Al líder del Tour de Francia, el luxemburgués Andy Schleck se le salió la cadena de la bicicleta cuando quedaban muy pocos kilómetros para el final de la etapa, lo que le hizo perder los segundos suficientes para que el liderato pasara a manos de su directo competidor, el español Alberto Contador.
Dicen que se entamó una polémica no sabes bien por qué ¿tenía que haber esperado el nuevo líder?
Intentarás analizar con frialdad el caso, aunque con más independencia lo valorarías si los protagonistas fueran un luxemburgués y un polaco, dos nacionalidades que no te dicen nada.
Hay un detalle importante y es que el ciclista cabalga sobre un artefacto, no comparable a un Fórmula 1, pero no deja de ser una máquina que los ingenieros perfeccionan continuamente, que si el carbono, que si el tubular, eso sin contar el casco aerodinámico. En definitiva, el ciclista va sobre una bicicleta, los mecánicos juegan su papel y los fallos técnicos o de pericia del deportista, los paga éste. ¿Tienen los demás que esperar?
Si vas al deporte rey, el fútbol, es conotrovertido si el contrario tiene que echar el balón fuera cuando ve a un contrincante lesionado, entre otras cosas porque ellos mismos echan muchu cuentu cuando les conviene.
Si un futbolista se lesiona cuando su equipo hizo todos los cambios, nunca se vió que el otro retirara a uno de sus jugadores para quedar equilibrados en número.
Dicen que en la mesa y en el juego se conoce al compañero, pero el Tour, además de una competición, es una cadena...
En otros tiempos se decía: "en la mesa y en el juego se conoce al compañero", ¿pero dónde está el compañero, dónde está el juego?
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Contador pidió disculpas pero tú, bañado en el ardor patriótico-deportivo publicas lo que habías escrito con anterioridad y allá Contador con su conciencia.
2010/07/20
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