EL MANDO

Posiblemente alguien diga que en este blog se escriben cosas perfectamente prescindibles y seguramente será verdad. Hoy, sin embargo, te vas a convertir en manual de usuario.

Hablas con tu madre y notas que algo le pasa. No le funciona la tele. Vaya por Dios. Es verdad que no vale para nada, que está Belén Esteban a todas horas, pero es lo que hay, y a estas horas no la vas a convencer para que entre por los documentales de la 2, que tampoco tú ves. Con esa birria y todo, ella está allí, en la aldea perdida, y tú a una hora de coche y sin varita mágica para poner aquello en marcha.

En la aldea perdida para poder ver la tele hay que contar con dos mandos, el del televisor y el del decodificador, imprescindible para recibir la TDT vía satélite.

Como los médicos de emergencias, coges el teléfono.

- Ayer anduvo por aquí aquí Fulano de tal con la tele y de aquí parriba no la toca nadie.
- ¿Qué pon la tele?
- Nada, únicamente tién música. Radio no sé qué.
- Coge el mandu pequeñu, el de los botones amarillos.
- Sí, ya lu tengo.
- Ahora pulsa nel botón que ta a la derecha del roju en la parte riba.
- Ya funciona. ¡Vaya listu!

Unos días después vuelves a notar algo en la conversación.

- ¿Pásate pasa algo? ¿Hay algún problema?
- Que la tele no funciona.
- ¿Encendístela y apagástela?
- Sí, pero ta igual.
- ¿Qué pon la pantalla?
- 32 canales encontrados, 9 de radio, búsqueda finalizada.
- Pulsa donde pon EXIT en negro a la izquierda debajo del 7.
- Ya funciona.

Consejo: el que tenga una madre o un padre lejos, que haga unas fotos con el móvil a los artilugios de emergencia para dar unas instrucciones a distancia. A lo mejor sirve.

¿Era práctico o no?