ANTONIO MACHADO, POESIA Y PROSA

Inolvidable Antonio Machado a través de Serrat: Las moscas, La saeta, Soledades (He andado muchos caminos…).

Encantador con sus poesías sencillas, populares, re rima fácil…y ferroviarias

“Yo para todo viaje

-siempre sobre la madera

de mi vagón de tercera-

voy ligero de equipaje.

Si es de noche, porque no

acostumbro a dormir yo,

y de día, por mirar

los arbolitos pasar,

yo nunca duermo en el tren,

y sin embargo, voy bien.

Londres, Madrid, Ponferrada

tan lindos…para marcharse

lo molesto es la llegada.

Luego, el tren, al caminar,

siempre nos hace soñar;

y casi olvidamos

el jamelgo que montamos

¡Oh el pollino

que sabe bien el camino!



Y muchas más

¡Quién tuviera cabezón suficiente para saber de memoria sus poesías!
Al final sabes de Machado cuatro cosas, que era el poeta de la generación del 98, que murió pobre y solo en Colliure, que su hermano Manuel era conservador, incluso reaccionario, y él ¿qué era él? era otra cosa. Por conocer otro aspecto de Machado, te dio por leer su prosa completa. Entretenida, interesante. Sorprendente a veces, incluso decepcionante por alguna idea. Al fin y al cabo, el hombre no es monolítico. Machado, tampoco.

Lees:

“Supongo que hasta los más detractores de la pena de muerte habrán sentido deseos de exterminar a los salvajes asesinos de Cerro Montoro. Porque, una de dos, o los autores de tan repugnante y asqueroso delito son dos hienas, o son dos idiotas. Si lo primero, merecen la ultima pena, por sus feroces instintos; y si lo segundo, la merecen también para que no puedan reproducirse. Yo de mí, sé decir, que leyendo la descripción que del crimen citado hace El liberal, la pena de muerte me sabe a poco.”

Hoy casualmente te encontraste con un antiguo compañero que te contó alguna batallita de ciertos purpurados. Sería preferible ignorar esas parcelas sombrías, cuando no negras, pensar que quienes dirigen el mundo o una pequeña parcelita académica, deportiva, eclesiástica, empresarial, política, son gentes cabales, austeros, racionales, ponderados, justos. Sabes que no es así pero te gusta mantener el mito, porque si eres consciente de lo contrario tendrías que encabezar una rebelión.

Y como es Machado puede escribir este suelto.

“No se me ocurre nada más que decir en este momento. Es la una y media de la noche; los ojos se me cierran y me voy a dormir.

- Que descanses – me digo a mi mismo.

Y justo es también que deje descansar a mis lectores.

No va mas.”

Si lo escribes tú como cosecha propia, alguien diría: esti chifló.