÉ?

Encuentras muchas buenas gentes que comprenden (alguien tendrá que explicarte la diferencia entre comprender y justificar) a los terroristas de todo tipo, incluidos los del movimiento vasco de liberación nacional, por utilizar los términos que en alguna ocasión se escaparon al expresidente Aznar. Como aquello pasó, las comprensiones del terrorismo reciente se basan en la intervención occidental en la guerra de Irak.

Bien. Será verdad. Y será difícil a medio plazo revertir esa situación, entre otros motivos porque algunos regímenes democráticos  occidentales (¿o no son democráticos por haber adoptado decisiones injustas?) no están convencidos de tal error, al menos las sucesivas elecciones no lo demuestran con la radicalidad que las buenas gentes aludidas al principio desean. ¿Qué hacer mientras se alcanza la justicia universal y el fin de las opresiones?

Vayamos a la pequeña o no tan pequeña delincuencia diaria. Habrá que ser comprensivos con el que detrae (no lo llamemos ladrón, no estigmaticemos) dinero de un pudiente (aunque se vea en la ineludible y justa obligación de matar a quien se oponga o interponga) porque realmente le están robando a él y porque el sistema es injusto y no debería permitir que unos tengan tanto y otros tan poco. Como esa detracción es justa, no debería caer sobre él el peso de ninguna  ley: actúa en legítima defensa. En realidad se debería despenalizar la pequeña delincuencia porque obra por elementales razones de justicia.

¿Qué hacer con esta pequeña o no tan pequeña delincuencia mientras se alcanza la justicia universal? Nada (pese a tanta comprensión, nunca viste a estas buenas gentes quitar las cerraduras de sus puertas).

A lo que ibas. ¿Debe un Estado protegerse contra el terrorismo islamista o cualquier otro? Las buenas gentes entienden que no, o bien no captas la fórmula de qué hacer en tanto se consigue la igualdad universal o el respeto de los pueblos oprimidos.




2016/03/24

SETENTA AÑOS O MÁS

Lees una entrevista de/a María Teresa Álvarez. Hace años en Asturias sería María Teresa a secas, hoy seguramente en Asturias y en España María Teresa a secas será María Teresa Campos, pero nada peyorativo dirás de la Campos, una gran profesional, mejor ella que la culimaya (bable intraducible) que gira a su alrededor. No querías hablar de María Teresa Campos sino de María Teresa Álvarez, viuda por lo demás de Sabino Fernández Campo, ex jefe de la Casa Real.

Quieres pensar que será reciente la foto que ilustra la entrevista . Ves a María Teresa como siempre, guapa y resultona. Como tú también envejeces, siempre te sacó la misma diferencia de edad, pero si cuando presentó Panorama Regional era joven (tendría menos de treinta años), joven y guapa la sigues viendo desde entonces hasta hoy. Tuviste oportunidad de verla a menudo en persona cuando, trabajando tú en la estación de Veriña, trasbordaba allí para ir o venir en Feve a su tierra candasina.

No tienen esa consideración juvenil otras de su edad. ¿Quién te iba a decir cuando tenías veinte años que a una señora de setenta (o más) la ibas a ver guapa y no una vieya arrugada y de negro? Pues así es hoy en día.

Además, eso del encendido pregón de Semana Santa de una persona que se confiesa laica es para nota, pero para entenderlo del todo precisas un imposible máster en Teología o en Sociología de las Religiones o acaso en Etnografía. Tiene que haber de todo en la viña del Señor.

2016/03/22

BÉLGICA

No sabes si escribiste algo cuando el atentado de París (o los atentados, son tantos que ya no lo recuerdas y eso que no pasó tanto tiempo), en esta ocasión no vuelves la vista atrás, por lo tanto no sabes si te vas a repetir o, por el contrario, dirás algo nuevo. Sirve también para el o los atentados de Londres o para el o los de Madrid. Los de las torres gemelas te quedan ya algo lejanos geográfica, temporal y sentimentalmente.

También se registraron atentados sangrientos en África y en Asia, pero tienen por estos lares menos repercusión, y no quieres ver en ello algo peyorativo porque tampoco aquí se presta demasiada atención, y es comprensible, al arte o a la historia japonesa o china, por muy punteras que sean sus economías. Además, no iba a ser este el motivo de esta entrada, pero a veces la pluma o la tecla vuelan libres.

Mal pronóstico tenemos en el mundo occidental, en Europa en particular, para enfrentarnos contra el terrorismo islámico, sí, islámico; llevamos demasiado tiempo matizando más de lo razonable y el enemigo está dentro geográfica e intelectualmente. Alguien desde la izquierda justificará (con la disculpa de explicar) los atentados basándose en la existencia de pueblos oprimidos o explotados. Es curioso que se justifiquen unos atentados que reivindican la supremacía totalitaria islamista a la vez que se cercena económicamente al muy moderado cristianismo occidental. De lo que haya ocurrido en tiempos de la Inquisición no te sientes ni heredero ni responsable.


2016/03/14

UNA PIEDRA EN EL CAMINO

Una piedra en el camino
me enseñó que mi destino
era rodar y rodar...entre dudas.

En una ruta que haces de vez en cuando, te encuentras los días siguientes a los lluviosos con un regato que si descansa la nube se convierte en barrizal antes de volver al estado seco. En las ocasiones más adversas das un pequeño salto para franquearlo pero no es la primera vez que te desequilibras como consecuencia de tu ímprobo esfuerzo y de tu innata habilidad para el ejercicio físico.

El último día no tuviste falta de saltar porque alguien colocó una piedra en el centro del cauce, lo que te llenó de preguntas sobre la ética del capitalismo.

Desde luego, quien  colocó la piedra no obtuvo ningún beneficio económico. Tampoco habrá incurrido en gasto alguno. Le habrá costado únicamente el esfuerzo de coger la piedra de algún pedregal inmediato y colocarla entre el agua o el barro. ¿Es su ruta habitual?  ¿Lo hizo en primer lugar pensando en sí mismo para evitar una incomodidad y si, de paso, alguien más se beneficia, bendito sea?  ¿Lo hizo pensando en sus acompañantes, su familia quizá? ¿Lo hizo sobre todo pensando en los demás? ¿Lo haría si esa hubiera sido su única caminata y no tuviera intención de volver? ¿Cambia algo el esquema ético si la piedra es de peaje?




2016/03/11

LA SANTINA, AL RESCATE

Es una suerte hoy y fue un triunfo ayer vivir en un país tolerante, que en otro tiempo no lo fue, en el que los sentimientos religiosos son generalmente respetados y en el que la confesión religiosa mayoritaria respeta el status que la Constitución le otorga, sin perjuicio de que los discrepantes de uno y otro signo, de uno y otro lado, intenten una mayor o una menor presencia social, financiación incluida.

Salvo fundamentalistas, que no conoces, ningún creyente o practicante de la religión católica, ningún devoto, ningún simpatizante, si se pudiera emplear el término en materia religiosa, habrá visto burla, menosprecio o actitud irrespetuosa en una divertida viñeta de la prensa regional que apela a la Santina de Covadonga para que acuda en auxilio del Sporting de Gijón, que lleva unos partidos negado, a la par que algunos de sus competidores espabilaron y están escapando de la quema, el
descenso a Segunda División.

No tienes nada claro que los creyentes de otras religiones sean tan tolerantes como lo son los de la Santina.



2016/03/03

UNA FOTO CORRIENTE

Efectivamente esa foto es absolutamente corriente. Ni siquiera la calidad es buena, en este caso culpa del fotógrafo. Quisiste recoger y reflejar un hecho anodino de esos que llenan las vidas.

Hace unas tardes diste por terminada la jornada escapando (a la hora) no por la puerta principal sino por una accesoria que da a la Losa de Oviedo. Del hotel inmediato salían dos turistas y uno de ellos quiso inmortalizar lo que vio al franquear la puerta giratoria. ¿Qué pudo llamar la atención a aquel sujeto? Tú no quisiste ser menos y reflejaste en el móvil un atardecer ovetense, el mismo que él acabaría de retratar.

¿Qué se ve de notable? La puesta de sol era de lo más ordinario, a la izquierda recortando el horizonte un par de torres de las que dicen que sirvieron para financiar las obras ferroviarios, una farola de cinco brazos que después de las medidas de ahorro no estará operativa al cien por cien, una réplica de una estatua de Dalí muy difuminada, una cubierta que une o separa -según se quiera- las dependencias de Adif y Feve, unas losas agrietadas de tanto trailer que visita la cubierta de la estación única.

Debajo pasas tú el día disfrutando del abanico de artísticos cubos de variados colores diseminados a lo largo de la terminal para recoger el agua de las abundantes goteras que con sus variados sonidos dan un poco de vida a la estación, ahora que los trenes ya no pitan por aquello de la contaminación acústica y para no molestar a los delicados vecinos.

Algunas veces estás tentado tú también de fotografiar lo primero que ves. Ten paciencia, normalmente no tardarás en encontrar encuadres y momentos más sugerentes.

2016/03/02

¿CREADORES O TRANSMISORES DE OPINIÓN?

Siendo prudentes, perplejidad, enfado, disgusto es lo que como mínimo quieren transmitir las imágenes de los sindicalistas y otros invitados que se encontraban en la tribuna de ídem mientras escuchaban, o con el pretexto de escuchar, el discurso de investidura del candidato a presidente del gobierno.

¿De qué cosa más importante que la investidura pueden estar pendientes los invitados, para entretenerse consultando sus tabletas o sus teléfonos móviles y, eventualmente, pasando mensajes? Tiendes a pensar más bien lo contrario, es decir, que la mayor parte de los ciudadanos, haciendo un paréntesis en sus actividades de ocio o de trabajo, hacen novillos mientras consultam lo que ocurre en el hemiciclo. Sin embargo estos influyentes personajes consultan desde el hemiciclo lo que ocurre en la calle.

Como es lógico, lo que ocurre en la calle es que se está hablando de lo que simultáneamente sucede en el Parlamento, de manera que el discurso del candidato Pedro Sánchez llega a la calle, se mastica, se cocina, se comenta y regresa emplatado a la tribuna de invitados del Congreso sin perder un voto. Te preguntas si los secretarios generales de UGT y CC.OO. no tienen un criterio suficientemente sólido y autónomo para interpretar por sí mismos lo que están oyendo a pocos metros, y así no depender de cómo mastiquen y regurgiten sus opiniones los oyentes.

Así pues, no consideras una falta de respeto ni de interés el comportamientos de invitados y sindicalistas. Más bien demuestran estar atentos a cómo llegan a la calle las palabras de Rajoy para retuiterar y comentar en directo, aunque si es por eso podían seguirlo por televisión desde sus casas y comentar y tuiterar desde allí, salvo que quieran disfrutar de la banda ancha que se supone que oferta el Congreso para que circulen por las redes los acuerdos parlamentarios.