Barrios enteros en Andalucía y Castilla la Nueva dicen «detrás mío» sin que sus gobiernos los declaren zona catastrófica, alarmados, en cambio, por una plaga de topillos o una sequía; corresponsales de los telediarios, para indicar que la noticia está a sus espaldas, comentan que «detrás suyo» el pantano antes seco ahora rebosa, sin percatarse de que a quien da la espalda es al idioma español. «Detrás mío» y «delante nuestro» han llegado a las plazas de Oviedo, han trepado por los magnolios, se han sumido por los imbornales y corremos el riesgo de que se hagan fuertes en una manzana y los recalifiquen. Advertid a esos pobres desgraciados de que no junten el adverbio con el posesivo, que digan «detrás de mí», «delante de nosotros», que al adverbio lo acompañen la preposición y el pronombre tónico. O en asturiano: «detrás de mi», «delantre nós».
http://www.lne.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2008032900_31_621403__Oviedo-Detras
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