2012/06/23

EL BLOG DESCANSA DIEZ DÍAS

Seguramente

JUSTICIA URBANA, JUSTICIA RURAL Y COHERENCIA

Como no sabías si hablar de la justicia o de la coherencia, las metes en un saco y fabricas un revoltijo.

Se admite la distinción entre justicia civil y justicia penal, justicia civil y justicia militar, justicia civil y justicia canónica, justicia civil y justicia contencioso-administrativa, arrendamientos rústicos y arrendamientos urbanos. Lo de justicia urbana y justicia rural se te estaba ocurriendo según salías de la reunión anual de la comunidad de propietarios.

Te refieres a la reunión de la comunidad en la que vives en este momento, porque también asistes a la de la vivienda anterior, ahora deshabitada y sin visos de ocupación.

Reunión rutinaria, nada que se salga de lo previsto: los que viven, típicamente interesados en gastos de conservación, incluso en inversiones; los que no viven, tirando hacia atrás y postergando el asunto para ejercicios posteriores. El que sufre humedades en la fachada votando a mano alzada la preferencia de ese asunto, pero absteniéndose si la humedad la padece una lejana plaza de garaje; el que no vive quejándose de los elevados mínimos del agua o del gas, el que vive justificando que haya que pagar la disponibilidad.

Así ocurre en todas las comunidades, dando ocasión a papeles cambiados. Cuando se acude a la junta domiciliaria, podría ocurrir que defendiera con ardor el mármol en la escalera, pero tacharía de despilfarro ese mismo gasto en el piso vacío.

A simple vista se le podría tachar de incoherencia, pero no hay tal porque coherencia es lo que está adherido, pegado a uno mismo o entre sí. ¿y qué une más que el interés, incluso el egoísmo? Eso sí que cohesiona, coherencia pura.

Pensabas en estas bagatelas mientras caminabas con algún comunero a tomar algo antes de la retirada, compartiendo barra con quien se había abstenido en alguna de tus propuestas, y a la recíproca. Es en este instante cuando y dónde meditas sobre la justicia urbana y la justicia rural. En el mundo rural, entrañable (de entraña) y visceral, sería impensable compartir mesa,  mantel y tenedor. Como tridente parecido, se esgrimiría la pala de dientes.

2012/06/21

LA MUERTE DE LA PERSONA JURÍDICA

El rótulo queda bien para encabezar un capítulo en un libro de Teoría General del Derecho o de Derecho Civil Parte General, o incluso de Derechos y Obligaciones pero no te vas a meter en ese berenjenal del que saldrías derecha, justa y seguramente escaldado.

Hay que conceder a la muerte de la persona jurídica su legítima opción de/a esconderse detrás de algún velo. Forma fea, desde luego, es meter mano a la caja, acabar con los fondos y poner leguas de por medio camino, de un paraíso fiscal o un poco más cerca. Muerte súbita por desfondamiento, si cabe el juego de palabras. 
Otras veces la muerte viene acompañada de una lenta agonía. Puede también presentarse imprevista y de improviso. Los negocios tienen su corazoncito y también su muerte tiene derecho al eufemismo final.

Una empresa en concurso de acreedores puede cambiar de titularidad si hay de donde sacar algo y se adjudica a un voluntarioso o carroñero postor, según los casos. Otras veces se convierte en una especie de herencia yacente, yacente y muerta.

Los numero rojos, en cualquier caso, sí que son una avería.

Avería o cambio de titularidad, eufemismos para aferrarse a la vida, válido para las personas físicas y para las personas jurídicas, sobre todo cuando estas son una mera prolongación de la persona física, del paisano. 

JUGANDO A SACAR CONCLUSIONES

Estás siguiendo muy de lejos esta Eurocopa de fútbol, pero no dejar se echar una ojeada a los resultados y a las clasificaciones. Inevitable sacar conclusiones, que las habrá para todos los gustos porque en un minuto, en el minuto final, se pasa del éxito al fracaso, lo que obliga a rehacer el argumentario y esa crónica a punto de ser enviada.

Es un entretenimiento esto de sacar conclusiones en base a cualquier indicio, que siempre se pueden presentar pomposamente con unas transparencias llenas de música y color, diagramas, flechas e imágenes interactivas. Dí que, como ocurre con los refranes, siempre hay uno y su contrario.

Por ejemplo, miras la lista de goleadores después de la primera fase y encuentras que con tres goles tenemos a un atleta ruso, a uno croata y a un alemán. De ellos solamente el alemán sigue en competición. Tres de los bigoleadores (un ucranio o ucraniano, un danés y un sueco) también están fuera de combate. Pasan a la siguiente fase dos checos, dos hispanos y el portugués. ¿Qué conclusión se puede sacar de ahí? Una fácil: que lo importante es el juego colectivo, que de nada valen las individualidades, sobre todo si no se encuadran en un marco armónico.

Es fácil jugar a pontificar, sobre todo cuando uno está acostumbrado a defender eso o lo contrario.

2012/06/20

LO DEL PRESIDENTE DEL TRIBUNAL SUPREMO Y DEL CONSEJO GENERAL DEL PODER JUDICIAL

Carlos Dívar quiere morir con las puñetas puestas y haciendo la ídem a los ciudadanos bienintencionados, que quieres pensar que son la mayoría.

Es impresentable que se haya atrincherado en sus variadas disculpas, que no razones, aunque disculpa y razón son caras de una misma moneda, según el cristal con que se miren. Primero alegó que dimitir sería asumir una responsabilidad que no tenía. Después habló del daño que se estaba haciendo a la institución judicial, poder último del Estado en tiempos de paz.

Habría que decir que una dimisión no es un hecho de interpretación unívoca. Se puede dimitir por cansancio, por asumir una responsabilidad, por pérdida de confianza, también para defenderse con más libertad en determinados casos, para dejar campo libre al sucesor si el bombardeo sobre uno obliga a dedicar más tiempo a la autodefensa que a la gestión que encomendaron a uno.

El daño lo provocó el Presidente del Tribunal Supremo al transmitir a los españoles que su cargo era una patente de corso para fundir fondos públicos en sus intereses particulares, mejor privados, sin entrar en su conducta íntima, y allá él con quien y cómo le cuide la espalda.

El Rey se escaqueó de la foto para evitar la imagen del oprobio, el cazador de elefantes y el elefante cazado. Dívar no encuentra quien le mire. El Príncipe silba hacia el techo. Gallardón, el Ministro de Justicia desaparecido en combate, ejerce de esfinge con inimitable maestría. Él respeta la independencia judicial.

2012/06/16

El ESFUERZO INVIDUAL Y EL INTERÉS COLECTIVO

“Es difícil involucrarse en lo demasiado troceado y borroso y fuera de nuestra influencia”.

Es una frase suelta en el segundo libro, Baile y sueño, de la trilogía de Javier Marías, Tu rostro mañana.

No pierde sentido si se amplía la frase: “La verdad es que mi curiosidad eran tan escasa que casi nunca lograba interesarme por los asuntos que mi transitorio jefe se trajera entre manos; así, rara vez prestaba atención motu proprio, y aun descubría a menudo, cuando él me la reclamaba, que sus posibles intrigas, encargos, exploraciones o trueques me traían sin cuidado. Quizá porque tampoco estaba jamás muy al tanto, y es difícil involucrarse en lo demasiado…”.

Es muy habitual que al leer un libro te impacten una frase o una historia que te dice algo en ese preciso instante de tu vida, pasajes o párrafos que te pasarías absolutamente desapercibidos dos meses o unas horas antes. Te das cuenta de ello cuando abres al azar libros ya leídos y subrayados o con páginas o párrafos marcados. Entonces te preguntas por qué habrás subrayado esto entonces, si ahora no te dice absolutamente nada.

No te salgas del riego. Escarba. Sigue con la idea que inició esta entrada: “es difícil involucrarse…”.

Es cierto. Estos días estás especialmente sensible con la idea de hasta qué punto es útil o válido o necesario el esfuerzo individual, o cómo se canalizan la suma de esfuerzos individuales para hacerlos coincidir con el espíritu colectivo o cómo una idea colectiva puede aglutinar, encauzar y canalizar los esfuerzos individuales y cómo conjugar eso con intereses personales contradictorios, o inicialmente contrarios al arrastre general.

Vale esta idea para la revuelta minera, vale también para una guerra contra un enemigo exterior o interior, y vale para la marcha de una empresa con sus múltiples ramificaciones y escalas.

Vuelves a Javier Marías, unas páginas atrás: “Siempre hay razones a posteriori para cualquier acción, hasta la más gratuita o la más infame, siempre se encuentran, a veces ridículas e inverosímiles, mal fundamentadas y que no engañan a nadie o sólo al que se las inventa. Pero en todo caso se da con ellas. Y otras veces son buenas y convincentes, impecables, en realidad es más fácil encontrarlas para los hechos que para los planes y las intenciones, los propósitos, las decisiones. Lo ya sucedido es un punto de partida muy fuerte, muy consistente: es irreversible, y eso ya es una gran pauta, una guía. Es algo a lo que atenerse. O más; a lo que ceñirse, porque ata y obliga, así resulta que tiene uno en el bote la mitad del trabajo. Cuesto mucho menos explicar con razones lo ya pasado que justificar de antemano lo que quiere uno que pase, lo que va a procurarse. Todo el que está en política lo sabe de sobra, y en la diplomacia.” La frase sigue, pero no quieres hacer demasiado largo este artículo. En realidad es la política de hechos consumados, por decirlo con una frase ya hecha.

En realidad es lo que estudiaste en Filosofía del Derecho, cómo a veces el ser antecede y justifica el deber ser, es también la fuerza de la costumbre como principio para obligar (es obligatorio hacer lo que la costumbre sancionó como correcto o simplemente como repetido, que pasa a ser lo mismo, alguien lo justificará). No en otra cosa consiste a veces el ejercicio de la abogacía: defender con entusiasmo (meterse dentro) lo que otro acometió o cometió, esté bien o mal.

No te pierdas, vuelve a la tensión, interés, idea o esfuerzo individual versus interés de grupo.

Te planteas a veces si merece la pena combatir en batallas que se sospechan perdidas, si merece la pena esforzarse en el trabajo en una empresa que se sabe en liquidación, y que quizá con tu esfuerzo individual, peleando por pequeños números solamente consigues ralentizar o “putear” la decisión superior de cerrar.

Te preguntas si el daño que a corto plazo la revuelta minera está ocasionando a tus trenes y a tu trabajo, es un sacrificio que debas soportar por el bien común, o por el tuyo a medio plazo, o por el de tu comarca minera o por el de tu región, y te preguntas si se te está pidiendo un sacrificio como el del soldado que va al frente de batalla y tiene la absoluta certeza de que va a morir y de que tiene que asumir su muerte para la victoria de la patria.

Te preguntas si hay que defender el carbón porque lleva muchos años siendo el carbón, y la mar porque lleva muchos años siendo mar, y el campo porque lleva muchos años siendo campo, y el tren porque lleva muchos años siendo tren. Y te preguntas si las ayudas suplementarias al carbón se van a detraer de las ayudas de los trenes, o del mar, o del campo, o de la educación, o de la sanidad, o si por el contrario se van a restar también del llamado gran capital y de la banca, de la que algún salario ganancial te llega. Porque en la banca también hay trabajadores, cuyo puesto de trabajo peligra tanto como el de los trenes, los metalúrgicos, los mineros o los ferroviarios. Y te preguntas también si sin implantar el socialismo real hay alguna forma efectiva de perjudicar al capital dejando incólume a la fuerza obrera o empleada o asalariada.

Sobre la razón de la fuerza y la fuerza de la razón no vas a insistir por no repetir lo de una entrada reciente.

Salió una entrada demasiado larga, inconexa, e incompleta, pero a veces las ideas sea amontonan. Quizá se ordenen un poco dentro de unos minutos alrededor de una botella de sidra y un pincho de picadillo en El Fontán. ¿O es una frivolidad con lo que acabas de decir … y con la que está cayendo? Frase odiosa.

2012/06/15

SOLO, DESOLADO

Hay muchas formas de enterarse de una muerte. No de las más habituales es que el reciente viudo te lo comunique en el portal cuando os cruzáis mientras tú bajas la basura y él entra después de pasar la tarde en el tanatorio:
-         Que sepas que mi mujer, Auro, murió hoy. Te lo digo por si a partir de ahora me ves  solo por ahí.
Sabías muy pocas cosa suyas, sí que eran una pareja a la que veías casi siempre juntos: en la biblioteca investigando algo mientras tú rabilabas en viejos ejemplares electrónicos de La Nueva España buscando esquelas o curiosidades; paseando por la calle; en el tren camino de Gijón algún fin de semana; en fotos de prensa con motivo de algún trabajo o presentación suya (de él) relacionada con investigaciones literarias.

Ella estaba o, mejor, había estado enferma. Hacía algún tiempo la veías cubriéndose la cabeza con un pañuelo, aunque siempre mantuvo el buen aspecto. Más tarde le creció el pelo y parecía recuperada. Le habías preguntado (a él) por su salud (de ella) en las escasas ocasiones en las que iba solo, todavía no desolado.

-         ¿Pero estaba  peor? ¿Era previsible?
-         Qué va, todavía estuvimos en Oporto hace menos de un mes.

En cuanto vuelves a casa, en la página de esquelas de Internet lees “su desolado esposo” y nunca ese adjetivo te pareció más ajustado a la realidad. Solo, desolado. Ahí encuentras el motivo de la advertencia que te hizo, aunque de momento encuentres solamente una similitud fonética y no etimológica entre asolar/desolar (dejar el suelo arrasado) y soledad (solo, uno).  

Por lo demás, no puedes evitar una meditación sobre la burbuja en la que vivimos en las ciudades. Por ejemplo, desconocías que la fallecida se llamara Auro, ni que fuera escritora, ni que trabajara en La Nueva España.

De todas formas, el anonimato también tiene su parte positiva: desconociendo el currículum de cada quisque y su “relevancia social”, se evitan artificiales pleitesías y se democratiza e iguala el trato sin necesidad de hacerse los encontradizos.

Descanse en paz.

2012/06/12

LA LLAMADA A/DE DIOS DE SITO

Recuerda tu madre que Sito, cura nativo de Las Puentes, Fierros, más aficionado a los libros que a la fesoria, decía a su padre, Luis también:

-         Pa, si nun salgo cura ¿a qué lo voy a ganar?

Seguramente lo podía haber ganado a cualquier cosa, porque era un hombre con inquietudes e iniciativa.

Te viene este fogonazo a la mente mientras oyes la homilía sentida y emocionante pronunciada por el arzobispo de Oviedo en el funeral que ofició por Sito, Luis Álvarez Fernández.

No es la primera vez que en este blog hablas de la llamada de Dios, con cierta ironía en aquella ocasión. http://sipiluchi.blogspot.com.es/2009/05/reunion-anual-de-ex-seminaristas.html

En esta homilía volvió a hacerlo el Arzobispo de Oviedo al rememorar cómo fue la muerte de Sito. Sito se había sentado en el sofá de su casa y cuando murió lo encontraron con el móvil en la mano. Dicen sus allegados que estaba pendiente del tiempo, queriendo decir el clima. Aludió a ese último pasaje de su vida el Obispo, insistiendo en el tiempo, el último tiempo. Así vivimos, pendientes más del clima que del tiempo.

Como el forense, por lo visto, demoró la llegada, pudo el Obispo, avisado de la desgracia, ver el cuerpo sin vida de Sito, sentado plácidamente con los ojos cerrados en su rincón preferido.

Alrededor de ese hecho, sobre si Sito estaba haciendo o recibiendo la última llamada de su vida, construyó el Obispo una brillante homilía, recordando que Sito fue un reconocido autor de textos de catequesis a nivel nacional. Delante del atril, aseguró que esta era la última catequesis, la última enseñanza recibida por el Obispo.

Sito también era el manitas de la informática diocesana. Quizá por eso no pudo resolver el atasco de la impresora, que impidió que el Obispo leyera la homilía preparada para la ocasión. La tuvo que improvisar, ganando seguramente en el cambio.

Pocas veces tuviste oportunidad de escuchar las homilías de Sito, siempre originales. Recuerdas únicamente dos, en una ocasión con motivo del encuentro de los vecinos de Fierros (donde glosó la figura del Don José Álvarez Cabezas, cura y protector de almas y cuerpos durante la guerra civil) y en otra en la misa de San Bartolo de hace un par de años.


Descanse en paz.

2012/06/09

EL DESEMPATE DE LA FUERZA

Asturias suma conflictos, pero quizá sea excesivo decir que Asturias está sumida (hundida) en (o por) conflictos laborales de distinto tipo. Quizá sea exagerado porque ni Asturias está todavía hundida ni la minería y el transporte, con ser importantes, lo son todo. Como gremios de ruido y fuerza también se mantienen aletargados los sectores naval y del metal.

Hace dos días acudiste a la Asamblea en el taller de FEVE de El Berrón, donde los Secretarios Generales de todos los sindicatos ferroviarios con representación en Renfe, Adif y FEVE presentaron a cuatrocientas personas la última información recibida del Ministerio de Fomento en relación con la privatización/liberalización/fusión del transporte ferroviario. Resumen: no hay ninguna noticia que no haya salido en la prensa, es decir, no hay nada, o no hay nada que se pueda decir ni que se haya querido filtrar. Sí se habló de unidad hacia el futuro y de contundencia, pretendiste entender contender y contundir. Bien se sabía de antemano que no se iba a transmitir información, solamente se trataba de valorar, a través de la asistencia, las fuerzas posibles, la fuerza posible, la fuerza necesaria.

Todos a la calle contra la derecha, contra el poder, eso se dijo, solidaridad con la minería y con el transporte por carretera, y solidaridad con el personal de la sanidad y la educación, en conflicto latente. Solidaridad con todos los sectores en lucha.

Todos tienen razones (motivos, argumentos) pero te preguntas si todos tienen razón (justicia, rectitud en las operaciones o derecho para ejecutarlas), o si en el fondo son lo mismo, es decir, si tener motivos o argumentos es suficiente para tener razón. Profundizando más (es decir, sumiendo): si la suma (la democracia también es suma) de motivos acaba decantando la razón del lado del ruido, si quien más ruido mete más razón tiene.

Todos los sectores con conflictos (y los latentes) tienen posibilidad de tener razón, todos, y aquí recurres a las cuatro primeras acepciones del diccionario: 1. Facultad de discurrir. 2. Acto de discurrir el entendimiento. 3. Palabras o frases con que se expresa el discurso. 4. Argumento o demostración que se aduce en apoyo de alguna cosa.

Sin embargo no todos tienen la fuerza necesaria para apoyar esas razones con comportamientos contundentes y contendientes. El ruido de una manifestación de cinco mil personas es inferior al estruendo de un cartucho de dinamita. El humo azulado y rectilíneo de un frágil volador desaparece en la humareda negra del neumático ardiendo. El batido de las cacerolas no resiste al crujido del metal cortando carreteras. Ni profesores ni sanitarios están avezados a los gomeros. Malo y cortapisado lo tiene el ferroviario, acostumbrado a no salirse de la vía, so pena de descarrilar. Además con la restricción mental de que aunque otros nos pongan barricadas en la vía, nosotros no vamos a ponerlas en la bocamina, ni soltaremos clavos en las estaciones de autobuses.

Tienes la sensación de que es imposible el empuje y la unión desde la retaguardia, donde se pelea por las migajas. Al final desempatan el uso descarado y sin escrúpulos de la fuerza, que siempre encontrará una palabra que la defienda.

Así avanza dialécticamente la historia: fuerza/palabra/fuerza/palabra/fuerza/palabra/fuer..

**

La segunda parte de la cuestión, no menos importante, es ¿Cuánta gente vive de guerras ganadas injustamente? ¿Cuánta industria auxiliar y economía indirecta, incluido el transporte ferroviario, vive de sectores primarios que están ahí por la fuerza? ¿Quién se acuerda de los orígenes?

2012/06/07

ACTIVIDAD CON PENSAMIENTO DIFERIDO

Quizá los días de más actividad sean los menos indicados para la reflexión en directo, pero algún pensamiento, alguna idea, alguna ocurrencia, puede irse soltando, al modo de los difusores de efecto retardado.

Dedicas la mañana al día mensual de compra y farmacopea con tu madre. ¿Cortarán la carretera los mineros o los trabajadores del transporte? Es una aventura pero mañana puede ocurrir lo mismo, así que, inicias la marcha porque igual puede ser el miércoles, que el jueves que el viernes.

Llevas la batería del teléfono a tope, tal como recomiendan las autoridades para viajes largos, aunque éste sea de corto recorrido, y llevas el periódico por si la espera se prolonga. Sin novedad hasta Campomanes, donde te para la Guardia Civil para preguntar dónde vas. El corte es más arriba, así que te dan paso y llegas a Naveo para recoger a tu madre. Sin novedad en el resto del día pese a que sabes de cortes intermitentes en distintos puntos y amplio despliegue y movimiento de vehículos de la Guardia Civil de Tráfico con los que te cruzas arriba y abajo.

No da tiempo a meditar sobre los cortes y las reivindicaciones. Para otro día. Es una deuda/duda contigo mismo.

En el Alimerka charlas un rato con un descendiente de la renombrada dinastía los Chavanetes de Casorvía, con el que aclaras algunos extremos genealógicos y ferroviarios. La gente antigua de la brigá miró bien pa los fatores.

Después de comer repasas con tu madre algunos cantares y costumbres recogidos/as en el libro de MÚSICA DE TRADICIÓN ORAL EN EL CONCEJO DE LENA. ¡Qué memoria auditivo/oral desarrolló la gente de otras épocas! También para otro día añadir algo.

¿Qué hacer por la tarde? Visita al cementerio de Llanos y al de (H)Erías, los únicos que te faltan por escrutar del valle del Pajares. Siempre se encuentra uno con curiosidades funerarias, francesas en este caso. De esta visita se deduce que en Francia conservan costumbres desconocidas por aquí.

Otro apunte: esa tumba de María G. (1886-1950) que poca duda genealógica te aclara, pero alguien le sigue poniendo una flor.

En el cementerio de (H)Erías te encuentras con la tumba de Juan Marcos Zapico (Juanín) mientras los suyos andaban torgando las carreteras con los neumáticos, pero no subieron a dejar ninguna flor ni ninguna goma. No sería el día.

Desde esa ladera del Pajares se divisa un extraordinario panorama de la  opuesta, la del trazado ferroviario, con Malveo y Casorvía al fondo. Da gusto ver pasar un Alvia al fondo.

Tan pronto apareces locuaz como silente, según dicen, no siempre está el horno para bollos, pero en (H)Eros entablas conversación con un mudo, que ya es decir, que te lleva a una casa donde recuerdan aventuras culinarias de tu padre, cocinero oficioso en el Taller de Máquinas de Oviedo. Te cuentan una de esas miles de anécdotas perdidas: en una ocasión, guisando sus famosas patatas con carne, cómo ésta quedara un poco negra, la dio a probar a ese amigo, testigo directo.
-         ¿Qué tal saben?
-         Esto ye raposu.
-         Sí, pero no digas nada.

Última meditación: ¡cuánto hay que callar por la buena marcha del negocio!





2012/06/05

OREJERAS

Al abrir EL PAÍS de hoy descubres la foto que con un poco de suerte se puede ver en este sueltillo.

Abrazar, abrazar, no te parece que eso sea un abrazo. Por si acaso, la Real Academia opinara otra cosa diferente, vas fervoroso hacia ella y descubres que abrazar es ceñir, rodear, y que ceñir también es rodear. Hombre, no crees que Feijoo este abrazando, ni ciñendo ni rodeando a Mario Conde, salvo opinión mejor fundada en Derecho, que se usa decir en los latiguillos forenses.

Sí se dan un apretón de manos, o de mano. La de Feijóo no se ve fláccida; normal, una vez que estrechas cortésmente la mano, hay que hacerlo con algo de garbo, sin llegar a producir el corte en la circulación sanguínea. La de Mario Conde se distingue menos, pero tampoco se advierten los dedos colgando.

El brazo izquierdo de Feijóo se muestra más estirado que el de Conde, flexionado el del banquero casi en un ángulo recto. No puedes percibir la tensión del brazo izquierdo del Presidente gallego, pero quizá la fuerza de su brazo esté precisamente impidiendo un abrazo, sujetando a Conde para que no se acerque demasiado, que un poco de cortesía, vale, pero el abrazo, el ceñimiento, el rodeo del cuerpo, ofrecerían un pésimo resultado fotogénico y político. O no, porque se oye ahora que lo que perpetró (sus hagiógrafos no hablan precisamente de perpetrar) Conde en los noventa no tiene gota de comparación con las Bankias del siglo XXI. Complicado comparar peras con manzanas, incluso las podridas.

Si un pie de foto se rotula contra la evidencia ¿qué pensar de lo que no vemos? Al final, la fe, último reducto, creer en algo, en el periódico, en el político, en uno mismo. A veces ni eso 

2012/06/04

QUÉ MÁS


Te tiran de las orejas por no actualizar el blog. Aquí estás. Una vez empezado, hay que seguir, pero entran las dudas, porque lees TU ROSTRO MAÑANA de Javier Marías y encuentras esta reflexión a cuenta de su padre, Julián Marías. En disculpa de uno y de los escritos de uno, cabe decir que ni eres un filósofo ni dormía en casa ningún filósofo convencional.

Mi padre no nos permitía nunca ni a mis hermanos ni a mí conformarnos con la apariencia de una victoria dialéctica en nuestras discusiones, o de un éxito al explicarnos. ‘Y qué más’, nos decía después de que hubiésemos dado por concluidos, exhaustos, una exposición o un argumento. Y si le contestábamos ‘Nada más. Ya está. ¿te parece poco?’, él respondía, para nuestro momentáneo desquiciamiento: ‘Sí, no has hecho nada más que empezar. Sigue. Vamos, corre, date prisa, sigue pensando. Pensar una sola cosa, o divisarla, es algo, pero también es apenas nada, una vez asimilada es haber llegado a lo elemental, a lo cual, es cierto, ni siquiera la mayoría alcanza. Pero lo interesente y difícil, lo que puede valer la pena y lo que más cuesta es seguir; seguir pensando y seguir mirando más allá de lo necesario, cuando uno tiene la sensación de que ya no hay más que pensar ni nada más que mirar, que la secuencia está completa y que continuar es perder el tiempo…así que dime qué más, qué más se te ocurre y qué más arguyes, qué más ofreces y qué mas tienes. Sigue pensando, corre, no te pares, vamos sigue”.

Sueltas el libro y acto seguido coges el periódico, y a la vista de algunos artículos también te preguntas “que más, sigue, corre, no pares”, pero te quedas a medio camino, porque ¿qué más se puede decir? Sin ir más lejos, en el periódico de ayer domingo ¡habría tantas cosas por las quepreguntarse!, por ejemplo si hay algo de cierto en las palabras de Javier Neira, aunque sea un talibán la mayor parte de las veces. JAVIER NEIRA: “Ayer al mediodía me topé con una manifestación, Corredoria arriba, a favor de la escuela pública y en contra de los conciertos, así que los funcionarios de la enseñanza -al menos los manifestantes-, con el puesto de trabajo súper asegurado frente a mil crisis económicas y encima con cuatro meses de vacaciones al año, proponen que los trabajadores de la enseñanza privada se vayan a la puta calle -no hay otra forma de decirlo- cuando ya tienen medio pie en el abismo gracias a la reforma laboral del PP. Los progres, siempre tan insolidarios y crueles".

O si va en serio el conocido notario  ÁNGEL AZNÁREZ:  Los ovetenses de toda la vida y los mejores no vivimos ya en Oviedo”

O el doble sentido de la palabra IMÁN en el artículo de Pedro de Silva y de su reflexión final.  PEDRO DE SILVA. IMANES DE UNA INVOLUCIÓN. En nuestra mente la pasión por el futuro es fuerte, pero el poder de la nostalgia puede ser mayor. Esto es aplicable al conjunto de las cosas, pues la mente es sólo su espejo. Casi todas las cosas viejas, y aparentemente ya sin sentido, que aún perduran o quieren regresar, tienen esa razón de ser. Como el tiempo beatifica el pasado, esa nostalgia puede llevarnos a enaltecer cosas que hubo, sobre todo cuando no se vivieron y de ellas llega sólo una versión en cálido color sepia. Bajo el pretexto de los ahorros algo así puede ocurrir con la nueva pulsión centralista o recentralizadora, que de forma gratuita imagina que todo iría mejor de nuevo en manos de Madrid. A ello contribuye otra pulsión, la de alejar de nosotros los problemas, cuando no sabemos cómo manejarlos. Esos impulsos de fondo (arcaísmo y angustia del poder) luego se visten de argumentos, pues la letra política lo aguanta todo.

O de si el Sur no es serio en los negocios. AMADO FRANCO, presidente de IberCaja: “Cajastur da sensación de rigor y de cosas bien hechas. El Norte es serio en los negocios”.

O de si la nueva Consejera de Cultura es ingenua o sincera. ANA GONZÁLEZ, nueva Consejera de Cultura del Principado, que solamente había hablado una vez con el Presidente que la nombró ¿será de creer?. “A veces los grandes conceptos educativos chocan con la realidad, y la realidad es que te llama un alcalde para un subvención para la casa e cultura o surge un problema en la limpieza de los centros educativos. Y entonces te das cuenta de lo importante que es todo. El concepto no vale sin la práctica

Como el padre de Javier Marías, querrías preguntar y preguntarte ¿qué más?, sigue, sigue, pero ¿quién te seguiría? También temes llegar a respuestas de no retorno.