2021/11/09

DE FACEBOOK (días 4 y 5)

Comienza hoy uno con dos viñetas y una ilustración: las viñetas de Néstor en El Comercio, que a fuer de sencilla, le deja a uno perplejo y descolocado; ante la de Ramón en el ABC, queda uno sin palabras: ¿verá la realidad así, incluso bajo el camuflaje del dibujo? El tercer dibujo es de autor desconocido y la insertó el ABC para ilustrar la cotizada Tercera, que firma Francisco Pérez de los Cobos, expresidente del Tribunal Constitucional, que escribe, no sobre los deberes jurídicos, sino sobre los comportamientos morales, ya que dedica su página a glosar al hijo mezquino, dando ese nombre al hermano mayor del hijo pródigo al que puso focicu cuando volvió a casa y el padre lo recibió con los brazos abiertos. Las parábolas dieron y siguen dando mucho juego. Uno cree que dentro de diez años esa y otras parábolas serán absolutamente desconocidas. Es una pérdida cultural. Habrá otros referentes morales quizá, pero de menor fuerza plástica.
El concejal de Seguridad de Oviedo pretende organizar una mesa para estudiar el problema del botellón, en la que se sentarán asociaciones, policías y familias. Si a esa reunión van los paterfamilias concienciados, es trillar sobre lo trillado. Si, por un casual fueran los padres del colectivo bullanguero, a uno le gustaría conocer qué dicen.
Los medios regionales están siguiendo con gran despliegue el juicio sobre el asesinato del concejal llanisco Ardines. Pese a que durante los primeros días y hasta semanas se apuntó a un crimen político, con desafortunadas declaraciones de activistas de otros colores, una compañera con casa en la zona le indicó a uno al día siguiente que había faldas de por medio. No está siguiendo uno el caso, ni lo piensa seguir. Si tiene oportunidad de leer la sentencia, la leerá, pero las apreciaciones que la prensa puede sacar se parecen poco a lo que establecerá la sentencia. El Comercio titula que los acusados, al negar el crimen, indignan a la familia del concejal. Cabe indicar que en los juicios los testigos están obligados a decir verdad, pero el acusado puede mentir, sin que de sus palabras pueda derivarse responsabilidad por ese motivo. Cuando se celebre un juicio así, el abogado haría bien en abrir los ojos a la familia para que estén preparados para escuchar lo que no quieren. El País también reserva un hueco a la noticia y centra el caso: La falta de restos de ADN dificulta señalar a los asesinos de un concejal de Llanes.
Se produjo una agresión homófoba en Siero y todos los partidos del concejo, excepto Vox, suscribieron una declaración de condena. No escuchó uno las razones de Vox para no adherirse, si son formales o materiales, o si se podría adherir con un texto alternativo o si de ninguna manera iría de la mano para ningún asunto con partidos antagónicos. A uno le cuesta creer que un simpatizante de Vox que lo sea porque le parece excesivo el número de extranjeros o porque es partidario de más orden o porque es firme defensor de la unidad nacional, esté a favor de la violencia homófoba. Otra cosa es si Vox debe practicar la política de ofrecer la otra mejilla, es decir, si no se le convoca a reuniones (o se le convoca formalmente, pero con la manifiesta intención de no llegar a ningún acuerdo ni de utilizar sus votos) si tienen que perdonar los desplantes e ir de buenos.
Encomiable la declaración del taxista que avisó a las fuerzas de seguridad indicando que acababa de llevar en su vehículo, desde Villaviciosa, a un peligroso preso que se había fugado de una cárcel. Acojonado tuvo que hacer esa carrera deseando llegar rápidamente al destino solicitado.
En El País lee uno que Elisabetta Gnone, escritora de libros infantiles y juveniles, echa en falta literatura para la gente que todavía no tiene clara su identidad. Si un creador escribe un cuento de niños o jóvenes de género fluido, y lo escribe porque lo siente, bendito sea, pero si lo escribe porque en determinado concurso literario puntúa la igualdad de género, incluir personajes de género versátil, o que en los diálogos se introduzcan lenguaje inclusivo o se expresen con los giros de determinada comarca, se está prostituyendo la creación, aunque resulte una obra solvente. ¡Pobre del cantor! ¡Pobre también del lector! Que nunca sepa el íter creativo.
Recoge LNE que los vecinos del Huerna se quejan del estado de la carretera. Ilustra la noticia una foto del firme en Teyeo, donde se comprueba el desgaste del alquitrán. Lee uno esto en LNE: “Hay que tener cuidado en algunos puntos de la carretera porque, si te cruzas con otro, hay que maniobrar para poder pasar”, apunta Auri Álvarez, con la voz ya algo cansada. Que hay que tener cuidado, será; que haya que maniobrar, será también; lo de la voz algo cansada, imposible.
Pedro de Silva presentó en LNE un libro del eurodiputado asturiano Jonás Fernández. Dice la noticia: Pedro de Silva, colaborador de La Nueva España desde 1994, resaltó la libertad que siempre ha tenido en el periódico para escribir sus artículos. “Debemos preguntarnos si los que administran esa libertad de prensa la practican y tengo que decir que este periódico es un ejemplo casi único en Europa”. FIN. Uno es fiel devoto (casi siempre) de Pedro de Silva. De LNE también, en buena medida por las esquelas. Vayan las palabras de Pedro de Silva al saco de las exageraciones.
Los médicos de la Atención Primaria asturiana se quejan de la burocracia y acusan a los hospitales de que les endiñan funciones que no les corresponden: aspectos las revisiones y las analíticas, resultados de pruebas, programación de ambulancias para visitas externas,… Uno no sabe quién tiene razón pero lo que si asegura es que casi nunca sabe cómo proceder ante las gestiones más sencillas porque dependiendo del profesional se canaliza de una forma o de otra. Aquí uno se vuelve racionalista: prefiero la injusticia al desorden.
Que no falta el sondeo casero de uso de mascarillas.

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Dos artículos de peso de periódicos de tendencia bien distinta leyó uno hoy, uno en El País, un editorial contundente, político pero no politiquero, a pecho descubierto, mostrando sus cartas por si quedaba alguna duda. Desigualdad inasumible lo titula, con este subtítulo: sólo una mayor presión fiscal y una mejor redistribución revertirán la brecha que hoy hace más pobres a los pobres. Son los postulados clásicos de la socialdemocracia, aunque desde la derecha se anuncie como la antesala del comunismo.
El otro artículo digno de leerse, también sin apriorismos, lo encontró uno en La Razón y defiende una salida digna para los soldados profesionales que, llegados a los 45 años, tienen que dejar el ejército. ¿Que ya lo sabían? Sí, pero el columnista aporta razones para reconsiderar el estado de cosas actual.
Por aquello de seguir con sesudos artículos, con riesgo de empacho, el del consultor Arturo Zubiaga en El Correo Español-El Pueblo Vasco, que, bendito de Dios, escribe la parábola del buen comunicador, de la que uno reproduce aquí solo los párrafos finales. Cree Zubiaga que con una buena estrategia de comunicación los vecinos aceptarán esas instalaciones de reciclaje molestas que todos ven imprescindibles, pero lejos de casa. Muestra ser un hombre tan bienintencionado que se arriesga a que no le contraten nunca para cuestiones de enjundia.
La viñeta de El Correo Español puede explicar algún aspecto del mercado laboral. El propio Correo habla de un record de cotizantes en España en el mes de octubre (¿del tipo del de la viñeta?), lo que da pie a La Razón para editorializar que el Gobierno pretende derogar esa reforma laboral que está en la base del aumento de cotizantes.
Por cierto, el Correo dedica ¡tres páginas! a seguir el juicio por el asesinato del concejal llanisco Ardines. Uno persiste en la promesa de no leer más que los titulares.
Sigue sin querer uno añadir nada del bable/asturiano, pero no hay manera de evitarlo aunque sea de refilón, como en este caso, únicamente para reseñar que Julio Valdeón, periodista con alguna relación lenense, está preocupado desde Nueva York, donde reside desde el año 2005, por la deriva asturiana.
La asociación pra normalización del galego de Asturias pide considerar la fala del Occidente asturiano como dialecto del gallego y consiguió una entrevista con el director de Política Lingüística del Principado, el histórico asturianista Antón García. Afirman sin empacho que la falta es un dialecto del galego. Si una asociación bablista pide entrevistarse con Antón con la premisa de que el asturiano es un dialecto del español, le corren a gorrazos. Que la falta sea dialecto del galego no ofende. Cosas veredes.
Leyó uno en El País en las páginas de deportes unas declaraciones de Ancelotti, el entrenador del Real Madrid: "Los pitos son buenos". Se quedó uno mascullando cuantos tienen que ser los pitos para ser buenos y cuándo comienzan a ser malos. La respuesta, en La Razón: "Está bien algún pito".
La Nueva España sigue empeñada en sacar rendimiento a la maqueta que exhibe en su sede recreando el Oviedo altomedieval (promete uno visita visita postculinaria con un amigo), en este caso reuniendo a los alcaldes de los municipios por los que trascurre el camino en su ruta hacia Santiago. ¡Quieren hacer un consorcio pero no estaba invitado a la visita el Principado, que sería el que tendría que poner la pasta! Ni la Iglesia. Vaya, la culpa es siempre para los ausentes. Los buenos, los presentes.
Repuntan los casos de covid en Asturias, destacando cuarenta contagiados que viajaron en un bus desde Benidorm. ¿Venían contagiados o en parte se contagiaron el el autobús? ¿Se contagió también el conductor? ¿No viajaban con mascarilla o esta no es eficaz en espacios cerrados donde se respira y expira el mismo aire durante mucho tiempo aunque medie una mascarilla? Lástima que se desatienda la etiología.
Los diputados autonómicos asturianos de Ciudadanos, a la greña, más pendientes ya del comité de garantías que del cuerpo electoral. Es el final








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