2008/12/13
GALIMATÍAS
Sigues leyendo a ratos a Ferrater Mora, filósofo, concretamente un artículo “El pelo que nos toman”.
“Una de las formas de tomadura de pelo más reiteradas se manifiesta en la producción de galimatías. Entiéndaseme. No todo lo que se dice oscuramente, y ni siquiera toda jerigonza, es un galimatías. Hasta cabe pensar si no habrá galimatías muy importantes. Por ejemplo, hay gentes –incluyendo algunas de innegable talento literario- que sueltan a veces frases despampanantes. ¿Cómo se pueden torcer tanto las cosas (o las palabras)? A la segunda vuelta, nos damos cuenta de que (1) no se podía hacer otra cosa, o (2) no era nada nebuloso, sino sólo difícil, o (3) se podría haber dicho de una manera más simple, aunque seguía siendo en todo caso algo importante. Sólo el último acaso roza el galimatías. Este se manifiesta en todo su esplendor, sin embargo, únicamente cuando lo que se dice es, además de denso, abstruso enrevesado o nebuloso, perfectamente insignificante”.
Estás en estas cuando recibes en tu casa cierta revista corporativa y en una página lees que el objetivo de determinada dependencia es “asumir la gestión de la responsabilidad sobre los recursos (personas y medios materiales), asegurar la eficacia de la operación, gestionar la productividad, afrontar la transformación cultural de los colectivos y asegurar la coordinación sometiendo la planificación”.
No lo acabas de entender, mejor dicho, no entiendes nada, pero a lo mejor es porque “se estás produciendo un cambio de cultura ya que estamos tendiendo hacia una mayor implicación en los aspectos del día a día de la producción aportando herramientas y metodología para una gestión eficiente”. Cuando oyes hablar de herramientas te dices: menos mal, algo concreto, porque piensas en el banco de carpintero que tu padre martillaba en los ratos libres, dale que te pego con el mono azul. Ahora las herramientas son otras, son herramientas informáticas o herramientas de gestión y te ves obsoleto y, por seguir con el galimatías, descontextualizado.
Algo te aclaras cuando lees que lo que se necesita es “un marco regulatorio interno que, permitiendo el desarrollo profesional de los trabajadores, suponga un incremento de la eficiencia en la producción que a su vez ayude, unido a la experiencia, a amortiguar los estándares menos sociales, que con probabilidad utilizará la futura competencia”.
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Petición a los Reyes Magos: que no te VUELVAS a ver obligado a colaborar en revistas de comunicación interna nunca jamás.
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1 comentario:
Pero si al "recreo" de toda la vida lo han llegado a llamar "segmento de ocio"
Aplíquese a lo que anónimo (uno más) comenta sobre la Consideración 10.
¿Estupidez = galimatías?
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