NERVIOS EN EL ESTÓMAGO

No hace nada dejaste aquí un esbozo de las impresiones que recibías antes de y durante un curso de Gestión Medioambiental.

Ahora toca meditar. Será márketing. Será. A las empresas les importará solo de boquilla la sostenibilidad y la milonga ecológica. Seguramente, sí. Tú, como persona individual poco puedes hacer. También es verdad. Nadie puede hacer nada. Nada. Así y todo, más valdrá, crees, oír un discurso ecológico a lo mejor vacío, que una soflama consumista que incite a depredar cueste lo que cueste, córtese lo que se corte, tírese lo que se tire, gástese el petróleo que se gaste. No importa. Ancha es Castilla y nuestra generación no conocerá la escasez.

Cada uno hará lo que quiera, cada entidad lo que pueda. A veces depende simplemente de quién nos vea, de quién nos observe.

En estas estabas mientras avanzaba el vídeo que te manda un amigo.
http://www.cultureunplugged.com/play/1081/Chicken-a-la-Carte


Antes de pinchar el play te fijas en la duración: 6 minutos. Es algo mucho, pero viene de quien viene y lo pones en marcha.

Es posible que sea demagogia; que no por ese vídeo vas a dejar de comer hamburguesas; que no te vas a apuntar inmediatamente a una ONG, ni dejarlo todo a los pobres, ni ir a evangelizar el mundo.

Como anuncia el propio vídeo, no hace falta saber idiomas para comprender el mensaje. Según avanza te van entrando los nervios en estómago, te va dejando mal cuerpo, no quieres que salgan las imágenes que temes. Quieres ver y no ver. Por suerte, no ocurre lo que temes. La cinta no se para. Llegan otras imágenes. Siguen moviéndose los cubos de la basura. Te afectan menos, en realidad no te afectan nada, o eso esperas, pero vuelve el mal cuerpo. Así y todo, ves unos niños reírse mientras las madres reparten la miseria.
Posiblemente sea sensiblería, pero crees que más valdrá ese mensaje que otro que incite a la violencia, a la rapiña, al desprecio al prójimo, al racismo, al mal.