2019/08/17

FETICHE

Te encuentras con un conocido por la calle, del que conocías su vicio por los relojes, y conversáis unos minutos. El había fijado su mirada en tu reloj, en particular en la pulsera. No pudo aguantar que la trabilla quedara fuera de la punta de la correa, te cogió la muñeca y la ajustó. Quedó medianamente satisfecho y dices 'medianamente' porque dio la vuelta a la muñeca para ver la marca del reloj, que no debió convencerle demasiado.

No eres un fetichista de los relojes, ni de las cadenas, ni de los anillos ni de las joyas en general. Las cadenas en los hombres te parecen ridículas, más rídiculas cuanto más compactas. Sí valoras unos pendientes o un collar en una mujer, siempre que sean sencillos.

El reloj es para ti ni más ni menos que un aparato para medir el tiempo, perfectamente prescindible hoy desde que todo el mundo lleva el móvil encima. De hecho es lo primero que quitas al llegar a casa, antes incluso que los zapatos.

Pero tiene que haber gente pa'tó.

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