Después de unos días de angustia apareció la niña brasileña de trece años que había desaparecido de Pola de Lena.
Dice haberse escapado para huir de la casi segura reprimenda por las malas notas del primer trimestre. Anduvo vagando por centros comerciales de Oviedo y pernoctando en algún portal.
Después de su desaparición, la preocupación de la familia pasó a ser otra. Se conformaron, suplicaron para que apareciera sana y salva. Al reencontrarse, padre e hija se fundieron en un abrazo.
¿Cual hijo pródigo, hay que marchar de casa para cambiar un hostiazu por un abrazu? un
http://www.elcomercio.es/v/20111222/cuencas/puerta-iglesia-sola-miedo-20111222.html
Al servicio de quien me quiera: Porque sí y porque sé
Hace 10 horas
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