2021/11/17

DE FACEBOOK (días 14 y 15)

Lee uno una buena entrevista al Presidente de la Academia de la Llingua. Buena entrevista porque González Riaño contesta con claridad a las preguntas de E. Lagar, que traduce prácticamente todas las dudas y las críticas de los opositores a la oficialidad. Uno hizo cálculos y la oficialidad le costará veinte euros al año, que no es los más notorio, pero uno procura individualizar el coste cuando se habla de grandes números.
Al hilo de la ingeniosa viñeta de Pablo y Román con motivo de la declaración de la sidra como patrimonio inmaterial, se entera uno por las redes de un nuevo cartel de la bebida asturiana, del estilo de aquel otro clásico de gran difusión elaborado por Garrido que asoma en la viñeta. Aunque la imagen no es muy nítida, el nuevo cartel parece patrocinado por el Principado, ya que se intuye su nombre en la parte inferior, que avalaría de esta forma como asturiano normalizado los textos que ahí figuran. Consultada la página de la Academia, uno tiene serias deudas de que se haya utilizado correctamente el llamado neutro de materia cuando se habla de sidra barrigono, sidra bono, ta cantarino, ta gacho o ta floxo, donde el vetusto cartel de Garrido decía ya barrigona, ye dura o ta floxa. Si uno entendió bien los ejercicio de la página de la Academia, los neutros no se aplican correctamente, porque no se habla de la cosecha anual de la sidra sino de la del vaso concreto que se tiene en la mano, pero uno está dispuesto a atender a razones. https://asturies.com/espaciuyt.../deprendeasturianu/tema4....
Por seguir en materia alcohólico-literaria, sugestiva la información de El Correo sobre algunas clásicas bebidas alcohólicas sin alcohol o con este muy reducido.
Ve uno una foto de la estación de vía estrecha de Sama, en construcción, pero ya con el logo actual de la operadora de Cercanías en el vinilo o metacrilato que se distingue en primer plano. Uno teme que cuando se quiera inaugurar, el logo será otro. Un mal menor, porque no será el coste mayor de la operación.
Le gustan a uno los titulares de La Vanguardia, precisos sin caer en la estridencia: La chistera de Luis Enrique. El asturiano se reinventa constantemente, ya sea por lesiones de los jugadores o porque él no se casa con nadie, sin que España pierda su sello de identidad.

En el suplemento Babelia de El País se publica un artículo sobre la autora de comics Alison Bechdel, que se ilustra con un autorretrato de la propia dibujante (¿dibujanta?) mirando el mundo boca abajo. Uno, como todo el mundo, está acostumbrado a mirar convencionalmente, boca arriba, pero tiene realizado a veces el ejercicio de mirar un paisaje boca abajo, como la Bechdel de la viñeta, y jura por Snoopy que desde esa óptica se perciben unas tonalidades diferentes. Se sugiere hacer la prueba cuando nadie pueda sorprender al mirador, para evitar mofas de chifladura.
Para El País el apoyo de los diputados de Podemos al candidato del PP al Tribunal Constitucional en aras del pacto suscrito entre gobierno y oposición fue la decisión más traumática para los herederos del 15-M al exponer las contradicciones de la coalición morada como partido de gobierno. Pues sí. Hay un antes y un después.
Uno es débil y falta a su palabra de no prestar demasiada atención ni comentar hechos judiciales diferentes de las sentencias, pero algo tiene que decir a dos de actualidad: la detención del Padre Chus por corrupción de menores y el juicio a los padres que no escolarizaron a sus hijos por miedo a la pandemia escolar. Las respectivas sentencias dirán la última palabra y es ahí donde se sabrán con precisión los hechos probados, y no lo que interesadamente o por ignorancia vaya publicando la prensa. La malicia de ambos casos (más grave en el caso del padre Chus, por supuesto) uno cree que se debe a la terquedad y a la neciura de los tres acusados. En el caso de los padres que no mandaron a la escuela a sus hijos y, por el contrario, sustituyeron la presencialidad por otro tipo de enseñanza no reglada, llamar a eso abandono de familia es excesivo aunque esté tipificado así en la legislación penal.
Pilar Garcés escribe a veces una columna política, pero la de hoy en LNE habla y reivindica el tinte del pelo, en contra de la ostentación de las canas, que por lo visto ponen de moda Letizia, Carolina y otras celebridades de la prensa rosa. A uno, calvo vetusto, le gustan las canas impostadas femeninas, en particular si se combinan adecuadamente con unos mechones grisáceos. Se ganan muchos puntos más si, entremecíos, asoman algunos tintes intermitentes de un violeta suave.
Después de una de arena, una de cal. La conversión en trabajadores indefinidos de una buena porción de temporales es una mala salida de compromiso para aligerar una situación enquistada por un absurdo: el de ir acumulando y encadenando contrataciones temporales ante la imposibilidad de convocar oposiciones para plazas de carácter indefinido para no superar determinados límites a la contratación impuestas por lejanas leyes de lejanos presupuestos. Al final, como los puestos que no se pueden cubrir por contratación reglada son necesarios, se contrató durante años por la puerta de atrás y la situación se regulariza con la política de hechos consumados. Uno cree que es un pésimo precedente, pero se veía venir como inevitable.

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No suele uno traer a esta página opiniones tan, digamos, definidas, pero como hoy en La Voz de Asturias se publicó la opinión de Eva del Fresno sobre los renombres de las calles de Oviedo, enésimo coletazo de la memoria histórica, recupera el artículo de hace unos días de Leticia González sobre el mismo asunto. Eva fue de número 1 por Equo en las elecciones autonómicas. Leticia es concejala del PP en el Ayuntamiento de Oviedo, ambas, tan distintas, con sus ancestros en Parana -Lena-. Aprecia uno a sus respectivas madres. Quedan aquí los alegatos de las retoñas y uno hace mutis por el foro.
Más sabrosa es la última página de LNE que, 'pone en valor' (lo acabará uno diciendo convencido) al equipo formado por el cocinero Xune Andrade, con restaurante de diseño abierto en San Feliz -Lena también, hoy cuadró así- y David, de Cárnicas Campomanes, es decir, de la carnicería Antón, como proveedor del material cárnico. La mayor parte de los suministros proceden de la zona, con el ahorro de CO2 que se supone.
Hasta aquí, las notas de sociedad.
Se entera uno de que en Muñó -Siero- un nativo tuvo la feliz iniciativa de recopilar fotografías antiguas y exponerlas en las escaleras de la escuela. Muchos habrán colaborado prestando sus fotos. Otros irán allí a fisgar diciendo: ¡Bah, esa foto también la tengo yo por casa! ¡Y hay alguna de cuando...! Gracias, generoso.
Lee uno que el Museo de la Sidra quiere ser también mundial aprovechando los galardones sidreros. Se fija uno en el detalle de que el Museo viene funcionando, prácticamente sin ninguna innovación, desde hace veinticinco años cuando se fundó. En su patronato figuran los ayuntamientos de la comarca de la Sidra, Gijón y Siero, el Principado, la Caja Rural, la Asociación de la Sidra Asturiana y la patronal Otea. Es un gran éxito que el consorcio ad hoc haya logrado sacar adelante este proyecto y que perviva después de un cuarto de siglo. La otra cara de la moneda es la falta de innovación desde entonces. Si ya habrá costado Dios y ayuda, se supone, ponerse de acuerdo en las aportaciones iniciales, se hace uno la idea de las dificultades de introducir cualquier innovación por nimia que sea: cada uno buscará argumentos para reducir su aportación. Repasando el propio archivo fotográfico, uno comprueba que visitó el museo en el año 2018.
Llegó a Oviedo una manifestación de autocaravanas. Leyó uno atentamente la noticia y cree que o el cronista no atendió las razones o los manifestantes no supieron explicar las quejas y eso que eran seiscientos. Uno sacó las siguientes conclusiones/reivindicaciones: 1/ Que están hartos. 2/ Que los discriminan con respecto a otros vehículos y los echan de los municipios. 3/ Que lo único que piden es que se les respete. 4/ Que les dejen hacer uso de su autocaravana. 5/ Que haya más infraestructuras, sobre todo en zonas de playa en verano. 6/ Que les ponen muchas multas. 7/ Que faltan aparcamientos. 8/ Que los campings presionan a los ayuntamientos para que no puedan aparcar. FIN. Uno sigue sin aclararse de la problemática concreta ni de la opinión de las autoridades. El autor del reportaje podía haberse molestado en recabarlas para completar la noticia.
En las páginas de deportes lee uno que Garcés, futbolista del Leganés, que se enfrenta (se enfrentó a estas horas) al Oviedo, fue sancionado en su día por acudir a la boda de su hermano un día de partido, y fue apartado del equipo. Que posteriormente, con un cambio de entrenador, le hayan levantado la sanción, no resta un ápice al absurdo del hecho. Si el convenio colectivo de los futbolistas no contempla eso como motivo de permiso, bien específicamente o bien genéricamente como una licencia de entre las tasadas en cómputo anual por motivos justificados, mal convenio es ese. Y si el futbolista renuncia a esa posibilidad a cambio de alguna suculenta cantidad, pero me lo ponen.
Lee uno en El País que con la pandemia aumentaron las consultas con los profesionales de la salud mental. Cuenta siete casos en los que los pacientes pidieron ayuda: 1/ Marido de 71 años que no se puede despedir de la mujer, enferma de covid. 2/ Niño de nueve años que no quiere hacer pis en el cole porque al WC van niños que no son de su burbuja. 3/ Enfermera de cuarenta años a quien deniegan una reducción de jornada para conciliación de la vida laboral y familiar. 4/ Universitario de 23 años al que por la pandemia le deja la chica, además de no poder practicar surf y otras aficiones. 5/ Mujer que trabaja muchas horas y se agobia. 6/ Anorexia agravada por la pandemia. 7/ Matrimonio de 45 años con dos hijos que se enfada y deja de hablarse agravado por el estrés de la pandemia. FIN. Espera uno no haber transmitido la sensación de frivolizar al esquematizar los casos, pero ¿Cómo se arreglaba la gente antes de que proliferaran las consultas psicológicas? ¿En conjunto, aumentó el bienestar de los ciudadanos comparado esta época con la era pre-psicológica?
Uno lee un artículo médico-sanitario de un senador cuyo nombre, adscripción y medio se ocultan. Si uno lee el artículo ¿está de acuerdo con su exposición? ¿Y si se conocen su nombre, cargo, partido y medio en el que se publica? Uno, de afición rompehuevos en ocasiones.
Lee uno en El País que el Papa apuesta moderadamente por las mujeres. Como ejemplo, el nombramiento de Raffaella Petrini, como número dos del Vaticano. De momento, Raffaella inició un relativo destape capilar, que contrasta con el de las monjitas veteranas. Por algo se empieza.
¿Y qué decir de la viñeta del móvil? Que nos ahoga y a la vez nos socorre (bueno, salvo que haya cita con el psicólogo), pero toca uno madera.






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