SOBRE ASTURIAS, LAS MISERIAS DE LA PRENSA Y OTRAS CUESTIONES

El miércoles por la tarde decidiste acudir a una conferencia que con el título de “Asturias y la gozosa decadencia” pronunció Gregorio Morán, periodista asturiano que vive y trabaja en Barcelona. No sigues mucho a Gregorio Morán porque escribe en La Vanguardia, y este periódico ya no se lee gratuitamente por internet, pero sí te interesaba que el presentador fuera Xuan Cándano, otro periodista y escritor asturiano, que ejercee su oficio con bastante más libertad que la media del gremio. Además, el acto lo organizaba Tribuna Ciudadana, que es una organización cívica de prestigio, últimamente vilipendiada por Gustavo Bueno, lo que acrecienta el prestigio de Tribuna.

La conferencia tiene lugar en el Club Prensa Asturiana, perteneciente a La Nueva España, lo que tiene su mérito sabiendo quién es Gregorio Morán y teniendo en cuenta que Cándano es periodista de la casa.

La reseña del día siguiente en el periódico corrió a cargo de Luján Palacios, que realizó un resumen aceptable (http://www.lne.es/secciones/noticia.jsp?pRef=1895_42_601381__Asturias-Gregorio-Moran-poder-Asturias-impune-implacable-disidencia, y http://www.lne.es/secciones/noticia.jsp?pRef=1895_42_601382__Asturias-region-demasiada-gente-cree-grande) cuya lectura aconsejas, pero dejó en el tintero cuestiones muy interesantes, bien por falta de tiempo, bien por falta de gallardía. Aquí estás tú para completarlas.

En la intervención de Gregorio Morán incluyó notas muy críticas hacia La Nueva España, que fueron silenciadas en el resumen del día siguiente, miércoles. Con la disculpa de que el coloquio siguió hasta después del cierre de la edición, el jueves introdujeron un pequeño añadido incluyendo una breve crítica a La Nueva España pero fuera de contexto, como se verá unas líneas más adelante. Si hubiera algún paciente lector de este blog, nuevamente aconsejas leer la ampliación antes de seguir con las siguientes líneas.

Como tuviste la delicadeza de grabar la conferencia puedes aportar los comentarios que siguen, literales en muchos casos.

¿Por qué presentó Xuan Cándano la conferencia? Porque a su vez Gregorio Morán prologó el libro de Cándano EL PACTO DE SANTOÑA, sobre la rendición del nacionalismo vasco al fascismo. En la obra, Cándano sostiene que el PNV se sometió al fascismo en los primeros meses de la guerra y no intervino hasta conseguir el Estatuto Vasco en 1936, o sea que no apoyó la lucha contra los sublevados hasta conseguir que la República apoyara la autonomía vasca. El autor tuvo la gallardía de presentar el libro en Bilbao, pero algunos de los que iban a estar en el acto hicieron mutis por el foro en vista, sobre todo, del prólogo tan crítico que Morán dedicó al nacionalismo vasco.

Pero Xuan Cándano conoció antes a Gregorio Morán. Fue en el año 81 con motivo de una entrevista que el primero realizó al segundo. Se la censuraron y al joven periodista le costó el despido. Cándano entonces pidió a Gregorio Morán que necesitaba su testimonio en el juicio al que sería sometido. Finalmente no hizo falta, pero de esas circunstancias tan duras, nació su amistad. Cándano recordó con tristeza que el movimiento de solidaridad que entonces hubo hacia él a lo mejor ahora ya no se producía: ahora habría una cola de gente deseosa de ocupar su lugar.

La conferencia de Morán en realidad consistirá en leer tres artículos que en septiembre de 2007 publicó sobre la realidad asturiana en La Vanguardia.

GM tiene algo de maldito en la literatura española. Por alguno de sus libros se enfrentó al centrismo por un libro de Suárez, contra el poder económico de Neguri y la burguesía vasca, por lo que fue olvidado por su grupo editorial. Su libro “El maestro en el erial”, que no cuestiona el pensamiento de Ortega sino algunos detalles de su vida, le enfrentó a la influyente familia Ortega y los grupos editoriales ligados a su mundo. No citó al grupo PRISA, pero se sobreentendió.

Esos tres artículos sobre Asturias lo convierten también en maldito en su propia tierra y produjo sus resquemores entre el poder político asturiano. Algunos calificaron esos tres artículos “La gozosa decadencia” como un libelo inadmisible.

A partir de ahora comienza la conferencia de Gregorio Morán, que tiene varios puntos básicos como hilo conductor: la crítica del grandonismo asturiano y la presencia permanente del Oviedo eterno,

Solo detectó un aplauso público a aquellos sus artículos de septiembre, a cargo de Luis Arias Argüelles Meres, profesor republicano, cuyos artículos tienes aconsejado y reproducido alguna vez.

La Nueva España incluye el comentario al doctor Luis Andrenio y también la crítica que formuló contra ella GM, pero no relaciona ambos hechos. Lo que dijo GM es que ese médico tuvo que pagar de su bolsillo un anuncio sobre su situación, mientras que determinados presuntos chanchullos contra Fernando Alonso merecieron un editorial del periódico líder de Asturias.

Nueva crítica de GM: Tiene que haberse degenerado mucho el papel de la prensa para que un diario local, el más influyente con mucho de toda Asturias incluya cinco fotos, incluida una en la portada, del presidente de la comunidad. Hablamos del 12 de septiembre. Y si cito un periódico es porque no hay otro sitio donde pueda expresarse la opinión pública. Debo agradecer a LNE el fair play de acogerme en este magnífico sitio. Me contaron que hubo un comentario genial entre los directivos de LNE ¿cómo dice esto Morán si siempre le hemos tratado bien? Y es verdad, siempre me han tratado bien. La verdad es que no tenía ninguna razón para tratarme mal. Esto forma parte de las fórmulas periodísticas al uso. A veces me dicen que alguien dijo ¿qué le hecho yo a Morán para que diga estas cosas de mí? Como si fuera una negociación: si yo no le pongo mal, él no me pone mal, un asunto de familia. Añadieron en esa conversación: se nota que no vive aquí. Claro, si viviera aquí posiblemente no podría publicar los artículos.

Dura crítica para los asturianos: resulta duro decirle que debe adaptarse a ser camarero, camarero indolente y hasta farruco, faltón, pero camarero. Y esta es la gran verdad que el pueblo astur, sus líderes, sus padres putativos y patrióticos con su autoestima kilométrica no pueden aceptar. ¿Nosotros camareros? De eso nada, los traeremos de Latinoamérica o de Rumanía. Nosotros, camareros nunca, todo lo más, jefes de camareros, camarero de tropa, jamás.

En los resúmenes del acto de LNE se hizo referencia a una dura crítica hacia el museo de indianos de Colombres, pero se oculta lo fundamental y es que el periodista intentó escarbar en los orígenes del indiano más famoso, Iñigo Noriega Laso, y resultó que amasó su fortuna durante la dictadura de Porfirio Díaz, que se fue al traste con la llegada de Pancho Villa. Ahí terminó su posibilidad de investigar hasta que le prohibieron entrar en el Museo. Escribió un carta al director de La Nueva España, que no le publicaron, ¿por qué? Porque el director del museo y el director del periódico fueron compañeros de colegio.

También recibieron unas palabras Juan Cueto Alas y Pedro de Silva por sus antepasados ilustres (Alas Clarín y Jovellanos) y su antiguo Consejero Nacho Quintana (presente en la sala pero que aplaudió al final la intervención, como también aplaudió Tolivar Alas bisnieto de Clarín). Definió a Juan Cueto y a Pedro de Silva como promotores con talento y escritores perezosos.

Dedicó unas líneas a Martín González del Valle, barón de Grado, presidente de honor de Hidroeléctrica del Cantábrico, que hizo una visita en 1973 a un Franco ya terminal al que su padre había presentado en 1936 junto a su otro hijo. Con Franco cerca de las últimas, el barón se dirigió al caudillo: Mi general, quiero que sepa que nosotros somos los de siempre.

Leyó después en la prensa que a un paisano de Mieres el primer domingo de septiembre cuando va a dar de comer a las pitas se encontró con que de las catorce que tenía, diez estaban muertas y cuatro desaparecidas, gallinas de la raza asturiana pita pinta. El hombre se vio metido en un buen lío porque tenía que decidir quién le había liquidado el gallinero. Sin esa condición no había posibilidades de que le indemnizara. Si fue un raposo se lo ha de pagar el coto de caza. Si la mataron los lobos hay que reclamar al Gobierno del Principado, y si fueron perros asilvestrados la responsabilidad es del Ayuntamiento. Y el hombre, con esa conciencia campesina de que todo está pensado para complicarle la vida exclamaba a quien quisiera oírle: ¿y a mí, quién me paga lea pitas?

Concluye GM diciendo que Asturias se mueve entre nosotros, los de siempre, y la astucia que dificulta saber quién pagará las pitas. En el fondo, y en resumen, a nosotros, los de siempre, les importa un carajo quién mató las pitas.

En el coloquio hubo una sola alusión a la sumisión de la prensa en el sentido siguiente. La prensa de Cataluña no es precisamente para echar las campanas al vuelo. Está más condicionada que la de Madrid. Conforme vamos reduciendo los ámbitos de la prensa, ésta se vuelve más censora y más represora. Vd. podrá hacer artículos críticos sobre la Rioja en los periódicos de Madrid, pero en los de La Rioja lo tendrá difícil. La prensa está absolutamente condicionada por el poder público y por la publicidad. El mayor agente publicitario es el gobierno asturiano. Me pueden permitir a mí en La Vanguardia escribir un artículo sobre Asturias, pero no aquí.¿Por qué cree que en la maldita vida ha salido nunca una información crítica sobre El Corte Inglés? ¿Quien se atreve a hacer una crítica de El Corte Ingles haga lo que haga si el volumen de publicidad es…? Hay un gran periodista asturiano, Javier Cuartas, que hizo una biografía del fundador del El Corte Inglés y no llegó ni a aparecer en las librerías, es un magnifico libro, lo compró todo la casa, salvo algún suertudo que lo consiguió. Si esto es válido para un poder fáctico como el Corte Inglés, imagínese con el Gobierno. Podría hacer yo artículos desde Barcelona, porque el argumento, es que como está fuera se puede decir, pero si está aquí en el frente de batalla, no es posible. Eso de que las CC.AA. conforme son más reducidas tienen más libertad de actuación es un camelo total. Si Vd. tiene el Diario de Villaviciosa e intenta criticar al alcalde de Villaviciosa, como viva en Villaviciosa tiene que cambiar de sitio. La libertad de prensa exige una capacidad económica enorme y los periódicos de aquí pertenecen a grandes grupos. Mientras lo que Vd. quiera publicar no atente al interés del periódico, puede publicarlo. Pero en el momento que atente, no publica absolutamente nada. El gremio periodístico estamos en una situación marginal. En este momento la fuerza económica son las grandes cadenas de televisión, internet. Nosotros somos una antigualla que quedamos muy bien, somos farfolla, pero lo que importa es la gran publicidad de la televisión. Resumo: conforme se reduce el ámbito de un medio de comunicación, las esclavitudes son mayores. Punto.