2021/06/05

DE FACEBOOK (13 a 15 de mayo)

 Ahora que Pablo Iglesias dejó la primera línea de la política, Luis María Anson le dedica una columna en términos no críticos. Para uno es noticia.

LNE prosigue su campaña denunciando lo poco que las administraciones socialistas (nacional y autonómica) apoyan a la ópera ovetense. Indica el diario que pese a las restricciones derivadas de la pandemia, la Ópera ovetense mantuvo prácticamente el cartel como si no ocurriese nada, por lo que las administraciones deben tener en cuenta esos gastos y compensarlos de alguna manera. Con otras palabras, viene a decir la Consejera de Cultura que quién les mandó seguir con la programación sabiendo lo que había. Son dos formas de entender la cultura o, incluso, el emprendimiento: a saber: A/ Pido fondos públicos y cuando los tenga asegurados, organizo. B/ Tiro p'alante y espatuxo para que me cubran la diferencia de gastos. Uno, por su forma de ser, está con el modelo A, salvo que se haya apalabrado regirse por el modelo B.
Estos días de atrás, la prensa informó de la subida de precios en el coste del comedor en algún centro escolar de Olloniego, de escasez de personal en algunas bibliotecas municipales y en la escuela de Música y el abandono en el entorno de la iglesia de San Julián de los Prados. Diferentes grupos políticos denuncian la situación, según breves recortes de prensa. Uno se imagina qué ocurriría si en la vida laboral la dirección del departamento, en un cambio de horarios, decidiera convertir algunos trenes con paradas en semidirectos o, por el contrario, convertir en trenes con paradas a los que no las tenían; o transformar los bonos de diez viajes en bonos de veinte o viceversa; o decidir que el tren de las flores salga a las doce en vez de a las catorce o viceversa; es decir, convivir con la permanente crítica interna a cualquier medida de gestión que se adopte. Uno no sirve para la zapa política.
Ángel de la Fuente, amigo y amante del ferrocarril romántico, se postula por el mantenimiento de la vía férrea entre Trubia y Baíña, contra quienes defienden el levantamiento de los raíles para convertir el tramo en senda verde. Al artículo no le faltan ilusión e imaginación. Si uno cierra los ojos, viaja en ese tren fantástico ideado por De la Fuente. Uno apoya el mantenimiento de la vía férrea porque sendas verdes hay bastantes en el conjunto de Asturias y también en la zona central. Eso de momento. Implantar un tren turístico lo ve más problemático pero a lo mejor algún día Asturias tiene un partido nacionalista que consigue un diputado y ese diputado cede su voto para aprobar los Presupuestos Generales del Estado a cambio de financiación para un tren turístico. Por ilusión que no quede.
No es uno amigo de criticar el sistema de vacunación. Uno cree que los políticos y los técnicos (a veces pesando más unos que otros) decidieron la aplicación de las vacunas por grupos de edad según las últimas evidencias científicas de cada momento. No sabe uno de quién partió la idea, pero ve acertada la de reservar la Janssen -por ser de dosis única- a personas difíciles de captar para la vacunación, cooperantes que se desplacen en misión a países de alto riesgo y personas que por razón de su actividad no se vayan a encontrar en España en las fechas de la segunda dosis. Piensa uno en personas con trastornos mentales que no se someten fácilmente a disciplina, que no se dice con esa crudeza en el lenguaje ministerial. Sin embargo, a uno le molestaría que la sanidad pública acabara poniendo una Pfizer a quien rechazó la AstraZeneca porque sería dar la razón a los caprichos individuales. Cosa bien distinta es que esa vacuna la suministre la sanidad privada. Si existe la sanidad privada, no ve uno por qué se ponen reparos a pagar cincuenta euros por una vacuna (incluida mano de obra) y no por una radiografía que adelante pruebas. Dicho eso, uno no recuerda haber acudido nunca a la sanidad privada.


Metidos en harina político-sanitaria, lee uno en la prensa regional una situación realmente paradójica que tuvo lugar en el Congreso. Hasta allí llegaron desde Asturias, siete parlamentarios de diferentes agrupaciones para defender una proposición de ley que blindara la asistencia sanitaria universal, que los (muy) interesados pueden leer en este enlace, entre las páginas 15 y 29. https://www.congreso.es/.../L14/CONG/DS/PL/DSCD-14-PL-99.PDF Puede uno leerlo con predisposición para cabrearse o para entretenerse. Es una proposición para la galería. Incluso el Sr. Ripa y la Sra. Castañón pronunciaron su intervención parcialmente en asturiano, aunque el Diario de Sesiones lo transcribe en castellano. La proposición o está superada por el tiempo o está desfasada. Así y todo, los parlamentarios asturianos quisieron plantearla en Madrid, para que quedara constancia. El Parlamento también es eso. ¿Utilidad? Crea puestos de trabajo: hay ujieres, mecanógrafos que transcriben los discursos, limpiadoras que desinfectan la tribuna entre intervención e intervención, algo habrán gastado en Madrid los parlamentarios asturianos, generaron unos costes de desplazamiento, la prensa les dedicó unas líneas...
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Se había olvidado uno de decir por qué colgaba lo del oso: porque la multa no fue por molestar al oso sino al guarda. Leer texto.
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Comienza uno por El Tapín, trabajado periódico llanerense, donde lee que Rubén Campa obtuvo el sexto puesto en el concurso de escanciadores de Cabranes, concurso que ganó en el último año celebrado antes de la pandemia. Podrá parecer poca cosa esa posición pero si se tiene en cuenta que el concurso lleva 28 años celebrándose, algún prestigio merece en el mundillo sidrero. Uno tomó una sidra hace diez días en al bar de Rubén y se fija siempre en su más que aceptable estilo. Aunque no se presente a ningún concurso, de los chigres que uno frecuenta, en cuanto a pose y puntería contra el mismo borde del vaso, uno se queda con Antonio, del Marcelino, que, además, tiene el mérito de ser lenense. Un buen culete da gusto no solo beberlo, sino oírlo. http://llanera.eltapin.com/.../el-llanerense-ruben-campa...
Metidos en la hostelería, lee uno en El País que un científico vasco cuenta que en una charla de café se le iluminó la bombilla para dar con un hallazgo sobre la ELA. Hay que aclarar que el contertulio del café era un premio Nobel de Medicina, al que acababa de oír en una conferencia. De resultas de esa conversación informal, el investigador consiguió avances importantes en el conocimiento de la enfermedad. Uno se sentía incómodo hablando en el café de asuntos de trabajo, pero resultaba de todo punto inevitable, so pena de pecar de descortesía. Lo correcto sería decir: "Eso, mejor lo hablamos en la oficina". Sería un corte decirlo, y un corte escucharlo. Para intentar derivar la conversación por otros derroteros uno soltaba, medio en broma, medio en serio, que en la oficina se hablaba de fútbol y en la cafetería se hablaba de trenes, tarifas o turnos. Aunque en el bar se cambien impresiones sobre materias profesionales o técnicas, lo procedente es perfilar la cuestión donde se debe, no dar por bueno, como si fuera una circular, lo que se apalabró tomando un café, mucho menos un cubalibre.
Mala suerte tuvo el conserje del instituto ovetense que murió atrapado por un ascensor al intentar recuperar unas llaves que se le habían caído por el hueco. A alguien cercano a uno también le cayeron en una ocasión las llaves por el hueco del ascensor. Allí quedaron, hasta que, pasados unos meses, en una revisión rutinaria, estando allí el técnico a uno le dio por preguntar si no encontrarían unas llaves. Allí estaban colocadas encima de una chapa metálica. A partir de entonces uno escarmentó en cabeza ajena y procura no enredar con las llaves ni con la cartera ni con nada en el momento de entrar o salir del ascensor. En el caso del desgraciado accidente, parece que aconsejaron al pobre conserje que no hiciera nada, que se llamaba al servicio técnico. Uno tampoco lo llamó cuando las llaves, pero sí en dos ocasiones en las que quedó atrapado y acudieron con gran rapidez, en ningún caso tardaron más de veinte minutos. La última vez, hará dos meses. Sin duda, cuando hay un accidente de trabajo, una de las partes tiende a descartar la imprudencia profesional como único motivo. En este caso, a uno le gustaría que no se buscaran otras responsabilidades ni en el centro ni en la empresa de ascensores, so pena de dar de baja todas las instalaciones si no cuentan con los últimos avances de los últimos equipos instalados en alguna isla nipona.
(En el párrafo precedente se habla de llaves, allí, llamar. Buena ocasión para leer a Ramón d'Andrés https://elmiradoriu.wordpress.com/.../nos-los-que.../)
Son pésimos los números de LABoral Centro de Arte y Creación Industrial, ese proyecto ubicado en la Universidad Laboral gijonesa que no acaba de cuajar. El escritor y diputado autonómico de Podemos Ricardo Fernández Salmón se pregunta "¿Qué podemos hacer para que exista gente interesada en esa “institución” más allá de sus trabajadores, de sus invitados y de los cargos públicos que presupuesto tras presupuesto deben hacer ingeniería financiera para que la nave siga a flote?". Eso mismo se pregunta uno. No pensando ya en LABoral, en muchas ocasiones se realiza una defensa numantina de algunas entidades en atención a los puestos de trabajo que crean. Uno cree que hay que olvidar ese argumento cuando la actividad que se genera no tiene ningún valor, o tiene un disvalor. No hace falta pensar en el puesto del verdugo que se perdería si se suprime la plaza. Hay otros muchos así sin llegar a eso.

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Nadal salvó dos dos bolas de partido en una eliminatoria del torneo tenístico de Roma. ¿Cuántas horas de entrenamiento, de revisar milimétricamente vídeos fueron necesarios para alcanzar esa figura lineal en la que este superhombre exprime al máximo su fuerza física y mental?
Destaca el editorial de El País que, pese al ruido de la presente legislatura, este Congreso fue capaz de sacar adelante una serie de leyes fundamentales, algunas muy controvertidas, otras de calado hacia el futuro como la ley del clima.
No es habitual que una Comisión de investigación del Congreso apruebe un dictamen contra el mismo color político de su mayoría, pero acaba de ocurrir. El Congreso aprobó el dictamen de la Comisión constituida para investigar el accidente aéreo de Spanair en 2008 en Barajas al responsabilizar a la cúpula de Fomento de aquella época, a cuya cabeza se encontraba la ministra Magdalena Álvarez. Sin embargo, no contó con el voto socialista, pero el dictamen salió adelante prácticamente con el voto de todos los demás diputados. No se habrá disgustado mucho el PSOE porque Magdalena es una socialista caída en desgracia de resultas de los ERE's andaluces. A Magdalena le resultaba a uno desagradable escucharla, dicho sea de paso. Sin embargo, por muy en la cúpula que estuviera la Ministra, a uno le parece exagerado elevan la responsabilidad de un accidente al Ministro del momento ¿Por qué no al Presidente del Gobierno, por elevación? Uno de los motivos de que el PSOE haya votado en contra (pero en otras votará a favor en idéntico pero contrario asunto) es que según alguna doctrina del Tribunal Constitucional, establecer responsabilidades personales en una Comisión de Investigación puede vulnerar el derecho al honor de la persona señalada con el dedo. Uno no sabe en qué realidad etérea se acabará convirtiendo el Derecho con tantos miramientos.
En La Vanguardia lee uno que Inditex cerrará otras 56 tiendas en España sumando todas sus marcas: Oisyo, Stradivarius, Zara Home, Massimo Dutti, Pull & Bear, Bershka y Kiddy's Class. La matriz señala que cierra tiendas de menor tamaño y que apuesta por sus tiendas mayores. Desea uno lo mejor para sus trabajadores. Uno no está todavía demasiado familiarizado con la compra de ropa por internet, pero todo se andará y alguna culpa tendrá el elector individual. Posiblemente los grandes números digan que ese empleo que se pierde en las pequeñas tiendas se gana en la mano de obra imprescindible para la venta por internet, pero el empleo que se pierde en Gijón, a lo mejor se genera en Siero, y se sustituye un vendedor por un motorista.
Lee uno en LNE que el concejal ovetense de Economía Javier Cuesta, de Ciudadanos, echa la culpa al alcalde socialista anterior de perder dos millones de los fondos Edusi, fondos para proyectos o Estrategias de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado. A estas horas, ya habrá replicado Wenceslao López, el aludido y acusado. Se trata de cuestiones técnicas en las que todos los calamares embadurnan el mar con tinta que impide a los profanos aclararse de qué ocurre en realidad y quién tiene razón. A veces uno se pregunta por qué pierde tiempo en leer estas polémicas tan previsibles y rastreras.
Con motivo de la feria de la Ascensión que se celebrará en la Losa de Oviedo, al pasar por las varias entradas una aplicación informática servirá para contar los que vayan entrando y descontar los que abandonen el recinto, de manera que en todo momento se conozca el aforo para no rebasar las cifras máximas. Apostilla LNE que esos datos llegarán directamente al Jefe de Emergencias y a la Concejala de Festejos. Uno se imagina a la Concejala, preocupada por el buen funcionamiento de la aplicación y por la veracidad de los datos (o por lo menos por su verosimilitud), no porque le importe mucho saberlo sino para darle en el acto el dato al alcalde por si la llama para preguntar. Uno hizo muchas guardias laborales en su vida. En la mayor parte de las ocasiones le avisaban de una incidencia, pero uno dejaba hacer, no solo porque dar instrucciones a distancia sin conocer todos los datos es una temeridad sino porque sabe más el que el que está frente a la incidencia, que uno que tiene que intervenir de Pascua en Ramos. Eso sí, aunque la incidencia fuera una absoluta rutina, quería uno estar enterado, no fuera a llamar el superior y quedara uno en pelotas, por si a su vez al superior lo llamaba el superior, y el superior de superior. En fin, que se transmiten una serie de datos absolutamente irrelevantes. ¿Qué pasaría si el Presidente de la empresa llama al Director de Área preguntando qué ocurrió en Quintalpino de Abajo, que se enteró del descarrilamiento de un vagón en una vía muerta y el Director de Área no se enteró? Pues no debería pasar nada.
En una oposición para cocineros, el temario, por lo que se ve, incluirá nociones de Derecho o del funcionamiento de la Administración, pero el caso es que les cayeron una serie de preguntas que válgame Dios. Los temarios a veces abarcan las más amplias y peregrinas materias: Prevención de Riesgos, Administracion Pública, Lenguaje, Matemáticas. Ya se sabe que si se presentan muchos aspirantes, el examen habrá de tener alguna dificultad, porque en caso contrario, aprobarían todos, pero la criba no debería realizarse a través de intrincadas cuestiones de Derecho, difíciles para un iniciado, sino en cuestiones propias de la especialidad para la que se presentan, en este caso, tendría que ser algo relacionado con la técnica culinaria.
Empresarios y vecinos afectados por el argayu de Salas claman por la agilidad de los trabajos. Quiera Dios que por las prisas no ocurra ninguna desgracia y no caiga sobre la conciencia de los apresurantes ningún remordimiento.
Muchos chistes se hicieron sobre la pareja formada por Ortega y Gasset. Hoy lee uno una entrevista con Susana de Luis, una joven Conservadora del Museo Arqueológico Nacional a la que preguntan por el castro de Coaña, que visitó recientemente formando parte de una comisión internacional. Le preguntan a Susana que destacaría de los castros asturianos. Responde que Coaña es mundialmente conocida a raíz de los dibujos de García y Bellido. Uno tuvo interés por conocer que habían dibujados los señores García y Bellido, que no le sonaban, y resulta que no son dos sino uno, a quien Juan Uría, sospechando el valor intrínseco de una serie de castros del occidente asturiano y no sintiéndose con la formación necesaria para investigarlos él, sugirió a Antonio García y Bellido que pilotara los trabajos. ¿Cuánto tardará uno en olvidarse de los señores García y Bellido? (Perdón, el señor García y Bellido).






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