CONVERSIÓN BAJANDO EL PUERTO

No es habitual que escribas algo bajando en tren el puerto de Pajares, lo primero porque pasan los meses sin que hagas ese trayecto, lo segundo porque no siempre llevas elementos de escritura a bordo. En este caso te parece oportuno porque la ocasión la pintan calva y las sensaciones mejor en caliente, antes de que pasen al olvido.

Estás viniendo de Madrid de una nueva jornada como alumno de un curso de formador de formadores, o de formador en Medio Ambiente, que tienes tus dudas, y eso que el objeto de un curso tiene que quedar claro según dicen.

Coincide que acabas de leer hace unos minutos en EL CORTESANO de Castiglione: “Maravillado me he muchas veces considerando de donde proceda un error, el cual, por verse comúnmente en los viejos, podemos muy bien decir que les es propio y natural; y es que casi todos ellos alaban los tiempos pasados y reprenden los presentes vituperando nuestros hechos y costumbres y todo lo que ellos en su mocedad no hacían”.

Te pones en guardia y te ajustas una coraza contra una nostalgia trasnochada. Sin terminar de asimilar esa idea te acuerdas ahora de la caída del caballo de San Pablo y consiguiente conversión, buscando un posible paralelismo con la tuya, que en tu caso más bien se trata de una caída de la burra.

Tantos años en contra del PowerPoint y en ese cursillo tuviste que presentar un ejercicio en ese formato y vas a acabar si no convirtiéndote en un fiel devoto, al menos creyendo en que tiene alguna utilidad. Los conversos son los peores, como es sabido. Tantos años en contra de esas nuevas técnicas de enseñanza participativas (cartulinas, juegos, rol playing, happenings, etc.) que te parecían sin sustancia, y ahora te dicen que la clase magistral si perduró tanto en España fue por ser un reflejo de la dictadura. Si te tocan la fibra sensible, dictadura no, hay que alejarse de la dictadura y de su recuerdo. Pese a todo, supones que Francia, Alemania, Inglaterra y otros países de tradición democrática, seguirían con modelos educativos similares al español en lo tocante a técnicas educativas por lo que dudas del binomio dictadura-lección magistral.

Sigues sin ver la utilidad de esos crucigramas con planos mentales y planos conceptuales en los que te pierdes, que mejor se podrían expresar con esquemas tradicionales a base de guiones y apartados, pero ya no te atreves a decir nada, so pena de ser un anacrónico.

Mantienes, no obstante, alguna reserva mental pero temes acabar como La Regenta, cuando confesó que amar a su marido, no le amaba, pero acabaría amándole.

Vuelves a EL CORTESANO para proclamar que no quieres ser como ese viejo que adora su pasado porque no conoce otro.

Cuando caes de la burra al suelo, con riesgo de ser arrastrado por ella, el tren vira y revira para llegar a Puente de los Fierros y pasar de largo frente al barrio de Las Vías, donde naciste.