2007/10/22
LA CARTA DE CUBA Y LA RECOGIDA DE LA HIERBA
Abres el buzón. Las únicas cartas que recibes suelen ser de Cajastur o de El Corte Inglés o de Renfe Operadora o de la Comunidad o del BBVA, cartas rutinarias cuyo contenido puedes adivinar sin abrir.
A veces llega alguna con algún mensaje especial, aunque no sean cartas personales, de puño y letra. En esos contados casos, las ocultas con malicia hasta después de comer para no demorar todavía más la ya tardía comida. Tiempo habrá de comentarlas al tiempo de los postres.
Hoy llegó una carta de Cuba. Es muy raro recibir cartas del Caribe pero tu mujer tiene allí familia.
¿La muestras? ¿no la muestras? ¿qué hacer?
Una ráfaga te lleva a finales de junio de 1968, a una de esas historias que te cuenta tu madre cuando le preguntas por detalles del árbol genealógico. Son los días mayores del año y en su pueblo se aprovechan los días hasta el oscurecer para las labores de la hierba. Todos saben que está muriendo un vecino de la aldea, que ya no vive allí porque está con una hija en un pueblo cercano. Llega la noticia y se la dan a la nuera. Cuando se meta la hierba en el pajar recibirá su hijo la noticia.
Dejas la carta a la vista, aunque su contenido pueda retrasar la hora de la comida.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario