2011/03/24

PERSONALIZANDO LAS DESGRACIAS AJENAS

Hablando y no comparando, es típico que te cuenten que murió no sé quien y cuando trasladas la noticia, casi no aludas al muerto, sino que lo cuentes más o menos así:

- Serían más o menos las dos, bueno, las dos pasadas cuando estaba yo con Juan, que habíamos quedado para tomar algo, cuando en la barra nos encontramos con Pepina la de Manolo, que esta semana no le tocaba llevar al nenu al colegio porque está el padre con unos días de vacaciones, y en esto veo una llamada por el móvil. Ramón, qué raro que llame Ramón a estas horas. Hombre Ramón, cómo llamas ahora. ¿qué me dices? ¿Que murió Ramiro? ¡Pero si estuve con él anteaayer, que coincidimos en la cola del Alimerka, que por cierto salí para comprar cuatro cosas porque era el último día para el vale!

Y ni una palabra más del muerto, lo importante es qué hacía uno cuando le llega la noticia.

Según nota lanzada al mundo entero, tu coro y el Santiaguín este fin de semana cantarían en Salamanca y en Ciudad Rodrigo; en Salamanca en homenaje a María Jesús Arca, la antigua directora de las Dominicas de Oviedo, que allí se encuentra destinada; en Ciudad Rodrigo en particular homenaje al Obispo Atilano. El martes, después del penúltimo ensayo, llamaste a la maestra de tu pueblo para que te indicara qué cargo ocupaba exactamente la directora, todo para ultimar la nota de prensa que ya tenías in mente, y que pudiera salir disparada hacia los medios salmantinos aprovechando un contacto ferroviario del mundo de la comunicación.

Sin esperar ese último dato, pudiste completar la nota de prensa con material rebuscado en la web y salió urbi et orbi. Ya había partido el parte cibernético sin marcha atrás cuando te llama la maestra para facilitarte el dato y ¡pásmate!, para decirte que la homenajeada sufrió una caída y que está en la UVI.

A continuación piensas en la nota de prensa que tienes que rectificar inmediatamente, en el boceto de presentación que habrá que revolucionar, en el uniforme de faena pulcramente colocado encima de la cama desde hace unos días, en la maleta medio aparejada, en el autobús, en el hotel y en un montón de incógnitas.

Así somos, siempre personalizando la propia batallita, cuando lo que cabe esperar es la pronta recuperación de la homenajeanda y que sea lo que Dios quiera.

1 comentario:

La_Nenina dijo...

Pues Dios debió querer que nosotros nos lo pasáramos en grande y que la homenajeada se recuperara... :)