2021/06/21

DE FACEBOOK (3 y 4 de junio)

Aconseja uno al posible lector (o lectora, o lectriz, o lectore) de estas líneas que pase de estos comentarios y lea únicamente los enlaces o las fotos o dibujos o anexos que se insertan, todos muy interesantes, comenzando por un el blog de Ramón d'Andrés y su entrada "La lengua, el género, y el machismo". Ramón d'Andrés es un filólogo comprensible, reposado, respetuoso. Advierte uno que, volcado el trabajo a Word, ocupa once páginas, pero merecen la pena y no cabe leerlas a saltos ni únicamente las conclusiones, porque no se comprenderían sin la argumentación previa. El lector que se atreva puede encontrar respuestas a lo de lector y lectora, no a lo de lectriz, que es una boutade, ni a lo de lectore, que va con aviesas intenciones.
Interesa la lectura del caso de la tenista japonesa Osaka, ganadora ya de varios grandes premios, pero que se retira de Roland Garros por no querer (o no soportar) las ruedas de prensa a las que está obligada por su participación. Muchos tenistas retirados y otros deportistas en activo o en la reserva la apoyan. Toni Nadal, entrenador de su sobrino Rafa durante muchos años, está en contra. En una cosa le da uno la razón a Osaka y es en la obligación de responder constantemente a preguntas repetitivas. No tiene presenciado uno muchas ruedas de prensa, pero en el máximo apogeo de Fernando Simón, era casi obligado seguirlas. Ahí se percató de que muchos periodistas llevaban escritas las suyas y aunque sus compañeros ya hubieran preguntado lo mismo, cuando llegaba la ronda de preguntar, como el que oye llover. Con la oportunidad que habrían tenido de realizar repreguntas si observaran que Fernando Simón dejaba un flanco débilmente cubierto... Volviendo al caso de Osaka, lee uno que Rafa Nadal puede llegar a las cien entrevistas anuales. Es un exceso, y raramente a partir de la entrevista número diez se puede encontrar algo original. Lo más probable es que se le pille en un renuncio, en una incoherencia, lo normal en quien mucho habla o mucho escribe. Y aquí se toma uno por la palabra. Uno aconsejaría a Osaka que lleve de entrenador a Luis Enrique, en cuyo caso, la posición de acojonado/a pasaría en breve del entrevistado al entrevistador.
Clarificador gráfico de LNE para saber las andanzas (en sentido literal) del lobo cangués.
Lee uno que cuando se construyó el AVE, se destrozaron para siempre los restos de un palacio romano del siglo III. Parece que entonces se vivió con gran escándalo, aunque uno no lo recuerda, pero se pregunta si hoy se haría lo mismo. Uno no lo tiene claro. Si el palacio era realmente un prototipo merecería ser conservado, pero si era uno entre muchos sin nada especial, aparte su antigüedad, uno cree que por algún sitio tienen que pasar las nuevas infraestructuras, salvo que se decida no hacerlas para no destruir nada. Pero que la sociedad lo asuma: el AVE no pasa de Pola de Lena porque no hay terreno ni ecosistema que no merezca algún tipo de protección. Con el tiempo, esas construcciones que se levantaron sobre otras ruinas pasan a ser consideradas protegibles.
En LNE lee uno un amplio resumen del libro que acaba de publicar Juan Vázquez, ex rector de la Universidad de Oviedo y que encabezó la lista de Ciudadanos en las últimas elecciones autonómicas. Lógicamente Vázquez presenta una versión edulcorada de sí mismo, como sorprendido de los tejemanejes de la trastienda política. Uno se sorprende de que se sorprenda quien pasó por períodos electorales para ser Rector, Vicerrector en la Menéndez y Pelayo y Presidente del Consejo de Rectores.
Lee uno que este sábado a las 21:30 sonará en la tarde/noche ovetense un concierto de campanas en el que intervendrán las de varias iglesias del casco histórico, con la Wamba catedralicia a la cabeza, junto con las de la Universidad y el Ayuntamiento. Para la ocasión se desplazó a Oviedo el maestro campanero Llorenç Barber. La prensa informa de los numerosos voluntarios que están colaborando para la ocasión, pero la mejor información la recibe uno por WhatsApp de un amigo músico y musicólogo.
Se fija uno en un detalle nimio de unas obras que se están desarrollando en la calle Uría de Oviedo, que precisan cortes de tráfico. Lee que los propios operarios de la empresa encargada de realizar los trabajos se encargaron de regular el tráfico. En estos casos piensa en el pobre ferrocarril. Lo primero, que es imposible regular el tráfico en plan tan casero. Lo segundo, que en el tráfico ferroviario el operario tendría que contar con una habilitación que llevaría semanas conseguirla. Al encargado de dar paso en la calle Uría únicamente se le pide atención y sentido común. A lo mejor puede realizar ese cometido desde el primer día de trabajo en la empresa.
En El Mundo lee uno el problema que se avecina a la hora vacunar según se va bajando de tramos de edad. Parece que no se pudieron realizar pruebas en número suficiente a personas jóvenes, cosa que a uno le sorprende teniendo en cuenta la rapidez con la que se pudieron diseñar y fabricar las vacunas que se inyectaron a los mayores.
Algunos análisis aseguran que una segunda vacuna de Pfizer después de una primera de AstraZeneca otorga incluso una mayor protección. Sin embargo, pese a la mala prensa de AstraZeneca por eso mínimo porcentaje de trombos, la gente desconfía de las mezclas. Por lógica, pero resulta que contra esa lógica se impone la posible evidencia científica, que tarda en calar.
Sería curioso que ahora se programen la lavadora y la secadora a altas horas de la madrugada para ahorrar unos euros en el recibo de la luz perturbando su propio sueño y el de los vecinos. Uno desconfía de estos experimentos y no tiene pensado hipotecarse con actuaciones de corto recorrido. Hubo quien compró unos armatostes de acumuladores (en realidad el constructor al acometer algunas promociones inmobiliarias) que quedaron inservibles porque desaparecieron las tarifas nocturnas.
Lee uno en El País que la andaluza Susana Díaz sugiere maniobras para sustituirla "por ser mujer". A uno le parece una ligereza esa declaración. Si tiene pruebas, que las aporte. Si no, que se calle.
Lee uno en la prensa regional que el gobierno local PP-Ciudadanos sacó adelante una propuesta para exigir a Pedro Sánchez “respetar a la justicia y que no indulte a los líderes independentistas”. La moción recibió el respaldo de Vox y fue rechazada por PSOE y Somos, alegando que no se trataba de una cuestión de competencia municipal. Con toda la razón se opusieron. Ahora bien, está uno atento para ver qué razones justifican que a no tardar esos grupos opositores enarbolen la bandera palestina cuando haya ocasión. Entonces se opondrá el gobierno local. ¿Pueden pedir seriedad a los ciudadanos?.
En la edición digital de LNE (supone uno que en la de papel de las Cuencas será igual) se informa de que no habrá servicio ferroviario entre Mieres y Baíña (FEVE) en los próximos cuatro meses, ¡pero la foto que ilustra la noticia es la de Mieres-Puente! (ancho RENFE). ¡Señor, Señor!.
Lee uno que en Lena se repartirán ceniceros portátiles aprovechando un día mundial sin tabaco. Bien están los golpes de efecto si sirven para algo. ¿Qué será de esos ceniceros portátiles dentro de tres meses? El cartel, por lo menos, es original, aunque uno cree que nunca pronunciará con seriedad L.lena.







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Lee uno la entretenida columna de José María de Loma, no con intención de aclararse del embrollo de las tarifas, sino por el placer de disfrutar de esas greguerías que van enlazando ideas hasta conseguir un artículo simpático y redondo.
La colaboración del profesor Milio Rodríguez Cueto, en un asturiano entendible pero que nunca oyó en la cai, tiene el mérito de refrescarnos cómo era la sociedad (educativa) hace treinta y cinco años. Alguna hipérbole es evidente, pero vale como cuadro impresionista.
Otra hipérbole, pero disuasoria. Uno iba a leer la noticia de los atascos que se producen en el barrio de Ciudad Naranco con motivo de las obras de ampliación del puente de la calle Nicolás Soria, pero en vista de la frase que exageradamente destaca atascos de una hora de diferencia en relación con la situación anterior, uno desiste de leer el artículo. Si es una opinión del declarante o el periódico la asume como resumen, uno no lo sabe, pero se inclina por la segunda hipótesis.
El Delegado de Defensa de Asturias, al prologar un acto cultural, declaró en relación con la pretendida fiesta asturiana/asturianista del 25 de mayo: “Se debería celebrar por todo lo alto, aunque se busca actualmente con ello unas tesis identitarias pueriles”. El castellano utilizado no es ortodoxo del todo pero se capta la intención. Uno cree que se abusa de la identificación entre identitario e independentista. No todo lo identitario es independentista. Uno no es en absoluto independentista pero es identitario en relación con muchas manifestaciones culturales, sociales o grupales. Añadir lo de pueril es echar leña al fuego. Una declaración similar de un Delegado de Defensa en Cataluña le cuesta el puesto (bueno, a lo mejor depende del color del gobierno central).
Saca uno la conclusión de que en algunos textos y contextos intervenir, sacrificar y matar son sinónimos, pero se evita el término 'matar'. Al menos esa conclusión se extrae de la lectura de estos titulares: "Hay que perder el miedo a intervenir con osos problemáticos", dicen los expertos. "En casos extremos se permite su sacrificio". Sacrificio no es cualquier cosa: sacri→sagrado. Hacer algo sagrado. El oso, dotado de carácter divino.
Nadie quiere aparecer en la foto de Colón con Abascal. Casado e Inés Arrimadas estarán pero fuera de plano. Arcadi Espada, en El Mundo, con maliciosa precisión escribe: "Que venga el pulitzer Bauluz y los meta a los tres en el tiro de su cámara, en uno de sus inverosímiles escorzos"
Paolo Gentiloni, comisario europeo de Asuntos Económicos, concede una entrevista a El Mundo, que destaca este titular: "Los más endeudados no deben subir sueldos públicos o pensiones". Vayamos por partes. Pongamos que en estricta aplicación de la ley de la oferta y la demanda de trabajo y considerando la situación de permanente paro estructural los sueldos públicos se recortaran un 20%. Habría todavía quien optaría a un puesto de trabajo así, atraído por su seguridad. Sin duda, algunos serían capaces de ofrecer el mismo rendimiento por profesionalidad (por patriotismo, si se quiere, con un tanto de exageración), pero otros muchos a buen seguro buscarían una oferta mejor remunerada aun perdiendo la garantía de la seguridad, con lo que se produciría una degradación de la calidad del potencial humano, con evidente repercusión en los resultados. Uno cree que la sociedad reclamaría que, por el bien de todos (por su propio egoísmo incluso) los servidores públicos tuvieran una retribución digna. El tamaño de ese sector público es otra cuestión.
El Tribunal Constitucional, leyó uno en El País, avala, muy dividido, la condena por el asalto al Parlament. Puede haber opiniones sobre si hechos como el que muestra la fotografía pueden ser encajados en un tipo penal o en otro (habla uno de los cabecillas en particular), pero uno no tiene duda de que alguna infracción se comete en un acto así. El Derecho y sus tecnicismos consiguen que acaban siendo impunes comportamientos que el sentido común condena, aunque sea un puquitín. Uno cree que el Derecho debe ser garantista, pero estas disonancias le desquician.
Lee uno que un tercio de los más de treinta nuevos embajadores serán mujeres. Bien está que se rompa la brecha de género. Habrá quien piense que no es suficiente: que debe llegarse al cincuenta. Uno desconoce si en la carrera diplomática hay cuotas, pero se le ocurre que podría implantarse, no en la diplomacia, sino en los puestos de alto funcionariado, otro mecanismo de igualación social: que el cincuenta por ciento de las plazas estén reservadas a aquellos aspirantes cuyos padres hayan declarado una cuota líquida en el IRPF inferior a X en el promedio de los cinco años anteriores; la otra mitad de las plazas sería para los de la cuota líquida superior. Puestos a matizar, de cada cincuenta por ciento, la mitad habría que reservarla para mujeres, la otra mitad para varones.
Se pasma uno por el hecho de que las Comunidades no socialistas estén en contra de lo consensuado (a medias) en el Consejo Interterritorial en lo referente a las medidas aperturistas de cara a la nueva normalidad. Y los ciudadanos, cada vez menos dados a pensar, harán seguidismo de los suyos, y si por un casual, los suyos cambian el paso, ellos también.
Le hace a uno gracia que se renombren las variantes, de manera que a la británica ahora se le llame alfa, y así sucesivamente con otras. Uno cree que en lo sucesivo se dirá algo así como: "En cuanto a la variante A (antiguamente denominada británica) se ha registrado un descenso...". Eso está ocurriendo con el término procesal 'investigado', que se hace acompañar del paréntesis "antiguo imputado)". La lengua la hace el pueblo, pero hay quien se empeña en encauzarlo.




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