2007/10/15
CONVERSACIÓN NO OFICIAL
Lees una entrevista con Consuelo Vega, Directora de Promoción Cultural del Principado.
Te quedas con una frase:
-Con usted, ¿mejorarán las relaciones con la Academia de la Llingua?
-He tenido alguna conversación con su presidenta, Ana Cano, pero no oficial todavía.
No te dio, porque no hay tiempo para todo, por leer memorias, quieres decir, obras del género o subgénero literario denominado “memorias”. Tiene que ser entretenido comprobar cómo se gestan los grandes acuerdos y las decisiones trascendentales, tan lejos de mesas y teclados y tan cerca de vasos y botellas.
No dices que no se alcancen acuerdos en las salas de reuniones de los Ministerios, de las Consejerías y de las empresas, pero esos pactos vienen precedidos de unos vinos o seguidos de unos cafés o de unas conversaciones telefónicas “entre tú y yo”, “eso ya lo hablamos más tarde”, “ya veremos cómo lo ponemos”, “nos vemos”.
Aunque en la prensa y en la televisión veas muchas noticias y fotos de mesas ovaladas con folios, códigos y portátiles, sabes que a esas reuniones el menú ya llegó cocinado de otros fogones y que solo queda calentarlo o colocarle una guinda. Y sacarle una foto, que es para lo que en realidad se va. Los asistentes nunca lo van a reconocer en caliente, solo cuando pasen unos años.
Si de acordar algo se trata, todos los asistentes acabarán firmando, y, cuando después de unos días se hagan con una copia, los firmantes de relleno se llamarán para decirse “¿pero de esto cuándo se habló?”.
Ocurre en las empresas, en los sindicatos, en los arzobispados y en los comités de apoyo a causas varias. Así, aunque seas miembro de la ejecutiva regional del sindicato, te enteras por la prensa de que la sede va a cambiar para dos calles más arriba. Aunque seas del consejo presbiteral, te enteras por el sacristán de que esta mañana llevaron para el Museo la imagen románica de San Miguel Arcángel, que se encontraron el otro día el Arzobispo y el Director del Museo y lo apalabraron.
Si hablamos de pasar el material a las actas, eso es para Almodóvar porque cae en el terreno de la pura ficción.
En definitiva, si Doña Consuelo y Doña Ana tuvieron alguna conversación informal algo habrán avanzado, porque si esperamos a que las conversaciones sean oficiales, aviados vamos.
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