2014/11/28

PRESENTACIÓN DE LIBRO

Acudes a la presentación en la biblioteca del Fontán de No encuentro mi cara en el espejo, la nueva novela de Fulgencio Argüelles, introducido por Ángeles Caso.

Fue hace unas horas pero no recuerdas en qué consistió la introducción a cargo de Ángeles Caso, quizá que le hizo la primera entrevista en Radio Nacional hace veintidós años y que, pese a no tener una amistad especial, se avino a desplazarse desde Madrid para realizar la presentación.

Fulgencio leyó su parte para que no se le olvidara nada y porque, aseguró, se ganaba en brevedad. Sus palabras, no muy extensas, fueron un lamento por la progresiva caída de las Humanidades en los programas de estudio. Después los dos novelistas actualizaron para la ocasión aquella lejana entrevista al trazar unas pinceladas sobre el proceso de creación de una novela, de la búsqueda y configuración de los personajes, de la inspiración o de la curiosa elección de los nombres. Fulgencio elige esos nombres tan extraños porque no quiere que le recuerden a alguien. Contó la anécdota de cómo si en los pueblos hay un tonto (huyamos de la corrección política) ese nombre no se pone a nadie a partir de ese momento. Y buscó el ejemplo del tonto de Cenera, que no vas a reproducir porque, una casualidad, lo asocias a otra persona entrañable desaparecida hace varios años.

Destaca también que escribe pensando en la sonoridad y en una posible lectura en voz alta. Por cierto, Ángeles Caso se atrevió a declamar la última página. No desveló nada pero su dicción fue extraordinaria, revalorizando las palabras de Fulgencio.

Fulgencio, como lector, abre los buenos libros por cualquier página sin preocuparse del hilo argumental y aspira a recibir ese mismo trato de sus lectores. También relee porque de cada relectura extrae nuevas sensaciones. Doce veces habrá leído Pedro Páramo, de Rulfo. Tomas nota.

Aquí te acoplas a la idea de la relectura. Esos días estás volviendo a El ruido y la furia, de Faulkner, ahora después de haberte documentado acerca de los entresijos de la novela, sus personajes, las relaciones entre ellos y la cronología. Con esa introducción la lectura es un placer, por contraposición al doloroso parto de la primera vez.

Precisamente acabas de pasar por un párrafo que te pasó inadvertido hace unos meses.

Había una rana agazapada en medio del sendero de ladrillos. Caddy pasó sobre ella de un salto y tiró de mí.

“Vamos, Maury”, dijo. Se quedó agazapada hasta que Jason le dio con el dedo del pie.

“Le saldrá una verruga”, dijo Versh. La rana se alejó saltando.

En la antojana de la casa de tu madre hay una zona de ladrillos donde nadie se puede apoyar ni colocar nada encima. ¿Por qué? Preguntaste un día a tu madre. Porque una vez se posó ahí un sapo.

¿Cuánto hace de eso? Mucho, pero desde entonces esos centímetros cuadrados quedaron virtualmente acordonados para siempre.


Segundas lecturas que traen estas asociaciones de ideas.

***

Cierto. También se dijo esto otro.

http://www.elcomercio.es/culturas/libros/201411/28/alegato-contra-intransigencia-20141128012229-v.html


2014/11/26

ANTÓN CARABINA (ó ANTÓN CAROLINA)

En muchas ocasiones oíste cantar con absoluta normalidad y sin sobresaltos al coro de los más pequeños la canción “Antón Carabina”, más conocido en otras latitudes como Antón Carolina.

Antón Carabi-na-na,   mató a su mujer-jer-jer,
la metió en un saco-co-co y la llevó a moler-ler-ler
y el molinero dijo-jo-jo, esto no es harina-na-na
esto es la mujer-jer-jer de Antón Caarlbna-na-na

Una vez al año, el día en el que se abomina especialmente de la violencia de género, piensas en los efectos de la canción, en cómo se coló en ti (de adulto) y en conocidas y queridas mentes infantiles, y piensas si al iniciarse los niños balbucientes en el mundo musical precisamente con esa canción, puede influir en un 0,01 por ciento en hacer más violentos a los hombres y más sumisas a las mujeres.

Al hilo de este tipo de canciones encuentras los siguientes comentarios en una publicación del Ayuntamiento de Valencia sobre letras de trasfondo machista:

María Luisa Cunillera opina que estas son producciones terriblemente machistas que perpetúan la violencia contra las mujeres de forma perversa por el hecho de tratarse como un juego. Es muy importante que desde el colegio, la familia y sociedad se corte esta cadena. Hay quien defiende esta cultura popular como un tesoro cultural pero hay muchas nuestras populares que no tienen este componente de violencia”. Cunillera considera que estas muestras populares o juegos deben ir acompañadas de un comentario crítico de la persona adulta que haga ver a niños, niñas y adolescentes que esta violencia no puede existir.

Por otra parte Ripoll considera que no tiene que ser un problema que actualmente un niño/a/joven cante este tipo de canción. “Debe ser una buena oportunidad para reflexionar sobre qué explica y qué opinión tenemos sobre la violencia de género. El choque cultural que puede suponer a un niño/niña/joven darse cuenta de lo que dice cuando juega, canta, tararea, baila… puede ser una buena forma de reflexionar sobre las propias acciones y valores”.

En fin, quizá un comité de ética tenga que dar de paso los repertorios de los coros infantiles, no vaya a incubar por esta vía el virus de la violencia de género.


Posiblemente cueste reconocer que llevas equivocado toda la vida considerando normales cosas que no lo son, y no te refieres a matar sino a cantar canciones que se convirtieron en  políticamente incorrectas.

2014/11/23

El GOBIERNO DE LAS EMOCIONES, de Victoria Camps

Terminaste el libro. Sería suficiente con leer las primeras páginas, donde queda enunciada la idea central, que ya recogiste de pasada en alguna entrada anterior. Podría resumirse con alguna frase literal: ¿Por qué el conocimiento del bien no nos hace buenas personas. No basta conocer el bien, éste debe preocuparnos, interesarnos, emocionarnos, para que la voluntad lo quiera sin titubeos. Otra frase: La ética o la moral deben entenderse no solo como la realización de unas cuantas acciones buenas, sino como la formación de un alma sensible.

Normalmente estamos acostumbrados a considerar dos compartimentos estancos el mundo de la razón y el de las emociones. No es así: las emociones por sí solas no razonan; las razones contribuyen a modificarlas y reconducirlas. Hay numerosas aplicaciones prácticas: Enfadarse, en principio, es un sentimiento natural. Lo que hay que aprender es a enfadarse por lo que merece la pena. Curiosa la anécdota que relata de Platón que, ante la tesitura de tener que castigar a un esclavo, le dijo a Espeusipo: Azótame a ese esclavo, porque yo estoy enfadado.

Se trata, en definitiva, de que el bien y los deseos coincidan hasta el punto de que no haya diferencia entre ambos.

A partir de ahí critica la tergiversación y el abuso reciente de la zona emocional del género humano a raíz del éxito de La inteligencia emocional, de Daniel Goleman, utilizado hasta el hartazgo en el barniz de de-formación empresarial en los últimos veinte años. Esto es opinión tuya, pero crees intuirla en el libro de la Camps.

El libro da un repaso a cómo la filosofía trató el mundo emocional a través de la historia. Sorprende, por ejemplo, que se equiparen las aristotélicas pasiones a las actuales emociones, que las facultades se equiparen a las condiciones neurofisiológicas, o que las vetustas virtudes equivalgan a las tradicionales actitudes. No lo habías pensado, está bien actualizar el lenguaje y las traducciones, pero no sabes si en la aproximación se pierde la esencia. 

A lo largo de diversos capítulos te quedas con una serie de ideas con las que estás de acuerdo, y ningún mérito tiene que ya las pensaras tú porque son de sentido común.

Por ejemplo, aprovecha para dar un repaso al decaimiento de la educación por desconocer la asimetría entre alumnos, profesores y padres. .

Otro ejemplo: fustiga la equiparación entre tristeza y depresión, medicalizada  esta para sustraerla a la responsabilidad individual. La confusión crece a falta de criterios derivados de algo que solo puede llamarse sentido común. Mengua la capacidad del individuo de gobernar su propia vida ante la sensación generalizada de que instancias externas gobiernan nuestra vida, limitando nuestra capacidad de reacción y decisión hasta llegar al convencimiento de que nada tiene arreglo.

Critica la exagerada autonomía de que goza hoy la psicología, que desgajándose de la filosofía, acabó ganándola en aceptación, seguramente porque la psicología es una ciencia más próxima al hombre que la filosofía. La educación de las emociones no puede ser una cuestión solo psicológica; es, sobre todo, una cuestión moral. Las escuelas han sido dotadas de terapeutas que atienden a los alumnos con problemas mientras nadie sabe qué hay que hacer para educar a ciudadanos. Parecida función desempeñan el coach, y que te perdonen los amigos que dedican a ello.

Uno de los problemas centrales de la filosofía, desde luego de la filosofía del derecho es el paso del ser al deber ser, es decir, por qué lo que es debe ser. Avanza que El puente que enlaza el ser y el deber ser es el sentimiento de agrado hacia el deber ser o hacia la virtud, es decir hay que convertir lo bueno en agradable.


Un guiño y una justificación de la relación entre el bien, la ética y las artes, una apelación a la estética: una buena película enseña lo que es el mal o el bien con más vigor y poder de persuasión que un tratado filosófico o una prédica moral. 

FECHORÍA DE AUTOR DESCONOCIDO, DE MOMENTO

No te hacen demasiada gracia los perros, lo apuntaste al hablar de Excalibur y en cuanto tienes ocasión, pero tampoco te estorban si se comportan sus dueños. No es óbice para que estés contra el maltrato animal, concretamente contra el o los autores de la fechoría cometida hace unos días sobre un perro que apareció ahorcado en las proximidades de Casorvía/Casorvida, donde tienes varios conocidos.

De momento no sabes quien o quienes son. Te gustaría saberlo aunque no se pueda probar ante la autoridad competente, judicial por supuesto.

Mejor opinar y escribir sin conocer al autor, así estás más libre de ataduras mentales. De conocer su filiación, seguramente aplicarías una inmerecida autocensura que casi siempre encuentra una disculpa o una comprensión para los de la bandería propia.


Nunca le caerá una pena demasiado onerosa ni duradera. Merecería, sin embargo, un vitalicio reproche social.

2014/11/21

JURISPRUDENCIA DE CHIGRE SOBRE VILLA

Para sentar jurisprudencia son necesarias dos sentencias que versen sobre el mismo ‘casus decidendi’. ¿Cuántas versiones habrá que escuchar para creer en algo que se oye?

Hace unos días un buen amigo que conoció bien los entresijos de UGT en épocas más difíciles, te contaba que Villa siempre fue un dictador y que así lo tenía conceptuado Emilio Barbón, el abogado de Laviana, santo laico que, todavía tú en el Seminario, fue invitado seguramente por el rector Fernández Conde a dar una charla sobre algún acto recién celebrado en el cementerio civil de Madrid, aunque este extremo no lO recuerdas bien.

En una escapada al Fontán, mientras te acompañabas de la botella de sidra y el pincho de picadillo, leías una columna del veterano Eugenio de Rioja que incidía nuevamente en el caso Villa refiriéndose en este caso a la chequera, que “un prestigioso histórico del PSOE y secretario de la UGT como Emilio Barbón condenó dichos instrumentos de poder de Villa para seguir siendo el cacique de Hunosa”. Fue neutralizado ascendiéndolo a magistrado como jurista de reconocido prestigio, que lo era.

En una mesa contigua a la tuya leía sus periódicos Xuan Cándano, el periodista que se las tuvo con Villa en los últimos tiempos, o desde siempre, pero trascendió ahora. Cuando lo ibas abordar, alguien se te anticipó.

Hace unos días, en otra sidrería (¡ay!) de las habituales tuyas departían discretamente Chema el Abogado (solo hay uno con ese nombre), activo socialista en otros tiempos, que compartía cojera con Barbón, y Gómez Fouz, ex boxeador que acusó de chivato a Villa en un libro nada creído que tildaste de panfleto. ¿Hablarían de lo mismo?


Nadie creyó nada, pero ahora ya hay jurisprudencia de la calle. Tarde ya, porque el mérito es ser clarividente a la primera.

2014/11/20

MEDIO COTILLA O A LO MEJOR NADA

En tu descargo puedes alegar, no que llevabas tres copas como Sabina, sino que ahora anochece muy pronto, pero lo cierto que te lo contaron ya de noche en un bar, con el sigilo y el tono de voz que se estilan para estas ocasiones.

Resulta que un compañero, un compañero con quien nunca comiste pan (com-panero) pero compañero de la misma compañía, acaba de arreglar los papeles para que su pareja de hecho, del mismo sexo, pueda disfrutar de los beneficios propios del cónyuges del ferroviario. Nada extraordinario, no es el primer caso.

Hay motivos para que no sea de dominio público, pero tú estás loco por cotillear, pero antes tienes que ir a un  diccionario de prestigio por si la gramática te salva . 

Cotilla: persona que procura enterarse de las cosas privadas de otros o contar cosas que afectan a otros. Quedas más tranquilo teniendo la definición a la vista. De momento, tú no preguntaste nada, te lo dijeron, pudiste haberte enterado sin querer. Podías haber tapado los oídos en cuanto se terminó de pronunciar la frase ¿sabes quién arregló los papeles? y decir: no quiero saberlo.  No, no lo procuraste. Estrictamente lo habrías procurado si hubieras preguntado ¿Será verdad eso que dicen que fulano...? Por si acaso, pides clemencia por el pecado pasivo.

El segundo componente del cotilla prometes no reunirlo para esta ocasión: no contarás el asunto.


Te va a costar. 

2014/11/11

ACAPARAR PIEDRA

Si te dicen que eres un acaparador, no te quedas muy conforme. Véase el María Moliner: adquirir y acumular cosas en más cantidad de la que se necesita para las necesidades ordinarias; por ejemplo, ante una amenaza de escasez, o para especular.

¿Es concebible un acaparador bueno? En la fábula de la cigarra y la hormiga, siempre quedó a imitar el comportamiento de la hormiga, que almacenaba alimentos para el invierno. ¿Era acaparadora? Te rechina el apelativo adjudicado a la prudente hormiga.

Una cosa es acopiar materiales por una amenaza de escasez y otra codiciarlo todo, por encima incluso de lo necesario para sí, en ese caso para revenderlo. ¡Qué feo queda especular! Por cierto, que ante una amenaza de escasez, el acumulador individual es un acaparador; sin embargo, si es el Estado o una institución pública quien acopia materiales por si vienen mal dadas en detrimento de otros estados o territorios, puede recibirse vítores, aplausos  y hasta votos.

Por eso te sorprende encontrar en un viejo legajo que nace la niña Sofía en Calzada del Coto (León) hija de Pablo y de Eleuteria, naturales de Paredes de Nava, de quienes en el apartado de la profesión se dice “dedicados a acaparar piedra para la vía”.


¿Pablo y Eleuteria eran prudentes o egoístas? ¿O había inquina entre los de Paredes y los de Calzada y por eso la autoridad registral les llamó acaparadores? Seguramente los cuquetos querrían ver a la pareja en el infierno, condenados, como Sísifo, a cargar cuesta arriba con una enorme piedra. Por acaparadores.

2014/11/10

SIN CULPA NI VERGÜENZA

Sientes repetirte en lo ya repetido, a saber:
-         Que en cualquier libro encuentras llamadas a asuntos de actualidad.
-         La asfixiante, preocupante y demoledora corrupción
-         El gobierno de las emociones, de Victoria Camps, pero es que hoy tocó este párrafo, que parece que lo andas buscando.


Que en las democracias liberales prolifere la corrupción y que ninguno de los corruptos se avergüence de serlo ni dé muestras de reconocer sus desvíos pone de relieve que algo falla en tales democracias. Falla el que no se consiga forjar el carácter ciudadano, un fallo que algo debe tener que ver con la desaparición de ciertas emociones sociales como la vergüenza o la culpa. 

2014/11/09

¿QUÉ EDUCACIÓN?

Por aquello de acostumbrar el oído a sonidos viejos sacas de la biblioteca un CD con unas Cantigas de Alfonso X el Sabio.

Desconoces el perfil de los usuarios de las bibliotecas públicas, ni si hay estadísticas al respecto; ignoras todavía más si existe algún estudio sobre qué clase de gente saca libros de poesía, películas de acción o música orquestal. Supones, pero es una suposición, que los usuarios de una biblioteca tienen una formación superior a quienes no las pisan, pero tampoco lo puedes afirmar rotundamente porque también habrá quien se pague el consumo cultural que le apetezca sin necesidad de leer libros sobados.

Te preguntas qué formación, qué educación, qué gustos o incluso qué genero de masoquismo padecen quienes tomaron en préstamo antes que tú las Cantigas de Alfonso X el Sabio. Te formulas estas preguntas porque el librito que a veces acompaña a este tipo de CD’s quedó desnudo, por decir que perdonaron la primera y la última hoja de la solapa para que no se notara. ¿Qué interés puede tener alguien en un folleto incompleto? ¿Qué formación tenía el interfecto? ¿Qué educación?

¿Garantiza algo la educación? ¿Qué es la educación? ¿Dónde se aprenden esos valores? 

A lo mejor hicieron bien, actúan en consonancia con la rapiña generalizada.


2014/11/06

PULSOS QUE SE ECHAN

Otras palabras de la familia pulso: repulsa, impulso, expulsión, compulsivo, propulsión, tómese la que guste.



2014/11/05

VILLA, CAMPELO, POSTIGO Y LAS CARAS

Ves algo de excesivo en la venganza de Campelo y otros, crecidos a raíz del escándalo de Fernández Villa al airear convites en los que dicen que a los postres se entona “Se va el caimán” a la misma puerta de la cuna del capo destronado. De momento tienen motivos. Cuando Campelo cayó en desgracia y fue investigado,  no otorgaste crédito a sus palabras, que tiraban por elevación hacia Villa al asegurar que se limitaba a cumplir órdenes. Por un simple análisis facial te decantaste por el carismático líder del SOMA. ¿Por qué? simplemente porque la cara de Villa era más de fiar.

No veías en la fiel tersa y roja, ni en la raya perfectamente perfilada ni en el pelo repeinado de Campelo el presagio de una buena persona, ni de alguien de fiar. Villa tenía algo de Stalin, la energía y la llaneza. Si algún pero le ponías eran las patadas al diccionario, pero eso cae entre tus repipis manías.

Postigo, el destituido Presidente del Montepío de la Minería, te parece más un botarate que un gestor. ¡Lo que puede anunciar o traicionar una cara!.


Eso lo ves ahora, antes eras el único ciego del universo, porque todo el mundo sabía de las fortunas ocultas.

SPINOZA Y LA ANALÍTICA

Fuiste con tu madre a realizar el anual análisis de azúcar en sangre en el ambulatorio comarcal que le corresponde.

Serían las nueve y media de la mañana y mientras el ATS pinchaba en el dedo para extraer unas gotas le preguntó si estaba en ayunas, a lo que ella respondió que claro. Y qué cómo estaba en ayunas. Pues porque para hacer una análisis siempre oyó que había que ir en ayunas. Pues no, mujer, porque si uno está en ayunas engaña el cuerpo y falsea los análisis, es como si los días anteriores se priva de comer para que los análisis salgan bien.

Tú, respetuoso con los profesionales, sean enfermeros, DUE, ATS o practicantes, que renuncias a comprender la distinción, no dijiste nada, no fuera a ocurrir que esa misma mañana se hubiera publicado algo novedoso que tú desconocías.

Finalizó más que bien la prueba y te quedó la duda de si el ayuno iba en serio o en broma. Tú y tu madre tendréis para decir: una vez, al hacer un análisis de azúcar en sangre, el ATS dijo….


Quizá el profesional tenía reciente, como tú, un párrafo de  Spinoza, y quiso llevarlo a la práctica: Lo real es perfecto por el hecho de ser real y querer vislumbrar grados de perfección es solo un modo de imaginar y, como tal, confuso y distorsionador de la realidad.