2008/11/16

COSER Y CANTAR

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El nuevo rico de Molière que llevaba toda la vida hablando en prosa sin saberlo hasta que contrató un preceptor para estar a la altura de su nuevo status. Por lo mismo pueden estar pasando cosas delante de tus narices sin que te enteres.

Como desde el invierno pasado la familia perdió kilos y no les vale la ropa, estos sábados le dais tajo a tu madre recomponiendo cinturas y perneras, sometiendo y sonsacando, con la aguja y el torzal. No lo tomáis como trabajo sino como medida preventiva contra el alzheimer de manera que nada debéis por las manualidades, y además traéis castañas, huevos y productos de la huerta, que en el pueblo son pasto de ratones.

A tu madre la conociste cosiendo toda la vida, a mano o con la máquina de coser ALFA que le regaló su hermano Jesús, muerto en un accidente ferroviario antes de tu nacer.

¿A qué venía lo de Moliére? A que te dice tu mujer
- Ya me fijé el otro sábado, pero te das cuenta de que tu madre siempre canta cuando cose?
- No, no me había fijado.

Y efectivamente estaba tarareando las mismas canciones que cantaba cuando vivías con ella, las mismas que cantaría cuando aprendió a coser con su grupo de Campomanes y seguramente las mismas que cantará hasta la última puntada.

Pero no te habías dado cuenta. Únicamente pensaste: coser y cantar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuánto cosieron y cuánto cantaron Historia viva.
Aprovechemos los capítulos que quedan
Salud

Anónimo dijo...

algo de cantar ya sé, ahora me queda lo de coser... bueno... y hacer las 2 cosas a la vez...