2021/11/30

DE FACEBOOK (días 27 y 28)

Tampoco los jueces deben meterse a decidir sobre los problemas mentales de las personas o sobre las personas con problemas mentales. Seguramente los psiquiatras llamarán de otra forma a este fenómeno. Es lo primero que hace cualquier disciplina científica que se precie: dotarse de unos términos que la diferencien del montón de los saberes. Viene esto a cuento de que hace treinta años tuvo lugar el crimen de la Peñona, cuando una mujer arrojó al mar a sus cuatro hijos menores, o al menos, fue condenada por ello. La cronista, en día especialmente señalado, rememora los hechos y, en resumen, arroja una hipótesis: a los niños no los tiró al mar la madre sino el padre, aunque ella nunca lo reconoció así, ni la cronista lo indica con la claridad de uno. Uno cree que es una conclusión miserable porque el padre murió en el año 2014 a manos de otro delincuente y no puede defender su nombre, por villano que fuera. Pero no era eso en lo que uno tenía intención de incidir, sino en el extraño artículo que escribe el psiquiatra Martínez Jambrina. Habla de la enajenación mental transitoria como un concepto puramente jurídico y no psiquiátrico. Es posible que sea así en la ciencia psiquiátrica, pero a buen seguro que un ciudadano común, sin conocimientos jurídicos ni médicos la entiende, y también lo es que el concepto lo habrá asumido en su día un jurista en un texto legal a instancias de la corriente psiquiátrica dominante en el momento de elaborar el código penal de rigor. No sabe uno qué quiere decir el psiquiatra. A veces cuando uno se topa con artículos incomprensibles se pregunta: ¿el columnista cobra por el artículo o paga por publicar?
Murió Charo Piñeiro, la mujer de Jesús Neira, coautores de un Diccionario de los Bables que tuvo su difusión, aunque no es el manual de más aceptación en la actualidad. Uno se acercó a la lengua asturiana a través de aquel libro de la editorial Ayalga escrito por Neira: "El bable. Estructura e historia". Su monografía "El habla de Lena", de 1955, fue editado nuevamente en el año 2005. Es un libro imprescindible para los lenenses, no solo por el aspecto lingüístico, sino por algunos apuntes etnográficos. El colegio publico de la capital del concejo lleva su nombre, pero tiene uno la sospecha de que hoy, con la efervescencia del debate sobre la oficialidad, no sería el más adecuado.
En relación con las inundaciones de los ríos asturianos, señaladamente el río Piloña, afloran ahora las denuncias de quienes advirtieron de la situación hace tiempo citando la necesidad de la limpieza de los cauces. Entiende uno que es responsabilidad de la Confederación Hidrográfica, que hasta el momento no dijo ni mu. A veces tiene oído uno que algún ayuntamiento colabora en la limpieza de los ríos, por lo que no sabe si lo hacen gratis et amore por sus vecinos o porque asume algún tipo de obligación. Incluso indican algunos vecinos indignados que si se les ocurre a ellos limpiar el río por propia iniciativa, se les abrirá raudo expediente sancionador. A uno le gustaría conocer la opinión de los responsables de la limpieza: qué superiores criterios medioambientales (por ejemplo) impiden una limpieza (si es que realmente ese es el problema y no otro); o si es problema de escasez de recursos y alegan que hay un orden de prioridades y que no pueden llegar a todos los sitios, uno lo entendería, pero que se sepa y lo digan (salvo que si lo admiten corran riesgos de alguna responsabilidad penal, claro, en ese caso está bien callar).
El Ayuntamiento de Oviedo, del PP, organizó un acto institucional con motivo del 25N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, al que solamente asistieron los concejales de la coalición gobernante. Parte del argumentario de la oposición para no asistir se basaba en una protesta por el cambio de calles de resultas del baile político judicial a que estamos acostumbrados últimamente. Uno cree que no se pueden meter en el mismo saco la violencia contra las mujeres y el hecho de que en el último baile hayan caído del callejero unas cuantas. Ahora bien, las cartas periodísticas cruzadas anteriormente por miembros de la corporación y miembros de la oposición mezclando la memoria histórica con el feminismo, no ayudan para nada a clarificar el debate, sino a enmarañarlo, con la esperanza de que en el río revuelto algún insulto resulte gracioso al propio ejército de aplaudidores.
Lee uno en El Mundo que Sánchez ata la legislatura con unas cuentas a la medida del nacionalismo. Y en una entradilla se destaca “sospechan que hay concesiones ocultas a independentistas y abertzales”. Los presupuestos generales son un documento muy completo y muy complejo en el que se reflejan numéricamente hasta detalles abrumadores y apabullantes, las partidas de gasto aprobadas. Los señores diputados no deberían lanzar esas sospechas, sino indicar claramente qué partidas son esas en las que hay concesiones ocultas después de haberse tomado un tiempo para estudiar el desglose. Es una lata, sí, pero es su trabajo.
Siguen las declaraciones a favor y en contra del recorte a las facultades (o extralimitaciones, según se mire) de los policías. A uno le gusta tirar de simetría. Al pensar en los manifestantes, puede vislumbrar unos trabajadores de los astilleros, del metal, de la sanidad o unos estudiantes. Pensemos por un momento qué facultades contundentes nos parecería bien que tuviera la policía para contener una manifestación de un grupo ultra de extrema derecha. Pues lo que nos pareciera adecuado para esa ocasión, démoslo de paso para todas las intervenciones policiales.
En La Voz de Galicia Fernando Ónega esboza unas pinceladas sobre la coexistencia de dos idiomas refiriéndose al caso catalán. Aporta originales razones de qué motivos impulsan a la gente a expresarse en un idioma determinado pese a que existen evidentes estímulos para hacerlo en otro.
La viñeta de El Correo sobre las cibercompras, muy original y acertada, con un punto de exageración, para que saque una sonrisa.

***

Contemos cosas de la pandemia. Uno se entretiene algunos días contando la gente que va con y sin mascarilla, o por la calle o por zonas más o menos deportivas. Es un conteo parcial, puntual, nada científico, pero en el caso de la calle nunca baja de una muestra de trescientas personas, y en el caso de la pista finlandesa, de cien. Esta semana llovió, hizo frío, y un ligero constipado aconsejó dejar el conteo para otra semana. Quim Monzó también cuenta con su peculiar desparpajo, en La Vanguardia, su experiencia con el pasaporte Covid.
El sagaz Pedro de Silva observa el movimiento de los satélites Isabel Díaz Ayuso y Cayetana Álvarez de Toledo alrededor de Casado.

Ya echaba uno en falta los viejos editoriales descriptivos de El País, esos que ahorran leer largos artículos llenos de paja. Los editoriales expresan la opinión del periódico, en ese sentido incluyen la valoración que le merece un hecho de la actualidad, pero intentando justificar su opinión, suelen ser una pieza que resume con rigor y concisión un problema o un caso sobre el que transmiten su parecer. Últimamente los editoriales tendían más a la valoración que a la descripción. El de hoy, dedicado a Cádiz, se mueve en la ortodoxia descriptiva.
Miró y remiró uno la viñeta de Flavita Banana, las palabras que emiten las figuras, hacia dónde y hacia quién encaminan las miradas. Pensó uno en la frase "querer es poder", su significado, su borrosa paternidad, y pensó si también era posible invertir el orden, es decir, "poder es querer", y pensó uno en la im-potencia, es decir, en no poder aunque se quiera, y si la pareja de mujeres, no habrá dicho al espectador, que volvió la cara como la mujer de Lot, petrificado/salificado con su retoño/a "¿qué miras? ¿tengo monos en la cara?", frase ofensiva que, por cierto, se oía mucho antes. O quizá ahora también, pero anda uno alejado de círculos tan lenguaraces. La viñeta da para meditaciones más largas de las aquí apuntadas.
Una buena noticia, aunque menor, es el anunciado nuevo centro social en Lugo de Llanera. Solo desear que las obras avancen sin contratiempos, que se hagan las cosas como es debido, que se sigan los trámites por el libro y que sea motivo de concordia. Uno se sorprende seráfico a veces.
Como era de esperar, la Confederación Hidrográfica preparó su dossier de inversiones y actuaciones ejecutadas con el debido desglose para justificar que no tienen la culpa de las riadas. No hay manera de encontrar una faceta de la realidad en la que la competente sea una única administración, siempre hay algo compartido para disculpar que no se avance en las actuaciones, en este caso, es el dato de que la limpieza de los ríos a la altura de los suelos considerados urbanos, es competencia de los propios ayuntamientos. Buena ocasión para recordar a Jorge Manrique:
Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar,
que es el morir:
allí van los señoríos,
derechos a se acabar
y consumir;
allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
y más chicos;
y llegados, son iguales
los que viven por sus manos
y los ricos.
Los alcaldes de las playas depositarias de troncos y basuras reclaman ayuda principadesca para limpiar esa porquería que les llega de otros concejos. Allá van los señoríos derechos a se acabar y consumir. Sin solución estandarizada para las riadas. Se seguirá resolviendo caso por caso, riada a riada, entrevista a entrevista, pacto a pacto.
A la Consejera de Cultura le reprocharán, con razón durante todo su mandato y quizá durante toda su vida, haber delegado su voto (el su votu) en la reunión del patronato de la Fundación Selgas donde se decidió la venta de un Goya y un Greco. Seguramente son muchos los organismos en los que los consejeros son miembros natos, muchas las reuniones a las que son convocados, y, por lo tanto, muchas en las que delegan el voto. Las más de las veces se adoptarán acuerdos rutinarios, pero alguno hay de enjundia. Visto desde hoy, no parecía tan imprescindible que la consejera hubiera asistido a una reunión más del Consejo de Gobierno convocada para tratar asuntos de la pandemia, cuando el departamento de Cultura no es de los que más materia viral tenían. Se está poniendo el foco en la Consejera, pero quién sabe si los usos del presidente son los de no permitir ausencias de su equipo.
Lee uno en La Vanguardia que el arzobispo de Paris, de setenta años, presentó su dimisión después de admitir un comportamiento ambiguo con una mujer hace ocho años. El arzobispo cometió un fallo al admitir algo en un correo enviado por error a otro destinatario. Es curioso que un hecho de dudosa trascendencia jurídica en la vida civil, lo tenga en este caso. Un tercero desveló indebidamente un secreto. Es posible que un tribunal considerara improcedente esa prueba por vulneración del derecho a la intimidad o revelación de secretos, pero la moral y la justicia no se regulan por los mismos principios.
Preocupante al aumento de las violaciones grupales que se están registrando a raíz del caso de La Manada, que pudo suponer un efecto llamada. No sabe uno qué pedagogía es posible entre gente que respeta tan poco la libertad sexual de las mujeres.








2021/11/28

DE FACEBOOK (días 25 y 26)

Lee uno en El Correo que los sanitarios vascos, molestos con su Tribunal Superior por no dar de paso el pasaporte covid, opinan que los jueces no deberían meterse en materias sanitarias. El conseller de Educación de la Generalitat opina que los jueces no deben meterse en cuestiones lingüísticas. Es más, pide a los centros escolares que no hagan caso de la sentencia que obliga a que una cuarta parte de las clases se impartan en castellano. Habría que preguntar al resto de consejeros, políticos y público en general qué materias son susceptibles de recursos judicial y cuáles no. Más que nada para saber con quién juega uno a las cartas de la política. Por cierto, según La Vanguardia, Catalunya pide el aval judicial para el pase covid en restaurantes y gimnasios, así que en estas materias, sí entiende la Generalitat que los juzgados pueden intervenir. A condición de que avalen sus postulados. Esto de la resistencia de la Generalitat a acatar la sentencia de la lengua, no se lo imagina uno en ninguna otra comunidad autónoma, si acaso en la vasca o en Navarra. En el resto del territorio nacional, solo se imagina un boicot judicial a cargo de partidos o simpatizantes de los escraches, que creen que los jueces son una prolongación del poder burgués y del Ibex-35.
La proposición de ley para modificar la Ley de Seguridad Ciudadana limitando algunas de las posibilidades de actuación de las fuerzas de orden público (no se llaman así, pero a uno de mano le sale ese nombre; tiene que pensar: no, que son las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado) está un tanto embarullada con denuncias de abandono a los policías y réplicas de los partidos de la coalición gubernamental rechazando tal aserto. Uno de los puntos controvertidos es que si es necesario llevar a un ciudadano a comisaría para practicar una identificación, hay que devolverlo al lugar de origen. Misteriosos portavoces anónimos de la Delegación del Gobierno en Asturias niegan tal cosa y detallan: “Solo se obliga a devolver a la persona identificada en comisaría al lugar donde no pudo ser identificada, si se trata de un municipio distinto y si no crea problemas al funcionamiento del servicio policial”. Sin embargo, uno pudo comprobar que la proposición de ley, hasta el momento es la que sigue: 'A las personas desplazadas a dependencias policiales a efectos de identificación, se les deberá expedir a su salida un volante acreditativo del tiempo de permanencia en ellas, la causa y la identidad de los agentes actuantes. Así mismo, salvo que el traslado a dependencias policiales fuera por causa imputable a la persona desplazada, tendrán derecho a que se les devuelva a su salida al mismo lugar donde no pudo realizarse la identificación por los agentes". No consta que en el período de enmiendas se haya apostillado nada del municipio. ¡Qué poco rigor en los desmentidos, Delegación del Gobierno!
La alcaldesa de Gijón está muy enfadada con el Gobierno regional, de su mismo color político, por la gestión de la licitación para ampliar el hospital de Cabueñes. En definitiva, si uno entendió bien, quedó desierto porque los precios del concurso no interesaron a ningún contratista. El Principado casi calló sin entrar en polémica. Hizo bien. Si fuera de diferentes color político, tendría preparado un argumentario para demostrar que no se puede decir ‘de esta agua no beberé’ porque a lo mejor al Consistorio gijónés le ocurre lo mismo con otras licitaciones, si es que no le ocurrió ya.
Le extrañó a uno bastante que este curso, sin noticia ni aclaración de ningún tipo, el nuevo presentador del concurso de canción asturiana “Ciudad de Oviedo”, pasara a ser el polifacético Laude y no hubiera ninguna alusión a los motivos del fichaje. Ahora lee uno que “el TSJA manda readmitir como personal municipal al exdirector artístico del anterior concurso de tonada, Juan Carlos González, que había presentado una demanda para reclamar su condición de personal no indefinido, lo que motivó que el Ayuntamiento no volviera a contar con él y contratara a otro director para el nuevo concurso. Esto llevó a otra demanda por despido que perdió en primera instancia. El TSJA le ha dado ahora la razón”. Reiterada jurisprudencia establece que apartar a un trabajador de un puesto por instar una reclamación judicial es una vulneración de la tutela judicial efectiva que establece el artículo 24 de la Constitución, pero las autoridades se pasan esa previsión por el forro.
PP y Ciudadanos posicionarán al Ayuntamiento contra la oficialidad en el próximo pleno municipal. Es cierto que unas elecciones municipales, las de 1931, determinaron la salida de España del rey Alfonso XIII, pese a que en tales elecciones no se votaba entre monarquía y república, pero uno cree que en los plenos del ayuntamiento no se debe hablar de la oficialidad, ni de Palestina, ni de Chile, salvo, que el pronunciamiento fuera por la carestía que la oficialidad supone para las arcas municipales, pero la argumentación es otra. Municipios y munícipes, dedíquense a las materias previstas en la Ley de Régimen Local, que luego se dedican a otras cosas y dicen que no les llegan los fondos.
Metidos en la harina de la oficialidad, Pilar Sánchez Vicente se pronuncia a favor con argumentos a tener en cuenta, pero camino del final la pifia con consideraciones así: “Y muchas gracias a los cuatro cavernícolas que se oponen: intentan provocar el enfrentamiento con un discurso de odio de una forma tan deleznable que solo consiguen aumentar el número de favorables a la oficialidad”. Termina su alegado de una forma simpática, una cosa no quita la otra: “Por cierto, los cuatro políticos que se posicionan claramente en contra tienen apellidos asturianos, cuya traducción al castellano hago entre paréntesis: Mallada (majada), Ablanedo (avellanar), Figaredo (plantación de higueras), Pumariega (plantación de manzanos). Ya medirán si es una lengua inventada”.
Ocho autonomías reivindican un giro a la financiación para frenar el despoblamiento. Reclaman al Gobierno central un fondo para corregir la caída de la natalidad, universalizar la enseñanza a menores de tres años y elevar el peso de los mayores de 85 años en la sanidad. Dicen que no van contra nadie. Hace unos días en la Comunidad Valenciana se celebró una manifestación con el apoyo de toda la clase política (quizá Vox no), del empresariado y de la llamada sociedad civil. Aseguran también que no van contra el gobierno central ni contra nadie. Pata. Indirectamente siempre se va contra alguien: para dar a uno hay que restar a otro. Sinceramente no acaba uno de entender la filosofía de las transferencias autonómicas. El desgaste político de exigir los impuestos recae sobre el Estado central, y las autonomías o ayuntamientos se pelean por conseguir, alterando las fórmulas matemáticas, más dinero. Uno cree que ni ayuntamientos ni autonomías deberían gestionar áreas que solo se financian con transferencias de los territorios mayores: Estado, Comunidades Autónomas.
Ayer pasó uno por la exposición del camino de Santiago. Tenía interés en visitar la maqueta del Oviedo primitivo. Uno cree que, salvando algunos edificios emblématicos como la catedral, San Vicente o la Cámara Santa, casinas, caminos y praos están colocado al tuntún. Es más, para la maqueta Oviedo es casi como la meseta castellana, con cuestas levísimas.
¿Promocionando las ventajas de los trabajos domésticos para la salud, defiende sibilinamente el ABC que la mujer siga en casa con la pata quebrada ?

***

Los jueces, quedamos ayer, no deberían meterse en cuestiones lingüísticas ni tampoco en cuestiones sanitarias. Cuando se sumergen en cuestiones técnicas o de ingeniería corren el riesgo también de patinar al dejarse convencer por un perito que llevó el gato al agua. ¿A alguien se le ocurre otra forma? Esto viene a cuento de una noticia leída en El Comercio, según la cual el Tribunal Superior de Justicia Asturias avala la planta de asfalto de Priorio y señala que no se le debió negar la licencia a la empresa Hanse Ibérica para instalar en los terrenos de su cantera sendas plantas de machaqueo y asfalto. Entiende el Tribunal que no se trata de autorizar una nueva actividad, ya que lo que se pretendía era una ligera variación respecto de lo que se venía haciendo pues el árido no experimenta transformación sustancial o jurídicamente relevante por el hecho de la fase de secado, pues estructura, composición y propiedades del árido se mantienen incólumes. En consecuencia, no procede aplicar forzadísimamente la Ley de Industria, como pretendía el Ayuntamiento. No valora uno en esta sentencia si realmente hay daño medioambiental, si el Tribunal está comprado, si los abogados consistoriales se dejaron perder…Era solo una reflexión sobre las cuestiones realmente complejas sobre las que tienen que decidir jueces y tribunales sin saber nada de la materia. ¿Dormirán tranquilos?
Por seguir con los togados, según El Mundo los jueces dicen que el 25% de las enseñanzas en castellano lo debe hacer cumplir el Gobierno, que, sin embargo, entiende que es el tribunal quien debe actuar de oficio. En un pleito cualquiera, la parte vencedora quiere que la sentencia no quede en papel mojado y lo normal es que pregunte, incluso al tribunal ¿y ahora qué, tenemos que hacer algo? El Tribunal puede que les diga: despreocupaos, nos ocupamos nosotros de todo, pero lo normal es que le diga que tienen que pedir ejecución de sentencia. Interesa aclarar que, a grandes rasgos, salvo en los casos penales, que se impulsan de oficio, el resto de los pleitos avanzan a instancia de parte, incluso después de la sentencia. Por eso se llama justicia rogada, porque hay que rogar, pedir, casi nada funciona de oficio. Una sentencia puede declarar que A debe mil euros a B, pero para que B cobre su deuda ha de pedir ejecución de sentencia. En consecuencia, uno cree que el Tribunal no tiene que hacer nada de oficio con la sentencia del castellano. Si el Gobierno está interesado en hacer cumplir la sentencia, debería instar su ejecución, pero si no la insta, queda todo como estaba: se reconoce una deuda, pero no se exige su cumplimiento. Y si no lo insta, ¿para que se metió en esa refriega? Otra cuestión son las dificultades prácticas de la ejecución, la resistencia a su cumplimiento, pero eso ocurrirá mueva ficha el Gobierno o mueva ficha el Poder Judicial.
Tercer asunto judicial. El juez Martinez Zahonero, coordinador en Asturias de Jueces para la Democracia se muestra favorable, como era de esperar, a que se pueda grabar a los policías, con el siguiente argumento: “Todos los funcionarios públicos estamos expuestos a que se conozca nuestra imagen. Mis juicios son públicos y todos pueden venir a verme la cara. La existencia de grabaciones puede favorecer incluso a los propios agentes al fomentar la transparencia”. Uno pregunta: va uno y se sienta como público en la sala de vistas, y con su teléfono móvil graba a su señoría, a los fiscales…¿le dejarían?.
Periódicamente se producen inundaciones y desbordamientos del río Sella que afectan al hospital comarcal de Arriondas, que se ve obligado a desalojar a todos o buena parte de sus pacientes. El sentido común viene clamando y preguntándose cómo es posible que se haya autorizado un hospital en una vega inundable. Por su parte el presidente del Principado declara que cuando se decidió su instalación la comarca no era técnicamente inundable (será verdad desde la prosa administrativa, que tendrá unas complejas clasificaciones de la inundabilidad de las parcelas). Por otra, señala que están previstas las obras de contención de la ribera, en las que participarán El Estado, el Principado y el Ayuntamiento. Seguramente la decision de instalarlo tuvo lugar por agrupación política amiga de Barbón, porque en caso contrario correrían invectivas y tuits. Es maravilloso llevarse bien, como se llevan Barbón, el Presidente del Principado y Delia Losa, la Delegada del Gobierno, que acuden juntos en amor y compaña a numerosos actos. ¡Qué lejanos aquellos tiempos de Cascos, que era el terror del protocolo porque no había acto sin follón!.
Por cierto, simpática la viñeta de El Comercio sobre el peregrino Barbón. Simpática para todos menos para los barbonistas, claro.
Ayer por la tarde acudió uno a una conferencia al RIDEA y no va a glosar aquí lo hablado porque parece que todo lo que escribe hoy es de la misma tendencia, así que lo deja uno así en el aspecto formal. A lo que iba. La conferencia comenzó a las siete de la tarde. Uno se sentó bastante atrás porque está algo constipado, por si había que salir discretamente. Iniciada la conferencia, entró el rector, que se sentó un par de filas detrás. Al poco de entrar el rector, el ponente, profesor universitario, le dio públicamente la bienvenida y siguió con su charla. A los diez minutos, el rector hizo un gesto de perdón/abrazo/disculpas al ponente y se fue. En la prensa del día ve uno una foto del rector en la conferencia que a esa hora daba Otín en La Nueva España. ¿Es necesario hacer este papelón para repicar y salir en la procesión? ¿Agradecería el profesor del RIDEA los minutos de presencia del rector porque menos da una piedra?
Por cierto, el titular de LNE de la conferencia de Otín da para un comentario de textos: “Fumar un año una cajetilla al día genera 150 mutaciones; una sola vale para tener cáncer”. ¿Una sola mutación, una sola cajetilla, una cajetilla diaria durante un año?
El Consejero de Salud reconoce que la licitación de Cabueñes fue un despropósito. Sea, si él lo dice, porque uno fue un malpensado estos días de atrás. ¿El despropósito es que una vez que se pone la maquinaria licitadora en marcha, nadie se atreve a pararla?
La obra del quiosco de El Bombé es el cuento de nunca acabar. Ahora dicen que se va a desmontar, que la llevarán a un taller y que se reconstruirá allí. Lo bueno de este caso, es que como lleva tanto tiempo e intentaron sacarlo adelante gobiernos de distintos colores sin conseguirlo, nadie se tira los trastos a la cabeza porque todos saben cómo se tuercen las cosas y lo imposible que es cumplir todas las normas aplicables: de patrimonio, de contabilidad, de personal, de contratación.
Es dura la militancia política. Tiene uno sus dudas, pero esas hay que dejarlas apartadas cuando tocan a rebato. Ayer dijo aquí algo del debate sobre la oficialidad en el seno de los ayuntamientos, del de Oviedo en concreto. Hoy se fija en un aspecto específico: PP y Ciudadanos van a votar contra la oficialidad. ¿No hay ningún concejal que esté a favor? El PSOE, que hasta el último congreso regional estaba dividido, ahora está por la oficialidad. ¿Ninguno de los concejales socialistas de Oviedo es contrario? Vox y Somos, ya se sabe, monolíticos, pero los otros también.
Por cierto, ¿cómo valorar este enlace? Está bien pasar de los principios a la realidad. https://www.tragsa.es/.../Gru.../ficha-oferta-empleo.aspx...
Ahora una cuestión resbaladiza: la reseña biográfica que LNE presenta de Concha Escalante, jubilada muy joven como enfermera por su delicado estado de salud, pero que no le impidió una amplia actividad cívica. ¿Es cruel e injusto uno por preguntarse esto?



2021/11/27

DE FACEBOOK (día 24)

Pese a que a uno le gusta cantar, y se anima si hay folixa, casi nunca lo hizo en un karaoke. Posiblemente la primera y única vez que lo intentó fue ensayando 'Un ramito de violetas' de Cecilia. La interpretación de Manzanita también es extraordinaria. Es una canción realmente fácil, y más si se lee la letra en una pantalla, pero en aquel hotel fue el acabose. O cogió uno el tono bajo o demasiado alto, el caso es que aquel fracaso y aquel ridículo es motivo frecuente de hilaridad familiar. Posiblemente uno no tuvo éxito en su libertad creativa, en aquella libertad creativa ahora reconocida por el Tribunal Superior de Justicia Vasco.
El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco tumba la petición del gobierno autónomo de implantar el pasaporte covid. Un titular para un periódico sensacionalista sería este: "Rechazado el pasaporte covid por vulnerar la libertad creativa de los karaokes". Sigue uno la noticia a través de El Correo y entre los motivos del rechazo figura literalmente ese, entre otros, claro. Los argumentos fundamentales son dos: el primero es que el proyecto de norma no obligaba a los trabajadores de los establecimientos, solo a los clientes; el segundo, que el pasaporte no vinculaba a los niños, siendo estos el foco principal de transmisión. En relación con lo primero, formalmente es cierto, pero en la práctica, teniendo en cuenta que la realidad demuestra que los trabajadores van prácticamente siempre con mascarilla, sus posibilidades de contagiar son mínimas, no así las de ser contagiados; en cuanto a que los niños son el principal foco, primera noticia de fuente tan seria. Que había hipótesis sí, por su falta de vacunación, pero uno desconocía que ya se hubiera determinado que fueran la principal fuente de transmisión. El TSJ aporta otros motivos como la insuficiente fundamentación jurídica del gobierno vasco. Lógicamente esto molestará bastante a sus servicios jurídicos. Uno cuando tuvo que emitir dictámenes para un juzgado temblaba a la hora de leer una sentencia contraria: si se perdía un caso porque el adversario tenía más razones, nada de lo que arrepentirse, pero si el tribunal hablaba de prueba o argumentación insuficiente, era un palo porque en esos casos se queda en mal lugar ante la superioridad.
Las elecciones en Chile dan lugar a distintos enfoques. Leyó uno en las páginas interiores de El Mundo: “Chile apuesta por una derecha ‘sin complejos’”, por lo que buscó quién pronunció tal entrecomillado. Resulta que el propio partido chileno se autodenomina así. Eso le animó a uno a buscar cómo se referían los titulares de los periódicos a esos partidos enfrentados. Para El País se enfrentan un ultraderechista y un izquierdista. LNE habla de ultraderecha o del ultraconservador, por una parte, y de un izquierdista por otra. Para La Voz de Asturias un ultraderechista y un izquierdista. (¿Qué epítetos dedicará a los contendientes este sábado Enrique del Teso, su brillante columnista estrella?). Para El Mundo (portada) Chile elegirá entre la izquierda radical y la derecha extrema. Para el ABC se enfrentan un derechista y un izquierdista. Para La Razón, un conservador y un radical. La Vanguardia habla de un defensor del ultraliberalismo y un izquierdista. Para Expansión, ultraderecha e izquierda radical. Para La Voz de Galicia se enfrentan un ultraderechista y un izquierdista. Para El Correo se enfrentan la ultraderecha y la izquierda. ¿Quién tiene razón? Cada lector creerá a su periódico. ¿A quién cree un descreído? En principio a Expansión.
La esquela de ayer tiene su explicación hoy.
Le dio a uno por repasar las páginas de agenda/ocio de LNE y pasó la mañana en el Museo de Bellas Artes con un amigo. Precio de la entrada cero euros. Unas colecciones espectaculares, un paseo relajante, que uno olvidará de inmediato. ¿De qué se acordará uno dentro de quince días?
Vio uno un artículo en El País que prometía interés: "Qué ha hecho Alfonso X por nosotros", con motivo de celebrarse el 800º aniversario del nacimiento del rey de Castilla y León. No le vendría mal a uno un repaso biográfico para recordar (decir ‘recordar’ es una pretenciosidad porque no se puede recordar lo que nunca se supo) o para aprender, pero ¿para qué? ¿para olvidarlo al minuto? Pasó uno de página para leer otra cosa que también acabará inmediatamente en el olvido, como todas esas noticias que estarían impresas en uno de los cuadros expuestos en el Bellas Artes, el del vendedor de periódicos. Ese vendedor, de José Jiménez Aranda, le recuerda a uno a Calo, vendedor de periódicos en Fierros, o al Moreno en Lugo de Llanera, al que está viendo en la estación cargado de periódicos a las seis de la mañana en un andén lleno de niebla, viajeros y ferroviarios.
En la exposición temporal del Museo, patrocinada por Abanca, Estampas de Vanguardia", con obras de Miró, Braque, Picasso, Gris y otros, se entretuvo uno titulando una serie de láminas no bautizadas por los autores o bautizados "sin título". A tres los llamó uno así: El sombrero de Napoleón, Pajarito pío pío, Montera picona. Si los pintores mostraron imaginación con sus pinceles, no quiere uno ir a la zaga con su teclado.
La exposición, también visitada, sobre el camino primitivo en La Nueva España quedará para mañana, si no la arrinconan otros acontecimientos.





2021/11/25

DE FACEBOOK (días 22 y 23)

Uno tuvo (y tiene, porque felizmente vive) una tía y madrina emigrante en Alemania, que nos visitaba algunos veranos cuando vivíamos en Fierros y traía siempre algo novedoso, epatante para unos niños de una aldea asturiana. Contaba cosas maravillosas de su ciudad, Wuppertal, como esos trenes que circulaban no sobre carriles, sino colgados de unos cables. Como muestra, un año trajo un bolígrafo lleno de líquido en su interior, que al moverlo, hacía que el tren también se deslizara hacia la punta o hacia el tapón. Era un artilugio nunca visto en el pueblo, que le hacía a uno estar orgulloso de los tíos y primos ricos de Alemania. Desde luego, eran más ricos que nosotros, que tirábamos a justitos. También aprendíamos algunas palabras alemanas, de manera que Gelín es desde entonces Butentá, la pronunciación de 'buenos días' del que desconoce la fonética y la gramática del alemán. Otro verano trajeron los tíos unas raquetas y unos volantes/pelotas de bádminton. La palabra la aprendió uno unos cuantos años más tarde, cuando haría lustros que el último volante alemán quedó hecho papilla. ¿Qué sería de las raquetas? Esos recuerdos del volante, del badminton, y de los tíos y los primos alemanes se los suscitó a uno la viñeta de El Roto en El País. ¿Qué nos quiere decir El Roto con esa viñeta o qué lee cada uno? Podría ser que la opinión pública está por los suelos, ¿toda la opinión pública? ¿la de una parte? Sin embargo, de la viñeta en sí, no saca uno ninguna conclusión clara. La opinión cayó, pero no está muerta, sigue con el ojo abierto. No se ve que tenga posibilidad de levantarse y alzar el vuelo.
Lee uno en El País que el bilingüismo escolar vasco no alcanza el objetivo apetecido, que sería conseguir que los escolares se manejen en dos idiomas. Hace unos días conversó uno con un profesor asturiano (no de asturiano) que relataba alguna experiencia paralela. Para sorpresa, contaba que algunos alumnos que estudiaban algunas materias en inglés, si en el curso siguiente había que retomar alguna cuestión del curso anterior, les resultaba imposible explicarlo en castellano porque lo sabían en inglés.
Como la materia educativa es un filón inagotable de ideas, de experiencias y de discusiones, el debate sobre la disciplina, las calificaciones, los exámenes y las evaluaciones es infinito. No encontró uno a ningún docente que esté de acuerdo con el anunciado sistema de avances generales de cursos, se suspenda o no. Y uno habla con docentes de todas las tendencias. Uno cree que los ideólogos de esas propuestas procederán del mundo de la enseñanza, como los que elaboran programas relacionados con la justicia procederán del amplio mundo forense. Pues bien, si la inmensa mayoría de los docentes con los que uno habla (esa opinión pública caída pero con el ojo despierto) está contra las anunciadas innovaciones, ¿de dónde salen esos ideólogos del pase generalizado de curso? ¿proceden de mundo ajenos a la enseñanza? ¿o es que hay docentes que están de acuerdo con esas propuestas, pero que en las conversaciones de calle no se atreven a mantener esas teorías por 'rojas'? Un misterio.
Reproduce uno aquí una carta de un lector. Uno se fía poco de las cartas de los lectores, por reflejar realidades de parte, parciales (si no es exactamente lo mismo esa otra forma de decir). Le gustaría a uno conocer la versión de las administraciones concernidas, pero casi nunca entran en polémica. Por una parte hacen bien, es lo que uno haría si le tocara, porque puede salir escaldado, o en la refriega dialéctica pueden restregarle aspectos desagradables. Si es cierto lo indicado en la carta, algo se está haciendo mal. Un positivo no es un apestado, y alguien, con las medidas de protección necesarias, debe prestar ese servicio. Es cierto que cuando alguien tiene un derecho, nace una obligación para la otra parte, que la tendrá que asumir, previa la regulación correspondiente.
Hace unos días, Sosa Wagner, usuario del ferrocarril desde siempre, con su sorna habitual, llamaba la atención sobre la tarjeta dorada, como vestigio inmune a los avances tecnológicos. Uno defendió el sistema amanuense (a mano) hasta donde pudo, pero Sosa tiene razón.
Avanzan las negociaciones, según dicen, para dar una salida urbanística a los terrenos de la antigua fábrica de armas de La Vega de Oviedo. El proyecto sigue contemplando desviar la actual autopista, que pasa pegada a la prerrománica iglesia de Santullano entre dos naves del interior. No es tanta aberración como pasarla por el medio de una nave, como en alguna infografía se vio, pero esta variante no se sostiene, en opinión de uno. Puestos a infografiar, uno también echa su cuarto a espadas. Este bloguero cree que la ruta debe desplazarse unos metros alejándola de Santullano y acercándola a la nave de la fábrica de armas. Dado que la velocidad de los vehículos ya es muy reducida -y seguramente se reducirá más- por ser un entorno urbano, el daño a Santullano es mínimo, desde luego muchísimo menor del soportado durante varios lustros.

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Casi todos los medios publican que murió Antonio Escohotado, ensayista polifacético, del que uno leía sus artículos periodísticos por su fama. En general siempre escribía a favor de la libertad de las drogas. Al manifestarse así, uno esperaba determinados pronunciamientos en el resto de materias que tocaba, que no fueran disonantes con la liberalización de las drogas, pero no siempre era así. En realidad, uno nunca consiguió entender sus textos ni a dónde quería llegar. Si uno ve de espaldas una silueta humana de llamar la atención, tiende a pensar que su rostro -cuando se dé la vuelta- sea también de llamar la atención. Es una decepción grande que para un tipo 9 se corresponda un rostro de 3. Uno espera que el/la que es guapo/a (sobre todo -a) en el cuerpo lo sea también en la cara. Escohotado sorprendía (eso, cuando se le lograba entender) con sus opiniones alejadas del monolitismo.
El académico Juan Luis Cebrián se despacha a gusto en su periódico sobre la Ley de Memoria Democrática y pega un repaso a la transición, remontándose incluso a algunos aspectos de la Segunda República. Siempre sorprende que desde el en otro tiempo llamado 'BOE' se ponga a caldo a un presidente socialista, pero Cebrián es así, bastante excesivo y excedido en muchas de sus descalificaciones generalizadas a diestra y siniestra. No obstante, uno está de acuerdo con su planteamiento de que la Ley de Amnistía no fue una argucia del franquismo para echar una capa de olvido sobre sus crímenes sino una exigencia de la oposición democrática, pero parece que los beneficiados eran otros. Uno cree que la ley es un brindis al sol porque a quienes habría que juzgar no tienen edad de sentarse en el banquillo. Por otra parte, las posibilidades de que prospere son mínimas teniendo en cuenta el artículo 9.3 de la Constitución: "La Constitución garantiza el principio de legalidad, la jerarquía normativa, la publicidad de las normas, la irretroactividad de las disposiciones sancionadoras no favorables o restrictivas de derechos individuales, la seguridad jurídica, la responsabilidad y la interdicción de la arbitrariedad de los poderes públicos". A la irretroactividad de le lay penal podría oponerse el artículo 10 al entender que los delitos de genocidio no prescriben de acuerdo con el Derecho Internacional: "Las normas relativas a los derechos fundamentales y a las libertades que la Constitución reconoce se interpretarán de conformidad con la Declaración Universal de Derechos Humanos y los tratados y acuerdos internacionales sobre las mismas materias ratificados por España". Pero estamos en las mismas, cuando se quiera dilucidar si pesa más el artículo 9 o el 10, pasaron a criar malvas los últimos posibles encausados.
Otro exceso verbal es el de Juan Manuel Prada en El ABC. Puede que sean desafortunadas estas palabras de un exministro (exministrillo, dice) al que Prada ni cita: “La idea del pasaporte Covid es hacerles la vida imposible a los que no se quieran vacunar”. Indudablemente 'hacer la vida imposible' sería matar, y tal parece que es lo que entendió Prada para descargar toda la acidez de su pluma barroca. Uno puede reírse con alguna exageración así, pero sería una derrota de la inteligencia que ese fuese el argumento principal para inclinar la opinión hacia una u otra teoría.
Tan preocupados por los problemas políticos, económicos y sociales, del mundo y de España, El País acoge una carta de Andrea, una lectora agobiada por su futuro inmediato, porque no sabe qué hacer con su vida, y eso que se limita a plasmar sus dudas profesionales. Si a eso se une una duda amorosa...¡pobre!".
Iñaki Gil se refiere en El Mundo al éxito de The New York Times’. Señala que de los 455.000 nuevos abonados digitales del último trimestre, 135.000 contrataron los crucigramas y las recetas de cocina. También tiene la mayor plantilla de periodistas. Esto le da pie para terminar así su artículo: “la prensa está a las puertas de una edad de oro a condición de tener contenidos (y periodistas que los fabriquen) y editores que crean en el periodismo y sepan comercializar, además, recetas de cocina y crucigramas”. Uno añadiría “y esquelas”. Si uno es adicto a La Nueva España, frente a El Comercio, es por las esquelas. Si El Comercio incluyera tantas esquelas como LNE, le pondría a uno en un brete.
Hablando de esquelas, se queda uno sin palabras ante una publicada en La Nueva España. Tuvo uno qué buscar en la web qué era lo del paréntesis. Máximo respeto a tan sorprendente -y dolorosa, seguro- decisión.
La prensa asturiana sigue acogiendo pronunciamientos a favor y en contra de la oficialidad. Milio Rodríguez Cueto comenta una noticia periodística de la que uno se hizo eco porque fue testigo directo: una conferencia en el RIDEA. Le sorprende a uno que Milio escriba aprobecer con b, siendo con v según todos los diccionarios consultados, pero un pensador liberal no debería fijarse en estas bagatelas. Milio es un articulista mordaz y entretenido, pero para atender criterios rigurosos, y no chascarrillos o descalificaciones gratuitas, uno prefiere leer al serio y denso Ramón d'Andrés, que rebate en su página un artículo de Juan Neira en El Comercio, que viste de cantonalismo la pretensión de oficialidad del asturiano. https://elmiradoriu.wordpress.com/.../la-oficialidad.../
Por cierto, uno no soporta la dicción y el tonillo impostado de Esther Fonseca cuando presenta en su asturiano de fábrica El concurso de canción asturiana Ciudad de Oviedo, por muy reconocidas que sen su labor y la de su padre en pro del folklore. Una cosa no quita la otra. Uno prefiere la llaneza de El Pravianu, por ejemplo.
Las desgracias ferroviarias nunca vienen solas. Lee uno en LNE que la implantación de un nuevo protocolo de seguridad (resumámoslo así) ocasiona retrasos importantes en los trenes de vía estrecha. Los de vía ancha ya sufrieron y siguen sufriendo las consecuencias. Es de suponer que en cuanto pasen unos días, algunos fallos se vayan limando y el personal se acostumbre a unas nuevas pautas, algunos retrasos se reducirán, pero no todos. Es absolutamente impopular que la solución pase por ampliar el tiempo de viaje entre origen y destino, cuando el progreso técnico debería inducir a lo contrario. Todo esto deriva del desgraciado accidente de Santiago. A uno no le gusta echar las culpas individuales a la sociedad, pero en este caso, se las echa. Un desgraciado fallo humano (en concomitancia con alguna falta de previsión normativa) arrastró a las empresas ferroviarias a medidas absolutamente maximalistas, pero la sociedad se echaría encima de los directores de seguridad de las empresas que no amarren absolutamente todos los cabos para evitar accidentes. Largo de explicar.







2021/11/24

DE FACEBOOK (días 19, 20 y 21)

En relación con el virus todo parece indicar que habrá que vacunarse cada seis meses hasta que se descubra una medicina de efectos más duraderos, de manera que habrá que aceptarlo como mal menor, confiando que las reacciones adversas sean mínimas. Por cierto, nunca más se volvió a oír nada de los trombos, o la noticia le pasó a uno desapercibida.
Encuentra uno noticias seguramente complementarias en cuanto a hospitalizaciones. El País, refiriéndose a las UCI, detalla que el 10% de las personas sin vacunar son el 60% de los ingresados. Por su parte, LNE señala, en cuanto a las hospitalizaciones, que sin llegar a las UCI, aumentan los ingresos de las personas vacunadas, lo que tiene su lógica pensando que pueden ser vacunados hace varios meses, a quienes la pócima ya no surte el efecto inicial. Según un estudio realizado en Barcelona, la doctora Carme Borrel asegura que en los barrios más desfavorecidos el porcentajes de vacunados es inferior, por lo que propone medidas como la vacunación sin cita previa en estos sectores. Sea.
La Voz de Asturias encuestó a sus lectores y el 55% no ve necesario todavía implantar el pasaporte covid. Uno votó lo contrario; hay que votar algo para poder leer el resultado.
Acudió uno a una conferencia en el Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA) con motivo de la edición de un libro que conmemora el 40 Aniversario del Estatuto de Autonomía de Asturias. Es curioso cómo LNE y El Comercio tratan de diferente forma la noticia. Según el titular de LNE "La oficialidad rompe el consenso con que nació el Estatuto, advierten en el RIDEA”, lo cual es literalmente cierto porque eso se dijo EN la sede del RIDEA, pero no puede sacarse la conclusión de que esa sea la opinión del RIDEA, que, como tal, no se pronunció. Simplemente cedió su local y su nombre. LNE recogió con cierta fidelidad lo hablado allí, tanto de quienes escriben en el periódico, como el doctor Junceda, como de quienes no escriben, como el doctor Tolivar, que lo hace en El Comercio. Las densas palabras que envió Sosa Wagner, que no pudo asistir pese a ser el coordinador de la obra, son imposibles de resumir. Con citar algunas, el redactor cumplió. El Comercio se mostró menos generoso ya que ni siquiera menciona las palabras del doctor Junceda Moreno (porque escribe en la competencia, y dijo lo más enjundioso y noticiable, y con oratoria vibrante) y en la foto que ilustra la noticia, ni aparece. Entiende uno que no habrá sido esa la intención del fotógrafo Pablo Lorenzana, sino de alguien de más arriba. Por cierto, Juan Luis Rodríguez Vigil, sentado en la primera fila, pudo pensar que iba por él una alusión al "mayor caso de corrupción institucional" de estos cuarenta años, el Petromocho, pero uno cree que se referían al Consejero Riopedre. Quedó la cosa en el limbo y nadie preguntó. El Doctor Junceda defendió con contundencia en el coloquio, no en la presentación en sí, que no era el momento de la cooficialidad, que había una lista de asuntos institucionales pendientes de desarrollar antes de abordar lo del idioma. Uno cree que aunque todos esos asuntos se desarrollen, pongamos dentro de una legislatura, tampoco verá el momento de entrar en materia. El doctor Tolivar, hábilmente, indicó lo que se resume en la prensa, que para opinar hay que hacerlo sobre un texto, que, de momento, nadie presentó articulado.
Podemos, dice LNE, aparcará sus líneas rojas y negociará las rebajas fiscales que plantea Foro para apoyar la oficialidad. Si se quiere sacar la oficialidad adelante, uno cree que es la postura más inteligente si la tesitura es apoyar la oficialidad más una fiscalidad regresiva frente a no oficialidad y fiscalidad progresiva. Uno lo cree así porque si se aprueba la oficialidad, no hay vuelta atrás en posteriores ejercicios presupuestarios o legislaturas, mientras que más adelante habrá manera de aumentar la fiscalidad que ahora se disminuye (si acaso) en aras del pacto.
Lee uno en El País (en el de hace unos días a decir verdad, pero la idea había quedado en el tintero) que los consumidores podrán exigir que no los atiendan robots por teléfono. A uno no le molesta per ser que atienda un robot, porque los hay eficacísimos. Sí le molesta que no entiendan a uno. Uno se siente más cómodo cuando le habla un robot que cuando le hablan con un español de acento extraño, ¿o no, mi amor? Quizá entiendan a uno, pero uno no les entiende a ellos o a ellas.
Lee uno que por fin se inaugura en Sobrescobio el mayor centro para la recuperación de la fauna. Como el propio alcalde lo comparó con un HUCA, no es exagerado indicar que se trata de un hospital o una clínica para animales enfermos o heridos. Quizá es algo más, o no para cualquier animal salvaje sino solo para especies en peligro de extinción, pero hay cosas que se pueden decir en una conversación en un chigre, y sin embargo esas mismas, puestas aquí por escrito, le convierten a uno en un antianimalista o un insensible, así que uno las piensa pero las calla.

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A veces no encuentra uno nada en especial en la prensa del día pero guarda en la reserva, hasta que caduca, alguna cosuca. La que conservó durante unos días y que hoy aflora, no entra en las lecturas habituales, pero uno no desprecia nada, ni la prensa deportiva, ni la prensa del corazón, ni una revista de arquitectura o de arqueología medieval. Algunos días uno lee el Marca o el As, con ojos un poco diferentes, buscando un artículo bien escrito o un enfoque original. Uno es un devoto/crítico de El País. Es bien sabido y uno no lo disimula. Las crónicas de José Sámano de cualquier partido de fútbol que presencie suelen ser antológicas, como las de Carlos Arribas dedicadas al ciclismo o las de Leontxo García al ajedrez. Arribas te hace vivir una etapa de otra manera, poniendo el enfoque en una escena rutinaria del avituallamiento o en el sudor de un gregario.
Hace unos días cayó un Marca en las manos de uno (mientras tomaba una botella de sidra, no es difícil llegar a esa conclusión) y se detuvo en el desembarco de Xavi en el Barcelona como gestor emocional. Un equipo de fútbol se parece mucho a una empresa. Hay unos jefes, hay unas pretendidas figuras, hay unos gregarios, hay quien quiere destacar, hay quien prefiere supervivir en la sombra.
Uno conoció jefes de todos los estilos: el técnico, conocedor de las normas, que buscaba el equilibrio, pero con derecho a matizar y decir la última palabra; el procedente del sindicalismo que tenía las ideas claras y todo se definía en relaciones de poder, que salía del paso no mandando informes documentados sino hablando con fulanito, que es de la cuerda de menganito; el que se enfrentaba con Dios y su madre, y arrastraba a uno a guerras que no eran propias, pero si no lo secundabas, te podías dar por jodido; el pusilánime y metódico, que sin carisma de ningún tipo, conseguía también objetivos notables.
Después de todas esas experiencias uno sigue sin inclinarse por un modelo definido de gestor de equipos. Uno no dio nunca con ninguno óptimo, aunque seguramente alguno habrá en el mundo.
Merece la pena leer el artículo del Marca sacudiendo la hojarasca.

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Uno leyó hoy muy someramente la prensa y, como no encontró nada relevante, y algo hay que narrar, cuenta que fue un gran día de cultura, gastronomía y ocio.
Poco después de la hora del ángelus, acudió uno al Santuario de Bendueños, que está comenzando a lucir un camerín en avanzado estado restauración, recibiendo allí mismo cumplidas aclaraciones del proceso y de lo que significó Bendueños a lo largo de la historia.
Acto seguido, un grupo de de visitantes se apuntó a un auto-homenaje gastronómico con un menú de degustación en el Parador del Rey de la Vega del Rey. Una restauración de detalle merece una degustación de diseño (en la que no se pasa hambre; de hecho, uno, contra todo pronóstico, dejó algo en algún plato).
Por la tarde se celebraba el primer memorial Avelino Carrizo organizado por el Coro la Flor de Lena en el teatro lenense Vital Aza, a quien fuera un destacadísimo intérprete coral, en especial de esas tonadas que tanto le gustaban. Entre los coros invitados estaba el Reconquista, en el que uno cantó unos cuantos años, y donde tiene un buen puñado de amigos y gentes a quienes aprecia. La actuación de los coros, muy acertada; el pincheo/espicha ofrecido por el Coro La Flor en La Sierra, abundante hasta dar pena. No pudo organizarse en el local del hotel de asociaciones a base de la clásica aportación de los coristas anfitriones porque el Ayuntamiento no veía claro que el protocolo covid diera para albergar a tanto cantor elevando la voz. El ciudadano se reunió igual y cruza los dedos. El Coro La Flor es proverbialmente folixero, pero el Reconquista y el Coro de Griñón, que también actuó, no le van a la zaga. Uno, prudentemente, no adjunta ninguna foto de esta última folixa.
En previo desagravio de tanto exceso, uno había caminado a ritmo rápido una hora por la mañana. No había tiempo para más. Y mañana tienen previsto seguir con los deberes, así caigan chuzos de punta.