LAS ESTRELLAS DE LA GUÍA MICHELÍN

Si te preguntan de carrerilla las clases o más bien las formas de pecar, dirías que hay pecados de pensamiento, palabra, obra y omisión. Entonces no te encaja un intento de pecado en el que estuviste a punto de caer hace unos años.

Por aquello del rigor, aunque sea para este blog de usar y tirar, coges el viejo catecismo de tercer grado y abres por la pregunta 334 ¿De qué manera se comete el pecado? El pecado se comete por pensamiento, deseo, palabra, obra y omisión. Te olvidabas del deseo. Ese fue el pecado que estuvisteis a punto de cometer tú y tu familia hace unos años al llegar a Zarautz y visitar el restaurante de Arguiñano. Menos mal que estaba completo y os conformasteis con un autógrafo. Que Dios os lo perdone pero tienes la disculpa de la minoría de edad física de la hija y mental de los padres.

No recuerdas otras excursiones a los restaurantes de diseño, de manera que si Asturias perdió una estrella Michelín, ni fu ni fa. A ti lo que te gusta es comer en los bares, a poder ser con barullu, mejor cerca de la barra que en el comedor.

Muchas veces da más pistas sobre una información el comentario del internauta, cuando el periódico lo permite, que la noticia en sí. Por ejemplo lees el comentario de Pepe: Esto de les estrelles Michelin ye un cuentu como una casa de grande. Ye pa los enchufaos y porque tienen clientes famosos, que estoy seguro que no les cobran. ¿Le cobrarán al rey o algún preboste del régimen? No creo.Estoy seguro que en muchos bares de pueblos se come muchísimo mejor que en esos de tanto cuentu.

Bueno, tampoco estás seguro de que se coma muchísimo mejor en muchos bares de pueblos. Más barato, sí. Buridán duda y le parece que tiene su punto de razón Asturianu: Mirad amiguinos, lo de la guía Michelin, será un cuentu, como decís algunos, pero tened en cuenta, que esta clase de restaurantes, son los que traen a clientela de clase, no de bocadillo.

Es paradójico, si no fuera cómico, que uno de los siete restaurantes que tenían una estrella haya cerrado en el tiempo que media entre el examen y la nota. ¿No había equilibrio entre prestigio y rentabilidad? Más bien crees que los gastos en que incurrieron por aumentar la burbuja, acabaron con la rentabilidad. El marketing terminó con todo, con el prestigio y con la rentabilidad. No hace nada cerró en Oviedo el Faro Vidio, que aparecía y seguirá apareciendo en todas las guías gastronómicas de Asturias como uno de los restaurantes punteros. Seguirá apareciendo porque las guías se copian unas de otras hasta nuevo aviso.

A otro al que han quitado una estrella, L’Alezna, está encantado de la vida porque dice que no cocina para las guías sino para los clientes. No sabías que las guías se realizaran de oficio, entrando el inspector al azar en cualquier chiringuito. Más bien te imaginabas que habría que remitir voluminosos dossieres, además de llevar a cabo las catas de rigor.

Al carajo las virguerías gastronómicas. ¡Viva el pinchu de tortilla!