METIÓMELA POR DELANTRE

Hoy va de cosa jurídica. Lees que el día cinco de diciembre, o sea, ayer, se publicó la Ley 40/70, de medidas en materia de Seguridad Social. Cortando y pegando, la pasas a Word, apaisas el papel, confeccionas dos columnas y la vas imprimiendo por partes para, cortando y pegando de verdad, ahora sí, tener actualizado un libro de recopilación de leyes laborales y de Seguridad Social.
Ves que introducen modificaciones en la propia definición de la incapacidad temporal, que cambian varios artículos de la incapacidad permanente, de las pensiones de viudedad, de las de orfandad, de las bases de cotización, de las categorías penosas. Te parece un poco metido a calzador un artículo modificado de Ley de Familias Numerosas. Lo perdonas porque se entiende que la legislación de Familias Numerosas es una legislación protectora y que cae dentro de un concepto amplio de Seguridad Social.
Sin embargo, no sales de su asombro cuando llegas a la disposición adicional trigésima primera y te dices ¿pero en qué parte de la legislación laboral pego esto?
Disposición adicional trigésima primera. Dispositivos de alerta en aparcamientos y garajes.
Las Administraciones públicas competentes procederán a desarrollar reglamentariamente la obligación de incorporar en los accesos a los aparcamientos y garajes dispositivos que alerten al conductor de la presencia de peatones en las proximidades de la entrada y salida a la vía pública de dichos establecimientos.
Llevan años los profesionales de la ciencia y de la técnica jurídica clamando por que las leyes los Presupuestos Generales del Estado no aprovechen para introducir modificaciones de otras normas que nada tienen que ver con los presupuestos. Años más tarde, hecha la ley, hecha la trampa, nuestros legisladores encontraron el subterfugio de aprobar dos leyes con la misma fecha: una de Presupuestos y otra llamada de Acompañamiento. También siguen lloviendo las críticas sobre esta forma de legislar con esta ley-cajón de sastre. Es clásico, hasta el punto de que ya no sorprende, que el Gobierno obre así cuando es Gobierno y lo critique cuando pasa a la oposición. Con eso hay que contar. Pero el pasmo que te produce esta que ahora comentas es mayúsculo.
A lo mejor mañana vienen con que era un error. Mucho te extrañaría. Más bien te parece un ejercicio práctico del verso del cantautor Jerónimo Granda: metiómela por delantre.