Si dices que alguien se ahorcó en tu casa hace una semana, lo normal es preguntar quién fue, que vaya trajín, que qué faena, que qué le pasaría. Si precisas diciendo que la casa no es toda tuya, porque, quitando la parte ganancial que no te corresponde y la hipoteca pendiente, tendrás un uno por ciento de la tal casa, si hablas así ya se puede entender que no te estás refiriendo a tu casa en sentido estricto sino a la vivienda que habitas bajo el régimen de la propiedad horizontal. Hablando así quizá tengas ahí el uno por ciento del edificio, así que dista de ser TU casa.
Si avanzas diciendo que es muy raro que cojas el coche un día entre semana, pero como andabas pendiente de los discos de Fierros, fuiste a recoger los ciento cuarenta paquetes y, ya de vuelta, con la mercancía en el maletero, según sales por el portal cerca de las cinco de la tarde, entran como seis policías uniformados, preguntan entre ellos si ya vino la científica y oyes algo de bajar al menos dos, precisamente de donde tu vienes. Das la vuelta, bajas nuevamente al garaje pensando si habrás dejado abierto el coche, precisamente en el menos dos, o si serás tú el bulto sospechoso. El ascensor te sube al tercero donde hay policías en el rellano. Es absurdo preguntarles si pasó algo.
Hablas días después con varios vecinos, pero no con cualesquiera, sino con esos que crees informados de los que se cuece en el portal, pero nada.
Después de una semana, te enteras de que alguien apareció muerto en un trastero, posiblemente ahorcado.
¿No es alucinante la vida de la ciudad?
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1 comentario:
Eso entra dentro de la normalidad.En mi edificio donde vivia anteriormente recuerdo que desde el 94 al 2004, tuvimos dos suicidios,una muerte súbita,un ataque de cuernos tan espantoso, que la cosa terminó, con uno de los implicados en silla de ruedas,etc etc....y no era el Bronx,
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