2008/02/15
LAMENTO FERROCARRILERO
Tienes dicho por activa y por pasiva que el ferrocarril no tiene quien le defienda, al menos en las distancias cortas, y cuando hablas de las distancias cortas no te refieres a las Cercanías sino, utilizando el símil boxístico, al cuerpo a cuerpo.
Por de pronto si se comparan los kilómetros de carreteras o de autopistas (cójase lo que se quiera) con las vías férreas del año cuarenta o del cincuenta o del sesenta o del setenta o del ochenta o del noventa o del dos mil (también puede cogerse el que se quiera) se verá que en cualquier década se echó más alquitrán que carril, porque precisamente el carril se fue levantando.
Y cuando la patronal de la carretera planta cara se ve un nombre y una cara, mientras que el sector ferroviario antes de salir a la palestra tiene que tentarse tanto la ropa y pasar tantos filtros y tantos matices que al final se queda sin voz. Posiblemente sea una hipoteca de la empresa pública.
Si vas a tu tierra, cuando se tiró la estación de El Entrego, la nueva se alejó del centro urbano porque primaron intereses urbanísticos y municipales de corto recorrido ¿Quién defendió la existencia de una estación donde la anterior aunque fuera soterrada? Nadie.
Cuando se reformó la estación de Mieres hace cuatro días ¿algún poder público defendió la expropiación de las casas colindantes para hacer algo digno? Nadie, todos cagados para no molestar al vecino.
¿Y para Ujo alguien pensó en una estación al otro lado de la actual más próxima al núcleo urbano? Nadie. ¿Y en Olloniego? Tampoco.
¿Quién intentó dignificar la macroestación de Gijón-Jovellanos? Nadie.
¿Quién intentó que los trazados asturianos se modificaran acercándolos a las poblaciones para no seguir siendo rehenes de viejos trazados pensados para mercancías y cargaderos? Nadie.
¿Y del túnel de Gijón, oíste algo de trenes? Nada, solo de pisos, alturas y edificabilidad. ¿Algo sobre si va a haber una vía doble o dos vías únicas una para Renfe y otra para FEVE? Nada.
Ahora, cuando la estación de Avilés se va a alejar por lo menos medio kilómetro ¿oíste que alguien del mundo ferroviario levantara la voz? Nadie, o mejor dicho, sí, el concesionario de la cantina.
¿Serán el del bar, el del estanco, el del kiosco y el del puesto de pipas quienes os vayan a sacar las castañas del fuego?
No lo esperas del viajero, que tiene otras alternativas.
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