2007/10/07

RIGOR PERIODÍSTICO, POR EJEMPLO JAVIER MORÁN

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Hay columnistas a los que nunca lees. Cuando dices nunca, exageras, porque a lo mejor cada cuatro o cinco meses les das una oportunidad, normalmente desaprovechada. Sin llegar a esos extremos, con las meras noticias te ocurre lo mismo, que antes de leerlas miras quien las firma. En este sentido lees todo lo que escribe Javier Morán, de La Nueva España de Gijón, al que sigues pero no precisamente por lo que escribe de su ciudad, sino porque es el que habitualmente se encarga de las noticias religiosas y de las ferroviarias, que te interesan especialmente por tu pasado y por tu presente, y en las dos destaca por un rigor notable. Oíste que Morán había sido dominico. Eso explicaría su dominio de los asuntos religiosos, que complementa con una cena semanal con algún cura asturiano, que le pone al día de los intríngulis de la corte eclesial.
Sin embargo no tienes ni idea de quién le informa de los asuntos ferroviarios, aunque tienes alguna sospecha.
Vas a reproducir en la parte inferior un modelo de artículo, como dice el libro de estilo de EL PAÍS que lo hay que escribir, no dando por supuesto que los lectores saben cosas, aclarando con paréntesis lo que sea necesario y traduciendo las jergas y los tecnicismos a palabras más entendibles.
¡Chapeau!


http://www.lne.es/secciones/noticia.jsp?pRef=1781_42_564204__Asturias-Santa-Sede-autoriza-Valdedios-pueda-formar-parte-Trapa-para-sobrevivir

La Santa Sede autoriza que Valdediós pueda formar parte de la Trapa para sobrevivir
El Vaticano reconoció las atribuciones del prior, Jorge Gibert, para pedir ayuda a otra congregación monástica


Garantizar la supervivencia del monasterio e incorporar monjes de otros cenobios españoles es la finalidad del paso que acaba de dar la comunidad de Valdediós al solicitar su incorporación plena a la Orden de los Cistercienses Reformados o de la Estricta Observancia (la Trapa). El monasterio de Valdediós pertenece al Císter u Orden de la Común Observancia, pero el Vaticano ha autorizado a su prior, Jorge Gibert, a solicitar ayuda a otra orden monástica. Císter y Trapa pertenecen al mismo tronco benedictino, y la segunda fue una escisión de la primera, acaecida a finales del siglo XIX.
Gijón, J. MORÁN La Santa Sede ha dado su plácet -ha aprobado- a que el monasterio de San Salvador de Valdediós (Villaviciosa), el único de monjes contemplativos en Asturias, solicite su «incorporación plena» a la Orden de los Cistercienses Reformados, popularmente conocida como la Trapa. Valdediós pertenece a la Orden Cisterciense de la Común Observancia, el Císter, una congregación de la cual se desgajó la de la Estricta Observancia, a finales del siglo XIX. Son, por tanto, órdenes de la misma familia monástica, la benedictina, fundada por San Benito de Nursia (año 529). El Vaticano, y concretamente la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades Apostólicas, reconoció, en primer lugar, las atribuciones del prior de Valdediós, Jorge Gibert, para solicitar ayuda a otra orden monástica y así salvaguardar la supervivencia del cenobio asturiano. Dos circunstancias difíciles concurren en Valdediós. Su comunidad es muy pequeña: son ahora mismo tres monjes, un oblato y un postulante; cinco en total. Además, Valdediós ha quedado como una isla dentro del Císter, ya que la Congregación Cisterciense de Castilla, a la que pertenecía, fue constituida canónicamente en mayo como una congregación únicamente femenina, formada por quince monasterios de monjas. Aparte de reconocerle las atribuciones a Gibert, el referido dicasterio del Vaticano ha sido informado de los pasos que el monasterio de Valdediós ha dado en los últimos meses. Así, la comunidad decidió, el pasado 21 de agosto, realizar la solicitud de incorporación a los Cistercienses Reformados. Monasterios del Líbano y de la India realizaron similares peticiones a la Trapa años atrás y fueron admitidos. La incorporación a la Orden Cisterciense Reformada significaría, por ejemplo, que monasterios de la Trapa enviaran monjes a Valdediós para incrementar el tamaño de la comunidad y darle continuidad. Son monasterios Cistercienses Reformados en el territorio español los de Venta de Baños (Palencia); La Oliva (Navarra); Vía Coeli (Cóbreces, Cantabria); Cardeña (Burgos); Huerta (Soria); Sobrado (La Coruña); Oseira (Orense); Zenarruza (Vizcaya) y Hornachuelos (Córdoba). También existen siete cenobios trapenses femeninos. En cambio, el Císter masculino sólo cuenta en España con Valdediós, Poblet (Tarragona) y Solius (Gerona), estos dos últimos catalanohablantes. La incorporación de Valdediós a los Cistercienses Reformados parece la opción más natural, puesto que Císter y Trapa son ramas del gran tronco de la familia benedictina, nacida con la Regla de Vida que San Benito redactó para la abadía de Montecassino (Italia) en el citado año. A lo largo de sus catorce siglos de historia, la Orden Benedictina ha pasado por numerosas reformas o escisiones de monjes que pretendían recuperar la pureza de la Regla de San Benito . Son reformas de la Orden de San Benito, entre otras, la Cluniacense (siglo X); la Camaldulense (año 1027); la de Valle Umbrosa (1073) y la Cisterciense (año 1134). De la Orden Cisterciense nace, en 1892, la reforma por la que se crea la Ordo Cisterciensis Strictoris Observantiae (esto es, Orden Cisterciense de la Estricta Observancia), que recibe la denominación de Trapa por ser éste el nombre del monasterio de Normandía (Francia) donde se había originado la reforma, en el siglo XVII. Pero fue en el citado año cuando el papa León XIII reunió cuatro corrientes trapenses y nació la nueva orden. Actualmente, Císter y Trapa siguen fielmente la Regla de San Benito, e incluso su hábito es idéntico . El monasterio de Valdediós fue fundado en el año 1200, y agoniza tras la desamortización de Mendizábal (1835), con tres monjes que se resisten a marchar y se van muriendo en el convento a lo largo de los años. En 1992, el arzobispo Gabino Díaz Merchán atrae de nuevo a la Orden Cisterciense al «Valle de Dios», y la vida monástica es restaurada en Asturias. Jorge Gibert se encarga de la comunidad y de supervisar la restauración física de un monasterio arruinado, aunque vecino de una joya del Prerrománico, el Conventín.

1 comentario:

Unknown dijo...

Soy asiduo de ValdeDios. Acudo a la misa de 12, a la mozáraba, hablo con los sacerdotes, y la verdad, la Jerarquía debía politiquear menos y más sentimientos: al César lo que es del César y a Dios lo qu es de Dios.

Hacen una labor excepional, sin lucro, por Amor...pero claro¡¡ vivimos en una sociedad tan materialista en todos los órdenes...¡¡

VALDEDIOS Y SUS MONJES PARA SIEMPRE
AMEN