2010/07/23

EL VALOR SIMBÓLICO DE UN EURO

Siguiendo con la rutina diaria vacacional, te levantas poco después de las ocho y media, te afeitas, sales de la habitación procurando no meter ruido, das un paseo de quinientos cuarenta pasos hasta la playa (están contados), dejas silla y sombrillas en tercera o cuarta línea de playa, compras en el paseo de la playa LA NUEVA ESPAÑA del día anterior (un euro), vuelves al hotel, ojeas el periódico en el hall mientras esperas que baje tu mujer para desayunar antes de las diez, hora tope, subís a la habitación, metéis en la bolsa los móviles, el periódico, las revistas, la radio, los libros, los potingues (el año próximo ya irá el portátil) y demás, y dais los quinientos cuarenta pasos hasta la línea de playa que toque ese día.

Llegáis a la playa, te repantingas, abres la bolsa,
- ¿El periódico?
- Debió quedar en la habitación.

¿Vas a por él? ¿Lo dejas para por la tarde?

Te entra una tentación, que comentas en voz alta. También podíamos comprar otro, el kiosko está a un minuto. Total, por un euro... Decides dar la vuelta, caminar esos quinientos cuarenta pasos y otros tantos de vuelta con el tofeo.

Si te dijeran: "oye, si caminas quinientos cuarenta pasos te dan un euro", lo normal es que respondieras: "que le den morcilla al euro".

Al hilo del euro, mientras vas y vuelves con el olvido, meditas sobre el concepto marxista del dinero y de la propiedad en general, con la diferencia entre el valor de uso y el valor de cambio.

Hace unos días, mientras veías un partido del mundial tomando una sidra, al sacar la cartera para pagar, te cayó una moneda al suelo, que fue a encajarse entre los desperdicios del suelo, papeles mojados, restos de pan, corchos, sidra, agua. Miraste disimuladamente qué moneda era. Diez céntimos. Por diez céntimos no revuelvo, te dijiste. ¿Cuánto tenía que haber caído para que no te diera vergüenza agacharte y recogerlo? ¿a qué distancia tenía que estar el hotel para que optaras por comprar un nuevo periódico?

El abstracto valor simbólico del dinero.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

...cuentan de un sabio que un dia..... JUVENAL

Karen Dinesen dijo...

"Al hilo del euro, mientras vas y vuelves con el olvido, meditas sobre el concepto marxista del dinero y de la propiedad en general, con la diferencia entre el valor de uso y el valor de cambio."

Luis Simón: ese paseo de mil ochenta pasos no tiene precio!!
¡Que disfrutes de las vacaciones!

Anónimo dijo...

no será que detestas la playa?.Arena,pringues aceitosos,dermatitis solares,pechos por les rodilles,panzudos irreverentes,guajes insoportables con balón.....puede haber algo peor que la playa?

Anónimo dijo...

no será que detestas la playa?.Arena,pringues aceitosos,dermatitis solares,pechos por les rodilles,panzudos irreverentes,guajes insoportables con balón.....puede haber algo peor que la playa?

miner dijo...

Ese paseo de mil ochocientos pasos, si tiene precio: Un Euro