En una mirada rapidísima a la edición digital de EL PAÍS de este domingo, lees que treinta años después del 23-F, el guardia civil que arrancó a un diputado unas notas escritas en el Congreso durante el golpe, se las devuelve. No tenías noticia de esto que, pasado el tiempo, queda en simpática anécdota.
Tapas el pié de foto para intentar un ejercicio de averiguación sin mirar la solución ¿Quién es el guardia civil y quien el diputado?
El paso del tiempo difumina los perfiles de las gentes, suaviza los cantos duros que algunos rostros jóvenes apuntan, a veces hasta relativiza el pasado y el futuro. ¿Qué habrá sido del guardia civil y del diputado? Ni uno ni otro te suenan ¿De qué partido sería el diputado? Nada, ninguna pista de momento.
Quieres pensar que el guardia sea el de la izquierda y te alegraría, porque así no da la espalda al Congreso. La entrega de las notas se llevaría a cabo después de la foto. El diputado no se aguantaría sin recuperarlas y comprobar cómo era entonces su caligrafía. En consecuencia, será el que las tiene en su mano.
El guardia parece con la tez curtida por el sol y por el viento. El diputado conserva un rostro más fino, como avezado a la luz artificial de las muchas horas de hacer pasillos. Quieres ver también un contraste entre el corte de pelo militar y el corte a navaja político.
Hasta la prenda de abrigo de cada uno los delata y está feo hablar ahora de delaciones, pero el guardia parece vestirse con una prenda polivalente e impermeable de quien muchas veces se tiene que mojar, mientras que el diputado se refugia debajo de un abrigo clásico de los que se meten en un taxi si caen cuatro gotas y aunque no caigan.
Con esta elegía del guardia y la solfa del diputado parece que te acabas de apuntar a las jeremiadas de Pérez Reverte, pero ¡hasta ahí podíamos llegar!
No quieres ver la solución. Que sea lo que Dios quiera.
Tapas el pié de foto para intentar un ejercicio de averiguación sin mirar la solución ¿Quién es el guardia civil y quien el diputado?
El paso del tiempo difumina los perfiles de las gentes, suaviza los cantos duros que algunos rostros jóvenes apuntan, a veces hasta relativiza el pasado y el futuro. ¿Qué habrá sido del guardia civil y del diputado? Ni uno ni otro te suenan ¿De qué partido sería el diputado? Nada, ninguna pista de momento.
Quieres pensar que el guardia sea el de la izquierda y te alegraría, porque así no da la espalda al Congreso. La entrega de las notas se llevaría a cabo después de la foto. El diputado no se aguantaría sin recuperarlas y comprobar cómo era entonces su caligrafía. En consecuencia, será el que las tiene en su mano.
El guardia parece con la tez curtida por el sol y por el viento. El diputado conserva un rostro más fino, como avezado a la luz artificial de las muchas horas de hacer pasillos. Quieres ver también un contraste entre el corte de pelo militar y el corte a navaja político.
Hasta la prenda de abrigo de cada uno los delata y está feo hablar ahora de delaciones, pero el guardia parece vestirse con una prenda polivalente e impermeable de quien muchas veces se tiene que mojar, mientras que el diputado se refugia debajo de un abrigo clásico de los que se meten en un taxi si caen cuatro gotas y aunque no caigan.
Con esta elegía del guardia y la solfa del diputado parece que te acabas de apuntar a las jeremiadas de Pérez Reverte, pero ¡hasta ahí podíamos llegar!
No quieres ver la solución. Que sea lo que Dios quiera.
4 comentarios:
yo creo que es al revés el de la bufanda el diputado, viste mas informal y mas moderno que el guardia, un clásico
para mi el dato fundamental que los distigue es la cuerda de amarrar las gafas, sólo el que anda justo de perras tiene miedo de perderlas, y ya sabemos como es la jubilación de cada uno.
Pues yo creo que el Diputado es quien hizo la foto, sembrando el desconcierto de todos y sind ar la cara, como casi todos ese día... y el guardia sigue ahí, como siempre, parece mentira, con una pata sobre una bola redonda. Al fondo, como impasible por ver a dos señores abrazarse y congratularse por verse tras muchos años de olvido... por eso mira a otro lado.
el de bufanda roja y ropa "casual" es un diputado de izquierdas que puede llevar ropa muy cara pero con algo que insinue que es antifranquista y progre.La pensión de un guardia civil no llegaría para tanto,y el frio never lo cambatiria con una bufanda de ese con esa color tan "chillón",además su fondo de armario no le dá para tener "casual"".<eso es lo que yo creo,aunque puedo estar equivocao tamos tan globalizaos...
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