2008/05/31

EL PROCESO, de Kafka

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Acabas de terminar de leer, por segunda vez, EL PROCESO, de Kafka.

Ya lo habías leído, hará más de veinte o de treinta años, no lo recuerdas bien. Por suerte no te acordabas de la misa la media, pero sí sabías que merecía la pena volver a leer esa obra. Ahora mismo que lo acabas de terminar, si abres el libro por cualquier página, la mayor parte de los párrafos te suenan a nuevos. Te preguntas en qué estarías pensando cuando pasaste por ahí, claro que no lo lees con intención de examinarte.

Con EL PROCESO corres el riesgo de hacer una lectura jurídica, metajurídica o parajurídica, analizando el libro desde el punto de vista del derecho o del operador jurídico, que se dice ahora. Descártalo porque EL PROCESO es la visión del justiciable, sobre el que cae todo el peso de la ley.

T recuerda a LA CABINA, aquel corto protagonizado por José Luis López Vázquez, que comienza con una anécdota, un hecho trivial, una cabina que se cierra, una citación rutinaria a declarar, y termina en tragedia.

Tenías la esperanza de que “el chavalín” acabara ganando, pero EL PROCESO no lo escribió Marcial Lafuente Estefanía, y Josef K., que así se llama el protagonista, no sale demasiado bien parado, y tampoco quieres detallar y adelantar acontecimientos por si alguien se anima a adentrarse en Kafka.

La novela, aunque te da reparo decir que EL PROCESO es una novela, porque asocias novela a aventuras; la novela, decías, es auténticamente kafkiana, el tópico no la traiciona. Cuando la terminas, te preguntas, ¿pero por qué detuvieron a Josef K.? ¿cómo empezó todo? Encuentras la respuesta en las primeras líneas:

Alguien tenía que haber calumniado a Josef K, pues fue detenido una mañana sin haber hecho nada malo. La cocinera de la señora Grubach, su casera, que le llevaba todos los días a eso de las ocho de la mañana el desayuno a su habitación, no había aparecido. Era la primera vez que ocurría algo semejante”.

Así que todo empezó por una denuncia de la cocinera. Tuvo que ser así, necesitas que sea así, no puedes creer que el Estado desencadene un proceso porque sí. Pero, que recuerdes, ninguna alusión más a la cocinera a lo largo de la obra, de manera que no sabes si la cocinera intervino o son todo elucubraciones del protagonista, del autor o del lector.

Según avanza la obra te vas metiendo en la piel de Josef K., que empieza, te parece, tomándose a broma el proceso, como si fuera un error, él por encima del bien y del mal, no en vano es el gerente o apoderado de un banco, acostumbrado a su posición dominante, a hacer y deshacer, a recibir gente y a hacer esperar. Llevas unas pocas páginas cuando lees “K. le siguió cada vez con mayor lentitud, era la primera derrota que sufría ante esa gente”.

Esa sería la primera derrota y no habría más victorias.

El calificativo es correcto: kafkiano. Encuentras un montón de situaciones kafkianas.

Kafkiano es que un apoderado versado en relaciones y contactos intente acercarse al juez o al nebuloso mundo judicial a través del pintor que plasma en reciclados lienzos a jueces, scenarios judiciales u otros actores forenses. Pero no te extraña, así es la vida del poderoso, que no cree en la justicia e intenta comprarla a base de relaciones metajurídicas (más allá de lo jurídico).

Kafkiano es que el procesado sea quien elabore los borradores para el indolente abogado.

Kafkiano que en mismo papel en el que Josef K. iba a trazar las líneas maestras de su defensa el subdirector del banco dibuje un chiste bursátil. Todo es broma o todo es un mercado o un mercadeo. A lo mejor simplemente es que, como decía Marx, el Derecho es un epifenómeno de la economía.

Kafkiana es, y lo es hoy todavía, que el tribunal se ponga en contacto por teléfono con el procesado para resolver asuntos de trámite. Y estamos hablando de los años veinte del pasado siglo. ¿Se utiliza hoy el teléfono?

Kafiana es la relación que se establece entre proceso y belleza al decir del autor que los acusados tienen un plus de hermosura, pero no se atreve a sacar la conclusión de que son bellos por acusados, tampoco la de que son acusados por bellos. Simplemente son bellos y son acusados y no entras en matices, causas o efectos.

Kafkiano es que no haya acuerdos sobre dónde se inicia un proceso, para el juez en un punto, para el acusado en otro.

Queda dicho que no vas a descubrir el final, pero próximo a este queda una frase terrible, que sirve para la justicia, para la economía, para la arquitectura, para la empresa.

La justicia no quiere nada de ti. Te toma cuando llegas y te deja cuando marchas”.

2008/05/29

ALMA LLANERA (Qué suerte tienes, cochino)

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Entre otras aficiones, todas de rendimiento económico negativo (que no te busquen para socio industrial) tienes la de subir vídeos a una página personal. La mayor parte de ellos son actuaciones del coro en el que cantas, a veces también de otros coros, alguna de motivos ferroviarios o alguna tontería que pillas al vuelo.

En esa página se puede encontrar una buena selección del repertorio del coro de padres Dominicas, que suena extraño desde el punto de vista gramatical, pero otros nombres raros de personas aparecen en el registro civil y siguen inmutables hasta la muerte del paisano.

Hoy interveníais en el XII Festival de Masas Corales de La Calzada en la Iglesia de Fátima, en la que llevais ya varias participaciones. Los últimos estrenos de vuestro repertorio se pueden encontrar en internet pero faltaba por incluir el ALMA LLANERA, que estrenasteis hace unos días, pero no te pudiste coordinar con el penitente que grabó aquel concierto para indicarle los criterios de preferencia ante la previsible escasa duración de la batería.

En este concierto de La Calzada volvíais a interpretar el ALMA LLANERA. Actuabais en segundo lugar y no tuviste oportunidad de localizar entre el público a alguien de tu cla que se animara a grabar. Durante la actuación del otro coro, que actuó primero, subiste a la tribuna por si encontrabas allí a algún voluntario de los tuyos, como en otras ocasiones, pero en esta ocasión allí no había nadie.

Ya te resignabas a no poder presentar esta exclusiva mundial, cuando, estando ya formados para salir desde la parte de detrás, aparece tu amigo Javier el de Villoria, de la banda del Seminario y testigo del desastre del Oviedo en Caravaca, que supo de la actuación por El Comercio y allí se presentó a saludar y tú en correspondencia le diste la cámara y le dijiste: arréglate como puedas. Temías que si la canción era de las últimas, no entrara por agotamiento de la batería o de la memoria.

Al final te puedes decir como en aquella canción de Serrat dedicada a Tío Alberto

Qué suerte tienes cochino,
en el final del camino
te esperó la sombra fresca
de una piel dulce de 20 años
donde olvidar los desengaños
de diez lustros de amor.

con la diferencia de que no hay moza de veinte años en lontananza ni lustros de amor que olvidar.

Y desde el punto de vista técnico, de la grabación no hay nada que decir. Como la canción dedicada a la Virxen de Covadonga:

“El pintor que pintó a Xuana
Pintó a María también
Si Xuana salió más fea
María ¿qué culpa tién?

2008/05/28

LA COMPLEJA SITUACIÓN DE LA SANIDAD ASTURIANA

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Lees en la prensa un reportaje que lleva ese mismo título.

A veces echas en falta que aparezca algún patán como Jesús Gil, que hable claro. Imitable en eso, no en el resto de sus atributos.

Después de leer las dos páginas que la prensa dedica a analizar la sanidad asturiana, no consigues salir de dudas.

Para Francisco Díaz Cadórniga, jefe de endocrino jubilado, “los profesionales están poco motivados (te preguntas si hay alguien motivado en este país), excesivamente presionados (¿por quién?) y mal pagados (todo el mundo se considera mal pagado). Es necesario reformar el modelo salarial y la jornada laboral (pero no sabes hacia donde). Existen problemas de planificación y gestión (¿cuáles?), que vienen de lejos y se aprecia una falta de diálogo con los profesionales”.

Para Enrique Oltra Rodríguez, enfermero, presidente de la Comisión Nacional de Enfermería Familiar “Nuestro sistema sanitario trata bien al profesional, pero no le incentiva (¿??), carece de liderazgos que basen la gestión en evidencias y eficiencias (!!!)y de mandos intermedios profesionalizados (¿no lo están?). Sume a los profesionales en un pesimismo paralizante y retroalimentado (!!!). La tensión permanente dificulta superar un modelo medicalizado, caro, obsoleto y rancio”. Este enfermero tiene que ser doctor honoris causa en tinés, el lenguaje sinérgico de nuestro Presidente Tini Areces.

Venancio Martínez, pediatra: “Lo que los gestores estimen como necesidades y el replanteamiento de las funciones han de ser valoradas y reconocidas como compromiso con el sistema sanitario dentro de la carrera profesional”. Si alguna vez tienes que acudir a este pediatra dudas mucha ser capaz de poder trasladar a román paladino sus recetas.

Dacio Alonso, presidente de la Unión de Consumidores: “lo que la sanidad asturiana necesita es…potenciar políticas interesectoriales de prevención”. Y se quedó tan ancho.

María José Fernández, del Sindicato de Auxiliares de Enfermería: “Unidades rebasadas por el trabajo, categorías infravaloradas y paupérrimamente retribuidas…una sanidad que abusa y exprime a la tropa de chicos/as para todo que son lso auxiliares de enfermería”. A esta se le/la entiende.

Noemí Martín, diputada regional de IU: “falta de una estrategia definida para establecer alianzas con los profesionales y organizaciones más comprometidos con el sistema público que permitan implantar medidas de mejora. Es necesario practicar más el diálogo y la negociación, y menos el monólogo y la prepotencia”. Entiendes que lo que quiere decir Noemí es que hay que hablar con CC.OO. y llevar al BOPA lo que este sindicato dicte. Dígase así.

Emilio Losa, presidente del colegio de Enfermería de Asturias: “La escasez de plantillas de médicos y enfermeros hace necesario que se incrementen estos recursos humanos…”. Barre para casa y se le entiende perfectamente. Recibirá el aplauso de sus colegas.

Carlos Ponte, Presidente de la Asociación Asturiana de Defensa de la Sanidad Pública: “no es posible avanzar sin contar con los profesionales y los ciudadanos” (¿cómo?).

Eugenio Avanzas, internista: “algunos pacientes y familiares deben comprender que no debemos abusar de los recursos sanitarios, ya que si éstos se agotan o disminuyen, repercutirá negativamente en nuestra sanidad”. Bien, autocontrol, resignación.

Juan Sebastián López Arranz, cirujano y ex-rector: “No es posible que el activo más importante del sistema, sus profesionales, no vean reconocidos su esfuerzo y su proyección profesional”. Entiendes que ver reconocido el esfuerzo es ganar más, no se conformarán con una palmadita en la espalda, y la proyección profesional, te imaginas que serán ascensos automáticos, con la correspondiente contrapartida salarial, no lo puedes interpretar de otra forma.

Margarita Alonso, Médico de Primaria: “la sanidad está dirigida por personas que desconocen la asistencia y la atención primaria”. Pero de soluciones, no lees nada.

Alejandro Cueli, de una Asociación de Vecinos de Avilés. “la solución pasa por analizar en profundidad la problemática del sector, con alternativas consensuadas entre todos los agentes implicados, usuarios, personal sanitario y las diferentes administraciones públicas”. No consta que nada más terminar de pronunciar esta frase haya roto a sudar del esfuerzo, pero se supone que así habrá sido.

Carmen Rodríguez, presidente del Colegio de Médicos de Asturias: “Debe hacerse política con criterios de participación y corresponsabilidad con los profesionales médicos…”. Aplausos del gremio.

Carlos Garcelán, diputado autonómico del PP: “los gobiernos socialistas han carecido de proyecto…”. Politiqueo.

Suma total, nada, o nada claro.

LA PRINCESA RECICLA

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Te encuentras en La Nueva España con un artículo hagiográfico sobre la princesa Letizia. En una entradilla lees “Lleva la administración de la casa, no le gusta derrochar y recicla ropa, bolsos y zapatos”. Te adentras en el artículo en busca de alguna ampliación, pero nada, solamente añade que está muy al tanto de la cesta de la compra y que ella misma supervisa el vestuario de cada uno de sus viajes.

Dudas sobre el significado del verbo reciclar y vas al diccionario, no vaya a ser que cuando dicen que Letizia recicla esté haciendo algo que desconoces. Reciclar: “someter repetidamente una materia a un mismo ciclo, para ampliar o incrementar los efectos de éste”. Tienes leído en otras ocasiones que Oviedo recicla no sé cuantas toneladas de basura, que únicamente quiere decir que Oviedo deposita en bolsas de la basura esas mismas toneladas, pero si se dice que recicla, queda mucho más ecológico y cívico.

Por ejemplo tú también reciclas los zapatos en el sentido de que no los tiras después de la segunda postura, ni siquiera después del primer desgaste de suelas. Los llevas al zapatero, los reciclas. También reciclas los pantalones que se desgastan por el roce de la entrepierna. Tu madre les pone una pieza, los remienda y, si no te pones de horcajadas, nadie se entera, y mientras tanto, tú reciclando el pantalón. Lo único que no reciclas son los bolsos, de momento.

Te quedas con la copla de que la princesa recicla aunque no sabes exactamente qué es reciclar, porque en unos sentidos es tirar y en otros no tirar y las dos cosas a la vez va a ser que no, pero queda bien decir que la princesa recicla, cualquiera cosa (como decía tu profesor D. Silverio Cerra) que ello fuere.

2008/05/27

ESQUELAS

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Que la lectura de las esquelas, dicho sea con el debido respeto, es un motivo de entretenimiento, es de dominio público entre tu círculo de habituales. A veces se ve la mano del difunto, por ejemplo, cuando anuncia que por expreso deseo del finado, no se admiten flores. Otras veces no puedes distinguir la mano del muerto, o si el vivo realiza una interpretación libre del desaparecido.

Un día cualquiera, un sábado, por ejemplo, ves que muere un jubilado del Banco Herrero de sesenta y seis años, pero a su lado coincide una funcionaria del INP, órgano que ya no existe, de hecho la finada tiene bisnietos, pero se conoce que ser funcionario imprime carácter. El funcionario conserva su status y su carisma más allá de la jubilación.

Te entran dudas sobre si es lo mismo tener el domicilio o la residencia en un punto que residir y vivir ahí, o si se puede residir en un lugar y vivir en otro y tener el domicilio en un tercero. O si depende todo de la intención: se está en un sitio pero como de paso. Te suscita estas dudas la esquela de Argentina que residía en Moreda, pero que falleció en la Residencia de Ancianos de Pola de Lena, por lo tanto una residencia en la que no residía o sí residía o a lo mejor nunca perdió la esperanza de dejar de residir.

Al final todo el mundo está de paso.

Ves la esquela de Juan el Ñaldo, y la de Carmen de Casa Pin, de Germán el Practicante, de José Antonio que llamaban Frasio, de Manuel más conocido por Corredoria, De Vicente alias Pichi, Perfecto de la Carnicería Peto, de Francisco con su previsible Paco, José Manuel el Roxu, ves que las capillas ardientes están ya casi siempre en los tanatorios y que las antiguas casas dolientes son ahora las excepcionales casas mortuorias. Y en Villaviciosa y Cabranes y alrededores ponen un autobús y figura en el esquela los pueblos por los que pasan. Y en las Cuencas se suele indicar el domicilio del muerto. Y te parece bien, porque ya que se encarga la esquela, que incluya los mayores datos posibles que faciliten la identificación del muerto y la asistencia a las honras fúnebres.

Toda esta variedad sin salir de Asturias.

DECLARACIÓN ERÓTICA DE BIENES E INGRESOS DE LOS CONCEJALES GIJONESES

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El sábado por la mañana dejaste perfilada la presentación que harías por la tarde del concierto del coro. Atendiste algunas sugerencias de tu señora e imprimiste la redacción definitiva. Con esos deberes hechos ya puedes dar una vuelta hasta ese lugar que Pérez de Ayala retratara en Tigre Juan: “Un ruedo de casas corcovadas, caducas, seniles. Vencidas ya de la edad, buscan una apoyatura sobre las columnas de los porches. La plaza es como una tertulia de viejas tullidas, que se apuntalan en sus muletas y hacen el corrillo de la maledicencia. En este corrillo de viejas chismosas se vierten todas las murmuraciones y cuentos de la ciudad. La plaza del mercado es el archivo histórico de Pilares”.

Ahí estás de chismorreo contigo mismo esperando la llegada de tu señora, que vendrá con alguna ganga de los indios o de los gitanos, después de tenaz regateo.

El chismorreo en este caso está justificado porque los concejales de Gijón publicaron la fotografía de sus ingresos y de su patrimonio.

Echas una ojeada rápida para ver si a simple vista observas algún rasgo común entre los del PSOE, los de IU y los del PP. A simple vista, ves que la declaración de los populares ocupa más líneas, los de IU lo despachan en siete u ocho guiones cada uno y los socialistas ocupan el territorio intermedio. Previsible.

Te llama la atención que Montes Estrada, de IU, declare como ingresos 600 euros de indemnización por un retraso en un vuelo a La Habana. Al día siguiente leerías que eso dinero lo ingresó en el Ayuntamiento. Si fue así, no sabes a cuenta de qué lo declaró.

Ves que se mezclan churras con merinas. Quizá otro año se unifiquen criterios, porque no ves la utilidad de que alguien declare una libreta de ahorro por valor de 43 euros junto al 50% de una vivienda en Gijón adquirida en 1993, pero no se apunta su valoración económica, y así otros muchos datos. No es lo mismo un piso de doscientos metros en la calle Corrida que una solución habituacional de Trujillo en El Coto.

No obstante, con esas limitaciones y todo, te parece positiva esa desnudez, que es sólo erótica porque enseña y oculta, sin llegar a pornográfica.

2008/05/24

De profecías, dudas, dudosos, dudantes, dubitativos y buridanes varios

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Un habitual de este blog (gracias), con nombre de profeta y apellido de nombre, te pasa este correo:

Hola:
releyendo el País Semanal de esta semana, me encontré con esta cita del escritor y filósofo Henri Fredéric Amiel : "El hombre que pretende ver todo con claridad antes de decidir, nunca decide" y me acordé de ti.
Un saludo

---
Los profetas suelen acertar.

2008/05/23

“UTZ” de Bruce Chatwin (colaboración de Rafa de Diego)

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Hace unas semanas tu compañero Rafael de Diego, Supervisor de Producción o Jefe de Maquinistas (por usar un término más entendible) te incluyó en una red que intercambia comentarios sobre libros recién leídos. Nunca colgaste una colaboración, a lo mejor dices algo sobre EL PROCESO de Kafka, cuando de una vez lo termines. De momento cuelgas un comentario de Rafa que te parece interesante y bien escrito.

****
“UTZ”
de Bruce Chatwin
154 paginas
editorial MUCHNIK, 1988

A veces te enfrentas a la inmensidad de la Biblioteca Publica con la mente vacía, sin buscar una obra determinada simplemente esperando hallar ese libro que nos transporte o nos reconforte, que nos libere, etc... y rápidamente decae el animo ante las hileras e hileras de lomos de libros y ante la imposibilidad de saber o intuir por el lomo, color o situación que libro será satisfactorio,...Y a veces por pura casualidad; ¿existe la casualidad? guiado sabe Dios por que extraños indicios te fijas en un libro, un autor, totalmente desconocidos, una cierta editorial que tu experiencia te dice que es de confianza.... Y hallas un pequeño tesoro, este es el caso que nos ocupa.
Bruce Chatwin es un escritor ingles atípico en todo el sentido de la palabra:
desconocido en España, con una producción cortisima; seis novelas y un libro póstumo recopilatorio de cartas y escritos varios. Profesionalmente agente de compras de la casa de subastas Sotheby´s, con lo que implica respecto a su formación académica, criterio artístico e inteligencia. Posiblemente homosexual muere de sida en 1989 a los cuarenta y nueve años. Su producción literaria es corta y comedida; ninguno de sus libros pasa de las 200 paginas lo que hace que toda su obra coja dentro de las tapas de cualquier obra de un autor de respeto tipo Umberto Eco.
“Utz” nos narra de manera magistral la historia de Kaspar Joachim Utz, supuesto barón de Utz en Checoslovaquia, en la Praga comunista. Este personaje muere, y es el inicio de la novela, en 1.974.
Apasionado de la porcelana de Meissen, Utz se convierte en un erudito y un gran coleccionista en su pequeño piso de la calle Siroka, enfrente del cementerio judío de Praga. Las inevitables y continuas referencias a Praga traen, a los que la visitamos brevemente , aromas, colores y formas de esta espléndida ciudad. Pero Utz es más que un coleccionista compulsivo de porcelana...
Esta es su última novela, acabada en el hospital donde falleció y apenas corregida. Una joya literaria, no os defraudara, se lee fácil y es corta.
De otras obras de Chatwin he leído “El virrey de Ouidah”; las aventuras en la costa africana de Benin del último negrero brasileño, el personaje existió realmente. También es una gran novela.
Esta claro que lo tome prestado de la Biblioteca pública de Oviedo, identificado como:
821.111-3 CHAT utz
Un saludo de Rafa.

ETOLOGÍAS Y PARADOJAS



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Oíste hablar por primera vez de la etología al leer “El comportamiento animal” un libro de aquellos de la colección Grandes Temas GT de Salvat que te introdujeron en los más variados campos del saber, con lo que consolidaron tu tendencia a picar de aquí y de allá, a veces sin entrar en materia.

Sería en aquella época cuando leíste “El Mono desnudo” de Desmond Morris, en la colección Rotativa, de la que conservas algún libro todavía por las estanterías de casa. Te convenciste de que el hombre es un animalín. De hecho un compañero tuyo de oficina, en una época en la que fue el responsable de un colectivo se refería a ellos cariñosamente como “los mis animalinos”.

Como hacía buen tiempo hiciste una parada técnica en el Fontán, debajo de los soportales debidamente protegido de los rayos solares. Es entretenido comprobar cómo la gente, ansiosa de buena temperatura, se sienta en una de las mesas al sol, pero a los tres o cuatro minutos mosca (moscar: ponese les vaques, les oveyes nun sitiu frescu pa protexese de la calor) para la zona de sombra. En cuanto la mesa queda libre vuelven a caer por allí otros penitentes y se repite la historia.

Hasta las dos de la tarde las furgonetas no pueden entrar en el Fontán. A partir de esa hora el desfile de vehículos es constante para recoger las tiendas del aire. Entonces se producen las entretenidas fricciones entre conductores, mercaderes y los clientes de las mesas por si las furgonetas pueden pasar por allí o por si los clientes sacan las mesas a la zona permitida al movimiento de vehículos. Pura etología, no más que un ejemplo de la lucha por la vida.

Por la noche, después del ensayo, tu mujer, tú y unos cuantos quedasteis tomando un vino en el Curqueda con otros colegas cantores y, aprovechando que conocías a Jorge, uno de los socios, quedó colocado un cartel anunciador del concierto del próximo sábado.

Como ya era tarde y caían unas gotas, decidisteis venir en taxi. Esperabas que estuviera sintonizando el 1143, COPE Oviedo, pero lo que se oía era un informativo en bable. Le preguntaste al taxista si era Radio Sele. Además, a la derecha del salpicadero, había un diccionario de llingua asturiana de bolsillo.

Donde esperabas ver un caso más de etología, te diste de bruces con una paradoja.

Al llegar a casa, sintonizaste el 106,10, que no lo tenías memorizado, mientras dabas cuenta de unas fresas y un yogur. Un día que te encuentres con ganas, rescatarás el manual de usuario de la radio y presintonizarás Radio Sele, de la que habías oído hablar pero nunca habías escuchado.

2008/05/22

AHORA COMENTARISTA CULINARIO

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Hace dos años te encontraste con una amiga de tu hija que acababa de coger el traspaso de una sidrería en el barrio de La Pomar en La Felguera. Sería en esa época cuando volviste a reencontrarte con Javier Fernández, con el que coincidiste en primero de bachiller en el Seminario de Covadonga. Javier era un nenu rubiu que se sentaba en las filas de atrás. Por orden de apellidos tú estabas en la primera fila y tenías poco control sobre la retaguardia.

El curso terminó, Javier no volvió en segundo y no volviste a saber más de él, simplemente era el agachado de la derecha en la foto de la explanada.

Cuando, junto con otros compañeros, te dio por organizar el reencuentro, alguien sabía de Javier y acudió. Entonces se supo que Javier el del Seminario era Javier el de La Pomar y otros negocios de hostelería del Nalón.

Cuando le dijiste a esa amiga de tu hija y que ibas a coincidir con Javier, y que si lo conocía, cortada y con gesto de enorme sorpresa solamente acertó a decir:

- ¿Javier? Javier ye un crack, un crack, en la Cuenca Javier ye un crack, chaval.

Y no sacaste una palabra más.

Tampoco se lo tomaste muy en cuenta porque te parecía que a veces en la Cuenca se exagera un poco, chaval.

Solo conocías la palabra crack referida a futbolistas, sobre todos delanteros. Un crack es un jugador desequilibrante.

Esta mañana, en ese margen que procuras tomarte entre las dos y las tres, lees en la prensa algo sobre una polémica entre dos cocineros: Ferrán Adriá y Santamaría, a cuenta de si el segundo vino a decir que el primero era sólo márketing y que utilizaba elementos no muy saludables. En una breve ronda de entrevistas a cocineros asturianos (¿restauradores se dice ahora?) cada uno expresa sus opiniones, y te detienes en la de Juan Rivero, El chef de Casa Tataguyo (Avilés), que asegura que Santamaría "es un crack y todo lo que habla está pensado y justificado".

Vuelves a oír la palabra crack referida a la hostelería.

Quiso la casualidad que el martes no funcionara la red informática de la oficina, con lo que poco se podía hacer allí. Hacía un sol espléndido, así que todo estaba de cara para perderse visitando algún tren o alguna estación. Cogerías un tren hacia las doce de la mañana y te plantarías en El Entrego porque un viajero te comentó un caso y quisiste verlo in situ. Aprovechaste para observar otros detalles pero la próxima vez que salgas prometes ponerte las gafas de madera. Te hiciste una idea y saliste a dar una vuelta por la población, breve, porque querías regresar en el próximo tren hasta La Felguera. Pudiste ver en El Entrego cómo el tren va quedando sin salida; en el lugar donde estaba la antigua estación, en la que trabajaste alguna vez, quedaba un marquesina, un reloj parado para siempre, la placa de la altitud, la antigua topera y una vía muerta que no lleva a ninguna parte.

A las dos menos cuarto estabas en La Felguera. Hiciste un cálculo: irías hasta la zona de La Pomar, tomarías una botella de sidra, porque tiempo y clima eran propicios. Tenías previsto volver a Oviedo dentro de una hora.

Llevabas en el bolsillo un lápiz de memoria con las fotos de los encuentros de los dos años anteriores y otras viejas fotos en blanco y negro de los años sesenta con intención de hacérselas llegar a Javier.

En el encuentro de este sábado en Covadonga coincidiste en la comida codo con codo con él. Te dijo que consideraba como gran mérito su esfuerzo por “juntar en la mesa gente que no se conoce, tender puentes”.

Quedaste un poco dubitativo sobre cómo sería eso de los puentes.

Cuando llegaste a la sidrería, allí estaba Javier, pendiente de cualquier detalle: acomodar al que entra en el rincón preferido de cada uno; atento a que las botellas del frigorífico se sirvan según su antigüedad de almacenamiento; pendiente de a quién hay que ponerle una tapa.

Te abrumó a presentaciones, desde directivos de distintas empresas e instituciones hasta la misma alcaldesa de Langreo. Al final, acabaste compartiendo mesa y mantel con las autoridades policiales de la comarca. No te había contado ninguna fantasmada. Pudisteis intercambiar opiniones sobre graffitis y arrollamientos, colgados y delitos de guante o cuello blanco.

Aclaras que a la hora de las cuentas, cuando te disponías a sacar la cartera, estabas invitado (¡por favor!), pero los compañeros del mantel pagaron su parte.

Sólo por estos buenos ratos merece la pena la labor de sabueso emprendida.

2008/05/20

DON QUIJOTE SUBE AL TREN

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En el desarrollo de tu trabajo tienes visto a gente con vara alta, con una vara más alta que la que por sus galones le correspondería, y siempre te venía a la mente el mismo ejemplo: ¿quién se atrevía a pararle los pies a Juan Guerra cuando disfrutaba de mando en plaza en la Delegación del Gobierno de Andalucía?

Quiso la fortuna que un buen día un señor ya jubilado subiera a un tren a falta de algún sacramento, y que un empleado del ferrocarril le dijera que era un estafador, y eso sí que no, por ahí no pasaba y se vino a la oficina de atención al cliente y te contó su vida y milagros y te dijo que le comunicó al empleado ferrocarrilero que era o había sido juez y fiscal y que el empleado se riera diciendo “mira cómo tiemblo, ay, que me tiemblan las manos, ay que me tiemblan las piernas”, y que eso sí que no porque él sí que hizo temblar y tambalearse y caer a Alfonso Guerra, porque él fue el famoso juez que investigó el caso de Juan Guerra, y que de estafador nada, qué insolencia, y que él, siendo juez de distrito, como viera jugar a la pelota a sus propios hijos de cuatro y ocho años en un parque, actividad prohibida, se dirigió al policía municipal más cercano para que le pusiera una multa como representante legal de sus hijos menores, y que cuando se enteró el Señor Alcalde, que cómo le iba a firmar eso, Señor Juez, y que lo que yo le diga, que soy el primero que quiere cumplir la ley, y que le puse una querella a José Luis Coll porque no le hizo ninguna gracia que en artículo en EL MUNDO, que te enseñó, le llamara asesino a raíz de un suicidio de un muchacho condenado por este juez, en un caso nada claro; y que también se vio en los juzgados con Cristina Almeida, y no como juez, sino enfrente; y que participó en la Operación Pitón dirigida por Baltasar Garzón; y que colaboró en la cátedra de Derecho Civil de Manuel Albaladejo, de quien tienes visto manuales por la Biblioteca de la Universidad; y que sufrió algún revés por tener detenido más de setenta y dos hors a un hombre, pero que le falsificaron la hora de salida del calabozo, y que él no podía supervisar esas horas; pero que él de estafador, nada, y que no quiere que le devuelvan ni un céntimo, que paga la multa, y que él no se queja de las multas sino de las insolencias, que no es cuestión de huevo sino de fuero, que para eso pagó gustosamente la multa de las pelotas de sus hijos.

A veces echas de menos a algún desfacedor de entuertos más, cayéndose continuamente al suelo, volteado por los impasibles molinos de viento, que no se compadecen de estos entrañables quijotes.

2008/05/18

EN EL BOSQUE DE LOS AUSENTES

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El viernes pasó por tu oficina a realizar unas gestiones un antiguo seminarista de unos cursos superiores, pero que está al tanto del encuentro previsto en Covadonga para este sábado que acaba de pasar porque un hermano menor suyo sí va a acudir.

Cuando te pregunta si sois muchos mencionas a algunos que van a faltar. Te recuerda que no hay que tener en cuenta a los que faltan sino a los que van. Tiene toda la razón.

El sábado te enterarás de que un compañero salió de Madrid a las cuatro de la mañana para estar a las doce en Covadonga y que marchará después del café para estar el domingo en Córdoba en una Primera Comunión; que otro compañero dejó sus negocios de hostelería un sábado, que es un día punta, él que lo quiere tener todo bajo control; que otros tres compañeros llegaron también de Madrid el día anterior; que otro que necesitaría un reposo para su maltrecha cadera allí está; que otros dos vienen desde Lugo de Galicia; que otros más tuvieron que agenciar quién les cambiara el turno de trabajo; otros dejaron a familiares en el hospital; y muchos más, posiblemente muy discretos, que habrán tenido que lidiar con los suyos o las suyas y sus circunstancias para poder acudir; que otro más estuvo a punto de venir también desde Lugo pese a que su hija pequeña tenía una actuación en el día das Letras Galegas, y tampoco es eso; y hay que recordar al que mandó un mensaje desde la República Dominicana; y es el momento de recordar que veintitrés compañeros acudieron a todas las convocatorias; y es el momento de recordar a los ausentes, pero no a los ausentes provisionales, sino a los ausentes definitivos, a quienes se citó por su nombre y apellidos en una misa en la Basílica, agradablemente breve, presidida por el compañero Hilario, con Emilio de animador musical…

Y tuviste que pasar un primer momento de emoción.

Bien puedes decir que en el bosque de Covadonga los únicos ausentes eran los definitivamente ausentes.

Y llegaría un segundo momento de emoción cuando, entre la fabada y la carrillera recibes un SMS de Silvino desde Suiza: Hola, Simón, ¿estáis muchos? Espero que sí y que lo paséis muy bien ¿hace bueno?, a ver si tenéis suerte si subís a Orandi, mándame una foto, no he subido más, un abrazo a todos y hasta el año que viene si Dios quiere. Suerte.

Le contestaste: Somos 33. Leeré tu mensaje si me deja la emoción.

Promesa incumplida, por decir que lo enseñaste a un par de compañeros pero apartando la mirada.

Y no había terminado la comida cuando nuevamente Laudino se volvió a anticipar a todos para preguntar que aquello cuándo se pagaba.

Y después de la comida subisteis otra vez a la explanada del Seminario, y allí os encontrasteis con otro grupo de seminaristas de otros cursos superiores que organizan una excursión todos los años por los alrededores de Covadonga, y que proponen hacer algo juntos en lo sucesivo…

Y dudas, sólo un poco, entre los principios democráticos y el sentimiento tribal y sub-tribal, normal en Buridán y no sabes muy bien que quieres decir con esto pero a lo mejor más adelante le encuentras el sentido.

2008/05/16

EL PASO A NIVEL Y LOS CICLISTAS

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Es entretenido rebuscar entre lo que fueron viejos papeles y ahora son modernos ficheros gráficos. Buscando esquelas para completar datos de esos famosos árboles genealógicos, encuentras una crónica de La Vuelta Ciclista a Asturias del día 21 de junio de 1955, en el que celebrarías tu santo si no te faltaran dos años todavía para nacer porque estabas “n’el cantu la memoria”.

Quedas pasmado con lo que lees. Miras quién pudo firmar semejante memez y encuentras que los redactores son Aquilino Iglesias Cuesta y Cabal Valero, que pasan por glorias del periodismo asturiano.


No vas a leer toda la crónica, porque quedamos que andabas detrás de las esquelas, pero como la etapa la ganó Bahamontes y terminaba en el Pajares, te detienes en una entradilla titulada UN ESPECTÁCULO VERGONZOSO.



No te resistes:
En el mismísimo instante en que vamos a cruzar la vía férrea, el encargado del paso a nivel cierra éste. Coches del jurado, directores de equipos, enlaces…toda la caravana oficial, en fin, queda del lado de acá, junto con los corredores retrasados. Estos se meten por un hueco y pasan al otro lado, pero los demás hemos de esperar once minutos, exactamente once minutos, a que pase el tren. Ni ruegos, ni razones fueron capaces de convencer al empleado, que se escudaba tercamente en esta convincente argumentación:
- A mí mandómelo el jefe.
¡Once minutos!, señores, porque al jefe de estación de Olloniego le dio la realísima gana. Para nosotros, acostumbrados a sus genialidades, nada de particular. Pero ¿qué habrán dicho los demás?



Y encuentras esta descripción del Pajares: “El Pajares, sin una sola nube que vele sus encantos, bañado de un sol brillante, impone, sobrecoge. Uno quiere cantar y rezar, pero acaba por permanecer en silencio, abrumado ante estas pruebas del poder de Dios”.

Dos periodistas brillantes e independientes.

LA PREPARACIÓN DEL ENCUENTRO CON LOS SEMINARISTAS

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Llevas un par de semanas entretenido con la preparación del encuentro del próximo sábado en Covadonga de los antiguos seminaristas. Dijiste bien: entretenido, no agobiado, porque sabes que la búsqueda del restaurante y de la visita al Seminario y actos religiosos, que, de encargarte tú, te traerían dolores de cabeza, están asegurados.


Debes ser interesante gestionar una empresa y poder confiar en el equipo y en unos cuantos voluntarios que animan y apoyan. En otro tiempo en que tuviste más responsabilidades, o tú creías que las tenías, tu ojo escrutador llegaba hasta límites gobiantes, agobiantes para ti mismo, se entiende. Sin embargo, esto de los antiguos compañeros es un entretenimiento bárbaro y nada estresante porque no hay objetivos, o al menos, no hay que inventar ni falsear ninguna ficha.


Aunque esto es la preocupación y la ocupación inmediata, tienes que ir pensando en preparar unas palabras para la actuación del coro del día 24 y, sobre todo, no te olvidas de tu amiga Camino, operada en París, porque cuando mandas un correo al grupo “Amigos de León” tienes un recuerdo para ella.


Antes de llegar a la lista definitiva, que llamas LISTA PARA PAGO, hiciste varios borradores, y los fuiste llamando en el ordenador LISTA PARA KEDADA BORRADOR 01 y al bolso de la chaqueta, y a empezar a mandar correos y esperar las respuestas, las primeras confirmaciones, siempre a expensas de imprevistos, y los primeros descuelgues, y parece que al decir “descuelgue” expresas una idea peyorativa, pero es porque no encuentras otra palabra más neutra.


Y vas llenando de tachones y notas hasta que ya no te aclaras ni tú y hay que pasar al BORRADOR 02 y alguno más. Y anotas: bus, pendiente de coche, pendiente de algo el fin de semana, padres mayores, cambiar turno, dejado mensaje, volver a llamar, sí con la mujer, retén, pendiente padre, casi seguro que sí, estaba pescando, no. Y tienes que clasificar todas esas notas y si dejas pasar el tiempo, averiguar qué quisiste decir con ellas.


Y además de mandar correos, a veces hablas con un amigo, y lo agradeces porque el correo acaba siendo impersonal y rutinario, y puede ocurrir que a ese alguien le llame la atención que te interesen todos los asuntos, al menos, eso parece a juzgar por esos comentarios que vas desparramando. Y piensas que sí, que te interesa casi todo, y tienes el atrevimiento de pensar que te pareces a esos hombres del Renacimiento a quienes les interesaba todo, con la diferencia de que tú, no se te olvide, juegas donde jugabas, es decir, en el partido de malos contra peores. Pero al hilo de esa conversación piensas desde cuándo te interesa cualquier asunto y te parece que se lo debes a D. Isaac, el profesor de Francés. Es curioso que seas capaz de decir D. Isaac, cuando si estás en el ambiente del pueblo de tu madre, es Isacín, pero pasas del D. Isaac al Isacín con toda naturalidad igual que los bilingües de nacimiento se pasan de una a otra lengua sin esfuerzo mental alguno. D. Isaac fue el que te hizo interesar por todo, a raíz de aquellos debates que planteaba sobre un asunto cualquiera y que siempre empezaban en francés y acababan en castellano. En aquel tiempo fue cuando comenzó a publicarse una colección de Salvat GT, Grandes Temas, una edición muy cuidada sobre los asuntos más variopintas, y los acabaste coleccionando todos y leyendo y subrayando la mayoría: La contaminación; Historia Mundial desde 1939; Colonialismo y neocolonialismo; Herencia, medio y educación; Psiquiatría y antipsiquiatría, y así hasta cien, que abarcaban prácticamente todos los temas. Esos libros todavía sirvieron para los trabajos escolares de tu hija.


Más tarde te dio por el Derecho, y nunca abandonaste el amor a las palabras, ni la lectura de la prensa; y tampoco tienes pensado abandonar la literatura. Y qué mejor combinación de Derecho y literatura que EL PROCESO de Kafka, del que hoy te tocó esta frase: “Como estaban sumidos noche y día en la ley, carecían del sentido para las relaciones humanas, y en algunos casos lo echaban de menos”.


Y cierras ese paréntesis, que surgió precisamente de una conversación con un compañero... que no irá este año. Otra vez será.


Y llamas a alguien que parece que va a decir que no, pero no vas a excluir a nadie, hasta que te diga claramente: “Oye, de verdad, no me interesa esto, pero tan amigos”. Y agradeces que alguien te diga “este año no me apetece”, porque así defines mejor las expectativas, y no que hasta el ultimo día estén pendientes de insondables decisiones, que ya sabes de qué parte se van a decantar. Y seguirás a Santo Tomás en algún asunto: recibiste algunos síes que no creerás hasta que los veas allí.


Y mientras tanto, localizas a alguien del que no sabías nada desde hace cerca de cuarenta años, y notas que se alegra de verdad, y te transmite esa alegría porque la ves sincera.


Y el sábado vendrá gente de Madrid, y de Lugo, y de Luarca, y ese esfuerzo bien merece seguir adelante.


Y pasado el fin de semana, a otra cosa mariposa, por ejemplo, a los árboles genealógicos.

2008/05/14

MARTES DE CAMPO Y DE VÍDEOS

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¡Qué bien podías haber pasado este martes, fiesta local, en el campo San Francisco comiendo el bollu si hubiera hecho bueno; y si no anduvierais en casa escapados del chorizo; y si no tuvieras que pelearte intentando que el VHS y el grabador de DVD’s se entendieran, que cuando uno hablara, el otro no respondiera cuando le daba la gana NO IMPUT SIGNAL, y si hubieras acertado en comprar los discos +R y no –R, que luego le echas la culpa a los aparatos y a veces la tienen las manos! ¡Si por lo menos hubieras podido leer media hora a Kafka…!

¡Ah!, pero quiso tu señora que dierais un paseo por el parque, y que a la vuelta, os tomarais una sidra y que la tapa, gracia de la casa, fuera un trocín de bollu, y con esa minucia ya te das por satisfecho, aunque no sea la bolla con chorizo en forma de ocho, que te hace tu madre.

Si hubieras pasado el día en el campo San Francisco, no habrías podido re-mirar esas viejas cintas de vídeo, que al enésimo intento conseguiste grabar, no sabes cómo, porque mañana cuando lo intentes con otras, algún código de error emitirá la pantalla para ponerte de los nervios; y no podrías darte cuenta de qué escenas tan absurdas se graban en los vídeos caseros, y te percatas de qué triste es la vida del turista de acá para allá, que pasados diez años (o menos) ya no distingue si aquella plaza porticada está en Manzanares o en Sepúlveda y si aquellas tumbas son las de los Reyes Católicos o las de Don Gontrodo y señora, si la hubiere; o si aquel río es el Guadalquivir o el Tajo y si aquel puente está en Córdoba o en Toledo y si aquella Feria era la de Granada o la de Almería, y si aquel salón era el de la Granja o el de Aranjuez. Al final, piedras. De los vídeos caseros, te quedas con las monerías que captas delante de la cámara, esos giros que se siguen repitiendo, esos tics de siempre. Al final, las piedras siempre estarán allí, pero lo que no se va a poder captar es a las personas que crecieron, que engordaron o que perdieron peso, que se divorciaron o que ya no están.

Por la noche, consigues hablar con un antiguo compañero del Seminario, ilocalizado desde hace casi cuarenta años, que resulta ser guardia civil de tráfico en León, que conoce a un Albalá del cuerpo, y que a ver si te va a poner en contacto con un pariente para el árbol genealógico! Al final, un Martes de Campo aprovechado, eso sí, siempre con historias del ayer…o de antesdeayer.

Y el sábado, a Covadonga, a recordar historias de colegios de curas.

2008/05/12

ESPERAS VARIAS

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Estás un sábado cualquier en el Fontán. Hace un poco de frío, incluso llueve y no es de esos días en los que la gente anda caleyando. Prefieres esos días, parecidos a un miércoles o un jueves cualquiera, en los que no tienes que esperar sitio libre a la sobre del sol y de la lluvia. No te pasa como a la pareja de tamborileros o tamboriteros que están esperando que amaine la lluvia para tocar alguna pieza con su grupo de baile.

Previamente compraste LA NUEVA ESPAÑA y fuiste a renovar en la biblioteca para otro par de semanas EL PROCESO de Kafka. Esperas que té de tiempo a terminarlo antes del fin de la prórroga aunque estos días estás ocupado con varias actividades: la organización del encuentro de seminaristas para el día diecisiete, la asistencia a varios conciertos del coro VOCES UNIDAS en el canta tu hija, la grabación de cintas de vídeo a DVD, visitas familiares, avances en los varios árboles genealógicos.

Esperas que no te molesten demasiado este fin de semana que estás de guardia.

Apuras la lectura del periódico porque quieres echarle una ojeada antes de que lleguen tu hermana y tu cuñado, que se anunciaron por el móvil y ya están de camino. Los esperas.

Mientras esperas, te saluda un compañero de FEVE y te dice que están esperando.
Le dices que “esperando qué” y te responde que al nuevo presidente de FEVE, a Villalba, un leonés. No sabes qué más le dará a este ferroviario, que debe ser de un nivel parecido al tuyo, que su presidente sea Villalba o Villanegra, lo mismo que a ti, que no crees que te afecte mucho que se llame Salguero o Salgueiro o Salgado o Fresno o Robles o Avellaneda o Castaño, porque tú no estás en ese bosque. Siempre despertaron tu curiosidad estas gentes expectantes y esperantes por cambios de tan arriba. Y te viene a la mente el poema de Arguensola “Fabio, las esperanzas cortesanas, prisión son do el ambicioso muere y do al más astuto nacen canas…”

Cuando finalmente llega tu hermana te cuenta una anécdota de una compañera, que en unas vacaciones al extranjero, hizo escala en Roma por no hacerla en Barcelona, para no pisar Cataluña. Te recuerda una historia que contaba D. Raúl, tu profesor de Historia del Arte, cuando Picasso (crees que fue Picasso, aunque pudo ser Malraux) se embarcó en un crucero por el Mediterráneo pero permaneció siempre de espalda a la costa española para no ver un país dictatorial. Esperó inútilmente la llegada de la democracia porque murió antes, fuera Picasso o Malraux.

Y en el ambiente coral, cuando se habla de esperar, siempre te viene a la mente la canción del viejo TOM, que “esperó, esperó, agotado de sudor”.

Y, mientras, tu simplemente esperas ver pasar el tiempo y contarto, como la puerta de Alcalá, que ahí está, ahí está.

2008/05/08

CLARIDAD

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Después de ir a Correos (y al Fontán) llegas a casa y sin quitarte la chaqueta le das al mando de la tele, que cae en la Uno. Están con el Telediario. Te quitas los zapatos, colocas la chaqueta en una silla de la salita, los pantalones en la de la habitación y vuelves al Telediario. Alguien habla del reparto del agua. Es un señor muy bien puesto que platica desde un despacho. Pronuncia una frase, coges un papel y la anotas para que no se te olvide: “Las Comunidades tienen que organizar su desarrollo en función de sus posibilidades”. Traduces: que se arreglen con lo que tienen y que no nos pidan nada.

Sigues con el trajín de la ropa, enciendes el gas y pones una pota a calentar. Vuelves a la salita. En esta ocasión habla una emigrante sudamericana sobre cómo envía el dinero a su país. Oyes: “Lo que me sobra lo envío a mis hijos”. Si hablara desde un despacho diría algo así como: “el excedentes de tesorería se aplica a la creación de valor en el Perú septentrional”.

Agradeces la claridad y una vez más abominas del lenguaje políticamente correcto, que es diáfanamente oscuro.

2008/05/06

RECUERDOS DE UNA SOLIDARIDAD FAMILIAR PASADA DE MODA

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Subes a ver a Amalio el de La Romía. Vive solo. Nació el 14 de mayo de 1924 y conserva toda la memoria. Cuando él se vaya muchas historias ya no se podrán recuperar. Fuiste con tu madre y estuvisteis dando un repaso al árbol genealógico, saltando de rama en rama y de historia en historia. Ya os estabais despidiendo cuando surgió el nombre de Pepitos, Rita y Pedro el chucu, el del Posauriu. Tú madre te había hablado de esta familia como una de las muchas que hubo por la comarca de las que nunca se supo que fue de su descendencia.

Cuenta Amalio, que su güelu Pepe, Pepe el Serraor, fue hasta el Posauriu, una aldea, hoy desaparecida, junto a la capilla de Las Nieves, a unos tres kilómetros de La Romía, a ver a un pariente enfermo, viudo, que tenía dos hijos pequeños. Se emociona Amalio contando una historia que verás más tarde, cuando consultes los ficheros en casa, que ocurrió cuarenta y dos años antes de él nacer.

- Me voy a morir, Pepe, me voy a morir. Lo peor son estos nenos, que quedan aquí sin padre. Yo nunca nadie vino a mi casa que nu i diera posá. Alguien recogerá a estos nenos.

Y cuenta Amalio que, en cuanto murió el padre, Pepe el Serraor trajo para su casa a la hija Rita, y que la crió y mantuvo hasta que se casó. Al otro hijo, Pedro, Perico el chucu, lo recogió Manolo González en Naveo, es decir, el Manolo que con el paso del tiempo haría famoso en la zona uno de sus hijos, Pepe Manolo, abuelo de Artemio, el que tradujo a bases de datos los registros parroquiales de Cabezón, sin cuyo trabajo te resultarían imposibles estas averiguaciones. No estaría de más que, antes de que sea tarde, buscaras un hueco para agradecerlo una vez más ese trabajo, ahora que vive en la casa sacerdotal.

Cuando vas a confrontar los datos de esta historia que contó Amalio, ves que Rita nació el 27 de abril de 1877 y que su hermano Pedro lo hizo el 1 de diciembre de 1879. Su madre había muerto el 4 de mayo de 1883 y el padre, Antonio, el 22 de diciembre de 1884.

Pepe el Serraor, el abuelo de Amalio, murió el 13 de diciembre de 1917, cuando faltaban todavía siete años para que naciera su nieto y muchos más para que pudiera asimilar esas historias del pasado, que aquí quedan.

Te asombra la capacidad de transmisión oral de aquellas gentes, casi analfabetos funcionales, y acabas comprobando la fidelidad de sus recuerdos.

Te cuenta que Rita y Pepitos se casaron y marcharon para Argentina, su hermano Pedro el chucu o tsucu o l.lucu (el loco) también. Pedro, pese a sus limitaciones, hizo dinero, pero fue a ver los volcanes a Italia y lo dilapidó todo, volvió y “andaba pel quentu la cruz con un sacón”. Acabó regresando a la Argentina ¿Qué fue de aquella gente?

Queda tela por averiguar.

2008/05/05

DE ÉTICA Y ESTÉTICA

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El día de la madre es un día de mucho trasiego y por la mañan pudiste leer únicamente los titulares de La Nueva España (y las esquelas), y de EL PAÍS, menos todavía, porque solo llegaste a la primera y a la última página. Ves que en la última el artículo de Manuel Vicent se titula “Más toros”, y te imaginas que es la típica columna antitaurina, que periódicamente publica al comienzo de alguna temporada, aunque el mundo de los toros te resulta tan lejano que no sabes si la temporada comienza, termina o está en su apogeo. Nunca te gustaron los toros ni fuiste capaz de distinguir un pase natural de una manoletina o una verónica. Únicamente fuiste una vez a una corrida, en Puerto Banús hace unos cuantos años. Crees recordar que toreaban el Juli y el Cordobés y quedaste impresionado con el brotar de la sangre, y con la llamada suerte de picar. Miraste fijamente para el grosor de la pica. Calculaste entonces que sería como el cuello de una botella y no paraste de mirar para tu dedo pulgar, pensando que la pica era todavía más gruesa, y que el picador la hundía una y otra vez en el espinazo del toro. Una y no más.

No entiendes ni papa de toros y si algún interés tenías, se acabó. Seguías de antes, sin embargo, y seguiste después las estupendas crónicas taurinas de Joaquín Vidal como estarías atento a cualquier cosa que escribiera, aunque fuera de jardinería o de interiorismo. Las crónicas taurinas de Vidal muchas veces dedicaban medio artículo a describir cómo el respetable empinaba el codo y se zampaba sus bocadillos entre toro y toro.

Meditas sobre si es concebible una poesía inspirada en un genocidio o si en una obra de teatro caben unos diálogos brillantes entre dos torturadores. Por desgracia, crees que sí. Quizá la Ilíada y alguna otra obra maestra no se pueda analizar con la lupa de la ética.

Llegaste al restaurante de Latores y después de tomar algo (no hace falta decir qué), en el paso hacia el restaurante, al ver una inscripción y unas maderas te acordaste de los toros, y de la Casona de Regla, del artesano que la ocupó durante lustros y que (dicen) fue desalojado de ella con artes que quizá todavía estén coleando por los juzgados. Y meditas de pasada sobre la ética y la estética, y el eterno dilema sin solución posible entre los medios y los fines.

Dejas el periódico para mañana (un absurdo porque mañana vendrá otro) pero no te resistes a leer el artículo de Manuel Vicent, un artículo brillante, que seguramente describirá solamente un sueño, como sueño será la canción de Pablo Milanés “Pobre del cantor ”.

2008/05/04

DE TEATRO Y FOTOGRAFÍA

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En este último puente del Primero de Mayo en vez de lanzarte a la costa o a la montaña, una vez más tendiste una línea directa con el pasado. Aprovechaste para ir a León y rebuscar en viejas carpetas y en viejos recuerdos de tus tías que allí viven. Viste por primera vez una esquela de tu abuela paterna, todavía de la época en la que se mecanografiaban e incluía errores tipográficos. Supiste que el funeral se celebró antes de lo habitual, a las tres y media de la tarde, porque esa tarde estaba Franco en León.


Te enteraste igualmente de la ropa con la que tu abuelo salió de casa un día de enero de 1943 para morir en el choque del túnel de El Lazo.


Te hiciste con el certificado médico del reconocimiento que hicieron a tu padre antes de entrar en Renfe. Allí constaba que fue vacunado y revacunado contra la viruela. También pudiste ver el certificado de no tener antecedentes penales. Esos papeles cambiaron de dueño, sólo esos.
Después de la excursión en el tiempo rebuscando para el árbol genealógico en los papeles y en los pliegues de la memoria, te juntaste en La Abacería con un buen grupo de tus amigos y tomaste de buen grado unas copas que no se escancian. También dedicasteis un buen rato a recordar, aunque de tiempos más próximos, de cuando el vino se tomaba en vaso gordo, no como ahora que se lleva la copa fina. Una vez más recordasteis batallitas de excursiones varias a las bodegas o a La Cañiza o a Puebla de Sanabria o a Naveo, batallitas de la obra de teatro con aquella crítica del periódico que tan mal cayó por lo de los gritos estentóreos.


Del teatro, por obra y gracia del gran Manuel Manteiga se pasó a la fotografía. No sabías que a la fotografía le pudiera resultar aplicable el método del Actor’s Studio de Stanislawsky y Strasberg, que defienden que el actor tiene que meterse totalmente en el personaje, alegrarse con él, sufrir con él, com-padecer. El maestro fotógrafo dejó claro que para triunfar en la fotografía también hay que arremangarse y meterse en el barro o en harina. Puede comprobarse la atención que el auditorio prestó a la clase magistral. Y casi quedasteis todos convencidos.