2007/08/23

LOS SIDROCOCOS

No eres nacionalista ni chauvinista. De ser algo, eres escéptico. No te crees el mejor en nada, ni piensas que como en España ni hablar, ni que la merluza del Cantábrico sea la mejor del mundo, ni que tus distintas promociones de todos los lugares por donde pasaste sean lo nunca visto. Tampoco te crees que Oviedo sea la ciudad más limpia de España, ni el prerrománico el mejor arte del universo, ni que tu familia sea la mejor y la más guay. Lo mismo te ocurre con tu empresa, y dentro de tu empresa con tu dependencia y así sucesivamente.
Por si fuera poco, acabas de descubrir que fuera de El Fontán también ocurren cosas interesantes, incluso alrededor de la sidra. De esta pequeña decepción te enteras precisamente en El Fontán mientras tomas una botella de sidra, que acompañas con el consabido picadillo.

http://www.lavozdeasturias.es/noticias/noticia.asp?pkid=360153

SONIA FIDALGO, periodista.
Siempre que voy Cudillero me escondo en un pequeño rincón que hay detrás de la Rula del Pescado. Desde esa pequeña guarida una va viendo, sobre todo en estas fechas, como transcurren las vacaciones de cientos de madrileños, vascos, gallegos y catalanes. Llego a mi escondrijo tras una estudiada ruta de saludos y compras que mi madre realiza siempre que baja desde Orderias a la villa pixueta y que terminan en la pescadería de Raisa, una de las mujeres que mejor conoce la vida y obra de pixuetos y visitantes.
Según sus cálculos ganaban los madrileños y eran ellos los que mayoritariamente copaban las terrazas de los chigres del puerto. Dato que nos confirmó Jose, el camarero que atiende nuestra guarida y que siempre nos invita a sidra con un " matamos unos cuantos sidrococos?". La pregunta de Jose captó la atención de un grupo de turistas con los que compartíamos mesa y guarida. Y sin dudarlo dos veces les contó que la sidra había que escanciarla para matar los sidrococos, unos bichos que se desnucaban en el borde del vaso al caer la sidra; los sidrococos atontados, añadió, se quedan en el fondo del vaso y por eso se tira. Sonriendo, puso otra botella preparando, para más tarde, otra historia.

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