Comienza uno por la respuesta al acertijo de ayer. El cuadro de San Cristóbal de Santiago Canovar, resulta que representa los testículos de San Cristóbal. Canovar es de Toledo y se inspiró en un cuadro de grandes dimensiones que cuelga de uno de los muros de la catedral de su ciudad, que por allí llaman San Cristobalón. Parece que es un cuadro que le impresionó desde la tierna infancia cuando contemplaba desde abajo la figura del santo. Un santo cojonudo tuvo que ser.
Con motivo de la final de la Copa del Rey entre la Real Sociedad y el Athletic de Bilbao, se produjeron concentraciones de hinchas antes y después del partido. Tiene un vivo interés en saber si dentro de unos días se conoce un aumento de los contagios. De producirse, quizá el dato no alcance trascendencia nacional, por lo que encargó uno a un amigo bilbaíno (bilbÁino) que le tenga al tanto de lo que pueda informar la prensa de la tierra.
Está hoy uno futbolero. En El Mundo entrevistan a Onésimo, que fue futbolista del Valladolid y del Barcelona. Nadie suele asumir su fracaso personal. Onésimo es una excepción.
Fracaso de la ética deportiva considera uno lo ocurrido en el partido de fútbol entre el Cádiz y el Valencia, al llamar Juan Cala, futbolista blanco del Cádiz, negro de mierda al valencianista Diakhaby, que reaccionó abandonando el campo, comportamiento seguido por sus compañeros. En vista de ello también el Cádiz se fue, lo que ocasionó la suspensión momentánea del partido. Advertido el Valencia de que el abandono podía ser sancionable con la pérdida de tres puntos, volvieron a los veinticinco minutos. El Valencia está en una posición templada de la tabla, que ni peligra descender ni tiene posibilidades de alcanzar un puesto europeo. Dejaron pasar la oportunidad de un comportamiento digno contra el racismo, que no le hubiera supuesto prácticamente nada. ¿Se produjo el insulto? Los gaditanos lo niegan. Uno cree que se acabará sabiendo que sí.
El Oviedo no levanta cabeza. Aunque solo sea por el preparador físico, vecino e hijo de unos buenos amigos, uno espera que salga adelante.
El Papa aboga en su mensaje pascual por que las vacunas lleguen a los países más pobres. ¿Es meterse en política? A uno le parece que no, pero atiende opiniones.
Lee uno una encuesta en El Mundo sobre cómo valora el pueblo de Madrid la gestión de su gobierno autonómico en relación con la apertura y horarios de la hostelería. Los partidos de derechas y de izquierdas mantienen posturas claramente definidas. Uno se pregunta si en esto siguen a sus líderes o son los líderes los que siguen al electorado. La pregunta es puramente retórica porque ¿Quién preguntó al electorado? Curiosa la postura de los votantes de Ciudadanos (a extinguir ambos) que se inclinan (53% contra 42%) por la postura aperturista. ¿Implica esto que de cada 95 ciudadanistas 53 se escoran a la derecha y 42 a la izquierda? Podría ser perfectamente. Si esto fuera así, Ciudadanos tendría futuro, como también lo tendría si fuera al revés. Uno cree que los votantes de Ciudadanos no votan necesariamente para pactar con la derecha o para pactar con la izquierda, en el caso de no tener mayoría (a lo que están condenados, es decir, a no tenerla) sino para pactar con quien convenga según circunstancias. Uno cree que los acuerdos nacionales de Ciudadanos perjudicaron la supervivencia del partido. El votante de Ciudadanos, y el concejal y el diputado autonómico, prefieren estar libres de ataduras.
Lee uno en El Mundo que miles de interinos están en riesgo de ir al paro por la exigencia de la lengua valenciana en vista de que la nueva lay autonómica obliga a acreditar un conocimiento a los funcionarios. Aclara el periódico que cuando se aplicó a la educación perdieron el trabajo mil doscientos profesores. Aunque en general empleo y trabajo se utilizan como sinónimos, está bien la precisión prevista en el Derecho del Trabajo de que el trabajo es el que uno tiene individualmente, y empleo es el que genéricamente se ofrece a la sociedad. Desde esa óptica, el conocimiento del valenciano implicará perder a determinadas personas su puesto de trabajo, pero no se perderá el empleo, que lo ocuparán quienes acrediten conocer el valenciano. ¿Eso es justo? Es imposible plantear la cuestión en términos de justicia, porque ni es justo ni deja de serlo. En esta materia tiene uno que madurar más, pero igual terminan sus días sin resultado concreto. La cuestión podría plantearse matemáticamente en términos cuantitativos, pensando ya en el asturiano: dado que las horas de formación son limitadas y no procede que por estudiar asturiano (ni por estudiar nada adicional) se aumenten las horas de formación que un ciudadano necesita desde los 3 años hasta los 22 ¿Qué se deja de estudiar para estudiar la lengua asturiana? ¿De qué materia podría prescindir un médico, un ingeniero, un trabajador del comercio minorista, un funcionario de Hacienda, un trabajador sociosanitario, un conductor de autobús? En realidad uno cree que podría prescindir de cualquier cosa porque los planes de formación estiran y encogen a discreción. Sirva como ejemplo que carreras que tradicionalmente duraban cinco años o tres años, pasaron a cuatro y está uno seguro de que prácticamente no se nota tal duración en el desempeño profesional. Adelante, pues, el asturiano, que no va en detrimento de nada más que de aquellos que no lo saben o se empeñan en no conocerlo.
Lee uno en LNE que las ayudas sociales del Ayuntamiento de Oviedo en el primer trimestre, 807.000 euros, llegan a 1.526 familias. Uno cogió la calculadora y salen a 528 euros por familia. Está previsto aumentar la aportación municipal según el periódico. A estas horas habrá anunciado la oposición o que las cantidades son falsas o que hay que considerar otras partidas u otros repartos o realizar otras operaciones. En la escuela nos enseñaban a no sumar peras y manzanas pero en la refriega política esa es precisamente la esencia: liarlo todo, mezclar peras, manzanas, plazos, desgravaciones, ayudas autonómicas, complementos estatales, viviendas en especie, alquileres rebajados, becas de comedor, etc. etc. para que sea absolutamente imposible una comparación rigurosa, de manera que cada uno creerá y votará a los suyos por un dato aislado, por un eslogan, por una percepción subjetiva.
Sueña la Junta de Hermandades de Oviedo cuando pide que la Semana Santa de la capital sea declarada fiesta de interés turístico. No merece ni una línea más.
Informa LNE a toda página: Ingresada y estable una mujer de 55 años que sufrió una trombosis tras vacunarse. La afectada, profesora, fue inmunizada con AstraZeneca el día 26 ● Se investiga la posible relación entre el tratamiento y el accidente cerebral. FIN. Supone uno que es cierto lo que indica el titular. El titular no dice que la trombosis sea consecuencia de la vacuna. Ni lo dice ni lo niega. ¿Es una información irresponsable por alarmista? Uno cree que no. ¿En vez de un titular a toda página podía dedicarle un recuadro y tampoco faltaba a la verdad? Podía, pero la noticia se sabría igual aunque las letras fueran más pequeñas. ¿Cómo confeccionar una noticia sin que dé lugar a interpretaciones alarmistas? Uno no lo sabe y no le arrienda la ganancia a los periodistas.
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LNE inserta un anuncio del día mundial de la actividad física, que se celebra el 6 de abril. Enigmático y rompedor. Queda uno pensativo.
También queda pensativo por un anuncio que lleva viendo varios días en unos cuantos medios. Es un anuncio de CaixaBank en el que la marca anunciada no es lo más llamativo. Es un anuncio de un banco, pero podría ser de una empresa de telefonía o de seguros. La chica es guapa sin pasarse, no mira al frente, pero ya está uno familiarizado con ella de tanto verla. Nunca dejan de sorprender a uno las técnicas publicitarias, en permanente renovación.
Que Madrid cuestiona cualquier instrucción emanada del gobierno central es un hecho. Entre las pautas discutidas están los cierres perimetrales. En concreto, lee uno en El Mundo que según su consejero del ramo, el confinamiento perimetral en una comunidad tan densa como Madrid hizo aumentar las posibilidades de contagio al no poder expandirse los madrileños a lo largo y ancho de la península. Los madrileños, y los ovetenses, y los leoneses, y todos, al no poder moverse por fuera se movieron por dentro, pero se movieron. No da lugar a contagios a extraños pero sí al círculo cercano.
Se entera uno por El País de que el cuestionado presidente mejicano López Obrador, que ya pasó el covid, se niega a vacunarse y hace de ese gesto una batalla política. En España, si está uno a la última, la pauta es vacunar al que pasó el covid una sola vez y después de varios meses, porque se entiende que haber pasado la enfermedad funciona como primera vacuna. Si se vacunara López Obrador haría una buena pedagogía social porque eliminaría las posibles reticencias de la población, pero si se niega a vacunarse ahora y se vacuna dentro de unos meses, haría una buena pedagogía científica. Haga lo que haga, se equivoca.
¿Se vacunaría uno en una mezquita si ese fuera el lugar elegido por la autoridad sanitaria? No es lo que más le gustaría a uno, pero otros se vacunan en una iglesia, un un cristo cerca, como se ve por la foto de La Vanguardia, y a lo mejor tampoco les gusta.
Original Pedro de Silva sobre las elecciones madrileñas, presentadas como el derby
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