2008/04/18

MÁXIMO, EL PAÍS, EL CONTENIDO Y EL CONTINENTE

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Pasarían unos minutos de las dos cuando, a punto de consumir un producto típico de la tierra, que se suele servir en vaso ancho, te diriges a la zona de los periódicos y tienes una primera duda. Puedes elegir entre “La Voz de Asturias”, “El Comercio” y el “Abc”. Ya tenías en la mano La Voz, cuando te dijiste que había que darle una oportunidad al ABC.


Cuando llegas a las páginas de opinión, te encuentras con la viñeta de Máximo. Quedas perplejo. Lo último que sabías de él era que hace unos meses en la columna que algunos domingos escribe el Defensor del Lector de El País, alguien le preguntó por qué a raíz del último cambio de diseño y paginación se había suprimido la viñeta diaria de Máximo, que aparecía diariamente desde la fundación del periódico hace treinta años. La respuesta fue que seguían en negociaciones con él. Cuando, como todos los días, pinchas en la edición digital tenías la esperanza de que volviera a aparecer, pero no, allí seguían Forges, El Roto, Peridis, y otros que sigues menos. Notabas la falta de Máximo. No te hace falta confesar que eres paisista desde siempre, aunque procuras no leer las firmas más sectarias como la de Javier Pradera, de verbo rebuscado para más inri.


Te dices que dentro de lo malo (pero ¿por qué te sale esta frase? ¿por qué es malo?) podrás seguir leyendo a Máximo en la edición digital del Abc, no en vano entras casi todos los días a ojear los editoriales y el humor de Mingote, pero cuando por la noche entres en él, verás, maldita sea, que desapareció el enlace del humor.


Mientras sigues observando el dibujo, la típica masa popular con pancartas delante del Congreso presidida desde la escalinata por los dos leones, uno de ellos con gafas negras, piensas sobre el continente y el contenido y por qué a veces tiendes a valorar favorablemente cualquier contenido que venga dentro de un continente, en este caso El País. Antes marchó Umbral y, en lo que cabe, seguiste leyéndolo en El Mundo.


Esperas seguir a Máximo en el ABC y confías en que no cambie de estilo a estas alturas, como otros hicieron cuando cambiaron de envase.


Sigues dando vueltas sobre como poco a poco cambian los periódicos, las familias, las personas, como van muriendo unas células y en su lugar nacen otras que ocupan su lugar, sin cambios bruscos pero sí continuos, y a lo mejor cuando pasan treinta años, de los elementos presentes en la salida, ya no queda ninguno en la meta para contarlo, para contar cómo éramos. A veces incluso uno no se reconoce.

La lectura del ABC te sugirió otras ideas. Concretamente al ver la foto del magistrado Luciano Varela (actualmente en el CGPJ) te vino a la mente el túnel 50. Era el Juez Instructor de Pola de Lena el 27 de septiembre de 1978, cuando a las 4,18 salió de Linares la máquina ALCO 2143, que minutos después chocaría con un tren de combustible de CAMPSA muriendo siete trabajadores.
Dejemos ésto para otro día.

2 comentarios:

Carlos dijo...

Lo sel túnel 50, es una historia, poco contada...

Anónimo dijo...

¿Cuantos años tiene la foto?