Repasas mentalmente qué fue para ti la Semana Santa a lo largo de tu vida y el primer recuerdo es, estando de monaguillo, para aquella carraca que en esta época sustituía a la clásica campanilla en los oficios religiosos, aquella carraca que nunca más volviste a oir. Eran los tiempos de la interminable lectura de la Pasión, de estrictas vigilias y de vía crucis.
Das un salto en el tiempo, llegas a León y en vez aprovechar para enterarte del complejo mundo de las cofradías y procesiones, de bandas y papones, prefieres callejear con los amigos matando judíos. Estén tranquilos los lectores que tú siempre fuiste hombre de paz, que matar judíos es tomar limonada en lo bares y por cada limonada que tomabas matabas un judío, en venganza de lo que ellos hicieron con Jesucristo.
Más tarde, de vuelta a Asturias, la Semana Santa era época de escapada y de lecturas atrasadas pero siempre intentaste buscar un hueco para matar algún judío en la provincia cercana.
Descubres ahora en Oviedo que la globalización llega hasta aquí y la costumbre de los judíos se extiende, que hay mucho emigrante y las buenas costumbres está bien que se difundan.
El Sábado Santo, camino del Fontán, ves pasar una procesión y, aunque la música y la escenografía emocionan, dudas mucho sobre las intenciones de los asistentes, la mayor parte, cámara en mano, como tú.
A esto quedó reducida la Semana Santa: vacaciones y matar judíos.
5 comentarios:
Con tanta limonada, los judios siguen ventilando cristianos. Porque eso no lo aguanta ni Cristo, hombre, igual lo soporta Cristo Rey, el del Circo, si hombre, el de Barbara, que barbara estaba.
Todavía limón con ginebra que desinfecta, pue valer, pero limón; mi limón, mi limonero entero me gusta más (Basilio),que estriñe, no lo tengo muy claro.
Te mando la Bendición
Hoy en dia la limonada ya no es lo que era,antes cada bar hacia su limonada pero ahora toda la limonada es industrial por lo que sabe a "polvines" y poco mas aunque todos tienen una jarra con sus limones y naranjas pero buenas buenas ninguna, y tranquilo miner que limones llevan pocos a lo mas vino y no del mejor.
Cazurrina
Luis Simón: en el contexto de mi infancia también , a su manera, los propios cofrades "mataban judíos".Tengo una anécdota que lo explica pero es demasiado largo para contar aquí.
Yo no me perdía procesión de la mano de mi abuela.Desde la adolescencia me dediqué también a "matar judíos", y hasta hoy.
Hace unos años que se percibe cierto auge en la recuperación de las procesiones. A la Iglesia le interesa estar presente y ocupar tiempo y espacio aunque la tradición sirva, fundamentalmente, de espectáculo (con su solemnidad, eso sí. Que la tiene).
Por esta tierra, Jerez, la Semana Santa en cuanto a procesiones va en auge. Es que la fiesta gusta mucho, acompañada de viños, claro está.
Lo bueno del caso es que, al igual que con las antiguas bulas para poder comer carne los días de abstinencia, ahora también se admite matar judios tomandose un riojita o un prieto picudo de las tierras de León. Como diría no recuerdo quien, la cuestión es conmemorar. Y aquí conmemorar, si que conmemoramos.
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