MICHE

MICHE

Lees en la prensa que murió Luis Ignacio Fernández Rodríguez, catedrático que fue de Derecho Internacional Público en Oviedo, al que todos conocíamos como “Miche”.

Una página entera dedica el periódico a glosar su vida recogiendo declaraciones de gente que trabajó con él en el Departamento de Derecho Internacional.

Por supuesto, nadie le llamaba Miche a la cara, no sabíais si le gustaba el apelativo. Por lo visto, sí, porque así se refiere a él la noticia y los articulistas que glosan su vida y su obra.

Llevaba más de veinte años ejerciendo fuera de Asturias, pero hará dos o tres años coincidiste con él en la calle Fruela y, aunque nunca habías hablado a solas con él, te decidiste a dirigirle la palabra, a veces eres así de atrevido, para recordarle que tenías un buen recuerdo de él, aunque o él o su asignatura eran un hueso duro de roer. El lo tomó a bien porque tú lo enfocaste por la parte positiva, aludiendo a aquello de la exigencia y el rigor.

Te llama la atención no encontrar ninguna mención a ese aspecto de la dureza, cuando si preguntas a cualquier estudiante de entonces, que no haya seguido profesionalmente en la Universidad, es lo que recordará a buen seguro. Tampoco te extraña, las personas, tienen, tenemos muchas facetas en la vida y que un profesor sea un hueso, poco importará en su Departamento.

No mentiste con lo del rigor. Aunque ibas al nocturno, Miche era de los pocos catedráticos que daban clase. Al menos dió un bimestre, dejando el otro para su sucesora, la catedrática actual Paz Andrés Sáenz de Santamaría. Si no ibas a clase no pasaba nada porque el temario estaba en los dos tomos de tapas verdes y blancas que habían escrito y los respetaba para los exámenes sin inluir nada que hubieran explicado en clase a mayores.

El antecesor de Miche era su maestro Julio David González Campos, que llegó a presentarse al Congreso de los Diputados por el Partido Comunista. A raíz de su llegada, la cátedra se llenó de progresistas, postergando al anterior profesor titular Pepito Grillo, menos mal que le dejaron dar algún seminario, por cuya asistencia daban un punto. Gracias a ese punto aprobaste la asignatura.

Aunque lo aprobaste a la primera, el Derecho Internacional te resultó difícil porque tenía una notable carga de abstracción: si había consentimiento de los Estados, valía todo, y si no había consentimiento, no había nada que hacer, por muchas vueltas que se dieran al Convenio de Viena, que no lo apartábais de los labios. No estaba entonces desarrollado el concepto de intervención humanitaria. En el Derecho Internacional se trabajaba mucho con sentencias de la Corte de la Haya u otras instancias y te trajo a mal traer el caso de la Barcelona Traction, que cada dos por tres servía para ejemplificar los supuestos más variopintos y es hoy el día en el que no te aclaras qué pasó en definitiva con la Barcelona Traction.

Que asesorara más tarde a España en el conflicto del fletán ante Canadá, o a Honduras en disputas territoriales queda muy lejos para la corta visión de un alumno, que juzga lo que ve.

En resumen, lo que querías destacar es cómo la imagen pública de una persona puede ser tan diferente según el colectivo al que preguntes...o eso te parece.