EL DIRECTOR ESPIRITUAL

Ya saben tus lectores que sientes una cierta querencia por las esquelas, las de ahora y las de antes. Cuando vas de vacaciones y lees otros periódicos, o si pasas por algún pueblo y te encuentras con esquelas clavadas con chinchetas en los postes locales, te fijas en las costumbres del lugar, si hay sepelio o entierro, si hablan del finado o del difunto o si se celebran exequias o un responso, o si el duelo se despide a la puerta de la iglesia o no hay duelo.

Siempre te pareció que en las esquelas, los “apenados” que figuran debajo del muerto había que ordenarlos por la pena decreciente, de manera que si los hijos tenían más pena que la mujer, irían antes. Pues no, siempre va delante la apenada esposa. Y los nietos políticos delante de los hermanos. Vamos, hombre.

Claro que la familia ya no es lo que era y bien podría ocurrir que cuando lo que imperaba en España y en el mundo era la familia patriarcal, la escala de valores y de amores fuera muy otra que la vigente en la familia nuclear.

Conoces al Director Espiritual, que en alguna fase de tu vida fue también el tuyo, pero de ahí a que figurara en tu posible esquela delante de Jesús y Araceli… La esquela es de hace más de treinta años. El Director Espiritual vive todavía, los padres posiblemente hayan muerto, pero apuestas la vida eterna a que esos padres se acordaron de su hija hasta el último momento de su vida, mientras que el director espiritual… ¿quién sería Mari Paz?