HIMNO

Relees el himno elegido en ese concurso no oficial.

¡Viva España!
Cantemos todos juntos
con distinta voz
y un solo corazón;

Ama a la Patria
pues sabe abrazar,
bajo su cielo azul,
pueblos en libertad;

¡Viva España!
desde los verdes valles
al inmenso mar,
un himno de hermandad;

Gloria a los hijos
que a la Historia dan
justicia y grandeza
democracia y paz.

Anotas las ideas o los valores que se desprenden de la letra: cantar, juntos, distinta voz, un solo corazón, abrazar, pueblos en libertad, hermandad, gloria, historia, justicia, grandeza, democracia, paz.

En una primera lectura no te suena mal, en una segunda tampoco. No encuentras restos de sangre, ni espadas, ni muertos, ni conquistas, ni banderas, ni nacionales ni autonómicas. Si vas al
artículo primero de la Costitución lees que España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político. Si hubieran encargado un himno que resumiera los valores constitucionales, resultaría difícil haberlo versado y condensado mejor.

Te enteras de que el autor es un parado manchego de una edad muy aproximada a la tuya, pero al Gobierno no le gusta. En concreto no le gusta al ministro de Defensa, según parece por déficit de arte. Desconocías que fuera un entendido en el arte poético. No le gusta a la Vicepresidenta porque la idea no pasó por la Comisión de Subsecretarios que ella preside. Si los mismos miembros que eligieron la letra, hubieran sido seleccionados en una Comisión Conjunta Congreso-Senado, a lo mejor ya gustaba más y hasta al Ministro de Defensa le parecería un himno marchoso. Posiblemente a los gobiernos del mundo se les llene la boca cuando reclaman la participación en abstracto de la sociedad civil, y cuando esa sociedad civil toma la iniciativa, la Ministra se mosquea.

Retrocediendo un siglo, cuando Clarín hace al Presidente de la Sala preguntar a la Regenta si le amaba, ella le dijo que sí, pero para sus adentros pensó: “No le amaba, no, pero procuraría amarle”. A veces hay amores que a base de procurarlos se acaban convirtiendo en realidad, como podría pasar con el proyecto de himno.