2007/09/13

EL PARTIDO ESPAÑA-LETONIA

Un día de la semana pasada viste en la prensa un diagrama de los asientos de un campo de fútbol en el que figuraban los precios de las entradas del partido que iban a jugar en Oviedo las selecciones de España y Letonia. Te parece que la más barata era de 12 euros y correspondía a la zona inferior, la situada inmediatamente detrás de cada portería. La experiencia te demuestra que no es un buen sitio para ver el fútbol, porque además de que falta perspectiva, si hay una red anti-lanzamienntos la visión no es la mejor. Leíste que unos escalones más arriba, también detrás de la portería, la entrada valía 18 euros.
Lees que se venden en Oviedo en el Palacio de los Deportes y en el propio campo de fútbol. Los dos puntos de venta te quedan fuera de mano, pero también se podían sacar las entradas en los cajeros de la Caixa. Comentaste en casa que te gustaría ver ese partido teniendo en cuenta que era la selección y que como el Oviedo tardaría unos cuantos años en volver a primera, era una oportunidad de ver a alguna figura. En casa te animaron así que dijiste a tu hija, aprovechando que trabaja en la Caixa, que te sacara una entrada de 18 euros.
Después de lo que te costó decidirte, tu hija te dice a la hora de comer que ya no hay plazas de 18 euros o que el cajero no las da, pero te pregunta que por que no te das un capricho y compras otra, que resulta ser de 35. Como tu mujer te anima, dices que adelante.
Por imponderables de la vida, de los que darás cumplida cuenta en otro suelto, llegaste al campo de fútbol cuando ya habían pasado veinte minutos de la primera parte.
No ocupas tu plaza porque hay muchos huecos libres y te sientas en uno cualquiera cerca de un vomitorio.
Hace unos cuantos años que no ibas a un campo de fútbol y estás acostumbrado a verlo por televisión, y no es lo mismo. En el campo te esfuerzas por ver la colocación de los jugadores, por juzgar por ti mismo quien lo hace bien y quien lo hace mal, sin tener la oportunidad de ver las jugadas repetidas.
Cuando entras España ya gana uno cero. Preguntas quién metió el gol y te dicen que le parece que Torres. Haces una última pregunta: ¿qué tal están jugando? Respuesta: psché.
A cien metros te cuesta distinguir a algunos jugadores, y a algún otro lo distingues pero no lo conoces.
Cuando comienza la segunda parte te prometes estar atento a la selección letona, pero te falta eso que los psicólogos llaman el marco y te acabas fijando solamente en los que conoces, en los españoles.
España tiene varias oportunidades de marcar, pero ninguna se materializa. No miraste el reloj, pero más o menos a partir de los veinte minutos de la segunda parte, el público empieza a silbar las intervenciones de Torres. Te parece que es porque le recriminan haber fallado un gol, o no haber estado atento a un remate. No estás seguro. El directo tiene estas cosas. Alrededor te parece oír algo de que es un chupón. Te gustaría que metiera un gol para ver cómo reacciona la gente. Mete el gol y lo mete en tu portería. Aunque estabas atento, ahora mismo no sabrías si fue con la pierna izquierda o con la derecha y si fue en el área pequeña o en la granda. Te parece que hubo un centro por la derecha, quizá de Joaquín o a lo mejor de Sergio Ramos, y alguien la dejó en el área a Torres, quizá Xavi, pero tampoco estás seguro.
El público volvió a silbar a Torres después del gol.
Sale Villa, antiguo sportinguista, y la gente le despide con silbidos.
Iniesta, que te parece un centrocampista, juega casi toda la segunda parte de extremo izquierda y cada jugada de las suyas es aclamada por el público. Piensas si el entrenador lo pone ahí, primero por su habilidad, pero también para reforzar con centrocampistas si hay que contener el resultado.
Finaliza el partido. España gana dos cero. No eres capaz de destacar nada de la selección letona, y dentro de la española, ¿qué? Hicieron pases, Joaquín intentó algún regate. Sergio Ramos hizo alguna incursión por la derecha a lo Michel Salgado. Xavi controló. De Pernía te fijaste más en su labor ofensiva que en la defensiva. No tienes ni idea a qué se debieron los cambios.
A propio intento no oíste ninguna crónica. La primera noticia externa te la da tu mujer cuando llegas a casa. ¿Perdiste el primer gol, eh? Y además España no jugó un pimientu.
Pues será.
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Y el día después, leída la prensa y vistas las imágentes por televisión, resulta que el primer gol fue de Xavi, en el segundo no hubo tal triangulación, sino que fue un rechace; a Villa no lo pitaron, pitaron al entrenador por sustituirle; a un defensa le pusieron un cero. Coincidisteis únicamente en Iniesta.

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