Prometes leer algún día el librito de García Márquez, cuyo título aprovechas para rotular esta entrada. Aludes muchas veces a él, no sabes si con propiedad o porque suena bien. Ignoras si García Márquez, y cualquier persona, eran felices por ser indocumentados o si simplemente eran las dos cosas cada una por su lado.
En aquella época tú también fuiste feliz e indocumentado y, si bien lo piensas, algo tenía que ver.
Viene esto a cuento de que lees en la portada de LA NUEVA ESPAÑA del domingo que Vicky Cueto-Felgueroso y Luis Fernández-Vega Sanz celebraron sus bodas de plata en la finca que los oftalmólogos Fernández-Vega tienen en Ceceda, cerca de Nava. Lees que estuvieron Aznar y Ana Botella; Cascos y ... (la que sea la última), Esperanza Aguirre, el Rector de la Universidad de Oviedo, el alcalde de la capital, el dueño o antiguo dueño de ALSA, la flor y nata de la derecha y de la burguesía astur.
Conoces a Vicky de tus tiempos de la Facultad aunque entonces no sabías ni quién era ni cómo se llamaba. Era una chica mona y discreta que acudía a clase, como tú, y a la que no recuerdas en el patio haciendo corrillos. Te fijaste en ella porque, de acuerdo con una de tus manías, le sacaste un parecido a Lola, la mujer de tu primo Jose, de Madrid, que en paz descanse. Para ti, en aquel entonces aquella chica era la que se parecía a Lola.
Años mas tarde, frente al pelotón de fusilamiento (Ah, no, así empieza otra de García Márquez, siempre el gran Gabo), pues bien, años más tarde verías su foto de vez en cuando en la prensa y es entonces cuando te darías cuenta de que era de una familia bien. Lo mismo te ocurrió cuando viste una foto de la familia Fernández-Felgueroso, alcaldesa de Gijón, y reconociste entre sus hijas a otra compañera tuya.
En esa época de ingenuidad vivías en Pola de Lena, te relacionabas con los que te relacionabas y eras ajeno a la vida social de la villa y de quién era quién ni en la Pola ni en la Universidad, y no te parabas a pensar en si el señor con el que te cruzabas por la calle era el Jefe de Medicina Interna del Hospital de Mieres, si la señora de los rizos era la marquesa de San Feliz o si el chico de la parka verde era el hijo de un notario de Avilés. Te daba lo mismo. En aquella época te dedicabas a estudiar y a trabajar, y creías más que ahora en la igualdad, en la ingenuidad de las personas y en el conducto reglamentario.
Comparas esas bodas de plata (¿por qué en plural?) con las tuyas. A ellos los casó el Arzobispo de Oviedo y a ti un cura de aldea, como diría Bernanos.
Pero no consta que a ellos les haya cantado ningún coro y para ti vinieron el coro de tus amigos.
Saliste ganando.
http://www.lne.es/secciones/noticia.jsp?pRef=1783_42_564838__Asturias-Bodas-plata-Campuloto
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Se agradece rectificación del segundo comentario: estuvieron LOS DEL RÍO.
3 comentarios:
Ya!. Sigues, y me parece encantador que conste, siendo ingenuo, a ellos vino a cantarles Los del Rio y la macarena aaaaaaaaaaaaaaaah!
http://www.elcomerciodigital.com/gijon/20071007/politica/ceceda-viste-gala-20071007.html
Muy bueno, sí señor... Eres genial...
En tu boda... No había tantos apellidos compuestos rancios... Q parece que son interminables... Bueno, por eso los pijos se ponen después abreviaturas bobas... Kity, Laly, Fefé, Fifí, Fofó... Y Emilio Aragón no estaba?
Luis Fernández-Vega Sanz cobra por implantar lentes intraoculares de cámara posterior 6.000 euros. Otro oftalmólogo de Murcia que operó al Presidente Rodríguez Zapatero, solamente 1.700. Sacó tantas Matrículas de Honor en Medicina como el asturiano pero, afortunadamente, no todos aspiran a figurar en el Forbes.
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