2021/06/25

DE FACEBOOK (11 y 12 de junio)

De los periódicos que uno ojeó/hojeó (la mayoría virtuales, El Comercio en papel) no encontró a ningún grupo de estudiantes satisfechos con el temario de la prueba de acceso a la Universidad. Lee uno que en Castilla y León este año se acordaron de Asturias y no para bien ya que se encontraron con una pregunta sobre la Revolución de Asturias, que no esperaban (la pregunta, a lo mejor tampoco la revolución). Dice un alumno en Twitter: "Veo a mucha gente quejándose por el examen de matemáticas de Madrid, pero no veo a nadie quejándose del examen que nos han puesto en historia a los de Castilla y León. ¿Desde cuándo cae la revolución de Asturias? ¿Desde cuándo no caen los estándares importantes? Se han pasado demasiado". Otra alumna escribe con guasa: "ojo, cuidado, que la Revolución de Asturias es súper importante". Repasa uno algún libro de historia de España (no solo de Asturias) que tiene por casa y por ejemplo el Manual de Fernando García De Cortázar (de 700 páginas), dedica unas líneas al hecho revolucionario: "El único lugar donde los trabajadores estaban preparados para la lucha era Asturias, y hacía allí se dirigieron todas las miradas en aquel octubre revolucionario...". Cortázar dedica quince líneas. Desconoce uno si un valenciano, un andaluz o un madrileño tienen la impresión de que la revolución del 34 fue un hecho notable digno de caer en un examen así. A uno no le extraña, por el contrario, que en la Universidad de Oviedo puedan preguntar por los comuneros de Castilla.
Tentado por un titular, echó uno una ojeada a El Correo Español-el Pueblo Vasco, y también los vascos (y las vascas) se quejan de su examen, concretamente de la prueba de matemáticas para quienes aspiran a estudiar Ciencias Sociales.
Pero la queja que más le llamó a uno la atención es la de los que se examinaron de latín: "se sorprendieron al no encontrar en el pliego del examen una introducción previa al texto que les ayudase con la traducción". Si hubieran leído "Corazón tan blanco", de Javier Marías, estarían introducidos en la problemática de traductores e intérpretes. La novela trata de las posibilidades y las limitaciones de las traducciones de textos escritos y, sobre todo, de la traducción en directo del lenguaje entre dos personas que hablan diferentes idiomas, lo que dicen, cómo lo dicen, lo que callan, las interjecciones,...
Puestos a recordar exámenes, se acuerda uno de la teoría de los conjuntos y todo aquello de A unión B y A intersección B. Ve la teoría de aplicación al debate recurrente sobre si los enfermeros (mayormente enfermeras) y otros profesionales de la sanidad pueden colaborar o reforzar o suplir algunas funciones tradicionalmente reservadas a los médicos. En la medicina, como en cualquier otro campo profesional, habrá unas funciones propias del conjunto A; habrá otras funciones propias del conjunto B; y habrá un punto de intercesión en el que las funciones serán indistintas de A y de B. Eso lo vivió uno toda la vida en el ferrocarril. En las estaciones pequeñas el jefe de estación dirigía la estación (es decir, se dirigía a él mismo), pitaba los trenes, vendía billetes, facturaba vagones y hacía de todo. En estaciones grandes, se limitaba a la dirección de la estación y a nombrar servicio al personal, porque otros pitaban trenes o vendían billetes o facturaban vagones. Aunque el titular supiera hacer todo esto, solo lo ejecutaría en circunstancias excepcionales.
Como asignatura reciente, trasversal e imprescindible está el análisis DAFO de debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades. Como LNE trae hoy un DAFO del análisis de la industria asturiana, recuerda uno que no habrá habido cursillo realizado en los últimos veinte años que no incluyera su correspondiente DAFO. Era un entretenimiento y una comedura de coro bárbaros porque nunca se ponía uno de acuerdo con el monitor sobre qué incluir en la columna de fortalezas o en la de oportunidades. Lo que para uno eran debilidades, para el monitor eran fortalezas. Uno tiene la sospecha de que si acudía a ese curso seis eses después, encontraría intercambiadas las las columnas. Uno es un tradicional y nunca creyó en esto del DAFO.
Si uno leyó el Correo Español fue por un titular de portada: El rechazo a la independencia en Euskadi se dispara a cotas históricas en la pandemia. El 41% de los vascos se opone, siete puntos más que el año pasado. Se sorprende uno del dato, porque parecía que el apoyo a la independencia era creciente. Como para el resto de peninsulares, cuando uno dice vascos a continuación le sale decir 'catalanes' y viceversa, llega uno a la sección de discos dedicados, dicho sea cariñosamente ya que un atento lector de esta página pide que se cuelgue aquí el artículo de Bono (no el de U2) en El País. Uno está de acuerdo con Bono en líneas generales. Podía haber dejado para otra ocasión los dardos que lanza a Rajoy, y le quedaría un artículo más redondo, aunque sonara a excesivamente autocrítico para él y para su partido. No obstante, uno entiende que las críticas a Rajoy eran obligadas, so pena de que le acusaran de adicto a la plaza de Colón.
Puestos a volcar regímenes políticos, como uno no sigue la política inglesa, se entera por La Vanguardia de que allí hay un movimiento republicano que representa aproximadamente el 30% de la población. En ese contexto no es de extrañar del todo que unos estudiantes de posgrado de Oxford retiraran el retrato de Isabel II por ser heredera de un pasado colonial. Dice la Vanguardia que los británicos ven un activo en la realeza, ya sea porque atrae turistas, aporta estabilidad al sistema político, la consideran parte de la identidad nacional o les recuerda el glorioso pasado imperial. La monarquía española, por el contrario, atrae poco turismo y no había uno pensado en lo del gloriosos pasado imperial, pero no echa uno un cuarto a espadas por ese motivo.
Vuelve uno, de pasada y traído por los pelos, a la petición de calle para el Padre Valdés. Ve uno en LNE que impulsa la petición el presidente de los antiguos alumnos, Luis Miguel Suárez. Estando Luismi detrás, el barco llega a buen puerto. Aunque hace años que no ve uno a Luismi, tuvo buena relación con él de la época en la que compartieron coro, en distinta cuerda musical y política; musical porque él cantaba con los bajos y uno con los tenores; y política porque él fue portavoz del PP en la oposición noreñense y uno, depende, como se puede deducir de estas notas sueltas. En cualquier caso, Luismi es un activista y empujará lo necesario.
Como Luismi era amigo del buen yantar (también presidió la orden del Sabadiego) le da pie a uno para enlazar con una noticia de El País. Dice el cocinero Dani García: "No tengo claro que el público entienda la cocina conceptual". Uno cree que sí lo entiende, pero no está dispuesto a pagar exclusivamente por belleza. Por aquello de tener un detalle con alguien (y de paso con uno mismo) puede uno caer en un restaurante vanguardista, pero muy de vez en cuando y para poder contarlo. Uno prefiere la contundencia, si está bien presentada, mejor, claro.
Como vanguardista, no culinario, sino artístico (dentro de la Semana del Arte Profesional) pasó uno hoy por la biblioteca del Seminario, donde exhibe su original trabajo Emma Bi, para destacar la silenciada y silenciosa obra de muchas mujeres compositoras de música clásica. Entre otras piezas originales, uno se fijó en una en la que fue colocando retratos en color de los compositores masculinos que pasaron a los libros de historia, y en blanco y negro de las mujeres compositoras que, pese a haber tenido méritos suficientes, no están porque la historia de la música la escriben sobre todo varones. https://www.semanaprofesionaldelarte.com/project/emma-bi/
Puestos en plan cultureta, le gustaría a uno asistir el viernes a un acto en el Club de Prensa Asturiana que tratará sobre la protección del Camino (de Santiago, o a lo mejor del Salvador), con la participación de María Rosario Alonso, catedrática de Derecho Administrativo de la Universidad de Oviedo, que colaboró en los anteproyectos de leyes y reglamentos del Principado en material cultural. Agenda incompatible.
Oviedo se siente agraviado (el pueblo) o agraviada (la ciudad) por lo poco que el Gobierno Central aportó para el déficit del transporte municipal como consecuencia de la pandemia. Para valorar si el gobierno nos trató mejor, igual o peor que a otros habría que ver cuánto aportó al resto de municipios de parecida estructura. Habría que valorar también si otros ayuntamientos recortaron servicios en vista de la situación. La política de tirar p'alante y ya lo pagará alguien es arriesgada, pero habla uno en general, sin conocimiento de causa.
Dice Emmanuel Carrère, premio Princesa de Asturias de las Letras 2021: "Sabemos lo que está bien y mal, otra cosa es cómo obremos". Uno está de acuerdo y Carrère lo sigue al pie de la letra ya que estando divorciado y teniendo asumido en el pacto de divorcio el acuerdo de no mencionar a su mujer en los libros, la tiene mencionado y tuvo que rectificar. Pero no era esto último lo que le llamó la atención, sino el titular sobre el bien y el mal. Previamente había leído uno en La Voz de Asturias un artículo de Cándido González Carnero, ex sindicalista de CSI del sector naval. Cándido no es filósofo, sino activista, pero escribe una curiosa columna moral, o más bien amoral o antimoral. Uno ve siempre a Cándido enfadado con el mundo pero en este artículo parece que el cabreo le llega a las entrañas. https://www.lavozdeasturias.es/.../0003162325480497062764...


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Se anticipa que el Tribunal Constitucional fallará que fue anticonstitucional la limitación de algunas libertades operada mediante el estado de alarma, ya que se debería haber decretado el estado de excepción. Cuando se publique la sentencia dirá uno algo, no vaya a ser que el Tribunal emita otra sentencia.
El Mundo recoge hoy, y otros medios resumieron días atrás, que el Gobierno de la nación no va a dar el nombre de Juan de la Cierva al aeropuerto de Murcia, por su participación en la rebelión militar de 1936. Como inventor del autogiro, de la Cierva está en los libros de historia, pero también por haber facilitado el transporte aéreo de Francia desde Las Canarias a Tetuán en los días previos al golpe militar. Juan de la Cierva tiene calles en Gijón y en San Martín del Rey Aurelio. Como "Inventor la Cierva" tiene calle en la Felguera. Quizá como inventor se salve de la poda la calle felguerina.
De momento a Plácido Domingo le aplaudieron en su vuelta a los escenarios en el Auditorio Nacional de Madrid. Por lo que se sabe, la actitud de Plácido Domingo fue reprochable en el trato con muchas mujeres, por el abuso o intento de abuso por su posición de dominio. No obstante, no llegó a ser juzgado y, en el peor de los casos, aunque se declararan probadas todas las acusaciones que se formularon contra él, las condenas no serían demasiado severas. En este caso, es mayor el reproche moral y el desprecio social que una hipotética condena penal. De llevar la censura a sus extremos, deberían retirarse las grabaciones de Plácido Domingo de las colecciones musicales de las bibliotecas públicas. Uno cree que también los delitos contra la libertad sexual tienen sus escalas, al igual que las agresiones físicas, porque no merece el mismo reproche moral (no solo penal) el que mata que el que lesiona. Parece que cualquier atentado contra la libertad sexual merece la máxima pena, y no. Uno no iría a ese concierto (por cobardía seguramente), pero no crucifica a los que decidan acudir.
De matices y distinciones va la curiosa confesión del periodista de El País Juan Cruz a El Mundo: cuenta que su mujer era jefa de Cultura en Radio Nacional de España y él en El País. Una noche supo que había muerto María Zambrano y no se lo contó. Dice que el oficio le arrastró a cosas así.
Faltarán matices, pero el lector agradece la claridad meridiana de la prensa de otra época: una noticia sobre niños portugueses mendigos. Claridad menos si se hablaba de política.
Tibio editorial de El País en relación con algunas decisiones gubernamentales al hilo de la pandemia. El editorial se titula "Gestión ineficaz". Otro periódico habría dicho que catastrófica. "El Gobierno encadena varias decisiones DESACERTADAS". Quince meses después de la declaración del primer estado de alarma por la pandemia en España, la gestión de la crisis sanitaria sigue marcada por ERRORES, DESCOORDINACIONES y CONFUSIONES, que ya no son justificables como en los compases iniciales, marcados por la inexperiencia y el escaso conocimiento de la enfermedad. Si bien la administración de las vacunas avanza por lo general de forma positiva, en los últimos días se han producido varios PROBLEMAS en los que la gestión del Gobierno NO HA SIDO SATISFACTORIA. Habla El País de decisiones que causaron PERPLEJIDAD y de una gestión MANIFIESTAMENTE MEJORABLE. Por último, en relación con el lío de las vacunas de la selección termina diciendo que abunda en una negativa sensación de confusión en la que el Ejecutivo ha tenido un papel INSATISFACTORIO. Ya se sabe de qué pie cojea El País y en ocasiones uno, pero este uno cree que no por tirar de los adjetivos más gruesos ni por lanzar la artillería pesada es más creíble la crítica periodística. Para uno, menos incluso. Cuando uno lee una crítica moderada está tentado de creerla, sea de lo que sea. Para histrionismos, Darío Fo u otros comediantes de la pluma.
Por cierto, ya sabemos cuál es la mejor vacua para el Gobierno. Si a la selección española se le aplica la Janssen es esa, y en segundo lugar la Pfizer, que se aplica a quienes pasaron ya la enfermedad.
Matías Vallés, en la prensa de su cadena, titula así su columna: "No preguntes si me he vacunado. La cuestión de moda". Uno procura no preguntar, aunque es posible que se le haya escapado alguna vez. Uno admite que alguien, aprensivos por ejemplo, la pueda rechazar, pero quien habiendo rechazado la vacuna, contagia a alguien, debería asumir la responsabilidad penal que corresponda al daño causado: lesiones por imprudencia. De no preguntar tiene uno otra manía: no preguntar a nadie dónde pasará las fiestas de Navidad. Cada uno sabe la pena que arrastra por no poder estar con los ausentes.
La viñeta de El Roto sobre el exceso de información, no sabe uno si calificarla de demagógica o de simpática






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