2007/09/24

LOLITA, LA PANTOJA Y LA POLÍTICA DE COMUNICACIÓN

Free Web Counters


El viernes fuiste al concierto de Lolita a la plaza de la catedral. Serían las diez y media cuando llegasteis tú mujer y tú. Lolita era un pretexto para tomar un bocata y un mojito. Solo te dio tiempo a lo primero porque cuando dabas el último mordisco arreció el orbayu y dieron orden de retirada.
Solamente oíste las últimas canciones porque el concierto estaba terminando. El escenario te pilló lejos y no estás seguro de haber visto bien, pero te pareció que el manto blanco y negro con el que se tapaba la tonadillera contenía dos grandes dibujos de sendas huellas dactilares. Quisiste ver un homenaje a su madre y a su hermano muertos, de los que interpretó con sentimiento varios temas. Nunca fuiste devoto de Lola Flores ni de Antonio, pero con el tiempo valoras su arte.
Como no supiste lo que ocurrió al principio marchaste con una buena impresión de Lolita. Al día siguiente leerás en la prensa que empezó media hora tarde su actuación y que se oyó alguna lógica protesta. Gracias a ello pudiste escuchar algo. Ocurre lo mismo con los trenes, que cuando van retrasados a alguien también benefician.
Lees que hora y media antes concedió una rueda de prensa y que estuvo “simpática, amable y muy atenta” con los medios. Mejor así, porque le tiene más cuenta retrasar el concierto por atender a la prensa que un mal gesto para el Tomate.
Aprendió Lolita a moverse entre la prensa, pasada aquella época de radicalismo juvenil.
En el mismo diario, lees un artículo de Fernando Jáuregui sobre la política de comunicación de Zapatero, y recuerda que cuando todavía estaba en la oposición le preguntó precisamente cuál era su política de comunicación, y ZP le contestó: “Nosotros no tenemos de eso, somos gente honrada”.
Escribes estas líneas después de asistir el domingo a una buena parte del concierto de la Pantoja, de la que jamás comprarías un disco, pero es inevitable estar al tanto de su vida y milagros. El concierto de la Pantoja, por morbo o por lo que sea fue un éxito. Entras en google maps y mides la plaza de la catedral: 2.200 metros cuadrados. Siguiendo el criterio de medida de las manifestaciones, calculas que habrá cuatro personas por metro cuadrado, por lo que estimas una asistencia de unas nueve mil personas. Mañana la prensa dirá lo que le interese. Mientras la ves, de lejos, y la oyes charlas con unos conocidos que te cuentan que por la tarde hubo un incesante tráfico de SMS incitando a tirar huevos al escenario. Hace tiempo que los del Tomate se pasaron. No les vas a negar el posible mérito de haber destapado o aireado fraudes contra la Hacienda Pública. Ahora mejor se dedicaban ya a otra cosa.
La Pantoja, si quiere salir a flote va a tener que contratar al gabinete de comunicación de los padres de Madeleine. Otros que tal bailan.
¡Ay la comunicación!

No hay comentarios: