2011/07/31

AGUSTÍN LÓPEZ VIDAL, PINTOR Y FERROVIARIO



A caballo entre el ferrocarril y la pintura, entre barcas y máquinas, entre Galicia y Asturias, Agustín López Vidal, pintor y ferroviario, como reza su esquela, agotó sus días.


Está bien eso de pintor y ferroviario, lo primero porque un ferroviario no se jubila nunca, pero en su caso más, porque en sus cuadros el ferrocarril era motivo preferente más allá de la mera jubilación administrativa.


Va a ser imposible olvidarte de Agustín. Cuando vuelvas de vacaciones y abras la puerta de tu oficina lo primero que verás será ese óleo colgado a tus espaldas que representa la estación de Pola de Lena hace un montón de años, con un tren, concretamente una seiscientas pintada de amarillo, estacionada en una de sus vías.


En tu oficina tienes tres cuadros, tres iconos que resumen buena parte de tu vida: la estampa ferroviaria de Agustín (profesión) , un inhabitual Gernica/Gernika para un despacho (ideales) y una litografía de la Facultad de Derecho de Oviedo (formación).


Agustín te regaló ese óleo hace más de quince años, y lo dedicó en el dorso, cuando se prejubiló, como reconocimiento por alguna gestión reglada y puramente reglamentaria que habrás realizado en aquel entonces. Pertenecía a esa generación desaparecida que agradecía lo obligatorio.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Descanse en paz.
JMT

Anónimo dijo...

Dencansa en paz Tucho. Un abrazo enorme para todos los tuyos...

Tu sobrino Carlos, desde muy lejos, en la mitad del mundo.

Agus dijo...

De corazón, muchas gracias Luis.
Toño, Emilio y Agustín.